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José Comblín - Teología de la Vida

Padre Zé

Tiradentes y José Comblin “o padre Zé”

Padre SJ José Comblin

 

En Pará, Brasil fue sepultado el padre Joseph Comblin. En medio de las tormentas cuyos rayos y relámpagos alcanzan los cimientos milenarios de la Iglesia Católica, al “padre Zé” se le ocurre partir. Y esto de que se le “ocurre” no es una blasfemia sino la íntima convicción que el espíritu nos lleva más allá de estas dimensiones cuando él quiere y no cuando la razón lo indica.

Vuelvo de una sesión de clases en la Universidad y justamente allí pude bromear con mi compinche: “¡muy buena tu clase!” le dije al Tiradentes, cuyo apodo se lo impuse años atrás cuando sus encendidos escritos circulaban entre el cucarachero político chileno.

Tiradentes tiene un gran peso específico en mi vida brasileña. Eso, porque tengo varias vidas paralelas y distintas nacionalidades, todas ellas centradas en estas Américas de las cuales me quedan poco lugares por conocer y mucho por admirar.

Joaquín José da Silva Xavier, o Tiradentes, fue un leonino como yo, nacido en Minas Gerais, en 1746  y murió en Río de Janeiro el 21 de abril de 1792. Fue un odontólogo, militar, minero, precursor de la Independencia brasileña y supuestamente, el único responsable de la Conspiración Minera, alimentada con unas extrañas y deprimentes Cartas Chilenas que hablan de un “reyno” gobernado por un gaznápiro.

Lo anterior me valía para adjudicarle a mi “pana”, amigo, confidente, cómplice, el apodo de Tiradentes. Reconozco que se deprime un poco cuando le digo que los restos del héroe minero fueron esparcidos – a groso modo – entre Río de Janeiro y Sao Paulo. Pero es una depresión tan leve que jamás le quita el entusiasmo por escribir sus injundios y sustentar con vehemencia sus decires preclaros y bien fundamentados.

Repito, volvía de esos conciertos al espíritu y a la razón que son los cursos de Tiradentes – aunque creo que suenan a una sinfonía demasiado exquisita a los palurdos oídos de los juveniles oyentes – cuando encuentro un texto enviado desde Brasil y que relata los últimos días del sacerdote belga en el estado de Pará.

Desde Barra, Mónica María Muggler escribe a sus miles de seguidores en varios puntos del planeta que aquel domingo, Comblin  se levantó en la  mañana del día 27, se afeitó, se bañó, se vistió, se tomó el remedio, se colocó el reloj y, en este día, un abrigo… Diariamente el mismo ritual. Hospedado en un departamento en la sacristía de la capilla del Rincón de la Transfiguración, – (comunidad querida de apoyo en Salvador, donde vive Gisa y una comunidad de laicas consagradas ) – abrió las dos puertas cerradas con llave de paso para la capilla y  el jardín. Luego retornó… ¿Sería un malestar?

Quien lo vio, del otro lado del jardín, luego fue a verlo con un paraguas, pues lloviznaba finamente.  Llamó… otra vez… silencio. Se adentró hasta el cuarto y ahí estaba nuestro amigo sentado en la cama inerte. Su cardiólogo vino a constatar: fibrilación auricular (que provocó una embolia cerebral), muerte instantánea.

Más allá de la gracia de una muerte rápida, quería también morir en actividad… así quedó, sentado… y quería morir en casa…  – partió de ese rincón tan acogedor.

Hace muchos años, oí por casualidad la versión chilena de un extraño sacerdote belga afincado algunos meses por año en Talca, donde se encerraba a escribir varios tomos de lo que llamaba la Teología de la Liberación, Para muchos, se trataba simplemente de otro cura más que había caído en el delirio de intentar inclinar a la Iglesia hacia la defensa de los pobres y – como era corriente en esos años – sólo podría ser marxista.

Pasaron otros tantos años hasta que, de paso por Chile, me invitan a una reunión en un departamento del entonces conspicuo Providencia. Allí éramos una veintena de oyentes que queríamos oír de los labios de aquel septuagenario sacerdote, sonriente y rubicundo, los caminos potenciales de aquella milenaria organización afincada en el Vaticano.

Cada uno hizo sus preguntas y finalmente encontré el momento para hacer la mía:

-       Padre, ¿es verdad que usted denomina a su obra Teología de la Liberación en contraposición a lo que se podía llamar en aquellos años, la teología de la revolución?

Sonrió con picardía y entabló un diálogo que a ambos nos marginó temporalmente del auditorio hasta que me puse impaciente:

-       Respóndame… llevo muchos años elaborando una bandera que creo, es suya… ¿Es verdad que usted no cree en revoluciones del siglo XX y que la última fue la Revolución Francesa?

Ahí, Comblain no aguantó la carcajada mientras yo expectante, aguardaba la frase clave (tenía que decirla sino, había fundamentado mi vida en una ilusión intelectual)

Tuve que ir directo al grano y le recordé: “¿acaso usted no dijo que revolución es aquello que amplía nuestros techos de libertad?”

Con un suspiro de alivio – creo que de ambas partes – concordamos alegremente y nos sentimos absolutamente cómplices, hasta en las reuniones siguientes, antes de regresar a su pobre Pará.

Cuando el asombro se convierte en ira y repulsión hacia algunos miembros de la curia alrededor del mundo, parece que basta como colofón de esta historia las palabras de Mónica María:

 

“Ud. Tuvo el don maravilloso de reunir en una gran familia a todos los que sueñan con una Iglesia más humana, más presente, más amante y fiel a Jesús, fiel a su Evangelio”.

 

 

 

Una carta sentida en homenaje al Padre Comblin:

 



Mis queridos amigos,

Mis queridas amigas

 

Desde el dia 27/3, yo me permiti ser María. María a los pies del maestro JESUS que me habló intensamente.

Habló a través de los misterios dolorosos y gloriosos vividos.

Habló a través de la presencia de tantos que vinieron de los cuatro rincones a celebrar la ressurrección de nuestro amigo José Comblin.

Habló a través del abrazo, del apretón de mano, de las lágrimas silenciosas, de la solidariedad entre todos los que nos sentimos hermanados en la orfandad.

Habló a través de los mensajes y testimonios tan diversos y genuinos retratando la grandiosidad de nuestro profeta.

Habló en fin a través de la vida tan completa de nuestro amigo que pude acompañar por tantos años.

 

El Maestro fue revelando los hechos, como lo había hecho pacientemente con los discípulos en el camino de Emaús, hasta que reconocieran al Ressuscitado! De ahí voy sacando las fuerzas para proseguir en el camino de Jesús.

 

Es con el corazón repleto de GRATITUD que hago estas líneas. Gratitud por nuestro querido José Comblin - el padre Zé - por todo lo que él fue y significa para nosotros.

 

Gratitud también por cada uno, por todos ustedes que tan cariñosamente se expresaron de muchas formas, de todos los rincones, presentes en las más diversas fases de nuestras historias. Tantos mensajes tan bellos, tan lindos, que se derramaron del corazón. Rayos de Luz para suavizar la noche y para apuntar el rumbo, como la estrella de Belén. Ciertamente él quiere hacer nos ver el camino. Por eso envía su luz!

 

Él partió para a su Gran Viaje, como él acostumbraba a decir. Tres dias antes comentaba conmigo: - Creo que Dios se olvidó de mí... por la primera vez sentí que deseaba partir. Le pregunté, a lo que él respondió: no me siento más de este mundo. En los últimos dias tenía prisa para hacer todo, organizar, responder. Pero el libro... el libro era el gran desafio. Deseaba hacer lo mejor. Trabajó intensamente en la 4ª versión en enero. Ya iba adelantado, cuando el computador escondió y no devolvió más sus escritos. Al principio él se conformó, dijo que era para poder recomenzar mejor... Mas un mes después, el esfuerzo lo desafiaba, se notaba. Su más bella obra quedó inacabada. Será, sí, publicada en el momento oportuno.

 

Él se preparó cuidadosamente para el Gran Viaje. Todos se recordan cuando optó por la diócesis de Barra, tierra de desafíos, sertão (lugar muy alejado de la costa y de los terrenos cultivados) remoto y olvidado, iglesia de los pobres, de los pequeños, de los sin voz, sin oportunidades, sin nada... mas llenos de Dios! Él se justificaba: necesito convertirme, prepararme para el gran viaje. Acogido por el pastor, místico y profeta, que mucho admiró y amó , cada dia José se veía más feliz. "À la sombra de un santo como dom Cappio, yo sólo puedo estar muy bien!"

 

Nuestro amigo vivió su Pascua de modo sereno y rápido como había pedido a Dios.

 

Todos queríamos tanto que él se quedara un poquito más... sólo un poquito...

 

Se levantó en la mañana del dia 27, se afeitó, se bañó, se vistió, se tomó el remedio, se colocó el reloj y, en este dia, un abrigo... Diariamente el mismo ritual. Hospedado en un departamento en la sacristia de la capilla del Rincón de la Transfiguración, - (comunidade querida de apoyo en Salvador, donde vive Gisa y una comunidad de laicas consagradas ) – abrió las dos puertas cerradas con llave de paso para la capilla y el jardín. Luego retornó... Seria un malestar? Quien lo vio, del otro lado del jardín, luego vino con un paraguas, pues lloviznaba finamente. Llamó... otra vez... silencio. Se adentró hasta el cuarto y ahí estaba nuestro amigo sentado en la cama inerte. Su cardiologista vino a constatar: fibrilación auricular (que provocó una embolia cerebral), muerte instantánea. Más allá de la gracia de una muerte rápida, quería también morir en actividad... así quedó, sentado... y quería morir en casa... - partió de ese rincón tan acogedor.

 

No hubo ni tiempo, amigo, para colocar la música que pediste para esta hora definitiva: o coro final de la Pasión según Mateo, de J.S. Bach.

 

El Padre amorosamente lo ACOGIO... oyendo sus deseos. Era domingo, el dia del Señor. El Señor vino, y en el jardín de la vida, cogió la flor más delicada. Nosotros, tomados por sorpresa... no tuvimos prisa, necesitábamos contemplar el mistério que en su elocuencia sólo nos pedia silencio profundo y obediencia. En la hora del crepúsculo Fray Luiz Cáppio nos convidó a celebrar la Eucaristía en la intimidad del cuerpo presente. Él todavía en el estado natural, tan sereno, irradiaba tanta paz y hasta incluso una sonrisa velada en los labios. Parecia oír nuestros testimonios y los cantos de las comunidades.

 

El lunes hicimos el último viaje por tierra – en automóvil como a él tanto le gustaba viajar. Salimos de Salvador rumbo al Santuario de Santa Fé, en el municipio de Solanea, Paraíba, Era ahí que él deseaba fecundar la tierra, junto al modelo de misionero que él tanto difundió, el P. Ibiapina. Él decía: no quiero quedar abandonado, ahí hay siempre gente visitando al padre Ibiapina, así también aprovecharé del movimiento...

 

Movimiento fue toda su vida, incansable.

 

Llegamos en la madrugada del martes: noche oscura, cielo estrellado. En breve la aurora se anunciaría y el dia llegaría. Qué lindo dia! Cuántos reencuentros! El Santuario se preparó para recibirlo. Alimentó y hospedó a tantos peregrinos que vinieron de todas partes para el último adiós. Gracias padre José Floren, gracias Hna. Leticia - cuánta dedicación. También sus hijos e hijas más próximos que llegaron antes para preparar las ceremonias. Ciertamente él se regocijaba de ver a su inmensa familia reuniéndose...

 

Los funerales comenzaron con la lectura de mensajes - durante una hora entera... y no fue suficiente. A las 15.00 la celebración eucarística, presidida por el obispo de Guarabira, Dom Lucena, otros cinco obispos, cerca de 60 padres. Cuando la noche ya nos envolvía, los funerales. Bien al lado del padre maestro Ibiapina.

 

Sí, Ud ya nos contemplaba desde la morada eterna.

 

Vea, José, la multitud de hijos e hijas!. Cuántos acudieron a Sante Fe de todos los lugares, hasta de fuera del Brasil! Obispos, sacerdotes, religiosas, pero, sobre todo el pueblo de los pobres, tantos misioneros y misioneras, los pequeñitos, los preferidos de Jesús -estos mismos que Ud. amó de modo tan tierno.

 

Cuántos se hermanaron en esa hora de todas partes del mundo: de la América Latina amada, de su tierra de origen Bélgica, de los vecinos países europeos, de la América del Norte, hasta de Jerusalén ...Probablemente, de Japón, de las Filipinas y tantos lugares donde sus escritos también llegaron...

 

 

Ud. Tuvo el don maravilloso de REUNIR en una gran familia a todos los que sueñan con una Iglesia más humana, más presente, más amante y fiel a Jesús, fiel a su Evangelio. Como a Ud. le gustaba enseñar, mostrar, develar horizontes ...apuntar al Camino de Jesús. Su aguda mirada penetraba la realidad y nos despertaba del adormecimiento, de la ceguera y de la inercia. Gracias, padre Zé.

 

Sufrimos, sí y mucho! Somos de carne y hueso todavía, y su presencia física, con sus manifestaciones: la sonrisa, la ternura, el abrazo, sus manos tan tiernas y servidoras, su mirada tan trasparente y verdadera, la suavidad y la claridad...y sobre todo, sus palabras -sabias, sinceras, penetrantes, contundentes- nos faltan inmensamente, amigo! Cuánto privilegio tuvimos ! Cultivaremos sí su memoria, no para guardar, sino para repartir.

 

Su ¨PRESENCIA perdura a través de sus gestos que marcaron tantos corazones. Su voz sigue dando eco a través de sus escritos! Sus ejemplos del cotidiano son películas permanentes en la memoria del corazón.

 

Con Ud aprendimos que tener Fe en Jesús no es rendirle un culto. Tener fe en Jesús es entrar en su Camino y perseverar! Aprendemos la lección del amor –única realidad humana que nunca desaparece! Dirigida sobre todo a los pequeñitos y olvidados de la sociedad. El don del Espíritu es el don de AMAR! Ud. lo escribió.

 

* * * *

 

Volví para la diocésis de Barra –nuestra casa- que nos acogió con tanta alegría hace casi dos años. Aquí fui llamada a trillar el camino de Jesús. Quien coloca la mano en el arado y mira para atrás no es digno de mí.

 

Llegué a la Misa del 7° día, celebrada en la Catedral. Una Eucaristía fervorosa y participada, una homilía tan expresiva sobre su vida y presencia, en el ofertorio los símbolos de su sacerdocio y de su misión, al final los mensajes sencillos.

 

Poco a poco voy retomando a la vida como Marta. Ciertamente no faltarán los momentos de ser María. Santa Fé del padre Ibiapina será local de peregrinación. Organizar su legado, su memoria será uno de nuestros trabajos. Dedicarme a las Escuelas Misioneras, principalmente a la más joven en la diócesis de Barra. Contribuir a la animación misionera en el llano Nordestino, vivir entre los pobres y los pequeñitos ... Será la misión!

 

 

GRACIAS hermana mía, GRACIAS hermano mío!

Sigamos hermanados y APRENDICES del Camino de Jesús inspirados por nuestro amigo para siempre José Comblin!

 

Barra, 05 de abril de 2011

M

 

ónica María Muggler

La Vejez y la Juventud Para Jesucristo Según Comblin (Póstumo)

LA VEJEZ A LA ESPERA DEL REINO DE DIOS 1

 

 

José Comblin

 

 

Jesús no fue viejo. No conoció la vejez. Ese hecho fue, incluso, una objeción que le hicieron los judíos: ¿Ni siquiera tienes cincuenta años y viste a Abraham? (Ju 8, 57). En realidad, Jesús suprimió los privilegios de los viejos. En las civilizaciones antiguas, los viejos tenían el privilegio de la sabiduría, que les concedía un gran poder.. En el propio pueblo de Jesús los Ancianos ocupaban un lugar de privilegio, y Jesús muchas veces entró en conflicto con ellos (Mc 11,27; Lc 9,22). En muchas sociedades la dirección correspondía a un Consejo de Ancianos. Con Jesús esta situación privilegiada desaparece. Pues, en la mente de Jesús la prioridad no debe ser dada a los viejos, sino a los niños.

 

El privilegio de los niños

 

“Llamando a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: En verdad os digo: si no cambiáis y no os volvéis como los niños, no entrareis en el Reino de los cielos. Aquel, pues, que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el Reino de los cielos. El que acoge en mi nombre un niño, me acoge a mí mismo” (Mt 18, 2-5)

 

“Dejad a los niños, no impidáis que vengan a mí, pues el Reino de los cielos es para aquellos que son como ellos” (Mt 19,14). Lucas agrega. “En verdad, yo les digo, quien no reciba el Reino de Dios como un niño en él no entrará” (Lc 18,17)

 

“Viendo las cosas prodigiosas que él acababa de hacer y a aquellos niños que gritaban en el templo ¡Viva el hijo de David!, los sumos sacerdotes y los escribas quedaron indignados y le dijeron: Oyes lo que ellos dicen? “ Pero Jesús les dijo: “Si, nunca leyeron este texto: “De la boca de los pequeñitos y de los niños de pecho preparaste tu alabanza?” (Mt 21, 15-16)

 

A Nicodemos, que ya era viejo, Jesús dice: “A menos que nazca de nuevo, nadie puede ver el Reino de Dios”. Nicodemos le dice: “Como un hombre podría nacer siendo viejo? Podría él entrar una segunda vez en el seno de su madre?” (Ju 3,3-4)

 

La razón del privilegio de los niños queda muy clara en los textos citados. Los niños no son privilegiados y colocados como ejemplo en virtud de las cualidades que tendrían. El tema de la inocencia o de la pureza de los niños es un tema moderno que, por otra parte, fue desmentido por todos los estudios científicos objetivos.

 

El privilegio de los niños está en su pequeñez, en su carencia total de poder. Lo que constituye el modelo de los niños es su pequeñez. Para entrar al Reino de Dios como los niños es preciso ser pequeño o tornarse pequeño. Es preciso esperar el Reino de Dios como los niños, esto es, sin poder alguno, de modo puramente receptivo. Nadie puede entrar en el Reino si viene armado de poder. Solamente quien se haya sin poder, podrá entrar.

 

 

El Reino de Dios no es la recompensa de la sabiduría o de los méritos de los viejos: no existe ningún mérito ante el Reino de Dios. Todo es gracia, don gratuito. Los niños esperan sin pretensión como un niño que espera todo porque no saben hacer nada.

 

Semejante a los niños

 

Los viejos deben recibir con particular atención ese mensaje de Jesús. Cuándo comienza la vejez? Cuando la persona comienza a sentir que está perdiendo sus capacidades. Poco a poco los viejos sienten que su salud se hace frágil, que aparecen enfermedades, que la memoria baja y la sensibilidad también. La imaginación se apaga poco a poco, el cuerpo queda debilitado,: la vista disminuye, los oídos se tornaba más sordos, las manos ya no aseguran como antes. El viejo descubre que ya no puede trabajar como antes. Queda cansado, cualquier esfuerzo exige un reposo más largo. Después de un problema de salud, aparece otro. Cuando mejora por un lado se manifiesta otro problema en otro órgano. El anciano ya no es capaz de actuar como antes.

 

Como consecuencia, él pierde prestigio de autoridad en la sociedad y dentro de la propia familia. Las civilizaciones antiguas reservaban la mayor parte del poder a los ancianos, pero esta situación era el resultado de una educación rígida, represiva, que sometía mentalmente los hijos a los padres y estos a los abuelos. Era el resultado de una domesticación mental y física. Esto está desapareciendo y podemos pensar que esta evolución es el resultado de la fermentación de los temas cristianos.

 

Los viejos deben reconocer que están perdiendo sus capacidades. Deben reconocer que no pueden ejercer una autoridad. Por vía de consecuencia ellos pierden la legitimidad del poder. No tiene más el derecho de imponer su voluntad a las generaciones siguientes. Ellos deben retirarse y entregar el poder a las generaciones siguientes, reconociendo su incapacidad.

 

No pueden mentirse a sí mismos procurando convencerse que todavía tienen todas sus capacidades o mentales. Deben reconocer que se debilitaron. No pueden mentir a sus subordinados, obligándolos a afirmar que ellos todavía tienen plena fuerza. Los más jóvenes tampoco pueden mentirles haciéndolos creer que todavía están con pleno vigor, cuando no lo están.

 

Todo sucede como si los viejos volvieran al estado de infancia. Se vuelven cada vez más dependientes de los otros, poco a poco, hasta para las cosas más simples de la vida, necesitan de ayuda. Para muchos esta dependencia constituye una humillación. Algunos se vuelven amargados porque no aceptan lo que está aconteciendo. Otros se revelan, y su rebelión se trasforma en mal humor, se vuelven desagradables para las mismas personas que les prestan ayuda. Sin embargo Jesús muestra el camino.

 

Para los adultos parece difícil aceptar la palabra de Jesús sobre los niños. Ellos sienten orgullo de su fuerza, hacen la experiencia de sus capacidades. Para ellos la palabra de Jesús resulta incomprensible. La condición de los viejos ayuda. Los ancianos pueden sentir en su propio cuerpo y en la mente el regreso a un estado de creciente impotencia. Esta edad depende mucho de las personas y de su estado de salud. Algunos pocos todavía son jóvenes y activos a los 90 años. Un poco más numerosos son los octogenarios todavía en la vida activa. A los 70 años muchos tuvieron que abandonar toda actividad. Otros comienzan a sentir la declinación ya antes.

 

Salvo los casos de muerte repentina, todos pasan por una etapa de disminución de las capacidades, de vuelta a una condición humilde, un verdadero regreso a la condición de niño. Esta situación no debe crear desesperación. Muy por el contrario.

 

Pues ella es una señal de los tiempos, una oportunidad ofrecida para entrar en el espíritu de Jesús y aceptar voluntariamente un regreso al estado de la infancia. Este no puede ser un motivo de tristeza y si de alegría porque es volver al estado privilegiado de Dios, al estado en que el ser humano se torna frágil, humilde, pequeño, sin poder. Muchos lamentan la pérdida del poder, pero es justamente esa pérdida de poder que permite el acceso a la condición de los niños.

 

Es verdad que los niños soportan más fácilmente su estado de dependencia porque saben que ellos van a crecer y adquirir todas las capacidades que admiran en los adultos que cuidan de ellos. Pero los ancianos saben también que al final de la vejez se abre una vida nueva de juventud perpetua. La vejez no es definitiva, es una etapa en el camino al pueblo de Dios. Ella es un paso privilegiado porque une más íntimamente a Jesús.

 

La espera del reino

Jesús dice que es necesario esperar el reino de Dios con la condición de los niños. Los niños esperan recibir. No pueden salvarse por sí mismos. Esperan que la madre o el padre o cualquier otra persona vengan a resolver su problema y a darles la satisfacción que desean. Esta es la disposición necesaria para el reino de Dios. Estamos en la espera. Dios marca los tiempos. Tanto para la etapa final, como para las etapas en la vida presente. No somos los dueños del Reino de Dios. No hacemos lo que queremos, sino aquello que Dios realiza en cada época de la historia.


El viejo también no hace lo que quiere, debe esperar la ayuda de los otros. Aprende a esperar. Esta espera vivida en la vida y cada día constituye la escuela y el aprendizaje de la verdadera y profunda espera, la espera del Reino de Dios. El viejo está cada vez más llamado a vivir de esperanza, en la medida en que hace la experiencia de sus limitaciones.


Así son los viejos que aparecen en el Nuevo Testamento. Es el caso de Simeón. "Era justo y piadoso: esperaba la consolación de Israel" (Lc 2:25). Su justicia y su piedad estaba en esto: - esperaba el Reino de Dios. No se le atribuyen obras admirables. Simplemente espera. Era la mejor cosa que podía hacer. Era lo que lo tornaba modelo digno de ser citado en el Evangelio. En la misma condición estaba la profetisa Ana, muy avanzada en edad.


Hubo un viejo que no buscaba más el Reino de Dios. Era sacerdote y se dedicaba con celo a oficio sacerdotal. Estaba tan compenetrado en su oficio que no esperaba otra cosa. Su nombre era Zacarías. El evangelio dice de él y de su mujer que: “ambos eran justos delante de Dios y seguían todos los mandamientos y observancias del Señor de una manera irreprensible " (Lc 1,6).


Zacarías era irreprensible en las observancias. Sin embargo, cuando vino el ángel Gabriel a anunciarle los caminos del Reino de Dios, no creyó, "no creíste en mis palabras, que se realizarán a su tiempo" (Lc 1,20). El servicio del sacrificio en el templo le ocultó la palabra del Señor. Estaba absorbido por su tarea sagrada y no tenía oídos para la palabra del ángel. Por eso fue castigado. Era un viejo todavía apegado a su oficio, pero cerrado al anuncio del Reino. Zacarías es el anti-modelo de los viejos.


Zacarías se convirtió y recuperó el habla. Peor fue el caso de los ancianos que condenaron a Jesús a la muerte y nunca se arrepintieron. Estos no quisieron creer porque no vivían en la espera del Reino de Dios. Estaban apegados al poder que hallaban en la observancia de las leyes y de los mandamientos.


"Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron a la casa de Caifás, el Sumo sacerdote, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos" (Mateo 26,57). He aquí a Jesús joven frente a esa asamblea de viejos. Todos los viejos denunciando y atacando al joven. Su ira, su celo, su rencor los dominan. "Y todos lo condenaron a muerte" (Marcos 14,64). Encerrados en su tradición religiosa, en su sistema institucional esclerosado, no pudieron reconocer en Jesús la novedad del Reino de Dios y resolvieron deshacerse de él.


Con certeza, todos esos viejos estaban imbuidos de su gran sabiduría, invocaban su experiencia para justificar sus pasiones, pero eran la caricatura de la vejez auténtica. Ellos vivían lo contrario de lo que Jesús vino a anunciar. Su vejez venia a coronar el aprendizaje de la incredulidad, y todas sus obras religiosas eran hipocresía. La experiencia de la vida solamente les sirvió para cerrarles el corazón y la inteligencia.


Jesús no escogió un consejo de ancianos, pero escogió jóvenes para hacer de ellos sus apóstoles y colocarlos al frente de las doce tribus de Israel. Para comenzar una obra nueva, se necesita gente nueva. Jesús rompía con las instituciones de su pueblo.


Es cierto que, después de Jesús, probablemente ya en la segunda generación de los discípulos, muchos volvieron a la tradición judaica y colocaron a viejos al frente de las comunidades. Les dieron el nombre griego de presbíteros. Eran la reproducción de los consejos de ancianos que había en Israel y en diversas asociaciones religiosas del mundo antiguo. La institucionalización de ancianos correspondía a una fase de estabilización de la Iglesia. En este momento, la administración de las comunidades establecidas ya era más importante que la misión en medio del mundo. Más importante que el anuncio del Reino de Dios ya era la administración de los gestos y símbolos religiosos, de los preceptos de las buenas costumbres.


Sin embargo, es interesante recordar que ya en medio de esta instalación de consejos de ancianos, la primera carta a Timoteo insiste en la tradición anterior, fundada por Jesús: "Que nadie desprecie tu joven edad" (1 Tm 4,12). El autor exhorta a Timoteo a evitar todo lo que podría provocar o justificar el desprecio de los presbíteros. Pues, el poder de Timoteo, que es joven, es mayor. Timoteo es el misionero itinerante que anuncia el Reino de Dios. Él tiene autoridad sobre los presbíteros que él mismo debe instituir y no ser instituido por ellos. Él conserva el poder sobre ellos.

Si los obispos son los sucesores de los apóstoles, podríamos esperar que fuesen escogidos bien jóvenes. Pues, los viejos tienden a administrar el pasado y tienen menos osadía, menos creatividad, menos impulso para lanzar a la Iglesia en rumbos nuevos. A pesar de eso, en los últimos tiempos prevaleció la costumbre de elegir a los obispos entre los presbíteros ya viejos. Esto provocó una inercia muy grande. Esos obispos ya no asumen riesgos, tienen miedo a la novedad y prefieren no mirar los signos de los tiempos. Es notable que los obispos de Medellín eran jóvenes y, por eso, abiertos al mundo a ser evangelizado.


La Iglesia católica se transformó en una gerontocracia, lo que se manifiesta por una pasividad muy grande delante de los desafíos del mundo a ser evangelizado, por un miedo a las innovaciones y a las personas que van al encuentro de los pueblos con más osadía.

 

Pablo VI estableció que los obispos presentaran su renuncia a los 75 años. En cualquier otra profesión este limite ya parecería exagera. Los profesores de Universidad ya pueden jubilarse antes de los 50 años, aunque que esto sea un abuso flagrante. Del mismo modo, en el caso de los obispos, hay una tendencia para retrasar este límite hasta los 78 años e incluso 80 años. Pero está claro que a los 75 años una persona ya no tiene el dinamismo necesario para conducir una porción del pueblo de Dios. Tiende a dejar los problemas sin solución. Los párrocos siguen el modelo de los obispos y retrasar indefinidamente la edad de la entrega del poder.

 

Todo sucede como si el clero tuviese un apego excepcional al poder, negando la condición de la vejez y queriendo mantener la ilusión de capacidad más allá de los plazos normales. El clero parece estar más apegado al poder que las otras categorías sociales, lo que no deja de ser extraño, porque debía dedicarse más a la espera del Reino de Dios, y seguir las exhortaciones de Jesús.

La misión de los viejos


Una vez que los viejos perdieron los poderes, ellos se tornan semejantes a los niños. Si no aceptan esta condición pierden la oportunidad de salvar su vida. Libres de poderes, pueden dedicarse a la esperaba del Reino de Dios. No permanecen confinados en sí mismos. Por el contrario, pueden anunciar ese reino de Dios a otros. Una vez que viven en un estado de esperanza, pueden anunciar esta esperanza a los otros y, en primer lugar, con certeza, a los niños con los cuales se tornaron semejantes

Los viejos serán de esta manera, portadores de la esperanza tanto por el ejemplo de su vida y de su modo de ser, de hablar, de acoger, como por los consejos y por las palabras. Ya no necesitan enseñar a otros cómo hacer las cosas. Los jóvenes saben hacer. Sin embargo, lo que los viejos pueden trasmitir, es la actitud de esperanza que trasfigura la vida. Pueden entrar en el modo de ser de Simeón.

La esperanza del Reino de Dios no se limita a la venida final de Cristo con la llegada de la nueva Jerusalén. Pues, el Reino de Dios ya viene en este mundo y en este tiempo. Los viejos pueden permanecer atentos a los signos, por modestos que sean. Cada señal refuerza la esperanza. Una señal anuncia otra más tarde. De esta manera la esperanza tiene una historia. Lo que hace vivir es la esperanza y, de esta manera, los viejos como los niños pueden ser fuente de vida para todos.

Los viejos pueden deponer toda arrogancia, todo prestigio, toda seguridad. Pueden abandonarse entregarse en las manos de Dios que está realizando su Reino. En un sentido figurado podemos aplicarle las palabras de Jesús a Pedro después de la resurrección: "Cuando eras joven, amarrabas tu cinturón e ibas para donde querías; cuando te hicieres viejo, extenderás las manos y otro atará tu cintura y te llevará a donde no quieres "(Jn 21,18). El viejo es así: ya no puede hacer lo que quiere, perdió el dominio de su vida. Pero será en esta condición, que entrará en el Reino de Dios esperado. Pierde los deseos para acoger lo que viene, con plena esperanza, o sea con la firme confianza de estar caminando rumbo al Reino de Dios y ya dentro del Reino de Dios.
Queda libre de sus deseos, libre de toda ambición, libre de toda adversidad, inclusive libre en medio de la enfermedad y de la debilidad física, porque ya abandonó todo y está viviendo del Reino de Dios.


Reflexionando sobre su vida, el viejo puede decir cómo S. Pablo: "Todas estas cosas que para mí eran ganancias, yo las consideré como pérdida por causa de Cristo. Cómo no, yo considero que todo es pérdida en comparación con este bien supremo que es el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de él perdí todo y considero todo como basura, a fin de ganar a Cristo y ser hallado en él, no ya con una justicia que sea mía, que venga de la ley, sino con la que viene por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Se trata de conocerlo a él, al poder de su resurrección y a la comunión con sus sufrimientos, hasta hacerme semejante a él en su muerte, a fin de llegar, si es posible, a la resurrección de entre los muertos "(Flp 3, 7 - 11).


"Velad, porque no sabéis ni el día ni la hora" (Mt 25,13). Jesús repite esta advertencia (Marcos 13,33-37). Esta es la tarea de los viejos en primer lugar. Una vez que se hizo la renuncia a todo el pasado, viene el momento de disponerse enteramente para el futuro. En el cristianismo el viejo no mira más para su pasado, sino vive a la espera del futuro que sale más próximo. Todo el pasado es nada en comparación con el futuro que se aproxima. Vacío de su pasado, el ser humano que llega a la final de la caminata, se abre totalmente a la esperanza que se torna a la totalidad de su vida presente. Está vigilando!

 

Editor: Enrique Orellana F.

Traductor: Juan Subercaseaux

 

Boff Homenajea a Comblín

José Comblin: un desafío a la intelectualidad académica

2011-04-15

Leonardo Boff


 

  El día 27 de marzo murió a los 88 años de edad cerca de Salvador (Bahía) el teólogo de la liberación José Comblin. Belga de nacimiento, optó por trabajar en América Latina, pues se daba cuenta de que el cristianismo europeo era crepuscular y veía en nuestro subcontinente espacio para la creatividad y para un nuevo ensayo de la fe cristiana articulada con la cultura popular. Él encarnaba el nuevo modo de hacer teología, inaugurado por la Teología de la Liberación, que es tener un pie en la miseria y otro en la academia. O dicho de otro modo: articular el grito del oprimido con la fe libertadora del mensaje de Jesús, partiendo siempre de la realidad contradictoria y no de doctrinas, y buscar colectivamente una salida liberadora a partir del pueblo.

Vivió pobre y desposeído en el nordeste brasilero. E incluso allí, donde se supone no hay condiciones para una producción intellectual de alto nivel, escribió decenas de libros, muchos de ellos de gran erudición. Lógicamente aprovechaba las temporadas que pasaba en su universidad de origen, la de Lovaina, para reciclarse. Así escribió uno de los mejores libros sobre la Ideología de la Seguridad Nacional, dos volúmenes sobre la Teología de la Revolución, un detallado estudio sobre el Neoliberalismo: la ideología dominante en el cambio de siglo. Y decenas de libros teológicos, exegéticos y de espiritualidad, entre los cuales destaco: Tiempo de Acción, Cristianos rumbo al siglo XXI y Vocación para la Libertad. Fue asesor de Dom Helder Câmara en su lucha por los pobres y de don Leonidas Proaño, obispo de los indios en Riobamba (Ecuador).

Debido a sus ideas, fue expulsado de Brasil por los militares en 1972. Fue a trabajar a Chile de donde también lo expulsaron los militares en 1980. De regreso a Brasil, se dedicó a dar cuerpo a su profunda convicción: que el nuevo cristianismo en Brasil deberá nacer de la fe del pueblo. Creó varias iniciativas de evangelización popular conocidas bajo el nombre de Teología de la Azada. Se inspiró en el Padre Ibiapina y en el Padre Cícero, los grandes misioneros del Nordeste, que más que administrar sacramentos y fortalecer la institución eclesiástica ejercían la pastoral del consejo y de la consolación de los oprimidos, cosas ambas que son las que éstos más buscan.

Es uno de los mejores representantes del nuevo tipo de intellectual que caracteriza a los teólogos da liberación y a los agentes de pastoral que están en esta caminada: realizar el intercambio de saberes, es decir, tomar en serio el saber popular, «hecho de experiencias», empapado de sangre y sudor, pero rico en sabiduría, y articularlo con el saber académico, crítico y comprometido con las transformaciones sociales. Este intercambio enriquece a unos y a otros. El intellectual pasa al pueblo un saber que lo ayuda a avanzar y el pueblo obliga al intellectual a pensar los problemas candentes y a enraizarse en el proceso histórico. La inteligencia académica tiene una deuda social enorme con los pobres y marginados. Las universidades son en gran parte macroaparatos de reproducción de la sociedad que se caracteriza por desigualdades y fábricas formadoras de cuadros para el funcionamiento del sistema imperante. Pero se les debe reconocer, no obstante sus límites, el hecho de que fueron y son laboratorio del pensamiento contestatario y libertario.

Pero todavía no ha habido un encuentro profundo entre la universidad y la sociedad, haciendo una alianza entre la inteligencia académica y la miseria popular. Son mundos que caminan paralelos y no son las extensiones universitarias las que cubrirán el foso que las separa. Tiene que darse un verdadero intercambio de saberes y de experiencias. Ignorante es quien imagina que el pueblo es ignorante. El pueblo sabe mucho y descubrió mil formas de vivir y sobrevivir en una sociedad que le es adversa.

Si hay algún mérito en los teólogos de la liberación (que existen aquí y en todo el mundo, Roma no consiguió exterminarlos) es haber realizado esa unión. Por eso no se puede pensar en un teólogo de la liberación si no es metido en los dos mundos, para desde esa unión intentar gestar una sociedad más igualitaria que, dicho en dialecto cristiano, tenga más bienes del Reino que son justicia, dignidad, derecho, solidaridad, compasión y amor.

El Padre José Comblin nos dejó el ejemplo y el desafío.

Los Pobres y la Liberación, José Comblín (Publicación Póstuma)

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José Comblín, SJ. 1923-2011 (trascendió el 27 de Marzo de 2011)

 

LOS POBRES Y LA LIBERACION

 

* Artículo inédito de p.José Comblin

“Los pobres son la verdadera Iglesia, el verdadero pueblo de Dios, a pesar de que su presencia en el sistema religioso pueda ser muy pobre. Los encontramos en multitudes de grandes santuarios dedicados a creencias populares. No se encuentran en las iglesias parroquiales y muchas veces tampoco en las capillas. Pero Jesús sabe reconocerlos y los integra a su cuerpo como el verdadero pueblo de Dios. Jesús lucha por su liberación, no menos que ellos”. La afirmación es del P. José Comblin.

La historia de la humanidad es la historia de un conflicto permanente, una verdadera guerra entre algunos que consiguen acumular más poder dominando a los demás y las víctimas dominadas. Los vencedores obligan a los vencidos a trabajar a su servicio cuando los precisan, o los abandonan sin recursos cuando no los precisan más. Los vencedores se apropian de todos los recursos que están en la tierra y en los mares. Los otros viven de aquellos que los poderosos quieren dejarles. Esta fue la visión marxista de la historia. Pero no era original, porque ya había sido señalado en la Biblia. La Biblia habla de los pobres y de los ricos. Los pobres son los vencidos en la guerra, y los ricos son los vencedores. La historia de América es una figura ejemplar de esa condición de la humanidad.

 

Vida y muerte

Una síntesis de esta historia se encuentra en el capítulo 8 del Evangelio de Juan. Jesús denuncia que sus interlocutores que son la elite de Israel, quieren matarlo porque son hijos del diablo que buscan matar. Hacen la voluntad de su padre. De hecho, ellos lo matarán. En la cruz Jesús está como representante de toda esa parte de la humanidad que es oprimida porque ha sido vencida. Jesús quiere la vida. Él resucitará y después de resucitado, llevará a los vencidos a la vida.

Puesto que Jesús también fue vencido y su derrota incluye todas las derrotas de los vencidos. Mas con su resurrección incluye en la resurrección a todos los que han muerto como Él. Vivirán en la tierra, pero como si fuera una vida aparente, porque es una sobrevida, una tentativa permanente para lograr no morir. Miles fueron muertos cruelmente por las armas o por la arrogancia de los vencedores. Es la historia de América que todavía continúa.

 

El mensaje de vida

El mensaje de Jesús es el anuncio de la victoria de los vencidos, es la victoria de la vida que vence a la muerte. En los Evangelios Jesús usa la expresión Reino de Dios. El reino de Dios es, de acuerdo con el lenguaje de los profetas, un Reino de justicia y de paz. Es lo contrario a los reinos que hubo, hay y habrá en la historia humano. En los tiempos de Jesús el Reino era o el Imperio Romano, un Imperio tremendamente crueles, que concentraba todas las riquezas del Imperio en la fortuna de algunos miles de millonarios. Estos residían en Roma y en las provincias, y oprimían a 50 millones de vencidos con un sistema de impuestos que los dejaba sin fuerza.

Jesús anuncia la ruina de ese Imperio y de todos los Imperios. Cada uno tienen su tiempo, pero acaban derrotados. Vendrá el Reino de Dios. Este no vendrá a conquistar por las armas, o por dinero. Vendrá para los pobres porque la fuerza de Dios estará con ellos. Jesús no explica cómo será. Pero la historia de sus discípulos demuestra poco a poco cómo entrará ese Reino de Dios en este mundo. En lugar del poder, reinarán las comunidades. Todos estarán juntos e introducirán el Reino de Dios en este mundo. Que esa historia será trágica, lenta, y que exigirá tantos sacrificios, veinte siglos lo enseñan. Pero este Reino de Dios ya tiene sus manifestaciones en esta tierra. Sucede cada vez que los pobres consiguen derechos, por la fuerza de su unidad que desafía a los dominadores

El Evangelio entró en el Imperio Romano. Allí las traducciones griega y latina de la palabra aramea que significa reino, son palabras tan odiadas que los apóstoles no se atreven a usarla o a aplicarla a Dios. Es imposible que Dios reine, porque reinar es dominar, destruir, esclavizar. Tanto Pablo como Juan, hablan de la vida que viene a vencer a la muerte. Jesús vino a traer vida. Dios es vida. Jesús trajo la vida. El Espíritu nos da la vida prometida por Jesús.

La vida vendrá para los que no tienen poder, nada pueden imponer: no tienen armas, no tienen fuerza política. Así y todo van a conseguir vencer el poder de las armas, del dinero, de la política. Quien tiene poder sólo piensa en defender o aumentar ese poder. Quien tiene dinero, solamente piensa en conservar o aumentar su dinero. Quien tiene armas, solamente piensa en hacer más armas. No se preocupan por lo que pasa con los vencidos. No obstante, le temen a los pobres, nos catalogan como entes peligrosos. Inventan fuerzas de control, para impedir que los pobres se dejen someter. A pesar de todo esto, Jesús promete la vida a los pobres.

 

La libertad prometida a los pobres

Los pobres de quien Jesús hablaba eran los campesinos de su tierra que debían trabajar al servicio de grandes propietarios en sus tierras. Eran pescadores que muchas veces debían trabajar en barcos de otros que eran sus dueños. Debían pagar por ello una tasa insoportable. Todos ellos debían pagar los impuestos a Roma y al templo. Su vida era una vida dedicada a los que dominaban los medios de producción. No había otra alternativa.

Para ellos el Reino de Dios era liberarse de los que les robaban el trabajo de su vida entera. Era poder construir su propia vida, ellos mismos. Era poder trabajar pero para sí mismos y para su hijos. Algunos entendieron que Jesús les iba a dar ese tipo de liberación, por medio de un gran acto de violencia que destruiría toda clase de dominadores. Esperaban que Jesús hiciera lo que muchos en Israel entendían que sería la obra del Mesías. No aconteció de este modo. Hubo discípulos desanimados por la muerte de Jesús, porque no había sido el Mesías que ellos esperaban.

 

El camino de Jesús

El mismo Jesús entendía que su misión terrestre era el inicio y la señal de la liberación de los pobres y de todos los oprimidos, de todas las víctimas del reino de la violencia. Era preciso entenderlo, entender el sentido de la vida de Jesús. Entenderlo tardó mucho. Muchos se dejaron ilusionar por el hecho de que la liberación se haría en una segunda venida de Jesús, esa venida que Él mismo había prometido. Muchos esperaban que esa segunda venida llegara pronto. El propio San Pablo pensaba que muchos de sus contemporáneos y tal vez él mismo, no conocerían la muerte, porque Jesús vendría antes. Pero él no llegó tal como se lo esperaba. Entonces se hizo necesario entender de otra manera lo que Él realmente había dicho, lo que realmente había enseñado y que no habían logrado entender.

Jesús había prometido que volvería después de su resurrección y después de su ascensión. Volvería para vivir con sus discípulos, para acompañarlos. Pero era necesario descubrir de qué manera Él iba a estar presente y que era lo pretendía hacer. Aún hoy muchos cristianos no lo saben. Todavía no entendieron. Creen que debemos entender la historia en el sentido de que Jesús prometió esa libertad a los pobres para después del fin de este mundo y del juicio final. Los pobres deberían tener que salvar primero su alma para poder entrar en el reino de justicia y de paz. Con esas condiciones los pobres no tendrían ningún privilegio, porque salvar el alma es una operación factible para todos gracias a los medios que la religión colocaba a su disposición.

La liberación no se realizaría en este mundo, sino en el otro. Muchos pensaron así y hasta hoy, muchos piensan del mismo modo, y se llaman cristianos.

 

El modo de Jesús

Jesús llama y reúne a sus discípulos y los prepara para rehacer el mundo entero, aquello que él mismo hace. Despierta para esperar el Reino de Dios y para una conversión, un cambio. ¿Cuál es esa conversión? Cambiar de vida, dedicarse a anunciar el reino de Dios a todos. Fundar una sociedad de hermanos, en la cual ninguno domina o explota a los otros. Los discípulos van a comenzar a vivir de ese modo entre ellos y van a convidar a otros a imitarlos. Es algo muy simple y muy difícil de aceptar. ¿Cómo asegurar que ese método pueda ser eficaz? Mientras tanto la historia muestra que es eficaz, aunque sea en forma parcial, precaria y provisoria, y que es siempre preciso recomenzar cuando alguna cosa acontece. Jesús no promete la realización completa de la liberación, pero enseña a buscarla en esta tierra, en esta vida, creyendo en ella. Eso significa tener fe. Tener fe es creer que somos llamados a construir el Reino de Dios en el mundo tal como es, sin violencia, sin dominación, y que el método de Jesús es válido.

Sólo los pobres lo pueden creer, porque es imposible a los ricos creerlo. Los ricos creen en el poder y eligen el camino de querer siempre más poder. De es manera aumentan sin cesar la dominación y la opresión. Para ellos este evangelio de Jesús es pura locura, como ya diría Pablo. Pero para los que confían en Jesús, es una verdadera sabiduría.

 

Cómo se recorre el camino de Jesús

Jesús no libera sin la colaboración de los mismos pobres. La liberación no es un don que desciende del cielo y se recibe ya terminado. La experiencia nos ha enseñado que de hecho, ningún don desciende completo del cielo. Jesús realiza la liberación para la vida y para las actividades de los propios pobres. Jesús está en ellos animándolos a construir ese Reino de libertades.

Los pobres animados por Jesús no usan ni consiguen las armas de los dominadores. Ni las armas, ni el poder político, ni el dinero. No usan los medios por los cuales los dueños de la tierra dominan a los pobres y los convierten en sus esclavos. Si buscaran los mismos medios, ellos mismos caerían en los mismos defectos. Construirían entonces otra forma de sociedad de dominación, pero no nos traerían la libertad, porque esos medios no procuran libertad.

 

La formación de las comunidades

Los pobres forman comunidades de vida. Son diversas las formas que pueden asumir. Dependen además de las condiciones históricas. En un comienzo son comunidades pequeñas, como aquéllas que aparecen en el Nuevo Testamento. Pero pueden crecer y van creciendo en la historia. No son esencialmente comunidades de culto o de religión, en cambio el culto y la religión, pueden ser formas de educación o de preparación para la vida comunitaria. No siempre el culto y la religión lo hacen. Muchas veces el culto y la religión son un fin en sí mismo, y además responden a necesidades psicológicas y sociales de los seres humanos. Las comunidades que Jesús crea, son comunidades de vida total, de trabajo, de educación, de habitación, de relaciones, siempre en la vida concreta de cada día y nunca fuera del mundo, en forma puramente simbólica.

Pueden ser comunidades rurales en los que todos tienen su parte y trabajan en conjunto, producen en conjunto, comercializan en conjunto y crecen en conjunto. Pueden ser industrias dirigidas por los propios trabajadores en forma de cooperativa o de otra forma. Puede construirse cooperativas en muchas de las actividades humanas.

¿Por qué esa formación de comunidad es tan lenta? Seguramente porque el sistema establecido se defiende y usa todos los medios para destruir todo lo que sea comunitario. Pero también debemos reconocer que muchas veces los propios pobres no tienen la fe suficiente, no tienen coraje, audacia, confianza en los otros, que son necesarias para buscar formas de vida comunitaria. Nada se hace sin una fe radical.

 

Las comunidades en la historia

Históricamente existieron y existen comunidades semejantes, de dimensiones más o menos importantes. Hay comunidades de regimenes parciales, por ejemplo cuando todo un pueblo asume una postura solidaria en casos de dolencias, desempleo y la vejez. Existe una comunidad cuando el pueblo entero asume la educación de todos y la misma educación para todos. Es lo que en esta época recibe el nombre de Estado de bienestar social o de democracia social. Son expresiones comunitarias importantes. Sin embargo son expresiones incompletas, porque la mayor parte de los medios de producción pertenecen a minorías privilegiadas, y esto es lo que permite grandes desigualdades. En América Latina, y en Brasil en forma particular, la desigualdad social es inmensa y las clases sociales prácticamente no se comunican, viven en mundos físicamente separados. No se encuentran en la vida real, a menos que sea de modo puramente formal y funcional, en las fábricas o en las unidades producción, de manera totalmente desigual. Dentro de esta situación, los encuentros son manifestaciones de la desigualdad.

¿Por qué los pobres soportan tanta dominación? Porque se sienten tan poco frente a sus dominadores que pierden el coraje. Por miedo, por falta de audacia, por falta de confianza en sí mismos. Falta una evangelización fuerte, capaz de suscitar la verdadera fe. Existe toda una cultura dominante que les enseña que son incapaces, impotentes, condenados a su condición de dominados, porque no existe otra sociedad posible. El que recibe este mensaje durante toda su vida, pierden el coraje. No confían unos en otros y por esto mismo son lentos para unirse y buscar juntos este nuevo tipo de convivencia humana que pueda sustituir a las estructuras de dominación existentes.

 

El anuncia de liberación

Jesús anuncia la liberación. Inició un movimiento comunitario reuniendo a sus discípulos que se encontraron juntos el día de Pentecostés para recibir el Espíritu Santo, enviado a ellos. Echó a andar el movimiento. La misión de los apóstoles, de los misioneros, es anunciar de modo activo, como Jesús, demostrando cuál es el modo de proceder para construir el Reino de Dios. La Iglesia constituye ese pueblo de misioneros. La Iglesia existe para poder iniciar ese movimiento de comunidades humanas en todos los niveles. Para decirlo mejor, la Iglesia existe en ese movimiento. Fuera de él no existe como Iglesia de Jesucristo, sino solamente de nombre.

Históricamente la Iglesia habló y continúa hablando. Los cristianos pertenecen a este mundo y llevan consigo todo un pasado pagano. Cuesta creer en el evangelio, y peor aún, muchos ni siquiera lo recibirán, aunque hayan sido bautizados y recibido los sacramentos. Por empezar, Jesús no creó una religión, ni organizó ningún culto, ni definió una doctrina, ni un régimen de gobierno, ya que quería que todos fuéramos iguales. Pero mucho de sus discípulos lo hicieron, puesto que traían tras de sí toda una vida anterior de religión y sentían la necesidad de construir una religión a partir del culto al Jesús resucitado. No habían conocido a Jesús en la vida real y aplicaron a Jesús lo que habían aprendido ya sea en el judaísmo o en las religiones llamadas paganas.

 

La religión de los pobres.

Hemos creado una religión muy desarrollada y cada vez más formalizada. La religión vive en un mundo simbólico, que consiste en forma y no en realidades materiales Lo que sucede es que la religión se forma en su mundo simbólico para vivir en él, que para ella es salvación. El Dios de la religión pide paz y tranquilidad, pero se encuentra con que los misioneros son perseguidos. Si la Iglesia vive en paz, es una señal de que no tiene por objetivo el Reino de Dios, sino apenas la seguridad de sus fieles. En concreto, las parroquias y las comunidades religiosas, tienen como sus actividades dominantes sus actividades simbólicas, de culto, de profesión de fe, de construcción de un aparato material para realizar mejor sus actividades simbólicas. Esas actividades tienen por finalidad la salvación de las almas, no se preocupan por lo que sucede en este mundo.

Una Iglesia dedicada al culto y al mundo simbólico no presta atención particular a los pobres a no ser para darles sus limosnas, pero no tienen ni idea siguiera de pensar en su liberación. No tiene interés en ser la Iglesia de los pobres, ya que los pobres no dan demasiado poder. En cambio procura tener buenas relaciones con el poder político, el poder económico y el poder cultural. Además tras de sí hoy trae las marcas de XV siglos de cristiandad, cuando la religión de los pobres era la religión de los reyes. Todos debían practicar la misma religión que su rey. Es la Iglesia dependiente del rey. Esa colaboración entre poder religioso y los poderes civiles, está además en la mentalidad y en los proyectos concientes o inconcientes de muchos cristianos, sobre todo del clero. El discurso evangélico es más una práctica y un servicio a ese edificio religioso que la construcción de la Iglesias como institución.

 

Las minorías abrahámicas de Don Helder

Las minorías salvan y honran a la Iglesia. Hubo varones y mujeres heroicos que consiguieron despertar a los cristianos y llevarlos a promover reformas sociales. No siempre pertenecieron a la Iglesia de modo explícito. La Institución Iglesia, no luchó por la liberación de los esclavos porque estaba atada por los lazos con el Imperio y no quería emanciparse. No sentía que la unión estrecha entre el Imperio o, antes de él, con el reino de Portugal, era el mayor obstáculo para la vida cristiana. Esa estructura de cristiandad favorecía una relación desviada de la misión de la Iglesia que era anunciar el Reino de Dios y luchar por la liberación de los oprimidos entre ellos, los indios y los esclavos africanos.

Hay minorías que luchan por la reforma agraria y el propio episcopado toma posición con mucha fuerza en sus declaraciones. Pero las elites sociales y las clases medias que se dicen católicos y a veces practican y reciben los sacramentos regularmente, no quieren saber nada acera de una reforma agraria. Hay cristianos que luchan también por la liberación de las favelas y de todas las viviendas insalubres, pero la masa de los católicos no se mueve y continúa eligiendo gobernantes que no se dedican a esas tareas primordiales.

Podríamos preguntarnos si en las parroquias hay realmente mucho interés en entrar en esas luchas. No se nota demasiado. Entonces, a nivel teórico, la Iglesia quiere la reforma agraria, la reforma urbana, un salario justo, pero en la práctica en las parroquias y en las instituciones de la Iglesia se confunde esto con las actividades religiosas y no se ponen al servicio de la humanidad, no buscan su liberación. ¿Cómo hacer para conseguir la liberación de una institución tan apegada a la estructura social establecida y a las clases sociales dominantes? Ese es el drama.

 

¿Quién es el pobre?

Los ricos siempre han procurado desviar el sentido del evangelio. Inventaron el concepto de pobreza espiritual. Pobres son los que no están apegados a la riqueza, los que no se sienten ricos, los que tienen sentimientos de compasión por los pobres. Interpretan el versículo de Mateo sobre los pobres en espíritu como si el espíritu fuese lo inmaterial, lo mental, lo psicológico. Pero el espíritu es viento, fuerza, tempestad, como en el día de Pentecostés. Los pobres de espíritu son los que son animados por el Espíritu. No son los pobres de sentimiento.

Los verdaderos pobres saben que son pobres. No se preguntan quién es pobre. Saben que son pobres. Los ricos buscan subterfugios para definir en forma complicada la pobreza de tal manera que no se sientan denunciados como los ricos del Evangelio. Si alguien duda sobre si es pobre o rico, con certeza, es rico, porque un pobre no duda, sino que sabe muy bien qué es la pobreza. Los pobres son la verdadera iglesia, el verdadero pueblo de Dios a pesar de que en su presencia el sistema religioso pueda ser un fracaso. Muchas veces no se encuentra en las iglesias parroquiales y muchas veces, ni siquiera en las capillas. Pero Jesús sabe cómo reconocerlos e integrarlos a su cuerpo como el verdadero pueblo de Dios. Jesús lucha por su liberación en medio de ellos.

 

* Transcriptor y Editor (N.T.) : Enrique A. Orellana F.

Traducciòn del portugues al español (06.04.2010) : Diana Rocco T.

* "Os pobres são a verdadeira Igreja, o verdadeiro povo de Deus ainda que a sua presença no sistema religioso possa ser muito fraca. Encontram-se nos grandes santuários de romarias populares. Não se encontram nas igrejas paroquiais e muitas vezes nem sequer nas capelas. Mas Jesus sabe reconhecê-los e os integra no seu corpo como o verdadeiro povo de Deus. Jesus luta pela sua libertação no meio deles". A afirmação é do Pe. José Comblin em artigo inédito para o livro Fome de Justiça, perspecivas de superação da pobreza que será lançado na Suiça no dia 20 de maio próximo. O artigo nos foi enviado por Marianne Spiller, suiça, há muitos anos radicada no Brasil e coordenadora da Associação Brasileira de Amparo à Infância – Abai, com sede em Mandirituba-PR. Unisinos.-

Marianne conheceu José Comblin, quando foi se solidarizar com D. Luiz Cappio, Obispo de Barra – BA.

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Fe y Política, Posición de Comblín (Publicación Póstuma)

 

 

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José Comblín, SJ. 1923-2011 (trascendió el 27 de Marzo de 2011)

 

 

FE Y POLÍTICA”

 

 

Por JOSE COMBLIN

(I PARTE: El mundo como orden y Dios como parte de ese orden del mundo. Dios dio todo el poder sobre el mundo al Papa. -La doctrina social de la Iglesia y sus silencios- Biblia y Jesús quieren el cambio al que se oponen el Imperio, los sacerdotes y doctores de la ley. Con fidelidad hasta la muerte. Para Marx la humanidad está en un constante proceso de cambio, en la búsqueda de cambio hasta una transformación total. El mensaje cristiano es materialista. El amor no es algo espiritual, es algo práctico: dar de comer, dar habitación, visitar a los presos. El evangelio es fundamentalmente materialista. Y tenemos una filosofía espiritualista para explicar un mensaje materialista.) (Págs. 1-9.)

 

José Comblin: En fe y política habría entonces que partir de una distinción muy clara. La fe y política “no es” Iglesia y política. Porque entre la fe y la Iglesia las relaciones son ambiguas, naturalmente. Entonces, para empezar creo que uno de los grandes obstáculos es la doctrina social de la Iglesia. Ya es hora de volver al Marxismo. Porque cada vez más, claramente, consta que EL PRIMER FILÓSOFO CRISTIANO FUE KARL MARX. Todos los demás fueron griegos. Santo Tomás de Aquino es griego, toda la tradición escolástica es de la filosofía griega y que no se combina muy bien con el cristianismo, pero ha tenido consecuencias muy fuertes, muy grandes. Es que la filosofía griega entiende el mundo como orden. Es un conjunto de diversas cosas que forman el orden permanente, constante. Y Dios es parte de ese orden del mundo. Entonces ahí él está en la cumbre, está manteniendo la unidad de todas esas cosas ordenadas. De tal modo que toda la actividad humana se inscribe dentro del orden. Hay que actuar para preservar el orden, para mantener el orden, entonces para impedir las fuerzas de disolución que hay, las fuerzas de destrucción. Mantener la armonía del universo. Ese universo no puede cambiar. El orden no puede cambiar. No cambia. Así como Dios no cambia, nada cambia. El ser humano no cambia. La sociedad no cambia. Todo lo que vemos en la naturaleza es parte del orden. Por ejemplo hay esclavos y dueños de esclavos. Es parte del orden del mundo. Hay gente que nació para ser esclavo y hay gente que nació para ser dueño de esclavos. Eso es parte del mundo. Para los filósofos griegos es una evidencia. Eso ni se discute, ni se discute.

 

Entonces que hayan pobres o ricos es lo normal. Es lo bueno. Hay que mantener eso. Eso es parte del universo tal como Dios lo creó. Hay ricos y pobres porque Dios quiso que fuera así. Hay guerras porque Dios quiere que fuera así. O sea, todo lo que sucede, todo es parte del orden. Y no se puede querer cambiar. Eso es actuar contra la voluntad de Dios. Dios ha establecido las cosas así y no se pueden cambiar. Querer cambiar es una rebelión contra Dios. Es una impiedad. Hay que mantener. Por eso había emperadores, reyes establecidos por Dios. ¿Cuándo se sabía que Dios ya no aceptaba ese emperador? Cuando un general lograba destruir el poder del emperador y se establece él mismo como emperador. La estructura es igual pero Dios escogió ahora una persona en lugar de otra, pero el sistema es igual. Y las leyes sociales son el reflejo de la voluntad de Dios. Del orden del universo tal como está establecido desde siempre y para siempre. Santo Tomás reconoce que la teoría de Aristóteles dice: “que el mundo no tuvo comienzo y no tendrá fin, sencillamente existe.” Y Santo Tomás dice: “de hecho, si no fuera por la revelación no sabríamos que el mundo empezó”. Aceptaríamos lo racional, que es pensar que el mundo existe y no tiene comienzo, no tiene fin, existe sencillamente. siempre igual.

 

Bueno, esa es la filosofía que inspiró la Iglesia católica desde el siglo XIII. O sea, desde el momento en que adoptó la filosofía griega, los grandes, Aristóteles sobre todo, como modo de orientación, modo de pensar del cristianismo. Entonces de ahí que Dios es parte de ese conjunto. Es como el conjunto, no puede cambiar. Siempre es igual. O sea, nunca manifiesta sentimientos, nunca manifiesta voluntades o proyectos o cosas así no... es siempre igual. Es lo que mantiene la unidad. Él mismo es uno. Él representa la garantía de todo lo que existe en este mundo. Esa idea de Dios se instaló en la teología. O sea, la teodicea de Aristóteles entró en la teología cristiana. Cuando se habla de Dios se empieza con eso, con la teodicea de los filósofos griegos. Yo había estudiado eso en el seminario, en la facultad de teología. Me imagino que hoy todavía en la facultad de teología se enseñan esas cosas. Ahora el problema es que cómo destacar o situar lo que la Biblia dice. Lo que Jesús dice. Y cómo situar esto que está en los evangelios, “que a Dios nadie lo conoce”. O sea, todos los raciocinios filosóficos, ¿qué pueden decir de Dios? No tienen valor ninguno. No dicen nada de verdad. Es la expresión de una cosmología, pero arbitraria, que no tiene fundamento. Que se transmite en una cultura. Y entonces la concepción cristiana, evangélica, de Dios ocupa poco espacio en los tratados teológicos sobre Dios. Es así. La enseñanza del cristianismo empieza por la revelación de un Dios pagano. Con un valor conceptual que impresionó a los medievales, naturalmente y que desde entonces conservó... desde entonces se conservó. Uno puede imaginar que esa conservación no es totalmente inocente. O sea, la visión del mundo que viene de uno y que representa el poder total. Ese poder se va distribuyendo así en varios niveles dentro del mundo. Hay animales más poderosos y hay animales menos poderosos. O sea, hay toda una escala de niveles de poder.

 

Bueno, y desde la edad media, desde Gregorio VII en el siglo XI y los Papas del siglo XIII. En el siglo XIII ahí se funda la Inquisición y, después de algunas décadas, la tortura como medio legítimo de investigación de la Inquisición. O sea, es el poder. El Papa que se afirma siempre con más fuerza. Y que aparece como procedente de Dios. Dios ha enviado a su hijo a la Tierra, su hijo en la Tierra ha dado todos los poderes a San Pedro. Y ahí la doctrina que se enseñó a los indígenas aquí. Entonces hay un solo Dios que tuvo un solo hijo que vino a la Tierra y ese hijo de Dios que vino a la Tierra dio todo poder sobre el mundo al Papa. Todo. Sobre todas las naciones. Todo. Y el Papa, en su amor lleno de benignidades, ha dado esta parte del mundo a su hijo amado el rey de España. O sea, fue el Papa en nombre de Dios que ha delegado el poder para eso. Entonces ahí se explicó a los indígenas que el dueño de toda su tierra era el rey de España porque era él a quien el Papa había dado todo el poder. ¿Y qué podían decir los indios? Ah... no podían decir nada. Entonces ahí sí es la voluntad de Dios mismo. Claro que algunos se rebelaron un poco. O sea, no aceptaron tan fácilmente esa revelación. Pero eso es. Esa concepción de un mundo ordenado, unido. En el que hay un poder que unifica, que reúne. Eso es muy simpático para la curia romana.

O sea, de ahí se saca un paralelo. Esa concepción del mundo conviene muy bien para explicar, para racionalizar el poder del Papa. ¿Por qué el Papa puede justificar su poder sobre el mundo entero? Sobre todos los países del mundo. Todas las regiones sean cristianas o no. Él tiene autoridad sobre todo. Ah... porque representa esa autoridad de Dios. Esa filosofía combina muy bien con las pretensiones de los Papas. Las pretensiones de la curia romana que fue construyendo ese poder y que continúa. Porque claro que las naciones modernas han rechazado el dominio del Papa. Pero se quedó con los católicos, los que aceptaron la religión cristiana y que no se rebelaron como lo hicieron los protestantes. Y todas las guerras de la religión no lograron eliminar a los protestantes. Incluso ahora están en plena expansión. América Latina que fue presentada como un continente católico, pero que en 20 años más será un continente evangélico. Y las previsiones ahí ya son muy... muy claras por parte de los sociólogos. Pero en fin... son las derrotas del poder del Papa. En la medida en que perdía poder afuera reforzaba su poder dentro de los fieles. Y a cada año el poder del Papa aumenta. Porque hacen nuevas leyes. Más decretos. Más decisiones. O sea, aumenta la presencia de su poder. Y entonces...

 

¿Y la política? Ahí se entiende muy bien que durante siglos el Papa haya luchado contra el Emperador Germánico, contra los reyes de Francia, de Inglaterra. Ahí para mostrar que el rey es él. Entonces peleas, discusiones. En toda la edad media, en la mitad del tiempo, los reyes han sido excomulgados porque no querían aceptar que el único rey verdadero es el Papa. Entonces ahí discusiones, conflictos. Toda la historia de las guerras. Toda la historia durante tantos siglos.

 

Y entonces nosotros tenemos una doctrina social que parte de ese sistema. El orden. Y sobre todo del orden social, la Iglesia es la maestra que enseña. O sea, ella sabe qué es el orden. Cómo se estableció el orden. Los filósofos griegos habían explicado cuáles eran las condiciones. Hay que practicar la justicia. Hay que practicar la prudencia, la templanza. Y entonces eso. Todas esas virtudes que son las condiciones del orden del mundo. Por eso la Iglesia tiene el secreto del orden del mundo. Aunque encuentre mucha oposición... encuentra mucha oposición. Con esa concepción del orden social se pueden hacer cambios menores dentro del sistema. Pero no hay como justificar un cambio de sistema. Eso sería cambiar el mundo que Dios ha hecho. Eso no se puede... eso no se puede cambiar. Ahí, por ejemplo, ¿por qué la Iglesia nunca, o sea, el Papa... porque al final quien habla en la Iglesia es el Papa, los demás obedecen. Y entonces nunca ha condenado el capitalismo o entonces enseñado la necesidad de “otro orden social”?. Ah... bueno porque aprendió eso en la teología medieval de los filósofos griegos. Es impensable cambiar el orden. Entonces todas las virtudes se practican dentro del orden. Pero esa idea de cambiar, eso no tiene fundamento. O sea, no cabe dentro de la visión del mundo que tienen.

 

El padre Calvez en su último libro sobre “los silencios de la doctrina social de la Iglesia” pregunta con soltura… “¿y por qué la Iglesia nunca se dispone a condenar el capitalismo?”… Ahí un silencio tan prolongado. Aún hoy. Después de una crisis así tan inmensa que ha hecho tantas víctimas. No. Hay que adaptar un poco, algunas normas para los bancos. Un poquito ahí de disciplinar el mercado y así. Pero no se imagina que se podría imaginar otra forma de orden social. Esto no cabe dentro del sistema teológico. Y ahí entonces, bueno eso es lo que han aprendido los obispos, lo que han aprendido los sacerdotes, y lo que se transmitió a los laicos que estaban interesados. Esa doctrina. Entonces esa doctrina está toda basada en una filosofía que no tiene ningún fundamento cristiano y ninguna raíz cristiana.

Entonces y ahora... ¿y ahora qué? Bien, si examinamos la concepción del mundo que tiene Marx, que era judío, claro que no se olvidó de todas sus raíces judaicas, es decir, tiene una visión del mundo que tiene inspiraciones bíblicas. Ahora en la Biblia la historia de la humanidad es la búsqueda de un cambio. O sea, es la historia de una lucha entre una parte de la humanidad, que es esclavizada, dominada, explotada y otra parte que domina, que explota. Es la historia de un conflicto permanente. En la Biblia se llama pecado. O sea, no es algo que representa la voluntad de Dios. La situación actual es el pecado del mundo. Eso es lo que Dios no quiere. Entonces en la Biblia Dios es el que quiere cambiar. No es el que garantiza el orden. Es el que considera que lo que existe es desorden. Y eso es lo que hay que cambiar, transformar. Y toda la historia de la Biblia, toda la historia del pueblo de Israel. El pueblo de Israel en contra de sus vecinos. Dentro del pueblo de Israel los profetas contra los sacerdotes, contra los doctores. Contra los reyes, las autoridades. Así. Los que quieren mantener la situación de pecado que es la situación contemporánea, actual, y los que quieren cambiar. O sea, ser “otra” sociedad humana. Otra concepción de la vida humana. Toda la historia del antiguo testamento es de ese conflicto.

 

Entonces si se dice “la Biblia contiene la palabra de Dios”. Bueno, contiene el conflicto permanente entre la palabra de Dios y la palabra contra Dios. Entonces que pelean constantemente. Y los profetas... pocos. Pocos al frente de un poder, el poder de la costumbre, el poder de las “infiltraciones”, de la dominación, el poder de los sacerdotes, todo eso. Bien. De tal modo que ahí cuando llega Jesús el conflicto alcanza su punto culminante. Jesús representa la voz de los pobrecitos galileos. Los que no son esclavos son tratados como casi esclavos. La tierra pertenece a grandes latifundiarios. Los barcos para pescar en el lago pertenecen a los grandes propietarios. Cuando Jesús dijo a Pedro y a Andrés y a Juan... “¡Vengan conmigo!”. Y se fueron con él. ¿Y el barco? Si el barco fuera de ellos no lo habrían dejado así, sencillamente. Pero como el barco era del propietario no les importó y se fueron. Sencillamente. O sea, no eran propietarios. Eran pescadores. Eran trabajadores al servicio de un patrón. Ahí Jesús no buscó al patrón. Jesús buscó a los empleados del patrón. Y los demás, igual. Otro era un guerrillero. El otro un cobrador de impuestos. O sea, un gran pecador y así. O sea, fue a buscar en el fondo a los que representaban el pueblo oprimido para anunciarles que la cosa va a cambiar. Y ahora viene el reino de Dios. O sea, el concepto fundamental es el concepto de cambio. Novedad. Otro sistema. Otra forma de sociedad. Ese es el tema básico fundamental. Pero después, entrando en el conjunto de la cultura griega, ahí ese tema fundamental se fue disipando, desapareciendo progresivamente y ya no se trata de buscar qué significado tiene. Cuál es el alcance de ese mensaje.

 

Entonces lo que Jesús viene a anunciar es justamente un mundo diferente. Y se opone frontalmente a los que defienden, los que representan el desorden tradicional. O sea, el imperio romano. Al final Jesús fue condenado como terrorista y subversivo por el representante del imperio romano. Y ese sabía bien lo que hacía. Y ese tipo de hombre era peligroso para el sistema. Era peligroso para la tranquilidad de la dominación romana. Bueno, después los sacerdotes que son la principal fuerza económica. Porque el templo de Jerusalén es un gran negocio. Ahí toda la carne se va al templo. Porque hay que ofrecer tantos sacrificios. Y entonces los grandes vendedores de carne son los sacerdotes. Y es una gran fortuna. Verdad que no son iguales todos los sacerdotes. No. Hay algunos que son más importantes y otros menos importantes. Hay incluso un jefe, un jefe de los sacerdotes. Y ahí había previsto que se renovarían a cada año. O sea, que el sumo sacerdote podría robar durante un año. Así como era permitido a los procónsules romanos. Un procónsul era nombrado por un año. O sea, permiso para robar durante un año. Porque habían otros que estaban esperando también. Para poder entrar también en la misma función. Pero en el caso del templo de Jerusalén ejercía Caifás que ya estaba ahí hacía 21 años. O sea, la ley prohíbe que se quede 2 años. Y logró, bueno, habrá aprendido el arte de la corrupción, ciertamente, y logró permanecer 21 años. Podía robar durante 21 años. De todo el comercio de la carne y de todos los objetos ofrecidos, las limosnas ofrecidas al templo y así.

 

Bueno. Entonces, Jesús se opone a los doctores de la ley. A todo el sistema legal. ¿Por qué? Porque si se toma globalmente el sistema de las leyes es un sistema que garantiza la dominación sobre los pobres. En eso no se ha cambiado mucho a pesar de la democracia. Las constituciones y las leyes son las que justifican la dominación de la clase dominante sobre las otras. Con palabras bonitas totalmente, discursos bonitos, de igualdad, de libertad, pero al final si se examina el contenido se ve que se trata de justificar la situación establecida. O sea, la desigualdad. Toda la concentración del poder en algunas pocas manos y después una gran masa que está ahí nada más que para servir a los demás. Ahí entonces comienza con Jesús la oposición antigua entre los profetas y los dominadores. Eso alcanza su punto culminante. Ahí viene la oposición total, la oposición radical. Y entonces, la oposición entre todos los poderes concentrados por un lado. Y un hombre que sólo tiene su palabra. Una palabra peligrosa. Porque justamente va anunciando a los pobres que todo eso va a cambiar. Que se va a hacer una transformación total de esa sociedad. Un hombre peligroso. Pero mantiene su mensaje. Mantiene ese anuncio contra todas las autoridades. Y lo matan por dar ese mensaje. Porque con su mensaje destruye los fundamentos de los poderes establecidos. Entonces lo matan. Lo matan y él mantiene su testimonio hasta el final. Mantiene su testimonio hasta el final. Y le preguntan... ¿Tú eres el Mesías? Porque pensando el Mesías sólo puede ser el jefe supremo que viene a justificar y bendecir todo el sistema. Los sacerdotes, las leyes. Y hace exactamente lo contrario. ¡Entonces claro que es una mentira! ¡Es blasfematorio! El que dice que es el Mesías y que en realidad viene a destruir los poderes establecidos.

 

Pero permanece fiel a su testimonio hasta la muerte. Es decir que, en esa conducta él representa justamente al hombre transformado. El que es fiel a la verdad. Y sacrifica su vida para permanecer fiel. Para no desmentir. Y en la víspera de su muerte, sabiendo el peligro en que estaba, podía huir fácilmente. La policía de ese tiempo no era tan bien organizada como hoy. Entonces, era fácil. Estaba en el jardín de Getsemaní, en la noche podía huir. En 24 horas estaba fuera del país. Fácil. Y claro que esa fue la tentación del diablo. Entonces decir... “todavía hay tiempo”. Y puede ser fácil, fácil. Así como le decían a Oscar Romero, que también sabía que iban a matarlo. No sabía el día, pero sabía. Tenía seguridad. Las señales eran tan evidentes y tan fuertes. Él sabía eso. Y lo presionaban. O sea, iba al aeropuerto, tomaba el avión y en 15 minutos estaba en Costa Rica. Entonces, era tan fácil escaparse de la muerte. Era tan fácil. Pero era como desmentir todo el testimonio que había dado. A la hora del peligro ahí todo eso se apaga. O sea, no he dicho nada... no he dicho nada... está bien. Huyen. Pero Jesús es justamente lo que un ser humano renovado es tal como Dios lo cree. Es fiel a la palabra. Fiel al mensaje. Fiel a la verdad. Y por eso Dios lo hizo el jefe de la humanidad. Renovado. El primero. El primero de los seres humanos que son radicalmente, totalmente fieles hasta la muerte. Entonces ese es el primero que va a reunir en sí a todos sus seguidores, todos lo que van a querer seguir el camino semejante.

 

Bueno. Esa es la visión de base del mensaje cristiano. Entonces, ¿cuál es la filosofía que sirve mejor para expresar esa doctrina en forma filosófica, racional? Es naturalmente una filosofía que enseña que la humanidad está cambiando en un proceso constante de cambio, en la búsqueda de cambio. No de una humanidad estable. Siempre la misma. Obedeciendo siempre al mismo orden en que acepta las estructuras establecidas. Y necesita una filosofía que justamente quiere una transformación total. Una transformación radical. Y entonces si se ve en la historia de la filosofía europea quien enunció una filosofía semejante. Ahí... bueno, fue Marx. Entonces fue el primero que de hecho tuvo una visión de la humanidad como un proceso de lucha. Como un proceso de emancipación. Como un proceso de transformación de todo el orden universal. De todo el orden de la sociedad. Él entonces proporciona conceptos mucho más interesantes que todos los filósofos griegos que han desviado sistemáticamente la actitud de los cristianos que se han mostrado tantas veces opuestos a las trasformaciones. O sea, no faltaron revolucionarios en la historia cristiana. Pero siempre aplastados por los poderosos. Por los poderes de la Iglesia que contaban con una filosofía que los condenaba. Entonces, muchos hubo. Muchos fueron sacrificados. Muchos fueron quemados. Muchos. A partir de una filosofía que justamente no combinaba con el cristianismo. Primera cosa.

 

Segunda cosa. Es que el mensaje cristiano es materialista. Y rápidamente el cristianismo orientado por las filosofías griegas se hizo espiritualista. O sea, que la tarea básica del cristiano, del ser humano es salvar su espíritu. Su alma. Y la tarea básica del cristiano es salvar su alma. Hasta hace poco en todas las santas misiones el tema básico de la misión era “salva tu alma”. Eso es como el deber. Y todas las preocupaciones del cristiano es sobre su alma. ¿Cómo está su alma? ¿En el camino de la salvación o está en el camino de la perdición? Ahora, lo que sucedía en el mundo material, en el mundo de la comida, en el mundo de la habitación. Ah... eso no importa para los cristianos. Importa su alma. Tiene que salvar su alma. Eso es lo que importa. Eso viene naturalmente de la filosofía griega de nuevo. Que es una filosofía hecha para las elites. Para los propietarios. Para los que tienen su vida material garantizada. Y que explotan a los demás. Entonces, para ellos, bueno, lo interesante es la búsqueda de la reflexión, de la inteligencia, las artes, una vida de pensamiento. Una vida de cosas espirituales. Y lo material es algo indigno.

 

O sea, el trabajo fue, en toda la civilización griega antigua grecorromana, fue una indignidad. Una humillación. Entonces, la misma palabra trabajo, trabajo ¿de donde viene? Viene de la palabra latina “tripalium”. Y “tripalium” es un instrumento de suplicio. O sea, es un sistema para destruir el cuerpo humano, en medio de palos. Bien, es decir, el trabajo es un suplicio. El trabajo es para la gente que no vale, abyecta. Ahora una persona libre, una persona que se estima, que merece estima, no trabaja. O sea, para eso hay empleados. Para eso hay esclavos. Pero él no trabaja. Esa idea naturalmente de que un hombre verdadero es un hombre que no trabaja, eso perseveró. Y hasta hoy los grandes ricos del mundo son los que pueden vivir muy bien sin trabajar. Es una señal de superioridad. Y se supone que viven de cosas espirituales. Cosas del espíritu que es mucho más digno que un trabajo material.

 

Entonces esa despreocupación por el mundo material, ahí penetró profundamente. Penetró profundamente en toda la mentalidad. En toda la estructura medieval hay 3 órdenes: Primero, el Clero. Segundo, la nobleza. Y tercero, los trabajadores. Todos los privilegios pertenecen o a la nobleza, o al clero. ¿Y los otros? Ah... los otros que trabajen. Ahí están como esclavos para trabajar. No tienen valor ninguno. Y humanamente no tienen valor ninguno. Entonces, son los ignorantes, despreciados. Bueno, eso continúa. Eso continúa. Cuando el Papa Pío XII condenó a los sacerdotes obreros el motivo era que eso no era de la dignidad sacerdotal. Trabajar con las manos y celebrar la eucaristía con las manos de un obrero. Ah... eso no puede ser. No es digno. No es digno del sacerdote. O sea, una idea que viene de lejos. Que no viene del evangelio, pero que sí viene del modo de vivir de las elites grecorromanas, y así era. Y una vez que los sacerdotes entran en la clase superior, ahí trabajar es contra el honor. Es destruir su prestigio. Es destruir. Todavía subsisten cosas. Entonces cuando yo estaba en Talca y que un día Don Carlos González, el Obispo de Talca, en aquel tiempo me dijo un día... “que por qué no hacemos un seminario especial para los campesinos”. Entonces, que en fin... ya tiene más edad y hacer todo un curso secundario…, o sea, no tiene preparación intelectual. ¿Por qué no hacer una preparación especial? Y así lo hicimos. Entonces así nació justamente el seminario rural. ¿Pero qué pasó? Es que los sacerdotes se indignaron. Eso era una ofensa a la dignidad sacerdotal. Y pensar que ese campesino de ahí, es padre. Ah... ¿Cómo... con esas manos... con esa ropa... con ese modo de hablar? Ah... eso es una indignidad. O sea, cosa que viene de la adopción de la filosofía griega en aquel tiempo basada en el menosprecio al trabajo.

 

Y entonces falta de consideración de la vida material. Si sus esclavos tienen hambre ni se dan cuenta. La forma de como viven, en la habitación que tienen. No importa. Todo lo que es material no importa. Sólo lo espiritual es digno de consideración. Bueno, entonces tenemos una filosofía espiritualista que sirvió como base para toda la teología moral, toda la teología de la vida humana. Siempre una moralidad establecida para gente que no trabaja. Que no obedece. Que no es sumiso. Que no es esclavo. Una moral hecha para los que tienen todo. Los que no tienen problema. Y sobre todo que no trabajan y viven del trabajo de los otros. Bueno, esa es la moral que se enseñó. Y es claro que no combinó muy bien con el modo de vivir, con las aspiraciones, con los sentimientos de la gente pobre. De los campesinos. De los artesanos. No combinaba muy bien. Pero en fin se decía... bueno, ellos son ignorantes, no saben y así. Como cuando llegué a Brasil hace 50 años. Todavía el régimen de vida en las haciendas era de casi esclavitud. Haciendas de café. Ahí entonces, ¿qué pasó? Un día un venerable canónigo, yo iba a celebrar misa al principio, a aprender portugués. Y ahí me decía... ah, ustedes que vienen de Europa, ustedes son felices, porque ahí tienen gente culta. Formada. Preparada. Aquí mire... aquí sabe... nuestro pueblo es gente buena, pero son tan ignorantes. Tan ignorantes. Y obviamente es algo que no vale absolutamente. La conciencia que tenía era justamente entre dos razas. Los dominadores, que son los blancos. Y después los mestizos, los negros, que son tan inferiores, tan inferiores. No creo que eso haya desaparecido completamente todavía. O sea, las funciones más duras, más bajas siempre son asumidas por negros. Y los negros siempre tratados como inferiores. Aún hoy, después de la ley que establece que es crimen cualquier discriminación racial. Es crimen. Claro, es crimen. Pero pocas veces alguien ha sido condenado. Y esa discriminación es permanente, es constante.

 

Bueno, entonces para decir que estamos con una filosofía espiritualista. Ahora si vemos el Evangelio... El Evangelio es materialista. O sea, ¿qué es lo hay que hacer? “Hay que amar a los despreciados, a los abandonados”. O sea, el amor no es algo espiritual. El amor es algo práctico. Es dar de comer. Es dar habitación. Es visitar a los presos. Es en fin... ayudar en las necesidades materiales. O sea, el amor no es una cosa espiritual, es una cosa muy concreta. Muy material. Lo que importa es justamente realizar actividades materiales y cambiar el modo de ser de la propiedad, por ejemplo. El modo de tratar los objetos, los alimentos. Es decir, algo material. Y los que dicen... “señor... señor...” que hacen oraciones bonitas, ahí Jesús denuncia... “eso es la apariencia, eso no vale, lo que vale es algo material...”. Y entonces, sentimientos religiosos. Eso no vale, eso no vale. Lo que vale es materialmente lo que hacen. El Evangelio es fundamentalmente materialista. Y entonces tenemos una filosofía espiritualista para explicar un mensaje materialista. Eso funciona, pero en la práctica tiene mucha dificultad. ¿Por qué se demoró tanto para ver la miseria de los obreros? ¿Por qué se demoró tanto para condenar la esclavitud? El gran abogado que luchó contra la esclavitud en Brasil, que es el último país que abolió la esclavitud. Entonces decía... “nunca un obispo o un sacerdote he encontrado que quiera acompañarnos en la lucha contra la esclavitud...” Y claro, ¿por qué? Ah... porque todos tenían esclavos. Y entonces ahí estaban muy apegados a eso. Pero para ellos no había contradicción con el evangelio.

 

Ah... se podría decir... “¿Y dónde estaba el amor a los menospreciados? ¿Dónde estaba la caridad? ¿Dónde está? Ah... tenía sentimientos bonitos. Yo quiero a Jesús. Le tengo tanto amor... tanto amor. Y yo tengo tanto amor a Dios. Tanto... tanto. Pero por eso no es ser cristiano. Cristiano es dar de comer a quien tiene hambre. ¿Y que haces tú? ¿Hay alguien que se muere por la explotación del trabajo? Un esclavo en la caña de azúcar. Vivió 6 años ahí, no aguantaba más. Trabajar desde sol a sol. Así no aguantaba más. Con mala comida. Y eso no. Pero el amor a Dios era tan grande. Las procesiones de la fiesta de la virgen eran tan bonitas, tan bonitas. Claro. Y... bueno, no se daban cuenta. ¿Y por qué no se daban cuenta? Ah... porque tenían una teología que justamente era espiritualista. O sea, no llamaba la atención. No destacaba lo que es básico. O sea, una filosofía que decían en la edad media que es servidora de la teología - ancilla theologie. No era servidora, era la que mantenía prisionero el evangelio. Pero que no servía, dominaba. Y hacía que quedaran escondidos los aspectos más básicos, más fundamentales.

 

 

 

 

 

 

(II PARTE: CRISIS MUNDIAL- REPARTO DE COSTOS- IGLESIA CATOLICA- POLITICA- MARXISMO- UNIVERSIDADES – PROPAGANDA ELECTORAL DESTRUCTIVA –) (Págs. 10-16.)

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Bien. ¿Y ahora con qué vamos a entrar en el mundo actual? O sea, ¿cuáles son los instrumentos intelectuales que tenemos como cristianos? ¿Cuáles son los elementos? Es el momento en el que el sistema criticado por Karl Marx domina. Él nunca había imaginado una dominación tan fuerte, tan grande. Tan fuerte y tan grande. Todos los que en EE.UU. provocaron esa CRISIS MUNDIAL. Bueno. ¿Qué pasó con la crisis? Exigieron del gobierno 7 millones de millones de dólares. Y así. ¿Se encontró la plata inmediatamente para reconstruir la ciudad de Nueva Orleáns? Después de años todavía no está hecho. Porque ahí viven los negros. Y entonces los negros no interesan. Pero los grandes que dirigían toda esa crisis, ahí están triunfando. Tranquilamente. Y hay cientos de miles de americanos que tenían casa, que tenían apartamento y ahora están en la calle porque no pueden pagar las deudas, porque perdieron el empleo. Tanta cosa en un país en donde hay tanta riqueza. O sea, creo que Karl Marx nunca habría podido imaginar tanta riqueza y tanta desigualdad y que pudieran justamente exigir tanto dinero. ¿Quién va a pagar esos 7 millones de millones de dólares?

 

¿QUIÉN VA A PAGAR? Bueno, los pobres americanos, naturalmente. Los que pagan impuesto. Pero ¿quién paga impuesto en EE.UU.? Quien paga impuestos son los pobres. O sea, los pobres de clase media, de clase media baja. Ellos. Y los ricos son dispensados. Y ahora el próximo presidente republicano en unos años más, porque claro que van a ganar las elecciones, va a disminuir todavía una de las reivindicaciones, va a bajar los impuestos, bajar más de lo que son para los millonarios. Entonces, que los ricos no deben pagar impuestos. Porque ellos saben administrar el dinero. Ellos saben producir. Un dólar dado a un pobre es un dólar perdido. Porque no va a dar rendimiento. No va a producir riquezas. ¿Qué piensan ellos? Pero un dólar dado a un pobre le permite comer un poquito más. Trabajar un poquito más y ayudar a toda la sociedad porque trabaja más. No es un dólar perdido. Pero en la ideología...

 

¿Y LAS IGLESIAS? Esto se trata, desde el punto de vista cristiano, de cambiar toda la representación. La filosofía, la teología que orientó a los católicos. Porque a partir de la jerarquía, claro que no debemos esperar una conversión de la jerarquía. Eso sería un milagro tan grande y tan fuerte. Eso no. Y en el momento actual en que la jerarquía está en manos, la gran mayoría, de los grandes movimientos fanáticos. O sea, los movimientos dedicados a acumular más riqueza y más riqueza y más riqueza en nombre de Jesucristo. ¿Por qué? Porque tienen una teología espiritual y el materialismo eso es lo más condenable. O sea, que haya gente que pasa hambre, eso no tiene importancia.

 

Bueno, son esos movimientos los que ahora mandan. Y que son, bueno, claro que primero el OPUS DEI que es el primero de la lista, fundado en 1928. Es el más antiguo. Y el modelo que sirvió para otros movimientos después. Ahí hay una voluntad de poder que es extraordinaria. Entonces un día le preguntaron, ellos, del Opus preguntaron al teólogo suizo Hans Urs Von Balthasar que pensaba del libro Camino... “Si, yo lo he leído”. ¿Y qué opina? Dijo... “Bueno, es un libro cristiano y original. Y en lo que tiene de cristiano no es original. Y en lo que tiene de original no es cristiano.” Y basta ver ese libro... Cuando lo leí me quedé así... ¡Cómo es posible! O sea, es el manual del perfecto capitalista. Es exactamente la representación de la mentalidad capitalista. “Tú tienes que tener más poder... ser el primero... ser el más fuerte... y así.” No dar a los pobres. Hay que tener coraje de no dar a los pobres. Porque eso les corrompe. Les enseña la pereza. No... hay que exigir. ¡Tiene que trabajar! Si trabajan serán ricos también. O sea, el manual del perfecto capitalista. Yo no sé cómo se ha podido aprobar un libro así. Pero quien tiene mucha plata ahí va conquistando las posiciones.

 

Bueno, y después siguen otros. Ahora estos… El Opus Dei ha logrado elegir dos Papas. Y todo indica que el próximo Papa todavía será hecho por ellos. Entonces porque controlan los cardenales. Y entonces cuando se reúnen los cardenales ya está todo hecho. Ya está todo bien combinado. Así. Y hay una apariencia de elecciones, pero en realidad la elección ya se ha hecho antes...

Participante: ¿No era el Espíritu Santo que mandaba?

José Comblin: El Espíritu Santo… a él lo obligan a quedarse callado. No puede intervenir. Él no puede intervenir. Bueno, esto. Naturalmente no van a permitir que la jerarquía católica entre en una lucha de transformación de la sociedad. Es imposible. Imagínense. Ellos que son justamente una pieza importante dentro del sistema.

 

Y después ahí, los LEGIONARIOS DE CRISTO, entonces que de verdad que han sufrido un poco con los acontecimientos. Pero el Papa nombra a un interventor, el Cardenal interventor, para mantener y rehacer el orden, o sea, solucionar los problemas ahí. Lo primero que hace es confirmar todos los que estaban en la dirección. Confirmar a todos en su puesto. O sea, ¿Cómo van a corregir los errores o los desvíos si son justamente ellos los que participaron? Y ellos que todavía afirman que no sabían nada de la vida privada del fundador. No sabían nada. Trabajaron con él 40 años y no sabían que tenía una familia, que tenía 3 hijos, que practicaba la pedofilia con los alumnos de los seminarios. Entonces todo eso que todo el mundo en México sabía. O sea, cuando visitaba México todo el mundo sabía eso, pero ellos no sabían. Ahora dicen “no sabían, no”. Practicaba la pedofilia con sus mismos hijos. Y tenía una serie de amantes que eran las benefactoras. Y se iba a pasar vacaciones con ellas y todo. Y ellos no sabían nada. Hay que ser realmente muy ciego. ¡Cómo que no sabían! Pero tiene cobertura, o sea, exteriormente hay una investigación. Pero en la práctica ya se ve que la investigación no va a arrojar nada. No va a solucionar nada. Claro que han acumulado un poder financiero tan grande. Se estima que Maciel acumuló una fortuna de 50 mil millones de dólares. O sea, más que Bill Gates. Con eso fundó 9 universidades, sólo en México, 400 colegios, sólo en México. Y todo lo que hay en todos los demás países de América Latina, con una fortuna semejante. Pensar que éstos van a luchar por una transformación de la sociedad… Van a ser justamente los obstáculos, los mayores obstáculos.

 

Bueno, ¿y dónde está el enemigo? ¿Dónde está el enemigo? Bueno, no está lejos de nosotros. Está ahí. Con la protección de la jerarquía eclesiástica. Y saben. Saben. Claro que lo saben. Saben. Pero tienen miedo. Porque claro que el OPUS tiene miedo. Tiene miedo. Es una potencia grande. Un día yo había escrito un artículo sobre la doctrina social de Escrivá. O sea, la “no” doctrina social de Escrivá. Pero ninguna revista católica quiso publicarlo. Miedo. El poder del Opus es tan grande. Entonces, miedo. Pero ahí está el enemigo. Y entonces, bueno, hay que hablar, hay que saber, hay que denunciar. Hay periodistas que ya se dedicaron a desmontar un poco toda la fortuna que tiene y todo ese mecanismo de poder. Ese mecanismo de poder y una falsa espiritualidad, una ficticia. Bueno, ahí está el obstáculo principal. Y es un problema de libertación de los Obispos. Porque ahora viven con miedo. O sea, dominados. Y basta que en el Episcopado haya uno o dos del Opus, practican el chantaje radical y absoluto. Y los otros tienen que quedarse callados para no ser condenados como herejes, como desobedientes al Papa.

Bueno, eso sitúa. Y claro que se trata actualmente en POLÍTICA de buscar una nueva forma de sociedad. Claro. Porque se pueden hacer cambios así pequeños. Pero la finalidad, los partidos políticos, ¿cuántos quieren un cambio de sociedad? Todos tienen la convicción de que es imposible ¿Por qué? Si es un hombre con 40 años, es claro que ése no va a ver la transformación. ¿Cómo va entrar en una lucha por una cosa que no le dará ninguna ventaja? Ninguna posibilidad de participar en el poder. Y sucederá lo que sucedió con un presidente brasileño que fue anterior a Lula: Fernando Henrique Cardoso. Que estuvo en Chile después del golpe militar. Ahí estuvo en Chile. Entonces, yo escuché en aquel tiempo que estaba en Chile autoexiliado. Porque no fue obligado a salir de Brasil. Él escogió. O sea, más prudencia, más prudencia. Y ahí se vino a Chile. Y decía claramente en portugués... eu no agro mau do socialismo O sea, yo quiero el socialismo. Y después se dio cuenta que con el socialismo no alcanzaría el poder. Y lo que quería era el poder. El socialismo sirve, pero en fin... Claro, claro. Pero es más un motivo de propaganda. Pero lo que quería era el poder. Y bueno ¿los políticos profesionales habitualmente qué quieren? Bueno, el poder. Entrar en la máquina del poder. Pero con eso se condenan a trabajar a corto plazo. Es decir, el tiempo en que yo pueda alcanzar el poder.

 

Pero claro que las transformaciones son a más largo plazo. Entonces supone un cambio de mentalidad en el conjunto. Un cambio de mentalidad en el mundo universitario, en el mundo de los trabajadores. Eso no se hace en poco tiempo. Pero si alguien no empieza también no pasa nada. Entonces hay que empezar. Aún sabiendo que con eso yo no voy a lograr ser diputado. O sea, no es mi ambición. Porque a partir del momento de que es su ambición, ahí su ambición está limitada a corto plazo. Pero no, nosotros pensamos en una transformación de la sociedad ¿Perfecta? Seguro que no será perfecta. Pero es una sociedad en la que la conquista del dinero y la creación del dinero no es la finalidad radical. En que todo era subordinado al crecimiento del dinero. Eso no.

 

Entonces, bien. O seguimos la línea del Evangelio. O seguimos la línea de todo el sistema eclesiástico, que es diferente. El sistema eclesiástico defiende la estructura actual. Con palabras bonitas. Sí... claro... en fin... al final aprenden a hablar y aprenden las palabras bonitas. Y si no lo sabe hay un secretario que sabe hacer discursos bonitos. Entonces, eso es a nivel de discurso. Pero en la realidad ¿ se elige la línea evangélica? y ¿con qué filosofía?. Ahí está.

Condenaron el MARXISMO porque Marx negaba la existencia de Dios. Pero negaba la existencia de qué Dios... ¿qué Dios?... Ah... el Dios que se enseñaba en su iglesia luterana era igual al Dios que se enseñaba en las iglesias católicas ¿Y qué Dios era ése? Era el de los filósofos griegos. Y dice... “yo no creo en eso...” “Un Dios así que quiere mantener el sistema actual en nombre del orden. Eso yo no creo que exista. Un personaje semejante”. Bueno, pero todos diríamos “en ese Dios yo tampoco creo”. Tampoco creo. ¿Quién le habría enseñado otra manera?... Bueno, no había nadie. Tal vez algún monje perdido en la montaña y viviendo con la Biblia, al parecer haya sabido. Pero muy pocos, muy pocos estaban dispuestos a conocer realmente el mensaje del Evangelio en forma independiente de la filosofía que habían aprendido en el seminario. O sea, yo personalmente, hace tal vez 30 años o más, que siempre he repetido que hay que suprimir el curso de Filosofía en los seminarios de la Facultad de Teología. Sólo sirve para engañar. No constituye absolutamente ninguna ayuda para comprender mejor el Evangelio. De ninguna manera.

 

Ahora decir, bueno, lean Karl Marx y así usted tendrá un instrumental más eficiente. Pero en aquel tiempo era muy peligroso. Creo que hoy día ya no sería tan peligroso. Pero hay filosofías que ahora están volviendo. Incluso en EE.UU. Entonces a descubrir que todo el sistema está equivocado. Y que no hay manera de corregirlo, de transformarlo completamente. Y creo que volverá. Claro se dice que hubo el fracaso de la Unión Soviética ¿Pero qué fracaso fue ese? Fue el fracaso de las elites. Hacía tiempo que se sabía que los dirigentes del Partido Comunista habían perdido la fe en el marxismo. Y hacía tiempo que se sabía eso. Porque ellos no se interesaban en nada por la clase obrera o por los otros. Querían el poder. Y un poder más grande. Y un poder que fuera superior al poder de EE.UU. Y se dieron cuenta que con su sistema económico y social no podrían sobrepasar a los EE.UU. Que había que buscar el secreto del éxito de la potencia allá en EE.UU.

Bueno. Pero los ciudadanos soviéticos ¿ganaron? Y no ganaron nada. Hicieron recién una investigación en Rumania. Y más de la mitad dice que la vida estaba mucho mejor en tiempos de los comunistas. Para la gente sencilla. Para la gente pobre. Era más sencillo. Ahora hay tanto desempleo. Entonces ahí tantas dificultades de buscar trabajo y tanta corrupción. Entonces estábamos mejor en aquel tiempo. O sea, el fracaso del comunismo real no fue fracaso de los pobres. Fue el fracaso de las elites que no lograron, que no fueron capaces de superar la producción y la riqueza de EE.UU, que era lo que en realidad querían. Pero eso lo ocultaban. Hasta que un día llegó ahí un Gorbachov y tuvo la ilusión de que podía establecer una democracia. Y lo que pasó fue lo previsible. Los jefes del Partido Comunista en todas partes se robaron todo. Se robaron las empresas del Estado. Se robaron el gas. Se robaron el petróleo. Se robaron todo. Provocando una corrupción inmensa que todavía no ha sido vencida, hasta el momento. O sea, mostrando bien que no tenían absolutamente ningún interés por el socialismo. Entonces era interés de poder. Para ellos. Pero los pobres ¿qué ganaron con eso? Ah... no ganaron nada. Entonces mucha cesantía. Dificultad de encontrar trabajo. No ganaron. No ganaron con eso. Entonces ahora podemos examinar eso más tranquilamente. Y entonces buscar una filosofía que nos ayude a entender las categorías bíblicas. Entonces a entender y a expresar. No que haya que copiar. Claro que primero en 200 años el mundo ha cambiado bastante la situación, pero las líneas básicas, las líneas de interpretación de la historia. Líneas de interpretación del mundo. Eso es lo que nosotros necesitamos.

 

Bueno, no creo que en la UNIVERSIDAD CATÓLICA cambien los programas de filosofía a corto plazo, se ve difícil. Y en las otras Universidades Católicas me parece que también será difícil. Pero fuera de las universidades es el lugar de la libertad. Entonces ahí se puede pensar libremente. Los teólogos de la liberación han tenido poca entrada en las Universidades Católicas. O sea, no era su mundo. Y sentían también que venían a contestar y a discutir los fundamentos de la enseñanza que ahí se estaba dando. Pero sí el pensamiento se hace en gran parte fuera de las instituciones. Fuera de las universidades. Y hay gente que entra a la universidad para ganarse un poco de plata, pero su pensamiento está fuera. Entonces su pensamiento está fuera de eso. Yo mismo un día, o sea, me pidieron que fuera a enseñar a la Universidad de Lovaina, en la facultad de Teología. Ahí pensé, consulté un poco y dije... “está bien... con la condición de condensar las clases en un mes...” Ahí voy a aprovechar las vacaciones que hay por aquí y dar un mes de clases. Con eso gano lo suficiente para vivir y no depender de nadie. Y no depender de una diócesis. No depender y así poder estar más libre, más libre. Ahí un día le pregunté a Gustavo Gutiérrez que pensaba... “Está bien, es una solución”. Entonces bueno, uno con eso no gasta mucho tiempo. Es un mes al año. Un tipo de vacaciones. Claro que las clases son un poco condensadas. Naturalmente. Había un mes y había que condensar un semestre. Pero en fin, cuando uno es joven ya puede hacer muchas cosas que después ya no puede. Entonces, eso era para conquistar la libertad. Y hay maneras de conquistar la libertad en eso. Dando una clase aquí, una cosa así, para preservar la libertad de pensamiento. O sea, no tener que entrar en el sistema. En las teorías oficiales. En las doctrinas oficiales.

 

Bueno. Eso no agrada a una parte de la jerarquía que tiene tanto miedo. Pero siempre hay algunos que aceptan. Siempre hay algunos que sí aceptan. Y he encontrado obispos que sí aceptaban. Como era independiente económicamente ahí yo podía escoger yo mismo. Entonces hay otros que no tienen la posibilidad de elección porque tienen que ganarse la vida en una parroquia. Tienen que ganarse la vida en una universidad en tiempo completo y cosas así. Pero el que quiere dedicarse al pensamiento encuentra una salida para poder vivir, para poder sobrevivir. Y entonces bueno, sin nunca alcanzar una riqueza. Para vivir sencillamente y lo suficiente para poder reflexionar. Para poder escribir. Para poder enseñar. Y entonces dar algunos pasos. Algunos pasos en el desarrollo del pensamiento cristiano. Pero el problema político ahora no es el de saber si la derecha va a ganar las próximas elecciones o no. De cualquier manera eso no va a cambiar nada. Entonces, son cosas muy insignificantes. Pero, ¿cuál es la mentalidad que se prepara? O sea, ¿quién está pensando? ¿Quién está pensando en el mundo obrero? ¿Qué están pensando? ¿Qué están imaginando? ¿Qué proyecto tienen para el porvenir? Hay una generación que está proponiendo. ¿Y entre los estudiantes? Entonces dirán… “los estudiantes no se preocupan por política”, pero hay algunos que sí. Hay algunos. No se necesitan tantos. Hay algunos que sí. Y entonces ahí bueno, ¿qué orientación? ¿Cómo? ¿Dónde buscar? Buscar entonces a corto plazo no lleva muy lejos. Es la cuestión de cambiar las aspiraciones, la mentalidad, la apreciación, la forma de cómo se juzga. Entonces, la estructura del sistema actual que se presenta como el único posible. No hay alternativa como decía Margaret Thatcher. No hay alternativa. Eso es. Pero en la historia de la humanidad siempre hay alternativas. O sea, no hay una cosa así obligatoria determinada. Entonces hay leyes de la naturaleza como hay una ley de acontecimiento del planeta. O sea, esas cosas. No hay leyes así. Hay una intervención humana siempre posible. Y que siempre son seres humanos que mantienen, que defienden o que buscan otra cosa.

 

Entonces es la tarea de preparar una generación a largo plazo. O sea, de imaginar, pensar, ver cómo funciona... cómo funciona. Por ejemplo, para terminar, en las últimas elecciones en Brasil. Ahí se notó que la oposición había cambiado el estilo de la CAMPAÑA ELECTORAL, DE PROPAGANDA con relación a los años anteriores. O sea, había una novedad, que era atacar a la candidata personalmente por defectos personales, por cualidades personales. DESTRUIR LA PERSONALIDAD. ¿Programa? No tenían programa ninguno. A partir de la oposición no tenían ningún programa. Y nunca habló de eso porque ya no interesa. Nadie se interesa por el programa. Pero hay que concentrar todo en la persona adversaria. Destruir. Y entonces mostrarla como terrorista, comunista. Porque ella que ha sido elegida perteneció a un movimiento revolucionario en tiempos del golpe militar. Y estuvo en la cárcel encarcelada y torturada durante 3 años. Y entonces, ¿cómo presentan eso? Es una terrorista, comunista. Una mujer que mata. Que quiere matar. Y en el partido tienen como programa la descriminalización del aborto. Ahí sí, es una mujer que quiere matar niños. Quiere matar. ¿Quién va a votar por una persona que quiere matar? Y matar a niños. Inocentes. Entonces, eso es lo peor. Y repetir eso indefinidamente. Constantemente. Durante un mes, durante dos meses. Repetir ese tipo de acusaciones que son justamente para destruir la personalidad.

Bueno, después se descubrió que esa manera de actuar viene de los EE.UU. Hay organizaciones especializadas en sicología electoral, entonces, que han estudiado como es que se gana una elección. Como es que un candidato puede ganar. Eso a partir de una sicología así vulgar. En consecuencia la sicología de la gente más sensible y poco acostumbrada a pensar. Porque con el sistema de televisión ya no se piensa, pero sí imágenes. Ahí se muestra a una mujer matando hijos. Esa es la candidata. Entonces ahí, esa es la manera de impresionar, de dar miedo. Entonces, eso se enseña desde los EE.UU. En Chile creo que todavía no había..., no aplicaban ese método, pero van a aprender rápidamente de cómo hacerlo. O puede ser que algunos partidos no quieran. Quien tiene sentimiento de vergüenza no querrá adoptar esa modalidad. Pero cuando se quiere el poder al final se llega a aceptar cualquier cosa. Entonces, alguna cosa que les garantice el poder.

 

Bien... Y ya he hablado demasiado... A lo mejor ya están cansados...

 

Asistente: Abrimos un poquito el debate...?

 

José Comblin: Sí.

 

Asistente: Bueno... les damos la palabra para hacer comentarios, preguntas... Vamos a recoger varias preguntas, primero... comentarios...

 

José Comblin: Ahora si alguien hace pregunta, se acuerda que soy medio sordo. Entonces que diga fuerte o que una persona interprete... lo que se dice.

 

Asistente: Sí... adelante...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(III PARTE: FORO - Leyes naturales, Inferioridad de la mujer. Esclavitud.Afiliación a partido político o a asociación internacional. Asociación entre cristianos y marxistas. Decadencia a otro mundo “aún más materialista”. Cristianos en Asia (China, Corea, Vietnam, etc.). Crear un modo de vida comunitario. En organización de ciudadanos, educación, empresa, medios de comunicación controlados por la comunidad. Teología de la Liberación, hoy. Crisis. Futuro en las mujeres. Trinidad y resurrección de Cristo hoy. Rechazo del sacerdocio. Reino de Dios.) (Págs. 17-24.)

 

Participante: Usted habló de una contraposición de las categorías griegas y evangélicas. Donde las griegas eran estáticas y la lectura evangélica, las categorías evangélicas, eran movimiento. Este movimiento lo podríamos entender como un movimiento absoluto que nos lleve a desnaturalizar lo que se nos presenta como natural. Es decir, los roles de la mujer, por ejemplo, lo que a veces se nos presentan como naturales, la madre. O como usted decía: el esclavo en esta dialéctica, donde hay categorías o personas que tienen que estar en constante sumisión. En el fondo, ¿todo esto nos llevaría a apegarnos a una Ley Natural y un rol natural en la humanidad? Esa duda para ver si se puede leer el Evangelio desde esa óptica de la desnaturalización...

 

José Comblin: Así con la cuestión “hombre – mujer...” Entonces la Iglesia siempre se ha opuesto a los movimientos feministas como ustedes saben... Ahora, ¿por qué? Porque en la filosofía griega la mujer no es plenamente humana. O sea, es una especie inferior. Porque está demasiado viviendo la sexualidad. Por la maternidad. La maternidad la preocupa de tal modo, de tal manera que no tiene capacidad mental superior. Entonces la mujer digamos sería como 25% de valor intelectual. Eso dijo santo Tomás de Aquino. Eso dijeron los grandes teólogos medievales. Porque lo copiaron de Aristóteles. Y permaneció siempre. O sea, la idea de que la mujer es intelectualmente inferior porque es demasiado limitada en la sexualidad. Claro que... bueno, esa es la idea de los hombres, o sea, que imaginan que las mujeres son más prisioneras de la sexualidad porque ellos mismos son más prisioneros de la sexualidad. Pero acusan a las mujeres de que ellas tienen la causa. Ellas son la causa de que ellos tienen tanta preocupación sexual. Es decir, eso se enseñó. Eso se enseñó. Y entró en la mentalidad.

 

Bien. Ahí se diría... ven... tantas cosas que en Aristóteles son de tipo semejante. Entonces, justifica la esclavitud. Justifica un montón de cosas. Y que fueron aceptados por ingenuidad o no se qué. O les parecía algo evidente a los teólogos del siglo XIII y los siguientes. Pero ahora estamos todos invitados a denunciar a ese movimiento filosófico. Y entonces tomar en cuenta lo que dicen las ciencias humanas. Lo que dicen ahora los estudios de hecho de los últimos siglos. Yo siempre había propuesto en lugar de enseñar filosofía ¿por qué no dedican dos años a las ciencias humanas…? Ahí por lo menos dar una introducción grande, importante. Por lo menos ayudaría a comprender el mundo actual. En cuanto a la lectura de los filósofos del siglo XIII, no ayuda a comprender el mundo actual. Y entonces no es una buena preparación.

 

Participante: ¿Usted cree que un cristiano, es conveniente, que se afilie a un partido político, sabiendo en el fondo que la estructura de la política obedece justamente a una búsqueda del poder? Yo he tenido conversaciones con mi hijo y de repente me ha dicho: “Papá, por ejemplo, entrar a un partido que ha tenido la arrogancia de llamarse demócrata y además el pecado de querer llamarse cristiano y actuar como actúan. Es decir, yo no puedo afiliarme a un partido de ese tipo”. Entonces ¿cuál es la posibilidad que tiene ese joven, no es cierto, para poder actuar y poder cambiar el mundo?

 

José Comblin: Ah..., pero hay tantas organizaciones, asociaciones de lucha en el mundo por un mundo nuevo. O en materia económica, en materia ambiental, en materia de lucha por los derechos humanos. O sea, hay un montón de asociaciones que no tienen por finalidad la conquista del gobierno. Y entonces ahí hay un mundo amplio. Entonces internacional. Porque las soluciones serán también internacionales. Entonces que un sólo país pueda subsistir... Ahí se ve toda la dificultad que tiene Cuba actualmente. Porque aislado sin poder contar con colaboración, aunque tenga a Venezuela, que es un milagro que ha aparecido para ellos: Hugo Chávez. Pero hay un montón de organizaciones, justamente, internacionales, mundiales, que trabajan en un sector del mundo nuevo. Y actualmente creo que tienen más acogida, para muchos jóvenes, que los partidos políticos que se han mostrado demasiado obligados a la conquista del poder. Y de un poder que no cambia nada. Entonces, a largo plazo son movimientos internacionales que van a actuar más.

 

Participante: Mi pregunta tiene un carácter histórico también. Y tiene que ver con esa vuelta a la lectura de Marx que se anunció en un principio. O sea, por ejemplo aquí en Chile, a mediados de los 60s y principios de los 70s durante el gobierno de Allende, con mucha fuerza se dio una asociación entre cristianos y marxistas, que se manifestó concretamente en partidos y movimientos políticos. Yo he visto a través de las pocas lecturas que he realizado durante este trayecto que esas asociaciones entre cristianos y marxistas fue sólo de ida en el cristianismo como... sinceramente... yo veo una sinceridad en ese diálogo. No así, por ejemplo, y lo digo desde mi posición de izquierda también, no así desde el marxismo que, en muchos casos, vio esta relación como una oportunidad para fortalecer el movimiento de masas y la lucha revolucionaria. Pero no reconociendo sinceramente las luchas de los cristianos. Bajo ese sentido, por ejemplo, Fidel Castro en su visita aquí a Chile le dijo a los 80 sacerdotes del movimiento cristianos por el socialismo... “que la lucha por la revolución entre cristianos y socialistas tenía que establecer una relación estratégica y no táctica...” como se había dado esta relación. ¿Cómo cree usted que se tiene que dar esta relación, entonces, entre cristianismo y marxismo en base a esa experiencia histórica pasada?

 

José Comblin: Bueno. El mundo ha cambiado desde entonces. Y los partidos de aquel tiempo respondían a toda una historia de evolución de movimientos que se decían marxistas y que en gran parte no lo eran. O sea, tenían una cierta tradición de fidelidad a un programa y así, pero que no tenían una reflexión marxista muy profunda. Entonces era como la manera de oponerse al sistema establecido. En una forma que difícilmente respondía a las condiciones históricas. Entonces en aquel tiempo hubo el fenómeno de Cuba. Y entonces lograron algunas decenas de personas conquistar el poder en un país. Pero las circunstancias eran tan específicas, que un modelo así no podía reproducirse. Pero entonces, aún en Cuba la mayoría de los católicos pertenecientes a las clases más importantes huyeron. Se fueron a Miami. Con la idea de que en un mes más nosotros volvemos y vamos a reconquistar la isla con la ayuda norteamericana. En eso se equivocaron. Y hasta ahora no han podido hacerlo. Pero para el sistema de Cuba fue muy útil. Porque 1 millón de cristianos opuestos al régimen se fueron y no lograron volver. Y se les dio una tranquilidad entonces más grande. Y entonces quedaron pocos. De los sacerdotes la gran mayoría huyeron. Se fueron. Dejaron Cuba sencillamente. Pero si hubiera habido un movimiento cristiano inspirado en una filosofía marxista habrían tenido una actitud diferente. No habrían huido. No habrían luchado en contra. Habrían buscado una forma de entendimiento. Y entonces quién sabe lo que habría sucedido…

 

Ahora en los otros países no había condiciones para una cosa semejante. Entonces ahí no había. El golpe militar era inevitable. Porque estaba decidido EE.UU. Y el poder americano era naturalmente indiscutible en aquel tiempo. Pero las circunstancias de aquel tiempo... hoy es diferente... hoy es diferente. E incluso el capitalismo de hoy es bien diferente del capitalismo de aquel tiempo. No había el predominio tan grande del sistema financiero. O sea, el dinero servía para producir. Hoy día no sirve para producir. Sirve para producir más dinero. Para hacer más dinero. Para poner el juego de la especulación. Aumentar la fortuna. O sea, una pequeña parte del capital se va a la producción. El 80 % o más se va a la especulación. Y esto entonces desvía la mayor parte de los recursos mundiales para un juego especulativo.

 

Bueno, ese es el problema. Y han resistido la crisis. Y han logrado colocar todo el estado al servicio de sus intereses en esa crisis. En la próxima, ¿será que todavía se va a salvar todo el sistema financiero como lo hicieron? Bueno, esos son los problemas que hay hoy. Son de nivel internacional. Son de nivel mundial. Y LOS ENEMIGOS NO SON LOS PRODUCTORES. NO SON LAS EMPRESAS. PERO ES EL CAPITAL FINANCIERO. ES TODO ESE JUEGO QUE PRODUCE Y CONCENTRA FORTUNAS INMENSAS, PERO QUE SON FICTICIAS. QUE SON EL RESULTADO DE UNA ESPECULACIÓN. O sea, hay que rehacerlo. Y partir de las fuentes filosóficas. O sea, no de toda la historia de la reinterpretación juvenil, que es la reinterpretación después de una serie de otros autores. Que eso es del pasado... es del pasado. Pero hay que estudiar justamente cómo es la situación actual. Cómo y cuál es el capitalismo actual. Cuáles son sus debilidades. Cuáles son sus enemigos y sus adversarios. Y entonces para orientarse en medio de eso. O sea, lo que se pensaba hace unos 30 años ya no sirve. Es algo que la situación ha cambiado de tal modo que eso ya no vale. E incluso ya entre los cristianos hay gente, hay algunos que se han hecho más autónomos o más independientes. O sea, el poder de dominación de la jerarquía no es tan radical, no es tan fuerte. O sea, no son obedecidos en forma tan ciega como antes. Entonces, si en aquel tiempo se condenaba a la gente que pertenece al partido marxista. Hoy día ya no se haría así. No hay condición para hacerlo de esa forma.

 

Asistente: Bien, vamos a dar la última palabra... por favor...

 

Participante: Esta presentación suya era en torno a la fe y política. Y ciertamente que pensando en la política como el camino para iniciar desde el punto de vista de los cristianos, cierto, para iniciar las transformaciones y que hasta ahí coincidimos plenamente con lo que usted ha definido que era el propósito divino, el propósito de Jesús, cierto, esto de creer en el cambio. Y la cuestión ha sido históricamente el método. De cómo alcanzamos ese cambio. Entonces usted dice que ya desde el tiempo de Cristo se producía esta oposición tremenda entre los que tienen el poder o todo el poder versus el raciocinio, la aproximación de Cristo, el método de Cristo que es mediante el amor. Sin poder alguno. Usted mismo lo ha dicho. Sin las armas. Sin el apoyo de los medios de comunicación. Sin los recursos del dinero. Y eso a dos mil años después lo vemos, para decirlo crudamente, que es como escribir el teorema de la imposibilidad. Y claro, no sólo porque no tiene un poder, una influencia para lograr, no es cierto, estar en una posición que pueda inducir las transformaciones. Sino que la enorme proporción de cristianos que igualmente han pensado, y han aspirado, que luchan toda una vida para alcanzar el poder. Y que el poder los transforma a ellos. Y claro, una vez que llegan al poder tienen que seguir luchando para conservar el poder. Y se olvidaron de todas las transformaciones. Entonces, ¿cuál es el camino? ¿Cuál es la forma? Y sobre todo en los tiempos que estamos viviendo. Usted ha dicho, bueno, que el mundo no sólo estuvo, está y seguirá cambiando, pero va cambiando cada vez más. Ahora que estamos, como muchos ya nos anticipan, en el cambio de época en que estamos pasando a un mundo materialista distinto al materialismo que usted señaló. No, este es un materialismo concreto. Lo mío es mío y lo tuyo es mío también. Entonces, y que va pasando de occidente, en paulatina o progresiva decadencia hacia otro mundo que es aún más materialista y menos espiritual.

 

José Comblin: Si, pero en China actualmente se estima que hay 130 millones de cristianos que han vivido 30 años de persecución. 30 a 40 años tremendos en la cárcel, vigilados. Controlados. Y 130 millones, el 10% de la población. Es lo que había de cristianos cuando Constantino quiso convertir la Iglesia al Imperio. O sea, es una proporción importante. Y hasta ahora no han tenido una expresión social. Porque una pequeña minoría no tiene el poder intelectual para imaginar algo y no tiene la posibilidad de unirse, de juntarse. Pero es una fuerza. Se cree que el futuro del cristianismo está en China, Corea, Vietnam, Filipinas e incluso Indonesia, que es inmensamente musulmana. Pero los cristianos que hay ahí son cristianos muy decididos. Y después también en África negra. Entonces, cuando yo voy a Bruselas, ahí la parroquia grande en que mucha gente va a misa son los africanos. O sea, los fieles a la fe son los africanos. Aunque estén en un mundo diferente y todo, pero eso está en su alma más profundamente mientras los blancos abandonan progresivamente. Pero entonces la cuestión es crear un modo de vivir comunitario en que no exista un poder que todo lo domina.

 

Bueno, el ideal democrático que sea la organización de los ciudadanos. Y que se supone que haya un número suficiente de ciudadanos conscientes, de una responsabilidad social. Y entonces organizados. Organizando partes comunitarias de la vida. Por ejemplo, luchando para que la educación sea de una manera diferente. No así de la manera escolar que los niños de hoy día ya no aceptan. O sea, otros métodos de educación que humanizan. Y actualmente la educación, los programas de educación no humanizan. No preparan para la vida. Eso hay que pensarlo y pensarlo en comunidades. Hacer una experiencia en un municipio. De un sistema de enseñanza diferente en la que hay colaboración de toda la población. Y en que se enseña a vivir. Por ejemplo, a vivir comunitariamente. A estar juntos. A pensar juntos. A trabajar juntos. Y entonces, en el que lo humano sea el centro de la educación y no la entrada en el mundo económico en el cual sólo se enseña lo que es necesario para que la minoría indispensable sea capaz de cumplir las funciones técnicas en las empresas. ¿Y los demás? Bueno, los demás, los que no logran las mejores notas en matemáticas o en ciencia, bueno, no importa. Son abandonados así sin nada. O sea, esa es una de las expresiones. Una forma de educación que prepare para una vida comunitaria. De tal modo que después cuando entran en el mundo de la economía ya no aguantan más la estructura de la empresa.

 

O sea, hay que cambiar la estructura de la empresa. De la repartición. ¿Quién decide? ¿Y decide en función de qué? ¿Del mayor lucro posible? Entonces, ahí cuando habían las comunas medievales era prohibido para una empresa ganar más que lo definido. O sea, ningún comerciante podía ganar más que otro. Hay un límite. Hay un rendimiento límite. Actualmente hay un sueldo mínimo. Debía haber un sueldo máximo. O sea, que nadie pueda ganar más que determinado total. Eso se puede articular. Luchar progresivamente en los diversos sectores de la vida. Y ello supone una minoría fuerte, consciente, decidida a luchar para eso. Entonces, a asumir la cuestión de la educación. Aunque sea un municipio pobre, digamos. A asumir la cuestión de la educación. Un nuevo pensamiento. Y ahí un día establecer otro sistema. Y como decía el ministro de educación... “nosotros lo hacemos así. Ustedes tienen que aceptarlo. ¿Y si funciona’? Bueno... aceptarán.” Otros van a imitar en los diversos sectores de la vida.

 

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. O sea, que sean dominados por algunos grupos. Algunos grupos económicos. Es inconcebible. O sea, porque al final son ellos los que forman toda la mentalidad del pueblo. Y que eso se haga por gente que busca intereses económicos… Y actualmente se acepta como normal, como normal. Pero esos DEBIERAN ESTAR EN MANOS DE LA COMUNIDAD. Entonces, que la comunidad pueda escoger los responsables y que pueda participar de las grandes opciones, de las grandes decisiones. De tal modo que se pueda preparar programas no en función del rendimiento económico. Porque claro, si la finalidad es tener más audiencia que el otro, claro que van a escoger lo peor. Entonces, lo que atrae más inmediatamente. Lo que suscita el interés más inmediato. Pero es un sistema absurdo. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué el que tiene más audiencia sería mejor que el otro? ¿Y por qué sería el criterio? ¿Por qué ése tiene que ser el criterio? Ah... debe haber otros tipos de criterio. O sea, en el mundo actual, bueno, el caminar para que sea la comunidad que pueda controlar. Que pueda orientar. Y que no se concentre todo el poder. En Brasil todo el sistema de comunicación está en manos de 4 familias. Que son naturalmente ultra conservadoras. Que representan las elites.

 

Bueno. Estos hicieron campaña contra Lula durante 8 años. Sistemáticamente. Todos los días. Pero no les resultó. No les resultó. Entonces, ¿por qué? Bueno, porque Lula tiene un carisma tan fuerte. Y porque también supo dar a los más pobres. Un paso. Un paso. De tal modo que no lo lograron. Pero ahora van a atacar a la presidenta. Eso van a tener que aguantar 4 años y tal vez 8 años de persecución sistemática, entonces, todo. Deformando todo lo que hacen. Pero es por ahí. Y entonces los partidos políticos no parecen buscar mucho. En otros tiempos habían partidos políticos que tenían programas. Pero hoy día siempre menos programas. Y siempre más la conquista del poder, ganar las elecciones. Ganar las elecciones. Y un diputado, renovar su mandato. Renovar. Y va a ser diputado a fin de este año, 30 años, sin haber adquirido nuevas cualidades nuevos conocimientos y así. Pero se transforma en una carrera. No es una representación popular. Es una función. Una carrera que como otros médicos, abogados, diputado o senador. Eso deforma completamente... con ese sistema no se podrá alcanzar mucho. Pero trabajando a nivel de comunidades… De transformar. De aumentar, de crecer. Es más difícil. No da mucha satisfacción. Así, es claro. Es claro. Es más difícil. Pero para un cristiano... para un cristiano es una cosa que se puede responder al evangelio más que la conquista de un poder.

 

Asistente: Gracias padre. Bueno, estamos por un tema de tiempo también. Había pedido la palabra usted...

 

Participante: Puedo preguntar una cosita... Hace un tiempo atrás, en los años 80. Una explosión, digamos, en nuestra Iglesia católica. Fue la TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN. Hoy en día, me gustaría saber de su boca... ¿Qué nuevas generaciones están contribuyendo con esta Teología debido a que cuando uno trata de investigar aparecen los mismos, José Comblin, Gustavo Gutiérrez, los hermanos Boff. Pero no aparece una nueva generación que recuerde que esta Teología es un Teología que también dignifica tanto el sistema católico como al protestante. Entonces mi pregunta es... ¿En qué está en este minuto la Teología de Liberación?

 

José Comblin: Entonces, el promedio de edad de los Teólogos de la liberación es de 80 años. Es el promedio. No hay otra generación. No la hay porque la jerarquía no quiso. Y entonces, es mandar a estudiar en Roma. Pero en Roma no hay ejercicio intelectual. Aprenden la verdad. O sea, aprenden el sistema y después repiten el sistema indefinidamente. Y entonces, eso es un resultado de una política eclesiástica. Y se creó con eso un clero ajeno. A ese tipo de preocupación. De tal modo que en el porvenir eso debe salir de los laicos. Inevitablemente son los únicos. No se puede pensar que en el clero va a aparecer de repente algo nuevo. De ahí no se puede esperar. Pero laicos, mujeres u hombres. Actualmente hay más MUJERES estudiando teología. Así son, tal vez, más desinteresadas de ganar plata ahí directamente. Entonces, más desinteresadas hay más. Y entonces de ahí... de ahí deben salir... de ahí deben salir... hay... Entonces en los últimos tiempos, en las últimas semanas he encontrado 3 jóvenes que estudian o que están enseñando teología. Y que tienen un valor intelectual grande. O sea, tal vez más mujeres porque, digamos se dedican más al estudio. O sea, para los hombres hoy día es diferente. Hay más mujeres en las universidades que hombres. Entonces porque hay muchos... muchos varones que ya no son tan superiores. Muchos son ya deformados. Deformados por el consumismo. Deformados por la ambición. Son deformados. Y entonces, ellas hacen estudios gratuitos. Porque estudiar Teología es un estudio gratuito o casi. O casi, que no va a dar riqueza. De ninguna manera. Entonces, se pueden encontrar más fácilmente entre las mujeres personas que se dediquen, que se sacrifiquen. En cuanto al nivel intelectual ya no pensamos como Aristóteles. El nivel intelectual es igual, naturalmente.

 

Participante: Yo quería hacerle una consulta... ¿Cuándo sale editado el segundo libro? Porque ya tenemos el primero. Y quisiera saber si usted cree en la Trinidad. Si cree en la resurrección de Cristo. Y si cree en los milagros de Cristo.

 

José Comblin: Claro... claro... claro. Eso... La RESURRECCIÓN DE CRISTO es justamente la resurrección del hombre nuevo. O sea, es así. Se ofrece el modelo de la nueva humanidad. Entonces, es la aprobación dada por Dios a la vida de Jesús. Esto es... (toca la mesa) Esto es. Y esto tiene la inmortalidad. Entonces, y los que siguen ese camino van a resucitar... van a resucitar. Porque ese es el camino de la vida. Entonces, es la aprobación. O sea, Dios sí confirma. Ahora sí es el hombre definitivo. El que había sido pensado en la creación. En cuanto a la TRINIDAD. Creo en el Padre. No en el Dios de Aristóteles. Pero el Dios que es el Padre. Y que tiene compasión. Que perdona. Que busca a los más abandonados. Y entonces, en ese Dios que es el Padre. Y Jesucristo... creo en Jesucristo porque bueno... da la vida. Justamente. Y en el Espíritu Santo. Creo que está ahí justamente para permitir que seamos capaces de entender el evangelio de Jesucristo. Ahora... Ahora. No entenderlo como un documento histórico del pasado. Pero el significado que tiene ahora. ¿Qué significa? ¿Qué es? Esas parábolas ¿Qué es? ¿Qué significan ahora en la situación actual? Porque tienen un mensaje diferente para cada época de la historia. Y entonces hay que interpretar ahora... En el momento en que estamos viviendo. ¿Qué significa? ¿Qué significa esa palabra? ¿Qué significa ese gesto? ¿Esa manera de actuar de Jesús? Entonces, su RECHAZO DEL SACERDOCIO, por ejemplo. Y después en la iglesia volvieron a crear sacerdotes. Sin fundamento. Por circunstancias históricas. ¿Y ahora qué? Bueno, en el porvenir habrá que suprimir los sacerdotes (risas). O sea, la comunidad cristiana no necesita personas consagradas. Superiores. Que sean más sagrados que otros. No. Son todos iguales. Jesús jamás pensó que habría categorías. Son todos iguales. Pero hay gente que tiene que reunir. Que presidir la reunión. Hay gente para organizar. Pero eso no supone una consagración. Una persona aparte de los demás. El único que puede entrar en el santuario ahí. El único que puede tocar las hostias. Entonces, como durante todos los tiempos. O sea, eso debe desaparecer. Entonces, bueno... hay que decirlo. No se justifica a partir del evangelio. Y hoy día en la sociedad actual no responde a nada. O sea, una persona consagrada... ¿Qué valor tiene eso? ¿Qué significa para la gente? ¿Qué significa? Nada... No entienden... No entienden. Entonces, uno que está separado de los demás. Porque ahora ha recibido una unción, hicieron gestos, hicieron imposición y por eso ya es una persona diferente. Esas son cosas que se hacen incomprensibles hoy día. Ahora, ¿cuánto tiempo va a durar? Quién sabe. Capaz que se desprestigie más rápido de lo que se piensa. Entonces, eso es bien posible. Bueno...

Participante: Finalmente. Necesito saber... La última pregunta. ¿Qué es el reino de Dios? ¿Qué es el REINO DE DIOS? Por favor...

 

José Comblin: Entonces. Claro. ¿Qué es reinar en la Biblia? Reinar es luchar contra los dominadores para salvar a los pobres. Eso es lo que justifica la autoridad. El papel de la autoridad es luchar contra los poderosos para salvar a los dominados. Salmo 72. Entonces ahí el papel del rey está claramente. Y el reino de Dios es que Dios viene a hacer eso. Y ahora Dios está comenzando a hacer eso. Luchar contra los dominadores. Contra los poderosos. Y levantar a los oprimidos. A los rechazados. Entonces eso es el Reino de Dios.

(aplausos).

 

Charla – Foro realizada en Centro Ecumènico Diego de Medellìn.

Santiago – Chile, 02.12.2010

  • Transcriptor : Enrique Orellana Miranda

  • Editor (N.T.) : Enrique A. Orellana F.

 

Difusión patrocinada por:

Cuadernos Opciòn Por Los Pobres-Chile

Movimiento TeologìaS de la Liberaciòn

Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com

 

Murió José Comblín, Gran Teólogo de la Liberación

Muere en Brasil el sacerdote belga y teólogo de la Liberación José Comblin

 

 
El sacerdote belga José Comblin, uno de los más importantes representantes de la Teología de la Liberación y que llegó a ser expulsado de Chile y de Brasil por sus ideas, murió hoy a los 88 años en la ciudad brasileña de Simoes Filho de causas naturales, informaron fuentes eclesiásticas.

Comblin, un estudioso de la Iglesia de América Latina y autor de obras como "Teología de la Liberación", "Teología de la Azada" e "Ideología da Seguridad Nacional", murió en la pequeña ciudad de Simoes Filho, en el estado de Bahía (nordeste) y a donde había acudido para dar un curso a comunidades de base.

El sacerdote, que tenía problemas cardíacos y usaba marcapasos, fue encontrado muerto en el cuarto en el que estaba alojado por otros religiosos que lo esperaban para la oración matinal y que extrañaron su demora.

El cuerpo del religioso belga será velado hoy en la ciudad de Salvador, capital regional y próxima a Simoes Filho, y sepultado en una pequeña población del empobrecido estado brasileño de Paraíba según sus deseos, dijeron a Efe voceros de la Archidiócesis de Barra, también en el estado de Bahía y en donde residía.

Comblin fue uno de los seguidores y principales asesores del obispo brasileño Hélder Cámara, el defensor de los derechos humanos y de la opción de la Iglesia por los pobres que llegó a ser conocido durante la dictadura brasileña como el "obispo rojo".

Además de especializarse en estudios sobre la Iglesia latinoamericana, el religioso belga contribuyó en la construcción de la Teología de la Liberación, especialmente de la dirigida a los agricultores pobres y a los habitantes de comunidades rurales.

Comblin, que nació en Bruselas el 22 de marzo de 1923, fue ordenado como sacerdote en 1947 y se graduó como doctor en Teología en la Universidad Católica de Louvain.

El religioso llegó por primera vez a Brasil en 1958 para atender la petición del papa Pío XII para que los sacerdotes europeos actuasen como misioneros voluntarios en regiones con falta de sacerdotes.

Se estableció inicialmente en Campinas, en el interior del estado de Sao Paulo en donde sirvió como profesor y se acercó a la Juventud Obrera Católica, para la que trabajó como asesor.

En Sao Paulo, en donde permaneció hasta 1962 antes de viajar a Chile, fue profesor en la Escuela Teológica de los Dominicos de frailes que se destacarían después como teólogos de la liberación y en la resistencia a la dictadura brasileña, entre los cuales Frei Betto y Frei Tito.

Tras tres años dando clases en la Facultad de Teología de Chile, regresó a Brasil en 1965 al recibir una invitación de Hélder Cámara, entonces obispo de Recife, para desempeñarse como profesor en el Instituto de Teología de Recife.

Sus obras polémicas y su trabajo con los teólogos de la liberación lo convirtieron en blanco del régimen militar brasileño, que ordenó su arresto y deportación en 1971.

Vivió durante 8 años como exiliado en Chile en donde ayudó a crear un seminario rural en Talca, pero, tras la publicación de un libro sobre la ideología de la seguridad nacional, fue expulsado por el régimen de Augusto Pinochet en 1978.

El sacerdote belga regresó entonces a Brasil para trabajar en el estado de Paraíba, en donde fundó un seminario rural, pero, como ingresó al país con una visa de turista, fue obligado a viajar cada tres meses al exterior para renovar la autorización.

Su situación legal apenas fue regularizada tras la ley de amnistía de 1979.

Además de sus obras teológicas y de los seminarios que ayudó a fundar, Comblin también creó varios movimientos para laicos, como Misioneros del Campo y Misioneros del Medio Popular.

La Iglesia Católica No Ha Cambiado Nada, José Comblin

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José Comblin    

 

 

  “¿La Iglesia se moderniza o los acontecimientos del       

           mundo la obligan a no eludir ciertos temas?”

Entrevista a José Comblin en Radio Bío-Bío, por Nibaldo Mosciatti (11.12.10) Santiago - Chile

 

Nibaldo Mosciatti:

 Hace unos días la Iglesia, la Iglesia Católica chilena, pidió perdón. Sin ser muy explícita se refirió, por ejemplo, a los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes contra menores. También, hace no mucho, salió publicado un libro que es una larga entrevista al Papa Benedicto XVI. Allí, por ejemplo, el Papa, entre otras, cosas aprobó en condiciones excepcionales el uso del condón. Y uno se pregunta si es que la Iglesia Católica se está modernizando o si son los acontecimientos del mundo la que la obligan a no eludir ciertos aspectos de la realidad. Y para mayor precisión, ¿de qué hablamos cuando hablamos de la Iglesia Católica? En realidad estamos hablando de la jerarquía de esa Iglesia. Porque dice la doctrina, la Iglesia es la comunidad de todos los fieles. Y muchas veces lo que dice la jerarquía no interpreta necesariamente a los fieles, porque ustedes saben que en la Iglesia no hay un sistema de representatividad democrático. Bueno, para hablar de Iglesia, de Iglesia Católica, hoy día hemos invitado a un personaje muy particular. Es un hombre de Iglesia, pero que habla con bastante libertad. Libertad incluso de la jerarquía. Se trata del sacerdote José Comblin. ¿Quién es él? Bueno, él es belga, se ordenó como presbítero el año 1950. Se doctoró en Teología en la Universidad de Lovaina. El año 1958 se instaló en la Universidad Católica de Campiña en Brasil. Desde 1962 a 1965 fue profesor de la facultad de Teología en la Universidad Católica de Santiago en nuestro país (Chile). Regresó a Brasil. Fue allí discípulo del obispo Helder Cámara. Fue expulsado de ese país el año 1972. Se le consideraba subversivo. Se instaló por lo tanto en Chile, en Talca, el año 1972 hasta 1980, colaborando por ejemplo con la Vicaría de la Solidaridad. Y de nuestro país el año 1980 fue expulsado por la dictadura militar. Bueno, como teólogo ha publicado numerosos artículos, libros. Ha colaborado también a las conferencias de obispos de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida. O sea, José Comblin sabe de Obispos y sabe de Iglesia. De eso vamos a hablar con él. José, buenas tardes.

José Comblin: Muy bien, gracias.

Nibaldo Mosciatti: Gracias por concedernos esta entrevista. Y lo primero que le quería preguntar... Es todo el revuelo que se ha generado por esta entrevista al Papa Benedicto XVI. Su primera impresión, ¿Hay grandes novedades en esta entrevista?

José Comblin: Bueno, parece que es como... un ensayo, una tentativa, ver como serán las reacciones, pero...

Nibaldo Mosciatti: No hay nada nuevo doctrinalmente... 

José Comblin: No he visto nada que fuera así tan novedoso.

Nibaldo Mosciatti: Y a su juicio, ¿la Iglesia Católica requiere cambios novedosos hoy día?

José Comblin: Ohh! Requiere tantos cambios que se piensa que son en 500 años. Porque hay que cambiarlo todo. Así. Todo el sistema jerárquico. La misión del Papa. La función de los obispos. La participación de todo el pueblo cristiano en una organización democrática. Los sacramentos todos tienen que cambiar.  O sea, el cambio radical. Porque todo eso se construyo en la edad media. Y desde la edad media la situación cultural ha cambiado mucho. Lo que es más de la vida práctica de la Iglesia, del culto, de la doctrina. Todo eso se ha creado en la historia, no viene desde los orígenes de la Iglesia. No es lo que Jesús había pensado.

Nibaldo Mosciatti: Usted dice que la estructura de la Iglesia se construyò durante la historia, ¿y no es lo que Jesús quiso implementar?

 José Comblin: No es lo que Jesús pensaba. Él no pensaba, no había definido ninguna forma de organización. Ninguna forma de culto. Ninguna forma de ministerio. Eso nada más. Ha enviado 12 misioneros para anunciar la buena nueva, pero no para organizar comunidades, para organizar, eso no... Un misionero itinerante que va anunciando la buena nueva y todo lo demás es construcción histórica. Entonces, todo lo que es construcción histórica puede ser desconstruido para reconstruir otra cosa.

Nibaldo Mosciatti: O sea, por lo tanto, podría no haber sacerdotes...

José Comblin: Ah... claro que Jesús nunca pensó en sacerdotes. Incluso la palabra sacerdote ya se ha abandonado del Concilio Vaticano II. Se dice presbítero. Para quitar la sacralización que justamente le han dado mucha importancia en la edad media, en la edad moderna, a la sacralización de los llamados sacerdotes. Ahora se dice presbítero para desacralizar un poco o quitar un poco ese aspecto de la doctrina antigua tan superada por las circunstancias, por la cultura actual.

Nibaldo Mosciatti: Y por lo tanto uno podría decir que los presbíteros si no son algo de dogma, por así decirlo, que no es parte de la enseñanza a su juicio de Jesucristo. Podrían existir o no existir y, por lo tanto, podrían estar casados o no.

José Comblin: Ah… claro, claro. Incluso hay un escrito del Papa actual en el que piensa “el futuro” de la Iglesia. Y dice “el futuro” de la Iglesia será una multiplicidad de pequeñas comunidades. Entonces, todo lo grandioso va a desaparecer, va a caer. Pero pequeñas comunidades dirigidas por animadores, dirigentes que serán gente que hace su trabajo profesional, que tiene una vida normal, una vida casada, normal. Y podrá haber algunos dedicados al tiempo completo, entonces ahí puede ser también soltero. Eso es la visión que el Papa escribió.

Nibaldo Mosciatti: Pero quizás este arrepentido ahora...

José Comblin: A lo mejor... a lo mejor. Entonces cree que hoy día no conviene en la posición que ocupa, que no conviene repetir esas cosas. Pero eso claro que es a largo plazo. Pero que el porvenir va en esa dirección. Entonces, todo lo que recuerda la majestad del pastor, las grandes ceremonias, en fin todo lo que muestra la televisión, eso es tan arqueológico, es una cosa folclórica, una cosa del pasado que no significa nada para la nueva generación. No les dice nada. Porque la cultura ha cambiado tanto y está cambiando de tal manera que, bueno, esas cosas, que además, lo abandonan progresivamente. La participación de los católicos en todo el culto. El sacramento está disminuyendo rápidamente. Y en gran parte el éxito de los evangélicos viene justamente que han simplificado mucho. Y entonces, es más comprensible para la cultura popular actual.

Nibaldo Mosciatti: Justamente en relación con la última conferencia hay un texto de él donde habla, por ejemplo, porque hablábamos recién del Papa Benedicto XVI. El Papa Benedicto XVI es teólogo, pero usted tiene un texto donde dice que la teología puede ser peligrosa porque puede engendrar poder, capacidad de imponerse a otros, sentimiento de superioridad, cualificación para una promoción social. ¿No le gusta la teología a usted?

José Comblin: Bueno, yo lo veo como en peligro. Y entonces justamente no hay que darle una importancia predominante. Entonces, Jesús no ha hecho teología, no ha hecho doctrina, no ha hecho libros, no ha hecho discursos. O sea, enseñó por su vida. Y lo que importa hoy también es enseñar por la vida, por los actos, por los gestos. El evangelio no se transmite en forma de teología. La teología nunca ha hecho que alguien se hiciera cristiano, o sea, no convence, pero es un juego intelectual que el ser humano trata de raciocinar, de entender, de comprender, pero no es una cosa básica fundamental.

 Nibaldo Mosciatti: O sea, usted dice, ¿qué lo relevante no es lo que se cree sino que es lo que se hace?

José Comblin: Es decir, lo que se cree aparece lo que se hace, no en lo que se dice. Siempre se dice cosa más bonita, pero después...

Nibaldo Mosciatti: O sea, lo importante es el testimonio de vida.

José Comblin: El testimonio de la vida. Eso es lo importante. Y eso es lo que expresa la fe. O sea, se puede ver la fe de una persona viendo que està haciendo. Puede ser ateo. Y se dice que la fe de Jesús que en toda su vida se sacrificó al servicio de los pobres, al servicio de los demás. Eso es. Ahora que digan que Dios existe o no existe, es secundario. O sea, porque la fe verdadera se manifiesta en su acción. ¿Qué hace? Si hace lo que Dios quiere, que es justamente eso, el servicio a los pobres, a los menospreciados, a los marginados. Bueno, eso es la fe en Dios. Entonces, eso es lo central, lo importante. Ahora las elaboraciones teológicas, bueno, es una espontaneidad humana. Hay intelectuales que quieren reflexionar sobre lo que están haciendo y entonces lo van expresando. Y en la vida social, bueno, la comunicación de ideas. No es una necesidad, pero es una espontaneidad del ser humano. Pero no hay que dar tanta importancia a eso. Se dice que el teólogo más importante de la historia de la Iglesia Católica, santo Tomás de Aquino, que cuando estaba ya al final de la vida, pensando en todo lo que había pensado, escrito, sobre teología dijo... “Todo eso es paja, se puede quemar”.

Nibaldo Mosciatti: Ahora lo importante que dice usted es el testimonio, lo que se hace. Y a su juicio,  la iglesia católica actualmente... ¿Lo está haciendo bien no hablemos de teología? Hubo una época muy significativa de la Iglesia católica particularmente en América Latina donde la opción preferencial por los pobres fue muy evidente. ¿Ha cambiado eso? Yo tengo la percepción de que si ha cambiado.

José Comblin: Ha cambiado...

Nibaldo Mosciatti: ¿Por qué ha cambiado? ¿Cambió la iglesia? ¿Cambió la jerarquía? ¿O cambió también la gente que se dice católica?

José Comblin: Un poco de todo, es decir, cambió la jerarquía. Eso es evidente. Desde Juan Pablo II escogió una serie de obispos que fueran administradores de su diócesis, pero no una voz en el mundo. O sea, no actuando como ciudadanos y tiene una palabra especial para decir un mensaje, para decir... sino como administradores del clero, del culto, de la enseñanza católica, en todo. Eso fue la tenencia de Juan Pablo II claramente.    

Nibaldo Mosciatti: ¿Y también dejó de verse a los pobres como el objeto primordial del trabajo de la Iglesia?

José Comblin: Eso era lo que hizo la generación anterior. Entonces ahí, entre 1955 y 1980 hay otra generación de obispos. En Chile es más que evidente, pero en los demás países algo semejante. Y entonces vino una nueva generación nombrada por Juan Pablo II y eso radicalmente fue diferente. Es un elemento. Otro elemento, es el desprestigio de la Iglesia en la juventud. De tal modo que en la clase sacerdotal, o sea, las vocaciones, los que se presentan para ser sacerdotes, religiosos, son de un nivel intelectual inferior...

Nibaldo Mosciatti: O sea, la iglesia se ha ido empobreciendo...

José Comblin: Se ha ido empobreciendo porque no impresionó a los universitarios. Por ejemplo, en aquellos tiempos había bastante universitarios que habían estudiado ingeniería, abogacía y entraban en el sacerdocio, entraban en una orden religiosa. Eso ahora ya no sucede. Entonces, el nivel ha bajado. Y si se ve en los colegios el nivel… ¿cuáles son los alumnos que entran en un seminario? En aquel tiempo muchos eran los mejores estudiantes. Ahora no. Los mejores no, son de un nivel… Entonces eso hace que la teología no tengo la misma originalidad.

Nibaldo Mosciatti: Hablábamos recién de lo que usted señalaba, una cierta perdida de la Iglesia católica o cambio de orientación por una nueva jerarquía, más conservadora,  una perdida en la calidad  de quienes  han ingresado al sacerdocio y a mí me gustaría saber si también no hubo un cambio de prioridades en la Iglesia católica, por ejemplo en America Latina. Hubo una época de  comunidades de base, un trabajo muy con la gente y eso evidentemente se ha perdido. La pregunta es: ¿Por qué ocurrió eso más allá del cambio de jerarquía y si la Iglesia finalmente no se adaptó también a los tiempos y se convirtió en una Iglesia, por así decirlo neoliberal, que es la  moda de estos tiempos?      

José Comblin: Claro,  se ha convertido en neoliberal.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿Y puede la Iglesia Católica ser neoliberal entonces, en la demostración?

 

José Comblin: Entonces, ¿por qué? Porque quien manda en Roma, quien orienta, cuales son las fuerzas dominantes.

 

Nibaldo Mosciatti: Pero se supone, quienes están en Roma y orientan son los que han sido elegidos  por el Espíritu Santo. Eso dice la Iglesia, o no…         

 

José Comblin: Bueno, que a veces el Espíritu Santo quiere manifestarse, pero no  quieren  escucharlo, o sea, no està forzando.

 

Nibaldo Mosciatti: O no será que la Iglesia Católica es una Institución de personas, una institución terrenal y más allá de lo divino que puede ser muy cuestionable. Estamos hablando en el fondo de una organización humana que tiene directrices por así decirlas políticas que pueden cambiar, ser más de izquierda o más de derecha.

 

José Comblin: Si… de izquierda es difícil, pero en fin. Actualmente ¿quién hace los  Papas? El Opus Dei. ¿Quién orienta toda la política? El  Opus,  los Legionarios de Cristo, los sodalicios, un montón de movimientos semejantes, entonces, que son  fanáticos, o sea, tienen una línea fija, inamovible, instransformable, son exigentes,  rigurosos, toda la letra, todo el dogma, todo lo que està escrito rigurosamente y que  practica un chantaje permanente, constante, para que los demás  intimidados entren  en la misma línea.

 

Nibaldo Mosciatti: Pero yo le digo… si la Iglesia Católica está por así decirlo bañada  por la divinidad, mmm... Yo en eso no me quiero meter, digamos, pero para un católico si esa es la línea de la Iglesia Católica, ¿no será  porque eso, para los creyentes no…, es lo que Dios quiere?

 

José Comblin: No.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿No será que Dios quiere que efectivamente sea el Opus Dei quien marque el destino de la Iglesia?

 

José Comblin: Ah no… no… no…eso no. No es que toda la institución romana es una construcción histórica. Comienza con los emperadores. El derecho canónico es una copia fiel del derecho imperial, de Justiniano, del tiempo del Imperio Romano. O sea, es el enunciado de todos los poderes. Y entonces el pueblo está ahí para obedecer. Eso es imperial, eso vino de la estructura del Imperio Romano.

 

Nibaldo Mosciatti: Y la Iglesia es así.

 

José Comblin: Y la Iglesia es así.

 

Nibaldo Mosciatti: Y por lo tanto, esta estructura humana, terrenal, la Iglesia, ¿no es necesariamente lo que querría la divinidad?

 

José Comblin: No, es lo que quería el emperador romano.  Y cuando el Papa, quiso ser él también emperador, en el segundo milenio, luchando contra el emperador germánico. Entonces la estructura imperial fue creciendo, creciendo, creciendo. Al final de la vida a veces, el Papa Juan Pablo II dijo discretamente que el problema es el Papa. Entonces que lo central de todos los problemas de la Iglesia es la función que tiene el Papa, y que eso tiene que cambiar. Pero no tuvo ánimo, no tuvo coraje, no tuvo capacidad. Y también sabía que toda la corte, naturalmente, no iba a aceptar un cambio en esa función.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿Y por qué sacerdote Comblin, por qué si los católicos o buena parte de los católicos no se sienten interpretados por la jerarquía, que sienten que es autoritaria, que es vertical, que impone. ¿Por qué no se rebelan? Cuando la historia dice que Jesucristo, en la imagen fue un rebelde. ¿Por qué los católicos no se rebelan entonces contra la jerarquía?

 

José Comblin: Bueno… ¿Por qué hoy día no se rebelan?… porque se van… salen.

 

Nibaldo Mosciatti: Dejan  de ser católicos.

 

José Comblin: Dejan de ser católicos. O lo están así folclóricamente, de recuerdo, o sea, no tienen motivos para decir, ¿Y cuál es su religión? Bueno, soy católico. Aunque no tenga absolutamente ninguna relación concreta. Pero aún así en América Central la mitad de la población es evangélica. Y està esa tendencia. En Brasil se dice, que en 15 años más la mitad de la población será evangélica. Y, bueno en Chile también. Y en todos los países de Amèrica Latina, esa tendencia es visible, o sea, los católicos pasan para las Iglesias Evangélicas. Salvo en la clase alta, porque justamente ellos utilizan la Iglesia como instrumento de poder, entonces por eso no quieren cambiarlo. Quieren que haya fortalecimiento del Papa, de los obispos. ¿Por qué? Ah… eso les ayuda a ellos. Entonces un Gobierno en Chile nunca va a desprestigiar al episcopado o una cosa así, porque  justamente les ayuda.

 

Nibaldo Mosciatti: Y cuando usted dice estas cosas, ¿qué le dicen los obispos a usted? ¿No lo escuchan?

 

José Comblin: Yo creo que no me escuchan mucho.

 

Nibaldo Mosciatti: Pero usted ha escrito para ellos. Usted ha escrito para asambleas de obispos latinoamericanos que se reúnen.

 

José Comblin: Yo escribo. Ah… no, pero ahí hay alguna cosa que uno puede insinuar.   En la Conferencia de Puebla fui el autor del texto que condena el régimen militar, la ideología militar. Entonces ahí empujando, insistiendo, entró, entrò ese texto. Pero por lo demás en general es muy difícil tener influjo en las asambleas. Pero se puede. Ahora en aquel tiempo había otros obispos, otra generación. Actualmente quedan algunos, quedan algunos. Yo estoy en la diócesis en donde el obispo en el Estado de Bahía, en Brasil fue toda la vida un misionero itinerante, un franciscano pasando la vida de un pueblito a otro, durmiendo en la casa de los indígenas, durmiendo, comiendo, pasò su vida en eso. Cuando lo hicieron obispo, después el nuncio dijo que había sido el error,  peor error que había cometido haber nombrado a ese misionero obispo. Y continúa visitando a las comunidades. Y toda la gente se siente bien en toda la gente del campo, la gente de las comunidades populares. Pero no hay muchos así.   Hay, hay algunos. Yo me he preocupado siempre de encontrar algunos así, pero facilita la vida cuando hay alguien que piensa de la misma manera. Y entonces ahí es mejor.

 

Nibaldo Mosciatti: Le quería preguntar José. La Iglesia latinoamericana, la Iglesia chilena por ejemplo, fue defensora de los derechos humanos durante los regìmenes militares, durante la dictadura militar chilena, pero en otros países fue similar. La pregunta que yo me hago… Hoy día, la Iglesia católica, ¿qué derechos debería defender? si es que hay derechos por defender.¿Qué derechos, dónde debería poner el acento hoy día la Iglesia católica?

 

José Comblin: Ah… hoy día estamos en la dictadura de unas 300 empresas multinacionales que tienen el poder verdadero. Y los gobiernos tienen que mantenerse  dentro de esta línea y controlan todos los medios de comunicación. Los medios de comunicación, todos; periódicos, televisión, radio. En Brasil está en manos de cuatro familias. Todo lo tienen concentrado. Un poder así, no se necesita más poder militar hoy en día.

 

Nibaldo Mosciatti: O sea, en el fondo  la Iglesia católica hoy día debería estar por  disolver esta concentración de poder.

 

José Comblin: Oponerse, disolver, denunciar, luchar, juntar fuerzas para disolver ese poder de todo el sistema financiero, todo el sistema industrial, todos los medios de comunicación, sobre todo, en primer lugar, los medios de comunicación que divulgan la ideología capitalista. Y los niños aprenden a ser capitalistas viendo todo lo que la televisión muestra, toda esa publicidad, toda esa idea de que la felicidad  consiste en comprar más, comprar más, gastar más. Y entonces la navidad, ¿qué es la navidad, que significa navidad?  Es la fiesta  de los árboles.  ¿Y la pascua?  La pascua es la fiesta de los huevos porque la televisión lo muestra constantemente. Y entonces eso se refiere todavía a crear cosas cristianas… no.  Navidad no tiene nada que ver con el cristianismo, y la pascua no tiene nada que ver con el cristianismo. Para los niños que son formados  por la televisión, es evidente que  es así.  Y entonces hay un poder que enseña una ideología con mucha fuerza, y todo en manos de algunos, de tal modo que ninguna crítica es posible porque controlan todo, disponen de todo. Y… un jesuita que fue doctor de la doctrina social de la Iglesia, al final de la vida, escribió un libro sobre los silencios de la doctrina social de la Iglesia, ¿por qué no hablan de eso? ¿Por qué no movilizan la opinión pública concentrando en eso? Ahora ya no hay Pinochet, pero lo que hay es peor que Pinochet.  O sea,  ese grupo de grandes fuerzas  financieras que  imponen todo y cuanta gente matan.

 

Nibaldo Mosciatti: Pero no será que para la Iglesia católica, ¿el capitalismo se ha convertido en  algo conveniente?

 

José Comblin: Ah… bueno eso claro con el poder que tiene el Opus, el poder que tienen los Legionarios de Cristo, claro que eso son súper capitalistas, naturalmente.   El libro “Camino”, del Opus. Cuando uno ve eso se dice… es el manual del perfecto capitalismo. Es toda la ideología del sistema capitalista, el individualismo radical, completo. Entonces, el poder, la voluntad de poder, de ser el primero, de ser el mejor. Es la ideología capitalista es el manual perfecto.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿Y la iglesia no puede cambiar, cómo podría cambiar la Iglesia?

 

José Comblin: ¿Cómo puede cambiarla el Opus?

 

Nibaldo Mosciatti: Si la jerarquía, dice usted, está dominada por estas fuerzas,  ¿quién va a cambiar esto? Porque los fieles no eligen a los obispos.

 

José Comblin: A si que todo poder al final crea escándalos y llega un momento… Los Legionarios de Cristo ya están golpeados…

 

Nibaldo Mosciatti: Con los abusos sexuales del padre Maciel.

 

José Comblin: Allí del padre Maciel que juntò todos los pecados.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿O sea usted cree que van a hacer los escándalos los que van a provocar los cambios en la Iglesia?

 

José Comblin: Los que van a provocar la destrucción de ese poder. Todos los poderes en un momento dado se encuentran tan deshumanos, tan escandalosos y aparece todo lo que ocultan. Están ocultando y viene un momento en que aparece lo que son.

 

Nibaldo Mosciatti: O sea usted cree que la actual jerarquía católica tiene cosas que no aparecen, que van a aparecer, que van a ser escandalosas ¿y què van a provocar su caída?

 

José Comblin: No… creo que la jerarquía no manda, los que mandan es el Opus, son los Legionarios de Cristo, es el poder oculto. Eso es lo que manda. Los obispos obedecen. O sea, los obispos no mandan nunca, obedecen y escuchan que es lo que viene de Roma. Y entonces transmiten lo que viene de Roma, pero no mandan. O sea, aplican lo que tienen que hacer.

 

Nibaldo Mosciatti: Y para terminar. ¿Qué es lo que sería a su juicio “un buen católico”? ¿Qué es ser buen católico?

 

José Comblin: Ahh… buen católico… Primero, tendría que ser más bien pobre. Porque hay gente que con fortuna de hecho lo da, lo distribuye, lo pone al servicio de los demás, pero no son muchos. Y en América Latina no son muchos los que tienen fortuna y lo distribuyen. No es muy frecuente. Y después que dedica su tiempo disponible a ayudar, encontrar donde puede colocar su capacidad al servicio de los que necesitan. Entonces como hay gente que lo hace. Hay médicos que dedican mucho tiempo para los enfermos abandonados. Hay abogados que defienden las causas perdidas o las causas de los pobres. Y entonces que colocan sus capacidades al servicio de los que más necesitan. Eso hay, eso hay.

 

Nibaldo Mosciatti: ¿Y esos son los buenos católicos?

 

José Comblin: Esos son los católicos. Bueno, lo importante no es ser buen católico, es ser buen cristiano.

 

Nibaldo Mosciatti: O simplemente buena persona…

 

José Comblin: Puede ser… incluso puede ser buena persona... claro…

 

Nibaldo Mosciatti: Los valores no están necesariamente  asociados a la religión.

 

José Comblin: Claro. El pueblo de Dios está hecho de católicos, de evangélicos, de musulmanes, de todo. Entonces no hay frontera. Jesús vino justamente para suprimir las fronteras que los judíos tenían muy fuertes en aquel tiempo. Uno no podía conversar con un no judío. Todavía existe eso en el catolicismo tradicional. Con un evangélico, no se habla. Con un comunista, no se habla. Entonces todavía eso es un reflejo espontáneo. Y Jesús vino justamente para decir… “no, hay que escoger primero conversar con los comunistas, primero conversar con los evangélicos”, primero mantenerse. Yo tengo más audiencia en la Iglesia Bautista, por ejemplo, que en la Iglesia Católica. Entonces, porque bueno, son gente como nosotros. Y hay tanta gente tan buena, tan dedicados, tan cristianos. Y los hay entre los comunistas. Entonces, tanta gente dedicada a los más abandonados y a todos. Bueno, todo eso es la Iglesia.

 

Nibaldo Mosciatti: Todo eso es la iglesia. sacerdote José Comblin queremos agradecerle esta entrevista en el día de hoy. Gracias por haber conversado con nosotros. Gracias por esta entrevista y muy buenas tardes.

 

José Comblin: Està bien.

 

Editor: Enrique A. Orellana      

Transcriptores: Enrique A. Orellana M. y Leyla Reyes Z.

Entrevista a José Comblin en Radio Bío-Bío, por Nibaldo Mosciatti (11.12.10) Santiago - Chile  

Difunde:

Cuadernos Opciòn Por Los Pobres - Chile

Movimiento TeologìaS  de la Liberaciòn - Chile

Rosas 2090 – D. Santiago. Chile

La Jerarquía de la Iglesia Ha Optado Por Los Ricos

 

En principio, Comblin no es creador de la Teología de la Liberación, Jesucristo lo es. En todo caso, Gustavo Gutierrez fue el primero que ha dado este sentido a las enseñanzas de Jesucristo, que denominamos "Teología de la Liberación", hoy Teología de la Vida. Comblin ha sido solo uno de los que ha desarrollado este sentido de las enseñanzas de Jesucristo, siendo recientemente uno de los asesores para la formulación del  Documento de Aparecida 2007

 

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José Comblín (SJ) en conferencia.


José Comblin, Creador de la Teología de la Liberación: “La Iglesia optó por los ricos

Escrito por Francisco Martorell   

Nació en Bruselas en 1923. Hoy, con 87 años, llegó a Chile a visitarnos, ver nuestra realidad y mostrar su pensamiento. Lo hizo como en 1972, cuando expulsado de Brasil, lugar donde residía, este cura belga, uno de los creadores de la Teología de la Liberación, se vio obligado a salir y buscar refugio en el país de la Unidad Popular.

 

Hace 60 años que es sacerdote, fue unos de los creadores de la Teología de la Liberación y se vino a América porque estaba frustrado de la iglesia europea, “con una fachada todavía poderosa pero donde el evangelio estaba ausente”, y encontró su oportunidad cuando Pío XII pidió sacerdotes “para luchar contra el comunismo de América Latina”.

 

Tras su paso por Chile, volvió a Brasil. Escribió un libro denunciando la doctrina estadounidense de la seguridad nacional lo que le valió una nueva expulsión. Regresó a Brasil, donde vive desde 1980.

 

-Usted conoce bien Chile y las almas de los chilenos ¿estamos bien, nos encuentra felices o despreocupados?

 

“Felices. A lo mejor porque he estado con personas felices, no parece haber preocupación. No hablaron mucho del bicentenario, no sé si tal vez no hubo fiestas animadas, pero los chilenos son los ingleses de América del Sur. No son tan exuberantes”.

 

-En los años 60 y 70, con todo el auge de la teología de la Liberación, ¿se imaginaba este mundo?

 

“Hubo mucha concentración en la economía. No se pensaba, así mismo, que el porvenir sería un culto a esa concentración. Nadie se podía imaginar una evolución así”.

 

-¿Qué queda de la teología de la liberación?

 

“El promedio de edad es de 80 años, los teólogos de la liberación son mayores de 80 y no apareció una nueva generación. La represión fue muy fuerte, terrible y la dictadura del Papa aquí en América Latina es total y global. Acá se puede criticar a Dios, pero no al Papa. El Papa es más divino que Dios. Cualquier cosa que venga de Europa se aplica radicalmente, por otra parte, el papa Juan Pablo II, nombró toda una serie de  obispos disciplinados, sumisos, obedientes, de tal modo que es difícil encontrar en América Latina algún obispo con cierta personalidad, fueron elegidos justamente porque no tenían personalidad. Ahí las consecuencias: sumisos.

 

La Teología de la Liberación no ha sido bien vista y el Papa ha sido el gran enemigo y adversario. Ni en los seminarios ni en las facultades de teología se puede hablar de eso. Entonces, apareció una nueva generación que considera que eso es ya del pasado, que ya ha muerto, se terminó. No interesa más. Para la nueva generación de obispos y sacerdotes, ya no existe”.

 

 

-¿Cómo ve la situación de las comunidades cristianas de base, tienen fuerza hoy?

 

“Es igual, donde hay un sacerdote anciano, continúan. Los jóvenes no se interesan ni entienden. Subsisten donde todavía hay sacerdotes que han vivido eso, que lo han creado”.

 

-¿Qué va a pasar con esta Iglesia, dónde está poniendo el acento hoy y cuál es la proyección de esto en la medida que ustedes no pudieron transformarla?

 

“En el mundo popular, en América Central el 50 por ciento de la población es evangélica. En otros países, el 30 por ciento. La Iglesia Católica ha abandonado a las clases populares, salvo los viejos, algunas reliquias del pasado como Mariano Puga, en las nuevas generaciones no se encuentran personalidades así. No se interesan más, salvo en algunos discursos o palabras bonitas. En la práctica, no. Hoy las universidades y colegios católicos son para la burguesía. El porvenir de América Latina es ser un continente evangélico protestante, salvo su clase alta. Así el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, y todas esas asociaciones que hay de ultra derecha, van creciendo en ese sector”.

 

-¿Cuál es su opinión sobre estas asociaciones que mencionó?

 

“Estos tienen la confianza de la curia romana y después representan la plena libertad dada a personalidades que son como los grandes Rockefeller, los conquistadores, como Escrivá de Balaguer que era un capitalista, el hombre que va a triunfar, que va a disfrutar el mundo, que va a ganar, ser rico, poderoso y que es capaz de crear gente totalmente subordinada, soldados con mentalidad de soldado, estos son todos hombres deformados psicológicamente, cómo son los futuros dictadores, Maciel de los Legionarios de Cristo, que se descubrió que tenía una vida paralela, fue un hombre que ha logrado reunir una fortuna  de 50 mil millones de dólares. Su chantaje, su palabra y su exigencia, llegaron a los millonarios.

 

Hoy, los que han trabajado con él, sus colaboradores, todos dicen y afirman, que no sabían nada de la vida paralela. Cómo, trabajan 40 años con él y no saben nada, que tiene una familia, tres hijos, que practicó la pedofilia con los niños, alumnos de formación, de sus colegios, que tenía un mundo de amantes. ¿Todo eso no lo sabían? Se supone entonces que ellos son cómplices y también tienen una vida paralela”.

 

-¿Cómo mantienen el poder y el secretismo?

 

“Donde hay uno o dos obispos del Opus Dei en el Episcopado, intimidan a todos los demás. Los otros se quedan callados y uno solo habla, eso es un problema de psicología social típico de dictaduras”.

 

-¿Cómo esta transición de Juan Pablo II a Benedicto XVI, a usted le ha llamado la atención el camino recorrido por Benedicto o es más de lo mismo?

 

“Es lo mismo”.

  

-¿Pero no esperaba que fuera peor?

 

“Es que han sido elegidos por los mismos. Fue el Opus el que eligió a Juan Pablo II y al actual, practicando el chantaje, intimidando a los cardenales. El próximo Papa será igual porque el Opus tiene un poder muy fuerte. Es una continuación con pocas variaciones. El papa actual tiene más preocupaciones de doctrina y naturalmente no tiene la simpatía, el carisma, de Juan Pablo II, que era una cosa excepcional, pero globalmente es la negación del Concilio Vaticano II”.

 

-¿Dónde está Dios que ha permitido todo esto?

 

“Dios, ¿sabe donde está? Está en la población La Victoria, está en La Legua, en la cárcel, pero de Roma ha desaparecido hace mucho tiempo. Hay algunos obispos excepcionales, gente buena, amable, gentil, acogen bien, pero no se puede entrar ningún problema, allí no, es lo que dice el Papa. No se discute siquiera top secret”.

 

-Más allá de la represión fuerte de esta dictadura vaticana que usted menciona ¿cuál es la autocrítica que hace como creador de la Teología de la Liberación, que no pudieron generar una herencia, un desarrollo, qué pasó ahí?

 

“Es claro que hubo la ilusión de que el Concilio Vaticano II entraría en la práctica y no entró. Eso fue una confianza grande,  entonces merecería un cambio, era subestimar las fuerzas dominantes en la Iglesia Romana. Ahora siempre queda más claro que el problema es el Papa, o sea la función del Papa, una dictadura implacable con muchas formas de dulzura y amabilidad, pero implacable.

    

Como latinoamericanos, no hemos criticado la sumisión tradicional al Papa ni destacar que el problema de la Iglesia Católica es el Papa, y a veces Pablo VI se daba cuenta, pero tenía miedo de las consecuencias y Juan Pablo II, a veces, se daba cuenta de lo mismo. Cómo el Papa va a conocer la realidad de cada país y el asunto es quién lo aconseja. La autocrítica es haber confiado en el Concilio Vaticano II”.

 

-¿Y qué debieron haber hecho, quebrar a la Iglesia en su momento?

 

“En ese momento, en Europa, la crítica se centra en el Papa pero en América Latina, diga eso en la Iglesia chilena, quién va a entender qué significa eso. Algunos jesuitas sabrán, algunos otros religiosos, algunos viejos sacerdotes, pero no van a decirlo, pero lo pueden descubrir y pensar, pero todavía falta. Es difícil prever qué va a pasar. Creo que va  a haber un shock cuando se den cuenta de que el continente se transforma en un continente protestante.

 

Hay una resistencia psicológica, miedo de tener que ver algo, entonces no se toca. Es ese el desafío principal y es por que habría que reconocer que han escogido a los ricos, han escogido permanecer con la clase alta, con la burguesía y eso es evidente pero no quieren verlo. En Chile eso es más que evidente, aquí es espectacular, el desarrollo que tiene en las universidades católicas, los colegios del Opus y los Legionarios.

 

Por mi parte considero que el porvenir del cristianismo está en China, Corea, Filipinas, Indonesia. Se estima que sólo en China hay 130 millones de cristianos, martirizados porque prácticamente están perseguidos. En Brasil no hay esa cifra, sería difícil encontrar a 30 millones. Casi todos son evangélicos”.

 

-Si tuviera la posibilidad de decirle algo a cientos de sacerdotes jóvenes, si pudiera hablar directamente con ellos y abrirle los ojos en esta situación ¿qué les diría?

 

“Yo les diría: “váyanse a vivir a las poblaciones para conocer la realidad, porque si no conocen todo es palabras. Nuestra aliada es la realidad, el que no ve la realidad no ve lo que es la humanidad. Se queda con palabras y discurso, pero no puede crear nada. No hay receta pero si se van, porque tienen cabeza y corazón, descubrirán lo que hay que hacer”

 

-¿Y qué le parece que canonicen a Juan Pablo II, como él lo hizo con monseñor Escrivá de Balaguer?

 

“El papado de Juan Pablo II fue catastrófico. Todos los que han hecho su carrera con él han podido ser cardenales, a pesar de su mediocridad personal. No merecían nada pero él los promovió,  ¡claro que ahora quieren canonizarlo! Una vez  que han canonizado a Escrivá, todo el mundo sabe que se puede ser santo sin tener virtud alguna”.

 

Texto publicado en revista El Periodista,

edición Nº 200,

30 de diciembre 2010