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Brasil Bajo Asedio Mafioso

Capitalismo y Mafia en Río - Brasil

El capitalismo salvaje y la guerra urbana en Río de Janeiro

 

Bruno Lima Rocha *


Adital -
El sábado 17 de octubre el Brasil recordó de golpe que su antigua capital, con más de 6 millones de residentes, es un conjunto de territorios entrecruzados por la disputa de dominio y soberanía de poderes formales y paralelos. El ataque ejecutado por narcotraficantes que acabó con el abatimiento de un helicóptero de la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro (PMERJ), en el Cerro de los Monos (Morro dos Macacos), en el barrio de Vila Isabel (tradicional reducto del samba), en la ciudad de Río de Janeiro, no es una excepción a la regla de lo cotidiano de cariocas (habitantes de la capital del estado) y fluminenses (residentes en el antiguo Estado del Río). En el Gran Río, que sobrepasa los 10 millones de habitantes, se vive una situación cotidiana de no-gobierno, en espacios geográficos donde el Estado entra sólo en forma negociada o a la fuerza. Tal como afirman la mayoría de los especialistas y reporteros de las páginas policiales, derrumbar un helicóptero implica un aumento de escala y no de la naturaleza del conflicto. Veamos.
 
Breve retrospectiva de la historia que se repite
 
La invasión de morros dominados por redes de pandillas rivales, que los medios corporativos insisten en llamar con el eufemismo de "facciones criminales" (como si eso resolviera algo) es una costumbre en la ciudad. Desde el final de los años ’70, dos redes de pandillas se organizan por lazos de coacción y coerción de dentro del sistema penal y llevan sus lealtades y asociaciones a los morros de la ciudad. Las más conocidas, el Comando Rojo (CV) y su eterno rival, Tercer Comando (TC), ya se escindieron en decenas de fracturas, cuya rama más conocida es la facción "Amigos de los Amigos" (ADA). En el inicio de los años 2000, la acción de para-policiales evolucionó en forma organizada y con el beneplácito de las fuerzas del "orden" (protagonizadas por el Comando Azul, el color del uniforme de la PMERJ), Se instauró el régimen de "milicias" (para desgracia de los milicianos de la Revolución Española de entre otras formaciones de tipo pueblo en armas), dominando áreas de comunidad de la  favela.
 
El uso de camiones-flete, aplicando tácticas de tipo "caballo de Troya" es empleado desde la guerra en el Complejo de la Marea (conjunto de 13 favelas, de más de 100 mil personas, localizado al lado de los trechos tomados a la Bahía de Guanabara, al lado del aeropuerto internacional), entre 1999 y 2000, cuando veteranos de la guerra civil angolesa operaron al servicio de la pandilla TC contra una de las bandas del Comando Rojo. El desvío de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas (FFAA) es otra constante, una vez que Río sigue concentrando cuarteles militares y absorbiendo en ancha escala la mano de obra temporal de jóvenes en edad de servicio militar obligatorio. Al ser dispensados de las FFAA como reserva no-remunerada, algunos tienen un nivel técnico profesional, sirviendo en unidades operacionales como la Peleada de Infantería Paracaidista (BPqd). Al salir de la caserna, muchos son empleados como soldados del narcotráfico. Por distintos motivos, Río sigue siendo un centro militar de peso, aunque la zona deflagrada para control de fronteras no esté en la antigua capital. ¿Qué genera ese absurdo? La costumbre de militarizar la ciudad, en convivencia de vecinos entre cuarteles y locales bajo otros mandos que no son los del Estado de Derecho del régimen de democracia liberal burguesa. Los efectos de tamaño desvarío se notan en la presencia de armas de grueso calibre en manos de menores de edad, con poca o ninguna escolaridad y mínima expectativa de vida.
 
Ya el pasaje de caravanas de hombres armados en una ciudad como esa, revela algo de mayor profundidad. Con la tecnología de GPS, la instalación de radares y los agrupamientos tácticos móviles, es prácticamente imposible que los "tranvías" no sean notados. Los "tranvías" son formados por caravanas de automóviles, camionetas y hasta camiones-flete (del tipo camiones de cambio de larga distancia) No se puede afirmar de forma irresponsable que hubo  complicidad en la tentativa de invasión del último fin de semana (sábado día 17 y domingo 18 de octubre), pero si hubo como mínimo, negligencia. 150 hombres armados no transitan en la segunda ciudad más importante de la 11ª economía del mundo sin ser notados por los profesionales de la seguridad pública. Ahí hay un problema de fondo, incluyendo el aprovechamiento político de las operaciones policiales y la fragmentación de las fuerzas de seguridad, tanto o más responsables por la guerra de favelas que las redes de pandillas que los medios corporativos insisten -equivocadamente- en denominar "crimen organizado".
 
Raíces del problema
 
No es por falta de militarización que la ciudad vive bajo pánico. Hay militares de sobra, comenzando por el absurdo de tener como policía ostensiva a una fuerza descendiente del Guardia Real de Policía (nacida en 1809) y cuya obra magistral fuera despejar a los habitantes de Río para alojar a los que salieron disparados (miembros de la familia real portuguesa que cruzaron el Atlántico corriendo de miedo ante la invasión de la Francia napoleónica). En el Brasil, vivimos bajo el segundo absurdo de tener a la policía judicial (la Civil) coexistiendo con una fuerza castrense con patentes y jerarquías semejantes a la infantería del Ejército. Esto tiene que resultar errado, porque está hecho para crear injusticia y violencia estatal.
 
La convivencia e influencia de militares profesionales y conscriptos con el universo policial y el de los bandidos, suministra la representación ideológica que motivará a la carne de cañón que usa uniforme. No por casualidad, el famoso y temido Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la PMERJ realiza sus primeros entrenamientos dentro de la unidad de los Toneleros, batallón de élite de la Fuerza de Fusileros de Escuadra del Cuerpo de Fusileros Navales. En ocasiones recientes, llegaron a ensayar el empleo ostensivo y permanente de la BPqd para la seguridad en Río. El desastre sólo iría a aumentar.
 
Siendo directo, la verdad es que tanto la capital como su Región Metropolitana viven un estado cotidiano de guerra civil, motivada por el control clásico de territorio, lo que incluye a su población, sus recursos y su propio terreno. El descalabro viene de antes, de la década del ’50, cuando los esfuerzos de urbanización no tuvieron en cuenta a los habitantes de los morros. Los morros, nacen a finales del siglo XIX y aumentan su población con los despejos masivos de conventillos y cuyo ápice fue la Revuelta de la Vacuna (1904). Durante el periodo de la dictadura militar (1964-1985) nada se hizo para mejorar las condiciones de vida de aquellos que sobrevivían en condiciones precarias -con desempleo estructural- y con una forma de vida razonablemente autónoma del Estado en sus distinguidos regímenes. Y, para desesperación colectiva, la situación de control territorial por parte de pandillas organizadas en torno a la baja economía del tráfico ¡se agrava desde 1983!  En mi parecer, esta es la raíz de todos los problemas de orden público de la "Ciudad Maravillosa".
 
Entre la guerra urbana y la lucha por derechos civiles básicos
 
José Mariano Beltrame es delegado de la Policía Federal (órgano de elite, civil e investigativo) y actual Secretario de Seguridad del Estado de Río. Correctamente, como manda el manual de la Escuela Superior de Guerra y otros libros-base, quiere recuperar la soberanía estatal sobre manchas de territorio urbano. El problema es de legitimidad, una vez que el derecho colectivo no es respetado por los agentes que deberían ejercerlo. Me explico: Si un habitante de favela llama el número 190 (discado de emergencia en Brasil) y llama el auxilio policial para proteger su integridad física, es casi imposible que un vehículo oficial suba el morro en su auxilio. A la vez, en la zona sur carioca -área del metro cuadrado más caro del país- la presencia de policiales ostensivos es superior a la recomendada por la ONU. Se trata de dos pesos y dos medidas para quienes viven, literalmente, codo con codo.
 
Cuando el Estado no reconoce de hecho la ciudadanía integral de más de 2 millones de personas, no tiene ninguna condición para actuar como represor. La presencia física de fuerzas policiales debería ser obligatoriamente acompañada, o por lo menos precedida, de un esfuerzo descomunal para integrar estas regiones a la ciudad. Río necesita de una especie de Plan Marshall, como el aplicado para reconstruir la Europa devastada por la 2ª Guerra Mundial. No es lo que ocurre. Entran y salen gobiernos estaduales y todas las medidas son paliativas y pirotécnicas. La Unión solamente repasa presupuestos y poco cuida de las prevenciones necesarias, como en el caso del tráfico de armas y de drogas. No hay ni fábrica de armamentos y menos aún plantaciones de hoja de coca, papola o marihuana en los morros de la ciudad.
 
Retomar la soberanía del Estado implicaría algunas medidas, como: regularización de la tierra urbana; policías ostensivos y permanentes (y no ocupación policial); saneamiento básico (detalle, con los caños cloacales en la vertical) y una amplia oferta de servicios públicos fundamentales. Un caso límite es el de la salud pública, incluyendo el problemático servicio de ambulancias para atenciones de emergencia, cuyo uso obligatorio de sirenas se hace inviable en áreas de conflicto.
 
Si los habitantes no tienen derecho a una parte significativa de su ciudadanía, no se espera que reconozcan la legitimidad de administraciones que poco o nada les ofrecen. Con ese argumento no afirmo que sea preferible el control territorial de las redes por pandillas del narcotráfico y menos aún la tiranía de para-policías con el apodo de "milicias". Lejos de eso. Pero, afirmo con todas las letras. Si la violencia de narcotraficantes se resumiera a las áreas de favelas, los gobiernos de turno de Río y sus élites convivirían sin problema alguno con ese absurdo. Esa opinión no es mía, y sí de gente como Hélio Luz, delegado de la policía civil y ex-Subsecretario de Seguridad, con quien modestamente concuerdo.
 
Asegurar la plena ciudadanía a las comunidades implica políticas estructurantes al costo de millones de millones de reales. Infelizmente, los habitantes no deben esperar nada en ese sentido de los gobernantes de plantón. La condición es otra. En la historia de la democracia liberal, los derechos fundamentales son fruto de conquistas y no de concesiones. O se obliga el Estado a cumplir con su deber, o tendremos más helicópteros derrumbados seguidos de miles de muertos por año.
 
En búsqueda de conclusiones posibles
 
Puede parecer un pensamiento extremo, pero en situaciones como las del Río, solamente las soluciones extremas son posibles de ser aplicadas. Vale recordar que el descontrol también es un ramo importante de los negocios. Las fuerzas del "orden" de Río siempre coexistían con el Juego del Bicho (mafia de apuestas en paralelo y que es la gran financiadora de las Escolas de Samba y, por consecuencia, del Carnaval Carioca). El peligro constante era el de bandidos independientes, con atención especial a los asaltantes de banco. Ese es el periodo anterior a las lealtades de falanges de la cadena que vinieron a transformarse en "mandos".
 
El desmadre es hijo de la desigualdad con injusticia. Porque la violencia policial-estatal, que garantiza la impunidad la parte de encima de la sociedad brasileña, es la misma que cobra la coima (comisión) semanal de los gerentes de boca de tabaco y suministra mano de obra para las "milicias". En el negociado del orden urbano, se trata de una forma de vida y un amplio sector de la economía organizado en paralelo al sistema impositivo. El suministro de servicios, además de la venta de drogas ilegales, complementa la renta y lavan el dinero del tráfico o de la extorsión para la policía. Implican suministro de gas, transporte de pasajeros en Vans y Kombis, redes de gatos en los puntos de energía e implantación de redes de telecables piratas. A la hora del negocio, el brazo armado del Estado en paralelo "vende" los morros como haciendas con portones cerrados, incluyendo la población y los votos de adentro.
 
Sería necesario un amplio y profundo movimiento civil de los habitantes de esas áreas, como fue en la época de la Apertura, cuando la Federación de Asociaciones de Habitantes de Favelas (Faferj) era un espacio masivo de lucha popular, yendo además de la carrera electoral cada dos años. Tampoco bastarían maquillajes u obras inacabadas como el antiguo proyecto Favela Barrio, todos saben que el problema es de orden estructural. Para barrer esa escalada de violencia como molino propulsor del capitalismo en su forma más salvaje, es preciso un amplio movimiento popular, dentro y fuera de las favelas, en el muero o en el asfalto. [Enviado por Barómetro Internacional]

* Periodista. Maestro y estudiante del doctorado en Ciencia Política por la UFRGS

La Narcoguerrilla del PCC asedia al pueblo brasileño en Río de Janeiro

 


Al menos doce personas murieron, entre ellas dos policías que estaban en un helicóptero que explotó tras ser tiroteado, mientras ocho autobuses fueron incendiados durante enfrentamientos entre narcotraficantes en Río de Janeiro, informaron fuentes oficiales | Río de Janeiro, (EFE)


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Los conflictos, que generaron pánico en una amplia región de la zona norte de esta ciudad brasileña y también dejaron ocho heridos, entre ellos seis policías, fueron provocados por una disputa entre bandas rivales de narcotraficantes, cuyos disparos alcanzaron a un helicóptero policial que participaba en un operativo contra los pistoleros.

"La policía reaccionó al enfrentamiento entre las bandas rivales y ocupó las áreas del conflicto. Al final conseguimos dar muerte a diez marginales, decomisamos ocho fusiles y una carabina, y arrestamos a una persona", afirmó el secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, en una rueda de prensa.

Dos de los tiradores de elite de la policía que ocupaban el helicóptero murieron carbonizados como consecuencia de la explosión que destruyó por completo el aparato tras aterrizar de emergencia en una cancha de fútbol de un complejo deportivo popular.

Otros cuatro policías, entre ellos un capitán con una herida de bala en una pierna y un agente con quemaduras de gravedad, alcanzaron a ser retirados con vida del helicóptero antes de la explosión.

El piloto de la aeronave fue obligado a aterrizar debido al incendio al parecer provocado por los disparos hechos por los pistoleros que controlan el tráfico de drogas en la favela Morro de Sao Joao.

El helicóptero apoyaba a los policías que realizaban una operación contra la banda de narcotraficantes que actúa en esta barriada pobre y desde la que partió un ataque contra la banda rival que controla el tráfico de drogas en el vecino Morro dos Macacos.

"No sabemos el arma que pudo haber provocado ese problema. Tampoco podemos confirmar si fue un tiro el que lo derrumbó. Nuestra hipótesis es que pudo haber sido un disparo, pero aún es prematuro decir eso", aseguró el coronel Mario Sergio Duarte, comandante general de la Policía Militar de Río de Janeiro.

Según el oficial, que aclaró que la explosión fue provocada por el incendio y no por un posible disparo, el piloto, pese a estar herido, tuvo tiempo de conducir el aparato hasta la cancha de fútbol y evitar una tragedia mayor.

El enfrentamiento entre las bandas rivales de narcotraficantes comenzó en la madrugada del sábado y se extendió hasta primeras horas de la mañana, cuando la policía ocupó la barriada.

Pese a que la policía identificó a las tres primeras víctimas como narcotraficantes, habitantes de la barriada dijeron que eran jóvenes que fueron confundidos con delincuentes cuando regresaban de una fiesta.

Poco después de que la policía ocupara el Morro dos Macacos para intentar poner fin a los conflictos, desconocidos incendiaron ocho autobuses en las favelas de Jacarezinho, Mangueira y Riachuelo, que son controladas por bandas de narcotraficantes aliadas a la que intentó invadir el Morro dos Macacos.

Los ataques contra los automotores fueron atribuidos por la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro a un intento de los narcotraficantes de desviar la atención y de impedir que la policía concentre sus acciones de represión en las favelas en conflicto.

El comando de la policía en Río de Janeiro informó que ordenó que comisarías de otras zonas refuercen la presencia policial en los lugares en los que fueron incendiados los autobuses para poder concentrar los batallones de choque en las barriadas en las que los narcotraficantes se enfrentaron.

La policía también informó del arresto de tres de los pistoleros que protagonizaron los enfrentamientos. EFE

 

 

 

KAOSENLARED.NET Rio de Janeiro-Brasil- Os Cariocas das favelas, vivem uma guerra nâo assumida

 

 

Helicóptero da PM é abatido por traficantes no Rio de Janeiro



Dois policiais morreram e três ficaram feridos após um helicóptero da Polícia Militar realizar um pouso forçado. Ele foi atingido por tiros durante uma operação policial no Morro dos Macacos, em Vila Isabel, na zona norte do Rio. A aeronave, parcialmente blindada, dava apoio a uma operação com 120 homens da PM para acabar com o confronto entre traficantes na guerra por pontos de vendas de drogas no Morro dos Macacos. Além dos tripulantes mortos, um capitão da PM foi baleado na perna e outros dois policiais tiveram queimaduras leves.


Após pouso forçado em campo de futebol, helicóptero começou a pegar fogo e explodiu.



De acordo com relato de moradores, o confronto entre traficantes começou por volta de 1h30 de sexta e se estendeu durante a manhã deste sábado.    Segundo informações da polícia, houve uma tentativa por parte da facção criminosa Comando Vermelho de invadir o Morro dos Macacos, dominado pela facção Amigo dos Amigos (ADA). Criminosos do Complexo do Alemão, Manguinhos e do Jacarezinho teriam invadido a favela em um caminhão baú, que ficou abandonado em um dos acessos à comunidade. Alguns moradores da favela colocaram fogo em pneus na Rua Visconde de Santa Isabel para impedir a chegada da polícia. Em seguida, manifestantes tentaram, sem sucesso, invadir a carceragem da Polinter para linchar presos da facção que invadiu a favela. Até o início da tarde, cinco ônibus, um carro, um depósito de gás e duas salas de uma escola municipal foram incendiados nas imediações da Favela do Jacaré.

Ação das facções foi em retaliação à operação da polícia

 

Mesmo após a chegada de 120 policiais militares, o tiroteio entre os traficante continuou. Um policial do 6º BPM (Batalhão da Polícia Militar) ficou encurralado no alto do Morro dos Macacos. Um helicóptero Fênix da Polícia Militar foi resgatá-lo. De acordo com testemunhas, a aeronave foi alvo de intensos disparos. Atingida, começou a pegar fogo e o piloto perdeu o controle. O pouso forçado aconteceu em um campo de futebol na Vila Olímpica do Sampaio, nas imediações do Morro da Matriz, na zona norte da cidade, a cinco quilômetros do Morros dos Macacos.


Os três policiais que sobreviveram à queda pularam da aeronave, antes de ela tocar no chão. Os dois que ficaram morreram carbonizados.

"Um PM saiu com o corpo em chamas e ficou apenas de cuecas", contou um morador.


No momento do resgate dos feridos, os traficantes voltaram a atirar na direção dos policiais. Depois da tragédia, a polícia acionou o Corpo de Bombeiros que informou que não prestaria socorro, por se tratar de "área de risco".    Uma ambulância e três viaturas chegaram 50 minutos depois. Dois outros helicópteros, um da PM e outro blindado da Polícia Civil, foram acionados e também foram alvo de disparos, mas não foram abatidos. O confronto se estendeu para favelas vizinhas ao Morro dos Macacos e do Complexo do São João. Ainda não há número oficial de mortos.Há mais de duas décadas, desde que traficantes começaram a mostrar o rosto no horário nobre durante os combates entre Zaca e Cabeludo no Morro Dona Marta (alguém aí lembra?), que os cariocas vivem uma guerra não assumida, mas mal disfarçada. Era questão de tempo para um dos Águias — como os policiais cariocas apelidam seus helicópteros — ser abatido. E para o Rio virar notícia internacional, mais uma vez do ponto de vista negativo.


 Não se tem notícia de aeronaves ou helicópteros abatidos por bandidos comuns em qualquer outra parte do globo. Infelizmente, foi acontecer no Brasil.


Como em qualquer guerra, o acirramento dos combates trouxe um incremento no arsenal. Lança-foguetes de fabricação russa (RPG) podem ser vistos em mãos de garotos mirrados, que mal sabem mexer na arma. Se tornaram comuns também metralhadoras antiaéreas, cujas balas traçantes podem ser vistas à noite, cortando o céu da cidade.

 

 

COMENTARIOS A LA NOTICIA

 

 

Lo de Brasil y Paraguay no es Mera Coincidencia

 

 

 

La mafia hace décadas que está globalizada, tenía algunos problemas por la tonta guerra ideológica durante la Guerra Fría, pero igual crecía poderosa entre la miseria y el apoyo encubierto de las dictaduras y la CIA durante la Operación Cóndor y, sobre todo, la Operación Irán-Contras. Un resumen se puede leer en:

 

La CIA y el narcotráfico

 

La CIA, el tráfico de drogas y la ayuda a los ’contras

 

Hoy la CIA estaría privatizada en la G4S, que tiene conexión con Wackenhut, empresa de Dick Cheney, ver:

 

Wackenhut

 

 

La privatización de la guerra

 

Dick Cheney, vicepresidente de Bush, obviamente está vinculado también al escándalo de la empresa de mercenarios Blackwater (aguas negras, su nombre lo dice todo) encargado de las torturas y asesinatos selectivos en Irak (posiblemente también con atentados con bombas, en operaciones de falsas banderas) más se puede leer en la nada conspiracionista web:

 

 

BBC Mundo | Internacional | Blackwater: Irak acusa

 

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Mercenarios de Blackwater, preparándose para matar mujeres y niños en Irak. Con G4S pueden expandirse por toda latinoamérica sin que nadie se dé cuenta, dando cobertura logística y de sabotaje a quien pague más... ¿y quién gana dinero fácil para gastar en esto?.

 

Que el Cartel mexicano-estadounidense de Sinaloa tendría contactos con la narcoguerrilla del PCC en Brasil, no es ninguna novedad (ver  El Narcotrafico En America Latina). Que el EPP paraguayo tendría apoyo del PCC, tampoco. Sobre el EPP se puede leer mi artículo de análisis en  ¿Qué es el EPP realmente?

 

 

Un helicóptero de la policía carioca aterriza para revisar los despojos del helicoptero policial derribado presuntamente con armas de guerra en la  favela Morro dos Macacos de Rio de Janeiro, Brasil, en fecha 17 de Octubre de 2009.

 

La mafia no es apolítica, es bien política y siempre tiene una clara posición ideológica: La ley del más fuerte, del más bruto y del que sabe mentir y traicionar mejor, la ley del que sabe matar mejor. La democracia no le viene bien a la mafia, mucho menos la Democracia Revolucionaria Participativa y Social, porque la mafia necesita de soldados baratos y esclavos. Sin pobres y pobreza, no puedo conseguir eso.

 

Personas del conjunto de viviendas conocido como Compejo do Alemao muestran el cadáver de un joven en la entrada del sector hoy, 27 de junio de 2007, después de que 1.350 policías realizaran un operativo contra bandas de narcotraficantes que actúan en el conjunto de favelas en Río de Janeiro. Según fuentes oficiales 18 personas fueron muertas señalados como pistoleros que se opusieron a la acción policial.

 Esta imagen corresponde al 28 de junio del año 2007, cuando estalló una guerra entre narcotraficantes en varias fabelas de Rio de Janeiro, Brasil. Ganando espacio por la pobreza y miseria de los favelados, los jefes de narcotraficantes promoverían la guerra entre bandas para así obligar a actuar a la Policía, que luego es eliminada por los verdaderos grupos armados de la narcoguerrilla, lo cual lleva a más intervención policial hasta la eliminación del grupo narcotraficante más débil. De esta manera los capos mafiosos podrían desestabilizar las favelas cuando se les dé la gana, según sus claros intereses políticos. Un plan perfecto, como se dice.

 

 

 

Por eso la mafia es enemiga a muerte de los gobiernos progresistas y sociales (ver Hasta los Golpes de Estado están privatizados). Con el tipo de amenaza que se nos viene encima, la única manera de contrarrestarla es con la organización ciudadana, social y la comunicación ciudadana social estratégica, para constantemente analizar hacia dónde se dirigen los actos desestabilizadores de la mafia. La opción armada ciega y primitiva no es la salida, sino el aumento del problema, ya que sería un aumento en la carrera armamentista que siempre beneficia a los más fuertes y brutos. En EE.UU. se usa esa opción con el resultado de la sociedad más violenta e insegura del planeta. La cultura de la guerra y la violencia es lo que justamente quieren los señores imperiales de la muerte y el genocidio. La opción es el uso de la inteligencia y la organización ciudadana  y popular, de la movilización masiva antimafiosa y por más Democracia y Derechos Humanos.