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Documentos Teológicos Críticos con el Vaticano

 

Pedofilia y Poder Sagrado

 

Pablo Richard, Costa Rica, 25 abril 2010

e-mail: ssee@correo.co.cr

 

Introducción:         

 

            “Al que escandalice y haga caer  a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de molino y que lo hundieran en lo más profundo del mar”  (Palabra de Jesús en Mat 18, 6 y textos paralelos: Mrc 9, 42 // Lc 17, 2)

                                  

                                  

            Mi intención con este artículo no es solo profundizar en los testimonios  sobre la pedofilia en la Iglesia , sino ir a las causas, raíz y consecuencias de esta perversidad. La pedofilia, y otras iniquidades similares, ha desencadenado una crisis en la Iglesia , que no es una crisis temporal, que pueda ocultarse y olvidar, sino una crisis profunda de credibilidad, que puede durar muchas décadas para ser resuelta.

 

1: La Iglesia entre la iniquidad y la liberación

 

            Un hecho revelador es confrontar  la actitud de la Iglesia frente a la pedofilia  y la actitud radicalmente diferente de la misma Iglesia frente a la Teología de la Liberación.

 

            Por un lado, la Jerarquía fue permisiva, tolerante, legitimadora  y encubridora de la pedofilia.  Por otro lado, casi en el mismo tiempo, la Jerarquía de la Iglesia tuvo una vigilancia extrema de la Teología de la Liberación , que llevó a muchas condenas y medidas altamente represivas y bien publicitadas.  Tuvimos un modelo de Iglesia donde se abusó de los niños y se los dañó profundamente en su naturaleza humana. Casi en la misma época tuvimos otro modelo de Iglesia que optó por los pobres y  buscó su liberación. A la Teología de la Liberación se le exigió fidelidad irrestricta al dogma católico y obediencia al Sumo Pontífice. A la Iglesia que sufría el problema de los clérigos pedófilos se les impuso guardar silencio, ocultar los hechos, incluso en casos graves, guardar la información  como “secreto pontificio” (véase carta de Hans Küng a los obispos del 15 abril 2010).

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2: Crisis de una Iglesia cuyo poder es la institución, la ley y el dogma

           

            Nos dice  Pablo de Tarso: “Han roto con Cristo todos cuantos buscan la justicia en el cumplimiento de la ley. Han caído en desgracia. Nosotros, en cambio, esperamos la justicia anhelada por medio del Espíritu y de la Fe ” (Gal 5, 4-5).  

 

            Existe un modelo de Iglesia que busca la justicia en el cumplimiento fiel de la ley, de la norma, del canon, del dogma, de la doctrina, de la rúbrica y de la estructura jerárquica de la Iglesia. Hay otro modelo de Iglesia que busca la justicia en una actitud crítica frente la ley, el dogma y  la estructura jerárquica de la Iglesia. Esta búsqueda se hizo efectiva en una nueva manera de hacer teología ( la Teología de la Liberación ),  una nueva manera de ser Iglesia (las Comunidades de Base), una nueva manera de interpretar la Biblia ( la Lectura comunitaria de la Biblia ) y una manera nueva de organizar los ministerios y de celebrar la liturgia,  al margen de la rúbrica y de la ley. La Iglesia que buscó  la justicia en la defensa absoluta de la ley  “rompió con Cristo y cayó en desgracia”. La pedofilia es un signo de esta ruptura y de esta desgracia. La Iglesia de la ley ya no es una Iglesia que busca la justicia por medio del Espíritu y de la práctica de la Fe.

 

"La ira de Dios se revela desde el cielo sobre toda impiedad e iniquidad de los que pervierten  la verdad con la iniquidad. Habiendo conocido a Dios se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció. Ya que juzgaron inútil conocer a Dios, Dios los abandonó a los errores de su propio juicio, de tal modo que hacen absolutamente todo lo que es malo: injusticia, perversidad, codicia, maldad, desafían a Dios, son altaneros, orgullosos, farsantes, insensatos, desleales, sin amor y despiadados” (carta de Pablo a la Iglesia de Roma: 1, 18-30).

 

“Ninguna condenación  existe para los que viven en Cristo Jesús,  porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.   (8, 1-2).

 

3: Leyes, estructuras y dogmas  que dieron vida a la perversión

 

a) La ley del celibato obligatorio

            El celibato obligatorio puede dañar profundamente la naturaleza humana. Una excepción, a la luz de los Evangelios,  sería el celibato  asumido libremente por causa del Reino de Dios, sean éstos clérigos o laicos. De hecho hay médicos, enfermeras, educadores y muchas otras personas que entregan su vida entera al servicio de los pobres, dentro o fuera de la Iglesia

             En los seminarios y en los retiros espirituales a los sacerdotes, se habla mucho de “crucificar la sexualidad”. Otras veces se dice que  las desviaciones de tipo sexual son subjetivas y pueden ser superadas con la oración, con una buena disciplina y orientación psicológica, que no es dada normalmente por psicólogos, sino  por  “directores espirituales”, dañados ellos mismos por el celibato obligatorio.

           

b) La misma ley que justifica el celibato  y condena  la homosexualidad

            La homosexualidad es una opción legítima,  cuando está guiada por una ética de amor y fidelidad. Un problema frecuente surge cuando  se utiliza la condición clerical para encubrir  la homosexualidad. La perversión no es la homosexualidad, sino la utilización de la institución eclesial para encubrirla. La homosexualidad manipulada, reprimida y ocultada puede ser  causa de serias perversiones sexuales.  El Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, en su visita a Chile, sentenció que no existe una relación entre celibato y pedofilia, sino entre  homosexualidad  y  pedofilia, y que esta constatación  estaría fundada en serias investigaciones científicas de psicólogos y psiquiatras. El cardenal en una sola  declaración buscó justificar el celibato y condenar la homosexualidad, con lo cual negó toda culpabilidad de la Iglesia en los delitos de pedofilia y culpabilizó de estos delitos a los homosexuales.

 

 

c)  La ley absoluta en  Iglesia de incluir solo hombres en su jerarquía

            La Iglesia católica es la institución religiosa más antigua y poderosa, donde toda su estructura jerárquica son exclusivamente hombres. Una revista (Newsweek)  habló del “club masculino más exitoso e indestructible en toda la historia”.  El Papa en Roma, el Obispo en su diócesis y el Párroco en su Parroquia es el poder sagrado masculino más antiguo en la Iglesia.

            La exclusión de la mujer de la estructura jerárquica de la Iglesia  católica es la otra cara de la masculinización absoluta del ministerio clerical. Esta situación transforma a la Jerarquía eclesial en un espacio donde todo es discutido y decidido entre hombres. ¿Cual sería la posición de la Jerarquía si la pedofilia fuese discutida entre hombres y mujeres? ¿Cómo sería la Iglesia católica si el cargo actual de Secretario de Estado lo ejerciera una mujer ordenada cardenal  o si una mujer estuviera a cargo de un dicasterio en el Vaticano?

           

d) Confrontación de la Iglesia Católica con la modernidad

            La Iglesia , desde el siglo 19  se ha visto amenazada por la modernidad. Por eso redactó el “Sílabo de los errores modernos”. El Concilio Vaticano Primero (1869-1870) enfrentó la “civilización moderna” cuando afirma la autonomía de la razón, del individuo, del Estado y de las ciencias frente a la Iglesia católica.

 

Algunas conclusiones del Concilio Vaticano Primero:

 

Que la Iglesia es una “sociedad verdadera, perfecta, espiritual y sobrenatural”,

Que la Iglesia es “indefectible” e “infalible”.

 

Se define el primado del Romano Pontífice, la soberanía temporal de la Santa Sede y la función del Papa como juez supremo de cualquier controversia eclesiástica, mientras que él no puede ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio. Finalmente se proclama “como dogma divinamente revelado que el romano pontífice, cuando habla ex cáthedra, goza de infalibilidad”.

            Mientras tengamos un modelo de Iglesia marcado por esta tradición conservadora, la jerarquía católica será incapaz de aceptar  los mejores logros de la modernidad, especialmente en materia de sexualidad humana.

 

e) La  ley que une perversión sexual y poder sagrado

            El arzobispo de Poitiers, mons. Albert Rouet, en un libro suyo titulado: J’aimerais vous dire” (Bayard, 2009) escribe: “ La Iglesia católica ha estado sacudida durante varios meses por la revelación de escándalos de pedofilia. ¿Es todo ésto una sorpresa? Quisiera antes que nada precisar una cosa: para que exista pedofilia son necesarias dos condiciones: una perversión profunda y un poder. Esto quiere decir que todo sistema cerrado, idealizado y sacralizado es un peligro. Cuando una institución, incluida la Iglesia , se fundamenta en una posición de derecho privado, y se afirma en una posición de fuerza, las desviaciones  financieras  y sexuales llegan a ser posibles”.

 

 

4: Las víctimas de la pedofilia y la credibilidad de la Iglesia

 

            Es importante ver toda la realidad de la pedofilia desde sus víctimas. La Iglesia consideró hasta hace poco la pedofilia como un pecado y no como un delito. El pecado puede quedar oculto en el secreto del sacramento de la confesión, pero el delito es un crimen que debe ser llevado públicamente a los tribunales. La Iglesia  jerárquica rechazó la culpabilización de la pedofilia y ocultó al pedófilo para salvar como Iglesia su credibilidad  y prestigio. La Iglesia también ocultó la criminalización de la pedofilia para evitar ser condenada y obligada a pagar una indemnización económica. Ocultar al delito y al delincuente, para salvar el prestigio de la Iglesia , es una iniquidad y una agresión contra las víctimas. Expresa también hipocresía, fariseísmo y falta de solidaridad.

            La Iglesia Jerárquica ocultó a los curas pedófilos, con el pretexto de hacer posible un seguimiento psicológico. Los traslada de una parroquia a otra o los envió a una diócesis fuera del país,  con el pretexto de una rehabilitación de los pedófilos que no dañe la credibilidad y prestigio de la Iglesia. Se argumentó que la pedofilia era una “enfermedad”, que para  ser “sanada”  debía evitarse todo escándalo público (entrevista al Cardenal Darío Castrillón Hoyos realizada por Patricia Janiot en la CNN ).

            Un argumento utilizado para ocultar la pedofilia del clero era la prioridad que se debía dar a la Institución Eclesial por encima sus víctimas. La rehabilitación del clero pedófilo se veía así como necesaria en función de los intereses de la misma Iglesia. Esta además no debía “perder” un sacerdote por causa de un problema “” y “personal”, como era considerada la pedofilia. También se argumentó que el número de los sacerdotes pedófilos era insignificante en comparación con la mayoría de los sacerdotes que no  lo eran. También se discutió que el porcentaje de la  pedofilia en el clero era mínima, si se la comparaba con el porcentaje de la pedofilia a nivel social y mundial.

            También la Iglesia se enfrentó a los medios de comunicación que denunciaban la pedofilia en la Iglesia. Interpretó esto como una campaña mediática perversa contra la Iglesia católica  misma. La Iglesia ahora se presentaba así como víctima, y ocultaba  las verdaderas victimas de la pedofilia.

            Todos estos argumentos confirman que la Iglesia no veía  la pedofilia desde sus víctimas, sino desde sus intereses, especialmente desde la defensa de su credibilidad y autoridad.

 

5: Los gritos de las victimas y los llantos de la Jerarquía católica

 

            No basta que la Iglesia pida perdón por los delitos de pedofilia cometidos por su jerarquía, episcopal y presbiteral. Tampoco basta la condena de los sacerdotes pedófilos y la así llamada “tolerancia cero”. Tampoco basta que la Iglesia tome medidas disciplinares para que la práctica de la pedofilia desaparezca para siempre. No basta reconocer que la Iglesia se siente herida y arrepentida. No basta que los Legionarios de Cristo declaren que su fundador el Padre Marcial Maciel y algunos de sus discípulos no son ejemplos de vida cristiana y sacerdotal.

           

            Todo esto es justo y  necesario, pero falta lo más importante: escuchar el grito de las víctimas. Toda la problemática de la pedofilia debe ser analizada y juzgada por ellos mismos y desde su propia realidad. Los que han sido víctimas tienen derecho a ser sujetos de su propia vida, sujetos de la reconstrucción de sus vidas y sujetos de la reconstrucción de los hechos de los cuales ellos han sido víctimas. No desean que sean otros, incluso sus victimarios, los que hablen por ellos. Exigen ellos mismos una explicación sobre el porqué la Iglesia ocultó a los clérigos y obispos pedófilos. Piden personalmente una condena de sus agresores y una indemnización por los daños infligidos. Ellos como sujetos quieren ser solidarios con otras víctimas de  pedofilia, en la Iglesia y en la sociedad, que todavía no han podido hacer su denuncia y llevarla a  juicio.  El grito de las víctimas ya resuena en el mundo entero. La solidaridad sin embargo ya se extiende a otros millones de niños y niñas que sufren otras realidades de muerte, como los 16 mil niños que mueren de hambre cada día.

           

            Sentimos hoy la actualidad de las palabras que Dios dijo a Moisés: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado su clamor contra sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarlos y conducirlos a una tierra que mana leche y miel (Exodo 3, 7-8).

 

Texto enviado por su autor teòlogo Pablo Richard

al Movimiento Teologìas de la Liberaciòn – Chile

 

 N.T.  Editor: Enrique Orellana F.

 

 

DECLARACION DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACIÓN DE TEÓLOGOS JUAN XXIII CON MOTIVO DEL V ANIVERSARIO DEL PONTIFICADO DE BENEDICTO XVI

Con motivo del quinto aniversario del pontificado de Benedicto XVI, la Junta Directiva de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII desea expresar su apoyo a la “Carta abierta a los obispos católicos del mundo” de nuestro colega el profesor Hans Küng, en la que considera el actual pontificado una de las ocasiones perdidas en los diferentes ámbitos eclesiales: el diálogo ecuménico e interreligioso, la reforma de la Iglesia, el ejercicio de la colegialidad, la incorrecta gestión delos abusos sexuales cometidos por obispos, sacerdotes y religiosos católicos en colegios, seminarios, parroquias, el mantenimiento del celibato, la prohibición del acceso de las mujeres al ministerio ordenado…

En continuidad con la carta de Hans Küng y con espíritu constructivo queremos ofrecer una serie de propuestas encaminadas a la transformación evangélica de la Iglesia católica:

1. Consideramos necesario activar y desarrollar el programa de reforma del concilio Vaticano II, que no se ha puesto debidamente en práctica y que durante el actual pontificado no sólo se ha paralizado, sino que ha ido en dirección contraria, bien sea volviendo a etapas anteriores al mismo, bien interpretándolo de forma conservadora.

2. Creemos que la actual organización de la Iglesia católica es obsoleta y responde más a una monarquía absoluta que al movimiento de Jesús, comunidad de iguales. Nos parece urgente iniciar un proceso de democratización de la Iglesia, con la participación activa de todos los creyentes católicos en la elección de los cargos de responsabilidad dentro de la misma Iglesia. Es importante recordar que, desde los orígenes del cristianismo y durante varios siglos, la Iglesia estuvo organizada y gobernada con la participación del pueblo.

3. Los cristianos y las cristianas, así como todos los dirigentes de la Iglesia deben ubicarse en el mundo de la marginación y de la exclusión social y optar decididamente por los pobres, actitud que lleva consigo la lucha por la justicia como criterio evangélico por excelencia.

4. Consideramos de imperiosa necesidad la defensa y el fomento de la libertad de expresión, de investigación y de publicación de los teólogos y la eliminación de la censura eclesiástica, que coarta la libertad de los profesionales de la teología y limita la creatividad.

5. Reclamamos que se reconozca la libertad y el derecho de reunión de las comunidades y grupos cristianos, cualquiera sea su orientación ideológica, y a todos por igual, sin privilegios para algunas, las más afines a la jerarquía, en detrimento de la exclusión de otras.

6. Pedimos que no se identifique el cristianismo con los programas políticos y las organizaciones religiosas conservadoras, como con frecuencia sucede por parte de la jerarquía, y que se respete el pluralismo político y religioso en la sociedad y en la Iglesia.

7. Exigimos que se levanten las sanciones impuestas a los teólogos y teólogas, obispos y sacerdotes, motivadas por el ejercicio de la libertad de expresión y por su compromiso con los pobres.

8. Como demostración del cambio de actitud de la Iglesia católica, consideramos necesaria la petición pública de perdón del papa por el encubrimiento y complicidad del Vaticano, así como de no pocos episcopados, en los casos de abusos sexuales en los que están implicados obispos, sacerdotes yreligiosos.

9. Pedimos que se derogen de manera inmediata cuantos decretos del Papa y de la Curia Romana han impuesto silencio durante décadas en los casos de abusos sexuales a menores y han impedido poner dichos casos en manos de la justicia.

10. Nos parece que el pontificado de Benedicto XVI está agotado y que el papa no tiene la edad ni la mentalidad para responder adecuadamente a los graves y urgentesproblemas que hoy tiene que afrontar la Iglesia católica. Pedimos por ello, con el debido respeto a la persona del papa, que presente la dimisión de su cargo.

11. Creemos necesario que se facilite el acceso de las mujeres al sacerdocio ordenado en sus diferentes grados, como sucede en la mayoría de las iglesias cristianas, para terminar por fin con siglos de injusta e injustificada discriminación de las mujeres en la Iglesia católica.

12. Nos parece igualmente necesaria la supresión del celibato obligatorio para los sacerdotes, medida disciplinar represiva de la sexualidad,que carece de todo fundamento bíblico, teológico e histórico y que no responde a exigencia pastoral alguna.

13. Por último, nos permitimos recordar que el criterio determinante de conducta, en la Iglesia de Jesucristo, no es la obediencia incondicional al papa, sino la fidelidad al Evangelio. En nombre de dicha fidelidad y en actitud de diálogo presentamos las propuestas indicadas.

JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACIÓN DE TEÓLOGOS Y TEÓLOGAS JUAN XXIII: Federico Pastor (Presidente); Juan José Tamayo (Secretario general); Alfredo Tamayo (Vicepresidente); José María Castillo(Vocal); Máximo García (Vocal)

Madrid, 21 de abril de 2010


La Asociación de Teólogos Juan XXIII creen que Benedicto XVI "está agotado" y debe dimitir

Madrid, 21 abr (EFE).- La Asociación de Teólogos Juan XXIII considera que el pontificado de Benedicto XVI "está agotado" porque el Papa "no tiene edad ni mentalidad para responder adecuadamente a los graves y urgentes problemas que hoy tiene que afrontar la Iglesia católica".

Así consta en una declaración difundida hoy por la Junta Directiva de esta Asociación con motivo del quinto aniversario del pontificado de Benedicto XVI.

La citada declaración, que expresa su apoyo a la "Carta abierta a los obispos católicos del mundo" recientemente publicada por el teólogo Hans Küng, reclama al pontífice que pida perdón públicamente "por el encubrimiento y complicidad del Vaticano, así como de no pocos episcopados, en los casos de abusos sexuales" en los que se han visto implicados obispos, sacerdotes y religiosos.

También pide que se deroguen "de inmediato" los decretos del Papa y de la Curia Romana que durante décadas "han impuesto silencio en los casos de abusos sexuales a menores y han impedido poner dichos casos en manos de la justicia" y que se levanten las sanciones impuestas a teólogos, obispos y sacerdotes, "motivadas por el ejercicio de la libertad de expresión".

La declaración, que también ofrece una serie de propuestas "encaminadas a la transformación evangélica de la Iglesia", considera necesario que se facilite el acceso de las mujeres al sacerdocio, "para terminar por fin con siglos de injusta e injustificada discriminación de las mujeres en la Iglesia católica".

Igualmente necesaria es la supresión del celibato obligatorio para los sacerdotes, "una medida disciplinaria represiva de la sexualidad que carece de todo fundamento bíblico, teológico e histórico y que no responde a exigencia pastoral alguna", sostiene la declaración de los teólogos.

En cuanto a la organización de la Iglesia católica, la declaración considera que es "obsoleta" y que "responde más a una monarquía absoluta que al movimiento de Jesús".

Por ello, los teólogos piden con urgencia que se inicie un proceso de democratización de la Iglesia para que todos los creyentes católicos formen parte de la elección de los cargos de responsabilidad dentro de la misma Iglesia, tal y como se hacía en los orígenes del cristianismo y durante varios siglos.

También proponen que la Iglesia y los cristianos se centren "en el mundo de la marginación y de la exclusión social" para "optar decididamente por los pobres" y aconsejan desarrollar el programa de reforma del concilio Vaticano II, "que durante el actual pontificado no se ha puesto debidamente en práctica", ya que o se ha paralizado o se ha interpretado de forma conservadora.

La declaración recuerda también que "el criterio determinante de conducta en la Iglesia de Jesucristo" no es la obediencia incondicional al papa, sino la fidelidad al Evangelio, y reclama que se reconozca el derecho de reunión de todas las comunidades cristianas, sean o no "afines" a la jerarquía.

 

 

 

 

 

Carta abierta al Papa RATZINGER - BENEDETTO  XVI,

con ocasión del viaje apostólico a Malta del 17 y el 18 de abril de 2010

 

 

16 de abril de 2010 - GIFFONI VALLE PIANA - SALERNO

 

 

A Su Santidad Papa BENETTO XVI, 

Santa Sede Ciudad del Vaticano - ROMA - ITALIA 

 

Querido Pontífice,  

soy Alberto Senatore,  nato en 1964, casado felizmente y padre de dos hijos. 

 

Le escribo, después de haber leído el programa oficial de su próxima visita apostólica en la isla de MALTA,

con ocasión del 1950. aniversario del naufragio de San Pablo. 

 

Siendo un creyente cristiano, tengo la santa costumbre de leer la Biblia , por consiguiente he ido a releer justo el acontecimiento sobre: el naufragio de Pablo 

 

Mi atención ha sido llamada por las circunstancias que provocaron el naufragio del barco sobre el cual  Pablo fue embarcado. 

 

ACTOS de los APÓSTOLES -  capítulo 27 

13.       y como comenzò a soplar una brisa del sur, les pareciò que podìan continuarel viaje. Entonces se levaron

            anclas y fueron costeando Creta.

14.       Pero no mucho despues dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidòn.

15        La nave era arrastrada, y al no poder poner proa al viento, nos abandonamos a el y nos dejamos llevar.            

16        Despuès de pasar a sotavento de una pequena isla llamada Clauda, con dificultad podimos recoger el esquife.  

17        una vez subido abordo, usaron de refuerzos para asegurar las amarras de la nave; y por temor de dar en la Sirte ,    amarraron las velas y quedaron a la deriva.

18        pero siendo conbatidos por una furiosa tempestad, al siguiente dìa empezaron a deshacerse de la carga.

19        y el tercer dìa con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave.

 

Leyendo me he puesto a pensar en la reacción de los que estuvieron sobre el barco. 

 

Todos los que fueron embarcados sobre el barco, el comandante, el piloto, la tripulación, los soldados romanos,

los prisioneros,  todos fueron plenamente conscientes que eran en manos de la tempestad. 

 

He imaginado la preocupación, el miedo, la resignación, la desesperación de quien entiende que esta por finir,

y sabe que no hay ninguna posibilidad de salvarse. 

 

A pesar de eso, ellos, hacen lo que pueden para no hundirse; alivian el barco. Echan al  mar la carga y tiran los aparejos del barco. 

 

Pensando en la tempestad que zarandeó el barco de Pablo, me he detenido enseguida en un paralelo con la tempestad que la Iglesia Católica está atravesando en este tiempo, provocada por el escándalo sobre la pedofilia clerical. 

 

Comparando la Iglesia Católica , al barco y por lo tanto Su Santidad al comandante del barco, me ha nacido una pregunta: 

 

¿  Pero el Comandante de la Iglesia Católica , está aliviando su barco  ? 

 

Reflexionando sobre la carga y sobre los aparejos de la Iglesia Católica , me permito, humildemente, de dar un consejo a Su Santidad:  sería oportuno, más bien vital por la sobravivenza de la Iglesia Católica ,  qué Usted diera enseguida el orden de aliviar el barco.  

 

Confrontando vuestra carga y vuestros aparejos, con las Sagradas Escrituras, he localizado, a mi modesto parecer,  las cosas que deberíais echar enseguida del barco.

 

Y es justo que San Pablo le venga en ayuda, en efecto el apóstol, justo hace 1950 años, ya estableció las reglas de embarco y navegación, para la flota de los barcos Cristianos. 

 

El apóstol Pablo, ha dejado escrito de modo claro y simple, las cosas que no tuvieron que ser embarcadas sobre los barcos  con bandera Cristiana. 

 

de la PRIMERA EPÍSTOLA dell’ APÓSTOL PABLO a TIMOTEO  capitulo 3     

  

REQUISITOS  para el episcopado:

    

1          y’ digno de fe cuánto os digo: si uno aspira al episcopado, desea un noble trabajo. 

 

2          Pero es necesario que el obispo sea irreprocchable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,

             decoroso, hospedador, apto para ensenar;

 

2          pero necesita que el obispo sea irreprensible, que sea casado una sola vez             

            sobrio, prudente, decoroso, hospitalario, capaz de enseñar,                                   Edizione  Italiana  C.E.I. 

 

2          necesita en efecto que el episcopo sea irreprensible, marido de una sola mujer           

2          un pastor tiene que ser un hombre bueno, fiel a la misma mujer,                     Edizione  Paoline  Ecumenica Italiana

 

3          que no sea dado al vino ni amigo de peleas; que nose codicioso de ganancias deshonestas,

            siono amable, apasible, no avaro;

3          no entregado al vino, no avaro pero benévolo, no pendencioso, no atacado al dinero. 

 

4          sepa dirigir bien la misma familia y tenga a los hijos sumisos con cada dignidad, 

4          que gobiierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujebciòn con toda honestidad

 

5          (pues el que no sabe gobernar su propia casa como cuidarà de la iglesia de Dios)

5          ¿ por qué si uno no sabe dirigir la misma familia, como podrá tener cura de la Iglesia de Dios? 

 

Esta indicación de Pablo concierne la condición familiar del sacerdote cristiano, que debe ser casado,  y tiene que también demostrar de saber administrar su familia con decoro y orden. 

 

Este requisito para el apóstol Pablo fue fundamental, por lo tanto la obligación al celibato, es el exacto contrario,  a las directivas cristianas, indicadas en la Biblia , es una carga de aliviar. 

 

Mientras por los aparejos tenemos que examinar las indicaciones de Jesús, el Comandante por excelencia. 

 

EVANGELIO  SEGÚN  MATTEO     capitulo 15 

3          y él les contestó:  ¿<< Por qué vosotros infringís el mandamiento de Dios en nombre de vuestra tradición? 

6          …. así habéis anulado la Palabra de Dios en nombre de vuestra tradición.   

 

Jesús aclara los protocolos de la navegación cristiana, que debe basar la ruta, siguiendo los principios establecidos por la Palabra de Dios, no siguiendo rutas alternativas sugeridas por la sabiduría humana. 

 

Por tanto, las tradiciones de los hombres, cuando no estan en sintonía con la Biblia , tienen que ser eliminadas, de otro modo contaminan la Palabra de Dios e inducen a la transgresión de la voluntad de Dios 

 

La pretensión que la Roca sobre la que esta fundada la Iglesia de Jesú Cristo sea un ser humano, es el aparejo de eliminar, ya que la Piedra Angular de la Iglesia Cristiana es JESÚ CRISTO el REY de los reyes y el SEÑOR de los señores, DIOS VIVIENTE. 

 

Creo que, en cuanto echaréis al  mar la obligación al celibato y a vuestra piedra humana, la tempestad se calmará.   

 

En la esperanza que mi humilde consejo, le sea de ayuda, yo espero y ruego, que Usted decida de seguir el ejemplo del comandante del barco sobre el cual  Pablo fue embarcado, que alivió el barco y encontró misericordia a los ojos de Dios, salvando así su vida y la vida de toda la tripulación.   

 

en fe,  Alberto Senatore -    

 

calle De Cataldis 29, Giffoni Valle Piana - (Salerno).   

GIFFONI - la ciudad del FESTIVAL DE CINE  PARA CHICOS 

 

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