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LA PELÍCULA PROPAGANDA 300


 

LA PELÍCULA PROPAGANDA 300

Su título es 300 y se ha convertido en el último gran taquillazo millonario del cine de Hollywood. Su género es el péplum, pero modernizado, bien distante de aquellas épicas sobre la antigüedad clásica que hicieron furor en los años cincuenta y sesenta, un estilo que ahora recrea en gran medida las animaciones por computadoras, con fondos azules y verdes durante las grabaciones en estudios y solo una escena filmada al aire libre.


La técnica croma ha obtenido un gran impacto visual con imágenes de color cobrizo semejantes al original que motivó la inspiración fílmica: los dibujos por entregas de Frank Miller recreando la famosa Batalla de las Termópilas, donde el rey Leónidas, al frente de 300 espartanos (y unos cientos más que no lo eran) detuvieron durante diez días a las huestes del rey persa Jerjes.


Los "muñequitos" de Miller —excelente dibujante, revitalizador del último Batman cincuentón— se inspiraron a su vez en un "ligerito" filme visto por él en 1962 sobre el mismo tema. Por el camino, tanto la verdad histórica de aquellos hechos acaecidos en el 480 a.n.e. como el sustrato cultural de las dos civilizaciones en contienda, resultaron deslavados de tal modo que hoy no son pocos los que califican a 300 como una aberración propagandística amasada a tono con los tiempos de agresión imperial que corren.


Zack Snyder, proveniente del cine independiente y chupado por la gran industria, es el director del nuevo filme que desde una visión estética diferente aprovecha las brechas comerciales de resucitación del género abiertas por Gladiador y Troya. Se suceden los actos sexuales violentos y una carnicería de combates cuerpo a cuerpo con miembros despedazados y cabezas arrancadas de cuajo, entre torrentes de sangre y un cielo invariablemente tenebroso como testigo. Los combates se elaboran mediante técnicas inherentes a los videojuegos y en ellos se ve a los espartanos dando grandes piruetas en el aire para terminar clavando sus espadas en los cuerpos de los persas, que con sus máscaras escalofriantes y voces cavernosas semejan una horda de monstruos salidos de las últimas conjuras del infierno.


La visión etnocéntrica es apabullante: Mientras los personajes de occidente, sus dramas íntimos y la manera en que son fotografiados reflejan lo más puro y justificado dentro del baño de sangre, los persas se muestran como seres retorcidos y dominados por una maldad innata, el clásico esquema de perfecta cultura occidental tratando de explicarse (y de explicar) las diferencias raciales del "otro". De esta manera, occidente es bello y tocado por la luminosidad de la vida, mientras que el oriente pertenece al mundo de las tinieblas, de la decadencia, el libertinaje y un homosexualismo enfermizo, tal como se pinta, entre otros, al rey persa Jerjes.


El director ha repetido el viejo cuento de que se trata de un filme de entretenimiento en el que la ficción, "la mentirita", prevalece sobre los hechos reales, pero a muy poco escapa que su historia defiende a cornetazos la teoría del inevitable choque de civilizaciones propugnado por los "espartanos" de la Casa Blanca. Y con ello, la doctrina armamentista que justifica los planes quinquenales de agresión en función de "salvar al mundo".


En Irán han sido numerosas las voces en denunciar que "la película busca contarle a la gente que este país, que está en (lo que George Bush denominó) el Eje del Mal, ha sido durante mucho tiempo fuente de males y que los ancestros de los modernos iraníes son como los salvajes, feos, tontos y asesinos que se ven en 300".


Diferentes medios políticos y culturales han manifestado en esa nación que el filme insulta el pasado histórico de Irán y su civilización y supone una guerra psicológica contra Teherán y su pueblo.


Película espectacular, 300 ha seducido a no pocos espectadores para quienes lo más importante es la hábil combinación de efectos especiales y otros recursos emocionantes y técnicos, sin detenerse a pensar que de carambola le están traspasando una ideología racista y reaccionaria vinculada con la guerra caliente que vive el mundo. Pero satisface ver cómo otros tantos no se dejan engañar, detectan la maniobra propagandística y la denuncian a los cuatro vientos.


En Estados Unidos, la derecha ultraconservadora ha aplaudido a rabiar el filme, aunque no han faltado comentarios llenos de cáusticas observaciones. Un crítico del New York Times opinó que era "igual de violenta que Apocalypto (Mel Gibson), pero el doble de estúpida". Otro del Washington Post escribió: "Decidle a los espartanos que su sacrificio no fue en vano; el largo día del guerrero, bajo la sombra de miles de flechas que caen del cielo, logró proteger el Oeste y garantizar, muchos años después, el derecho de unos idiotas a hacer pelis muy malas sobre ello".


Como en otras ocasiones de planificados escándalos, la algarabía que ha levantado 300 ha hecho que no pocos quieran verla.


Si se ve, habrá que darle hasta con el cubo y al mismo tiempo aprovecharse de ella para demostrar que Hollywood, en no pocas ocasiones y a pesar de estar la Humanidad sentada al borde de un volcán, puede seguir siendo el mismo engendro de siempre.



* ROLANDO PÉREZ BETANCOURT
Granma/ Cuba

 

 

 

Pero si esto no basta, a continuación la sección de críticas a la película en Wikipedia en Español:

 

 

 

 

 

Extraído de  300 (película) - Wikipedia, la enciclopedia libre

Precisión histórica

El director del filme, Zack Snyder, declara que “los sucesos son correctos en un 90 por ciento. Es sólo en la visualización que se aloca… Le he mostrado la película a historiadores de clase mundial que han dicho que es impresionante. No pueden creer que sea tan precisa como lo es.” Continua diciendo que el filme es “una ópera, mas no un documental”. [16]

Sin embargo, Ephraim Lytle, profesor asistente de historia helénica en la Universidad de Toronto, declara que “300” idealiza la sociedad espartana de una “manera problemática e inquietante”, y que además presenta a los persas como monstruos y al resto de los griegos como débiles. Sugiere que el universo moral del filme podría haber parecido tan “bizarro a los antiguos griegos como lo es para los historiadores modernos”. [17]

El historiador militar Victor Davis Hanson, quien escribió el prólogo de la reciente edición de la novela gráfica en el 2007, declara que la película demuestra una afinidad específica con el material original de Heródoto, en el sentido de que captura el ethos material de la antigua Esparta y representa las Termópilas como un “choque de civilizaciones.” Menciona que Simónides, Esquilo y Heródoto veían las Termópilas como una batalla contra “el centralismo oriental y el feudalismo colectivo” lo cual se oponía a “la idea del libre ciudadano de una polis autónoma”. [18]

Sin embargo, Touraj Daryaee, profesor de historia en la Universidad de California en Fullerton, critica el tema central del filme, aquel de espartanos “libres” y “amantes de la democracia” contra “esclavos” persas. Daryaee menciona que el imperio persa de la dinastía Aqueménida contrataba y pagaba a sus trabajadores sin importar el género o ascendencia étnica, mientras que en la Grecia del siglo V “menos del 14%” de la población participaba en el gobierno democrático, y “casi el 37%” de la población eran esclavos. Así mismo declara que Esparta “era una monarquía militar, no una democracia”, y que colectivamente eran propietarios de los esclavos (Ilotas). [19]

[editar] Crítica

Desde su première mundial frente a una audiencia de 1,700 personas en el Festival Internacional de Cine de Berlín el 14 de febrero de 2007, “300” ha recibido críticas mixtas. La película recibió ovaciones en su estreno público, [20] sin embargo, fue duramente criticada en su proyección para la prensa, cuando algunos espectadores optaron por abandonar la sala, mientras que otros de los que se quedaron abuchearon al final. [21]

Así mismo, aunque el estilo visual fue bien recibido por algunos como innovador y espectacular, hay detractores que encontraron que la estilizada fotografía era más propia de un videojuego. [22] Los hechos retratados en la película también son criticados por estar altamente ficcionalizados, esta crítica ha llegado también de parte de muchos historiadores, ya que la película está mucho más centrada en el heroísmo dramático y la violencia que en el hecho histórico.

Otras de las críticas más negativas en Estados Unidos surge del New York Times al describir la película como “tan violenta como ‘Apocalypto’ pero el doble de estúpida,” así como una desaprobación del esquema de colores y el sugerir que la trama contiene tonos de racismo. [23]

Las críticas no han faltado tampoco desde oriente, donde la prensa iraní ha criticado la imágen "homosexual" del rey Jerjes ofrecida en el filme y el carácter de "monstruos deshumanizados" del ejército persa. El espectador, afirman los medios iraníes, recibe un mensaje de la lucha de occidente contra los "salvajes" antepasados iraníes (los persas), y "forma parte de una 'guerra psicológica' ejercida por Estados Unidos". [24]

Finalmente, algunos medios griegos también han sido particularmente duros en su crítica, [25] el crítico griego de cine, Robby Eksiel, declaró que el auditorio quedaría impresionado con la “acción digital” pero les irritaría las “ostentosas interpretaciones y los personajes unidimensionales.” [26]

[editar] Licencias históricas

La película sigue supuestamente la narración de Herodoto, no así los datos históricos y arquelógicos. Entre muchísimos otros se pueden citar[27]:

  • Los griegos luchan casi desnudos.
  • Los Diez mil Inmortales muestra una estética similar a los ninjas japoneses de siglos posteriores llevando dos espadas a la espalda y el rostro cubierto en lugar de sus aljabas y barbas típicas.
  • Jerjes I, algunos de sus emisarios son representados como reyezuelos africanos (afeitados tanto de cabeza como de barba.
  • El griego Efialtes es un jorobado deforme.

 


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