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Especial: La Crisis Económica Mundial Recién Empieza

¿El Socialismo Chino Se Viene Abajo Con El Imperio Estadounidense?

 

 

El dominó global


China, Greenspan y Cheney tumbaron los mercados bursátiles

 

Efecto dominó precipitó caída bursátil mundial

Miércoles 28 de febrero, IAR Noticias /

Que el capitalismo "globalizado" está cada vez más paranoico y demente lo atestiguó ayer la impresionante caída de las bolsas mundiales que se derrumbaron como un castillo de naipes sin causas sólidas que lo justificaran, más allá de de las especulaciones coyunturales de los analistas y expertos.
En principio se decía que la fuerte caída que sacudió los mercados bursátiles de todo el mundo, el martes, obedeció a temores sobre una desaceleración más fuerte que lo previsto en Estados Unidos, así como a los temores sobre el fin de la burbuja de la economía china, que desencadenaron una ola mundial de ventas.
El índice bursátil más importante de China sufrió ayer su mayor desplome en una década, provocando una reacción en cadena que desató fuertes pérdidas en muchos mercados globales, desde Mumbai, Londres y Nueva York a São Paulo, Ciudad de México y Buenos Aires.


Las caídas se produjeron sin que hubiera una "noticia específica" que causara alarma respecto de la salud de la economía mundial, según The Wall Street Journal, el más influyente diario financiero del Imperio.


Si bien los inversionistas extranjeros tienen poco acceso directo a las acciones de empresas en China, el prolongado auge bursátil ha aumentado la importancia de las bolsas chinas en el mundo.


Por eso, para muchos analistas no fue una "sorpresa" que los mercados emergentes, especialmente el latinoamericano, estuvieran entre los más afectados. Las bolsas latinoamericanas, en especial, experimentaron un día de fuertes ventas.


Los precios de las acciones cayeron el miércoles en varios países de Asia y el Pacífico, siguiendo una tendencia de los mercados mundiales que comenzó en el mercado de valores de Shangai, China, el martes.


Las acciones chinas registraron la mayor caída en un día de los últimos diez años, con un descenso de casi el 9 por ciento en el índice de Shanghai respecto al cierre de la sesión anterior.
Este indicador bajó 268,81 puntos y cerró con 2.771,79 puntos, un retroceso del 8,84 por ciento, el mayor desde febrero de 1997, cuando descendió un 8,91 por ciento.
Wall Street sufrió el martes una fuerte baja, con el índice Dow Jones perdiendo más de 400 puntos en los últimos negocios de la jornada, siguiendo la tendencia en otros mercados.
A las 20:15 GMT, el Dow Jones Industrial Average, índice de las principales acciones, caía 404,89 puntos (-3,21%) a 12.227,37 puntos, luego de perder más de 500 puntos hacia las 20H05 GMT .


El índice de valores tecnológicos Nasdaq perdía 88,44 puntos (-3,53%) a 2.416,08 puntos y el índice ampliado Standard and Poor's 500 perdía 3,21% (-46,58 puntos) a 1.402,79 unidades.
De acuerdo con los analistas el desplome se debió a tres factores:
1) el desplome del mercado chino,
2) el ataque contra el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, en una base militar de EEUU en Afganistán,
3) las declaraciones del ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien dijo que EE.UU. podría entrar en recesión a finales de año, son algunos de los factores que influyeron en la caída en las bolsas.



La "bola de cristal"


The Wall Street Journal atribuye fundamentalmente el derrumbe bursátil a la famosa "bola de cristal" de Greenspan , y a la notable influencia que ejerce el ex presidente de la Reserva Federal en los mercados bursátiles mundiales.
El lunes, Greenspan dijo vía satélite a una audiencia en Hong Kong que existía la posibilidad de que EE.UU. entrara en recesión. Greenspan no dijo que una recesión fuera probable. De hecho, resaltó que la mayoría de los economistas lo consideran improbable, según el Journal.
Sin embargo, el "pesimismo" que los inversionistas extrapolaron de sus comentarios empezó a crecer a medida que los titulares se difundían a través de las mesas de negociación y contribuían a una ola mundial de ventas de acciones, un alza en los mercados de bonos y un aumento en las expectativas de que la Fed recortará las tasas de interés.
Según el Journal, el poder de los comentarios de Greenspan fascinan y frustran a muchos en los mercados.


"De alguna manera, sigue siendo un maestro", dice Thomas Joseph Marta, un estratega de renta fija para la firma de valores RBC Capital Markets. "Aunque manda Bernanke, la bola de cristal de Greenspan adquiere un mayor peso".
Según el especialista en temas económicos de la BBC, Andrew Walker, en muchas oportuniaddes los mercados estadounidenses y europeos han caído en respuesta a los mercados asiáticos.
Esta vez, y de forma inusual, dice Walker, el empujón vino de Shanghai.
Según Walker, el mercado en Shanghai cayó en picada luego de que los bancos y los fondos de inversión vendieran sus acciones para aprovechar el rápido aumento del valor de las acciones, las cuales se han desempeñado con vigor desde el año pasado por el crecimiento económico del país.



Bolsas europeas en baja


En tanto, los principales mercados europeos abrieron a la baja este miércoles.
Tras el desplome de ayer de Wall Street, los principales indicadores europeos abrían en negativo, y París perdía un 1,87%, Fráncfort un 1,54%, Milán un 1,37% y Londres un 1,27%.
El índice FTSE-100 de la bolsa de valores de Londres, Reino Unido, abrió con un descenso de 96,8 puntos, el 1,54% menos, situándose a 6.189,3 unidades.
El índice DAX 30 de Francfort, Alemania, cayó inicialmente 139,28 puntos, el 2,04%, hasta 6.680,37 puntos.
Por su parte, el índice SMI (Swiss Market Index) de la bolsa suiza perdió, en la apertura, 163,61 puntos, el 1,83% menos, hasta las 8.746,61 unidades.
En París, Francia, el indicador CAC-40 abrió con pérdidas del 2,19%, bajando a 5.466,05 puntos, mientras que la bolsa española arrancó con una caída del 1,85%.
Este miércoles hubo también importantes descensos en Australia, Nueva Zelanda y Malasia.
Sin embargo, la bolsa de Shangai se recuperó y cerró con un aumento del 3,94%, a 2.881,07 puntos, aparentemente dándole la razón a diversos analistas que habían señalado que la caída del martes sería breve, ya que los fundamentos económicos son fuertes

"Libros Que Me Gustan Y Hablan Prohibidamente de Todo Esto"
GEAB y Greenspan anuncian la recesión de EEUU


(IAR-Noticias) 28-Febrero-07

 

Alan Greenspan

 


 

 

 

 

El Boletín de Anticipación Europa Global (GEAB, por sus siglas en inglés) anuncia para abril la "entrada en recesión de la economía de Estados Unidos (EU)" y el "punto de inflexión de la fase de impacto de la crisis sistémica global", es decir, el "momento cuando las consecuencias negativas de la crisis se incrementan en forma exponencial" (boletín No.12, 15-2-07).

Por Alfredo Jalife Rahme -


La Jornada (*)

GEAB consigue detectar lo que la poseída fauna neoliberal mexicana no ve, ya que padece lo que los neurólogos conocen como "ceguera funcional": se disipa la neblina estadística y la evolución de la economía de EU aparece con toda claridad.

En su boletín anterior, GEAB había enunciado el punto muerto de la venta al menudeo en enero 07, déficit comercial récord en 2006, confirmación de la desaceleración económica por la Reserva Federal, quiebras en serie de los organismos de préstamos hipotecarios, continuación del desplome de bienes raíces en Estados Unidos, etcétera. Nada sobre lo que no hubieran sido alertados anticipadamente los dilectos lectores de Bajo la Lupa.

Según LEAP/E2020 (Laboratoire Européen d'Anticipation Politique Europe 2020), "en abril convergerán las tendencias negativas, cuando las múltiples crisis sectoriales se transformarán en una crisis generalizada, una profunda depresión (¡super-sic!) que afectará al conjunto de los actores económicos, financieros, comerciales y políticos".

Las nueve consecuencias directas que convergerán en Estados Unidos son: 1. Aceleración del ritmo e importancia de las quiebras de las sociedades financieras, que pasarán de una por semana a una por día. 2. Alza espectacular de embargos inmobiliarios: 10 millones de estadounidenses arrojados a las calles. 3. Desplome acelerado del precio de los bienes raíces: un mínimo de 25 por ciento. 4. Entrada en recesión de la economía. 5. Baja precipitada de la tasa de interés. 6. Conflicto comercial con China. 7. China se despoja del dólar y reversa del carry trade del yen (nota: especulación que usa el diferencial de la tasa fija del yen, que recientemente cambió, frente a otras divisas más variables; ver Bajo la Lupa 5-4-06 y 8-11-06). 8. Desplome brutal (sic) del dólar frente al euro, el yuan, y el yen. 9. Desplome de la libra esterlina.

Muy a destiempo, el mago malhadado y malvado Alan Greenspan -con 11 días de atraso en relación con el boletín No.12 del GEAB- advirtió por vía satelital a una conferencia de negocios en Hong Kong que el "ciclo económico que empezó en 2001 estaba llegando a su fin", y que la economía de EU "podría caer en recesión en los últimos meses de este año". En la peculiar jerigonza hermenéutica de los esotéricos monetaristas centralbanquistas, el octagenario jubilado Greenspan importuna "a la mayoría de los pronosticadores", quienes consideran a duras penas que habrá una "desaceleración más allá de 2008" (Ap, 26-2-07).

No se le puede pedir al ex presidente de la Reserva Federal, quien pretende curarse en salud tras bambalinas, que adopte en forma más perentoria los hallazgos de los muy solventes analistas europeos. Lo real es que el israelí-estadounidense Greenspan, íntimamente vinculado a la fauna de neoconservadores straussianos (v.g Paul Dundes Wolfowitz), quienes idearon la unipolaridad y su guerra preventiva, dejó una papa caliente a su sucesor, Ben Shalom Bernanke.

No es gratuito que el ciclo económico bélico-financiero-económico estimulado por la Reserva Federal haya iniciado en 2001, año poco común en la historia de la humanidad. Lo mejor de la exposición de Greenspan fue que no ve que la "desaceleración del mercado inmobiliario de Estados Unidos se haya desparramado a la economía en forma significativa".

En contrapunto, el usualmente bien informado analista británico Ambrose Evans-Pritchard aduce que la "crisis hipotecaria en EU va a la descomposición" (The Daily Telegraph, 24-2-07). El banco británico HSBC, que sufrió una paliza en el mercado hipotecario estadounidense, puso de lado 10 mil 400 millones de dólares para paliar las contigencias, mientras el "pánico ha empezado a arrastrar a un sector de los empréstitos hipotecarios después de la quiebra de 22 prestamistas en los pasado dos meses". Evans-Pritchard lanza la palabra impronunciable: "sequía crediticia" (credit crunch), que no escuchábamos desde 1998, cuando el megaespeculador György Schwartz (alias George Soros) se consagró a demoler las economías asiáticas.

Puntualiza que "el costo de los seguros para cubrir las pérdidas se ha incrementado en forma exponencial, y ha provocado temores de una 'sequía crediticia' que se difunda a todo el sector inmobiliario". Cita a Peter Schiff, director de Euro Pacific Capital, quien diagnostica que el sector inmobiliario se encuentra en una "descomposición imparable", una "espiral que se autoperpetua".

Desde luego que no se puede esperar que los funcionarios de la Reserva Federal reconozcan la "descomposición" (nota: la palabra en inglés es muy fuerte: meltdown, que literalmente significa "pulverización", y que mejor hemos traducido como "descomposición"), por lo que intentan mostrar su mejor rostro radiante negando tal "desparramamiento" a todo el sector inmobiliario y a la economía en general.

¿Cómo afectará el derrumbe inmobiliario de EU al México blindado (sic), con el que se conectó en megainversiones trianguladas y blanqueadas en las colonias residenciales de sus principales ciudades? ¿Podrá resistir el de por sí atribulado "Felipe El Breve" la inminente recesión estadounidense que no ven sus economistas neoliberales debido a su "ceguera funcional"?

Evans-Pritchard cita al indeseable perturbador (por romper filas con la opinión "consensual" lubricada en los multimedia por los monetaristas centralbanquistas) Nouriel Roubini, profesor de economía de la Universidad de Nueva York, quien, al contrario del mendaz Greenspan, afirma que el estallido de la burbuja inmobiliaria "jala lentamente a Estados Unidos a la recesión". Los datos técnicos son apabullantes y nada boyantes. Según Roubini, está ocurriendo un "fenómeno extraño". Normalmente, la "recesión viene primero y provoca problemas crediticios en su despertar". Ahora, "EU enfrenta un 'ciclo en reversa', cuando la 'sequía crediticia' ha golpeado antes de la desaceleración". Se burla sin piedad al comentar que "tenemos ya una recesión en los sectores inmobiliario y automotriz, en la manufactura y en las inversiones reales. Si todo esto sucede en lo que el consenso (sic) denomina economía Goldilocks, ¿qué pasará, entonces, cuando la economía se desacelere?".

Recordemos que la "economía Goldilocks" describe la economía estadounidense a finales de la década de los 90, que "ni está muy caliente ni muy fría, sino en su punto", lo que para algunos economistas representa una óptima situación que ahorra al gobierno tomar medidas correctivas.

Ahora se entiende por qué anda para arriba y para abajo en todo el mundo el vicepresidente Richard Bruce Cheney, quien rabiosamente busca bombardear con armas nucleares a Irán con el fin de sacar a Estados Unidos de su recesión.

Las recesiones en EU suelen ser ominosas para la salud planetaria en términos económicos y militares. ¿Lo que no pudo resolver la Reserva Federal lo intentará ahora el complejo militar-industrial con su enésima guerra?.

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(*) "Bajo la Lupa" -Columna del autor en La Jornada, México





Desplome en Shanghai revive los temores sobre el riesgo de los mercados globales




 

 

 

El índice bursátil más importante de China sufrió ayer su mayor desplome en una década, provocando una reacción en cadena que desató fuertes pérdidas en muchos mercados globales, desde Mumbai, Londres y Nueva York a São Paulo, Ciudad de México y Buenos Aires.

Por James T. Areddy - The Wall Street Journal

Las caídas se produjeron sin que hubiera una noticia específica que causara alarma respecto de la salud de la economía mundial.

Si bien los inversionistas extranjeros tienen poco acceso directo a las acciones de empresas en China, el prolongado auge bursátil ha aumentado la importancia de las bolsas chinas en el mundo.

Por eso, para muchos analistas no fue una sorpresa que los mercados emergentes estuvieran entre los más afectados. Las bolsas latinoamericanas, en especial, experimentaron un día de fuertes ventas, reaccionando también a otros factores, entre ellos los comentarios del ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, de que es posible que EE.UU. caiga en una recesión este año. Estos descensos son un recordatorio de que muchos mercados globales tienen sus riesgos, un factor que los inversionistas internacionales parecieron no tomar tan en serio en los últimos meses de mercados alcistas.



Pero los países emergentes no fueron los únicos que sintieron el impacto chino. El Promedio Industrial Dow Jones de Estados Unidos también se vio fuertemente afectado, cayendo 416 puntos, o 3,29%, su peor caída desde septiembre de 2001.



Además, para empeorar las cosas en Nueva York, en algún momento del día el índice Dow Jones cayó más de 500 puntos. Pero una parte de ello se debió a un problema de sistema, que comprimió los volúmenes de transacciones transcurridos entre las 2 y 3 de la tarde a un lapso de poco minutos. El resultado fue que muchos inversionistas creyeron que el índice se estaba desplomando a una velocidad mayor de lo que ocurría de verdad.



Shanghai, ¿un asunto local?



La caída de 8,8% en el Índice Compuesto de la Bolsa de Shanghai viene tras un impresionante período de alzas que comenzó a mediados de 2005. Pese al pronunciado bajón de ayer, que borró una capitalización de US$100.000 millones de las bolsas chinas, éste sólo eliminó las ganancias acumuladas en los seis días previos de actividad bursátil.



En términos porcentuales, el declive bursátil de ayer fue el más grande en China desde la caída de 8,9% el 18 de febrero de 1997. Esa vez, el desplome fue provocado por rumores sobre la muerte de Deng Xiaoping, el líder que introdujo las reformas de mercado a China (de hecho, un día después falleció).



Pero la economía china sigue siendo sólida y pocos analistas creen que la caída de ayer sea un punto de inflexión para las bolsas de ese país. El lunes, el índice de Shanghai había superado por primera vez la marca de 3.000 puntos. Los analistas dicen que el bajón refleja que algunos inversionistas chinos están preocupados de que el gobierno tome medidas para enfriar las bolsas de ese país. Pero, agregan estos analistas, los sucesos de ayer no afectarán la sólida trayectoria de crecimiento bursátil.



La sacudida devolvió el índice de Shanghai a los niveles que tenía hace sólo unos días. El índice terminó ayer en 2.771,79 puntos, un poco por encima de su marca del 9 de febrero. Este lunes había cerrado en un récord de 3.040,60. Las bolsas chinas estuvieron cerradas toda la semana pasada por la festividad del Año Lunar.



Ayer no hubo ningún anuncio importante del gobierno y los analistas dicen que las bolsas chinas seguirán con un sólido desempeño. De hecho, hay signos que sugieren que muchos inversionistas regresaron de la semana de fiestas con ganas de mayores participaciones. El lunes, por ejemplo, el fondo mutuo perteneciente a una empresa conjunta llamada CCB-Principal Fund Management alcanzó su meta máxima de suscripciones —cerca de US$1.290 millones— sólo pocas horas después de abrir el proceso de postulación.



"Los inversionistas están optando por reducir sus posiciones para evitar las fluctuaciones de mercado", dice Chen Huquin, un analista de Huatai Securities. "Pero es demasiado pronto para decir que el mercado ha alcanzado su cima".



Tras languidecer durante años, los precios de las acciones en China se han disparado en los últimos 20 meses. Este auge ha provocado que millones de chinos hayan entrado por primera vez a las bolsas. El ritmo acelerado de inversiones elevó el índice de Shanghai en 130% durante 2006, una tasa de crecimiento que ha preocupado a las autoridades.



Muchos corredores bursátiles aseguran que el histórico cierre del lunes aumentó su nerviosismo, ya que podría ser una nueva razón para que el gobierno adopte medidas de enfriamiento, como nuevos impuestos sobre las ganancias.



Los temores sobre posibles medidas oficiales para enfriar los mercados ya han reducido la velocidad de las bolsas chinas este año. Tras la caída de ayer, el índice de Shanghai acumula un alza de 3,6% este año. Las sesiones bursátiles más destacadas de 2007 han involucrado caídas en los precios, provocadas por distintas advertencias de las autoridades, como la reducción de créditos y límites al tamaño de los fondos mutuos.



Ahora, los operadores bursátiles están atentos si el Congreso del Pueblo, que se realizará la próxima semana, traerá novedades para su sector. Casi nunca es el caso, excepto en 2005, cuando el premier Wen Jiabao indicó su ansiedad respecto de las pérdidas de los inversionistas. Pocas semanas después, los reguladores lanzaron nuevas reglas para la propiedad de títulos bursátiles, las cuales, según muchos, dieron inicio al actual auge de las bolsas.


 

 

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