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José Comblín - Teología de la Vida

La Fe Hoy Día

 


 

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 José Comblín, S.J.


 (Extracto de Charla de José Comblin, 4 de diciembre de 2010)

  

Buenos días a todos y todas 

Después de esta presentación me siento muy honrado el poder estar por aquì y vivir esta experiencia.

Nuestro asunto seria entonces… la fe.

La fe es seguir la palabra de Dios. El se comunica. Como dice el evangelio en San Juan, nosotros o nosotros mismos no podemos saber nada de Dios. Se puede filosofar, se puede pensar, se puede reflexionar pero de todo eso no se sabe que vale, y entonces… todo lo que sabemos de Dios  es lo que El mismo ha develado y difundido ¿y donde se  

encuentra eso? El   evangelio de Juan dice que Dios ha hablado en otros  tiempos por los Profetas en forma de palabras, y ahora la palabra ya se hizo carne, es decir, ¡¡vida humana!! Dios no ha hablado por medio de palabras. Las palabras siempre son ambiguas se puede discutir…en fin, pero entonces ahora Dios habla en la vida humana de Jesús. O sea, hay que ver, seguir, procurar entender, porque Jesús no enseño ninguna doctrina ¡¡vivió!! Y explicaba lo que estaba haciendo, pero no hacia discursos, y no era un profesor… y no enseñaba ninguna doctrina… él vivía. Entonces comprender la vida de Jesús eso es lo que nos permite conocer a Dios porque en eso se manifestó, en eso se mostró. Por eso es que no hay necesidad de hacer muchos estudios ¡¡noo!!... tomar los evangelios y ver. El Espíritu Santo nos dirá lo que significa eso para aplicarlo en nuestra vida, mostrándonos la vida de Jesús ahí es una invitación para seguir y vivir así! Si quieren saber como hay que vivir, qué es lo que Dios espera, vean lo que ha hecho Jesús...y como ha vivido. Entonces preguntarse; si el estuviera en mi lugar ¿Qué haría? Qué Haría? Esto se encuentra relatado en las narraciones de los evangelios. Claro uno no entiende todo a la primera lectura, claro que no, pues eso se entiende dentro de la vida, es decir todo lo que acontece, todo lo que sucede en nuestra vida. Ahí como se explica, que significado tiene... ahí vamos a ver la vida de Jesús lo que es semejante a eso. Porque la vida de Jesús tiene que repetirse y renovarse en los que quieren seguir, si aceptan y escuchan, aceptan… ya voy por ese camino… yo voy entrando por ese mismo camino. De ahí entonces la importancia de comprender esa vida. Claro que hay situaciones en que se comprende más, el mismo Jesús dice que lo que reveló la sabiduría de Dios los sabios no pueden entender, todos entienden, los pobres, los que no han estudiado, si usted ha estudiado mucho trate de olvidar y de vivir como un analfabeto y ahí va a entender mejor lo que era Jesús y qué significaba lo que “hacía”. Los grandes… los que se creen sabios esos no pueden entender, pero los que se creen ignorantes esos pueden entender. Eso dice Jesús. Hay que ver y dentro del ejercicio de nuestra vida se van aclarando cosas.

Antes se insistía más en palabras; el catecismo por ejemplo. Bueno,  el catecismo a lo mejor puede ser útil, creo que en una forma general es más bien un obstáculo. Porque ahí dice que Jesús es Dios y hombre. Tiene naturaleza divina y naturaleza humana  ¡Bueno! Y con eso que voy a saber yo. De ahí decir el hijo de Dios se hizo hombre. Y ahí no se lo que tengo que hacer. Lo importante  es saber que una vida humana son muchas acciones, proyectos, de ilusiones, de esperanzas, desilusiones, fracasos... en fin... y toda una manera de comportarse, toda una manera de estar en medio de los demás, entonces una persona habla siempre con otras personas ¡¡con quién!! ¿con los poderosos? ¿con los carabineros y policías?¿con los mendigos? ¡con quién esta hablando! ¿Con los trabajadores? ¿con los patrones? ¡¡Eso influye mucho!! En todo el modo de ser y actuar y con quien conversa, uno no puede hablar con todos los 6 mil millones de seres humanos que hay en el mundo. Uno está limitado… entonces, va escogiendo y esto determina la situación en que uno va entender. Entonces ¿Jesús con quien se relacionaba? Entonces vamos a decir unas líneas principales, - qué fue la vida de los tres años de Jesús,  tal vez un poco menos, lo 3 años de su vida- después de tres años los poderosos ya no lo aguantaron…  y decidieron que ya era tiempo de matarlo pues era insoportable, es su presencia y su modo de actuar lo hacía insoportable y había que matarlo. Y no es el único en la historia. Varios de los que han seguido el camino de Jesús también aguantaron tres años como don Oscar Romero, igual que Jesús lo aguantaron tres años y después ya desde ahí ¡ya no! ¡ya no!  Hay ahora que acabarlo, hay que matarlo, ese hombre tiene que desaparecer. Hay otros que aguantaron menos todavía. Ahí cuando el patriarca de Constantinopla del imperio romano fue a denunciar en presencia de los dueños de fundos y de los ricos del imperio, decía: Todas las propiedades que ustedes tienen… todo eso fue robado sino lo robaron ustedes… vea y como su papá adquirió tantas tierras, es que ya lo tenía de su abuelo ¡¡ y el abuelo de donde sacó todo eso!! Toda propiedad en Chile ha sido robada, porque era de los mapuches. Entonces todo fue robado. Y ahí se dice bueno... en fin ya...vamos a olvidar… bueno pero los mapuches no olvidaron que todo les fue robado ¿y será que se da una compensación suficiente?

 

Entonces por eso no basta saber que Jesús fue hombre, la cuestión es “la manera” pues eso es lo que enseña.

 

Primero, Jesús vive en Galilea y después del bautismo vuelve a Galilea. En eso el mundo es grande ¿y por qué justamente escogió esa región? Y ahí se ve que Galilea era la más pobre, los habitantes eran campesinos sin tierra, es decir, que cada día tiene que irse a la puerta  del pueblito en que están y esperar a ver si el latifundista necesita su trabajo o no,  y van esperando una hora o dos  o cuatro horas y más para ver si necesitan trabajo y si no se necesitan trabajo ya queda sin comer. Pobrecitos campesinos sin tierra. Pescadores, pero… no son dueños de sus barcos y hay un patrón que tiene los barcos y es dueño de los barcos y ellos van a pescar para el patrón, y les queda algo para comer para ellos también. Ese es el mundo en que Jesús va a ubicarse; no fue a vivir a Jerusalén, no fue a vivir a la ciudad, y a caminar, a caminar por todos estos los lugares, por todos los caminos en condición semejante.

Era también por ser más pobres los que menos  podían cumplir con todas las exigencias de la ley… todos los sacrificios que ofrecen en el templo de Jerusalén, que tenían que pagar impuestos fuertes y tremendos a los romanos y sacerdotes. Ese es el lugar que Jesús eligió. Entonces ¿con quien iba a conversar? Bueno a conversar con todas esa gente sencilla. Y a veces venían las autoridades asustadas a escuchar lo que decía… claro no había una policía tan desarrollada como hoy pues todavía no se había inventado eso. Pero había los doctores, los maestros de la ley que venían  a ver que se decía sobre su ley,  de tal modo que de vez en cuando Jesús se encontraba con las autoridades y ahí el lenguaje era diferente, la manera de hablar era diferente.

Primera línea es que al recorrer en esa forma todos los pueblitos de Galilea tuvo una compasión, indignación muy grande al ver tanto sufrimiento, pasando de pueblito en pueblito con enfermedades de todo tipo, va al pueblo vecino igual y aparecen en el camino los mendigos y los leprosos, los que son excluidos de los pueblitos, ahí sintió una compasión inmensa al ver tanto sufrimiento. Si hubiera vivido en el centro de Jerusalén no hubiera visto la condición de la gran mayoría del pueblo de su tiempo.

Entonces, ¿qué hace? ¡¡Trata de ayudar!! Al ver a los enfermos… ayudar y a dar salud. ¿Cómo se hizo eso? Bueno por la fuerza de la compasión  y el amor era tan grande que podía restituir la salud. Y va a visitar a los pecadores, a los que son rechazados y considerados como pecadores. E incluso preferentemente a defender a los pecadores. A la mujer que quieren matar porque está en adulterio y entonces la salva, ¿es que va a protestar por haber hecho el adulterio? y esas cosas se perdonan. ¡¡No vino para condenar!! No se ofendió cuando había pecadores, no se ofendió... vino para salvar y ayudar. Bueno no siempre en la humanidad se hace eso… más bien al revés a juzgar, condenar y castigar a los pecadores, no se tiene la misma compasión. Jesús sabía todo eso y es víctima de la situación en que están… es víctima de la situación en que están.

Esa mujer samaritana ya tuvo cinco hombres y ahora tiene seis. Bueno hoy día es común y sucede algo así. Pero si se ve las circunstancias de la vida en donde viven ahí se entiende, entonces ¿cómo se va a condenar? ¿Y  cómo se va a juzgar? Noo. Si se necesita vamos a ayudar Así hace Jesús buscando, ayudando y despertando esperanza y más confianza en toda la gente que estaba ahí sufriendo las complicaciones y humillaciones de la vida y su actitud es compasión por todos los sufrimientos de los que son las víctimas de una situación de exclusión, de una situación de no participación en los bienes que hay en la naturaleza. Bueno eso es lo básico.

 

P. José Comblin. El aborto

 

… En Brasil en las elecciones el tema principal fue la cuestión del aborto. Pues hay grupos católicos que siempre predican sobre eso…contra el aborto…contra el aborto… y hablan y hablan… y hacen discursos y eso todo grandemente. Y era el argumento principal contra la candidata que ahora fue elegida presidente, que es  una mujer  que quiere matar a los niños, ¡Qué quiere el aborto! Y allí una campaña tremenda. Hasta el Papa y un grupo de obispos brasileños dicen… ¡hay que hablar! Los obispos tienen que hablar. Muy bien.

 

¡Pero el aborto está ahí!  No es que quiera o no quiera, ¡está! Las estadísticas más optimistas establecen que habría unos 70.000 abortos en Brasil al año, pero en realidad hay mucho más. Muchos estiman que de cada cinco mujeres una ya practicó un aborto ¿por qué? Aah…porque las situaciones son tan complicadas.

 

Primero, muchas veces los que quieren ese aborto son los padres de la niña que quieren aborte, y si no escucha – si tiene el niño - la echan a la calle y de la casa. Son muchos los casos. Y ahí que hace la joven. Es un caso complicado. O es el hombre que generó ese niño el que la obliga a hacer el aborto,  él la obliga. ¿Y ahí qué hace y cómo resiste?

Hay empresas en que las empleadas no pueden quedar grávidas. No pueden tener hijos y si aparecen como embarazadas son expulsadas inmediatamente y pierden el empleo… y el razonamiento es voy a perder el empleo y es difícil encontrar empleo con una guagua y existen ahí un montón de razones y es muy difícil, que explican...

 

Y ahí lo que sucede es que hay mucha gente que encuentra que si se discriminaliza, es decir, si se hace abiertamente no aumentan el número de aborto, disminuye como se dio en Europa. Pues disminuye el número de abortos. ¿Por qué? Por que una vez que se puede hablar de eso, pues porque ahora es clandestino. Entonces una niña ¿con quien va a hablar? ¿qué ayuda y apoyo va ha recibir? ¡Nada! Está perdida. Perdida sin salida y sin saber que hacer, y una amiga le diga mira aquí hay posibilidades de hacer clandestinamente un aborto como se hace habitualmente… sin apoyo de nada y de nadie. Justamente habíamos encontrado un caso en una parroquia, un día una niña se presenta en la casa parroquial diciendo que quiere hablar con el sacerdote… pero no está, y había un seminarista… bueno la invita a que espere, que  el párroco va ha aparecer… espere… etc.  Y el seminarista no sabía que hacer… pero se levantó y la abrazó… y un abrazo con tanto cariño, con tanta fuerza… que ahí ella dijo: yo necesitaba ese abrazo…creo que me voy a quedar con el niño. Solo faltaba un gesto de apoyo. Pero eso no lo tienen tantas de esas jóvenes mujeres. Todo el mundo rechaza, la familia rechaza, el varón rechaza. No tienen ningún apoyo.

 

Ahora, si se hace público. Si deja de ser un crimen se puede hablar. Puede haber cualquier comunidad de personas para atender a la gente que tiene ese problema. Como dar apoyo sicológico, dar apoyo afectivo, buscar una manera si es expulsada de su casa en donde podría ir o quien pueda acoger. En fin, en ayudar y buscar en solucionar de otra manera en el problema. En la situación actual hay más abortos porque nadie busca una ayuda, nadie busca dar un apoyo.

 

Ahí... bueno, qué!... y entonces esos movimientos. Si todos los obispos que luchan para que no haya discriminalización o sea quieren ¡Qué el aborto sea clandestino! No es que impiden el aborto. ¡! No impiden absolutamente nada ¡! Pueden excomulgar ¡! ¡Eso no cambia nada! Pueden condenar eso. Pero no cambia nada. Primero porque la inmensa mayoría  no sabe lo que es la excomunión y que significa eso, no tiene la menor idea. Pero entonces, qué! ¡No hace nada! No hace nada más que condenar. Entonces una persona que siente que es como una ¡condenada! ¿Cómo vive después? Con ese sentimiento de  que todos esos católicos  me condenan, entonces ya nunca más me voy ha acercar, hay que tener mucho ánimo para eso.

 

Ahora, ¿por qué quieren la clandestinidad? He descrito una cosa para decir: los obispos quieren la clandestinidad, ¡No es que van a impedir el aborto! ¡Eso no va impedir absolutamente nada! Nada cambia con todo lo que dicen y las condenaciones que hacen y ninguna mujer va a dejar de hacerse un aborto porque es condenada por  el obispo o por la Iglesia. ¡Eso no funciona! Pero entonces, ¡qué pasa! ¿Quieren que sea clandestino? Peor en condiciones… peores. ¿Jesús habría hecho así? ¿Esa sería la actitud de Jesús? Con una mujer que quiere hacer el aborto ¿cómo sería? ¿Qué haría? Diría… ¡¡condenada!! Bien… en toda la vida es eso; cómo Jesús actúa con los pecadores… cómo actúa, eso es muy importante.

¡¡Porque hay tanta gente que están en una situación tan difícil en la vida!!

¿Cómo van a observar todas las leyes morales, todos los mandamientos y toda la teología moral? O sea no hay condición… en la práctica es tan…tan difícil. Las condiciones de vida que está la mayoría de la humanidad son tan complicadas y difíciles, entonces… Jesús va al encuentro para animar y dar esperanza.

 

P. José Aldunate. Celebración Vaticano II y participación de los laicos

 

…. sentimos por dentro  y a veces no hay en realidad ocasión de proclamar las cosas y aquí hemos escuchado a José Comblín con tanta apertura, con tanta transparencia, franqueza y audacia en que va diciendo las cosas como son. Creo que escuchándolo pensaba en que tenemos que preparar estos 50 años de  reconocimiento de celebración del Concilio Vaticano, nos quedan dos años, y esa preparación no la dejemos para los sacerdotes, los curas, para el clero, porque desde ahí no va a venir ningún avance, ningún paso hacia adelante. El Concilio Vaticano habló para dos públicos: habló al clero y habló a los laicos.

 

Al clero le dijo que tenía que dejar de apoderarse del poder, dejar de ser mandón y querer dirigir  todo “y que tenían que ser servidores”. Eso lo dijo el papa y eventualmente también lo repitió el papa cuando consagró a los 24 cardenales, les dijo eso… les recordó eso mismo...la palabra de Jesús: el que quiere mandar “que sea servidor”!! Si eso se cumpliera… sería una revolución!! Y una revolución que quería precisamente el Concilio Vaticano II. Pero también para lograr eso tenemos que esperar más creo en los laicos que en el clero. Es difícil soltar el poder… cuando para quienes el poder es difícil soltarlo, pero los laicos tienen que tomar el poder y asumir  su responsabilidad dentro de la Iglesia y prepararse para   celebrar los 50 años proclamando que las cosas tienen que cambiar totalmente, que tienen que haber un cambio copernicano. Los laicos tienen que asumir su responsabilidad de hacer una Iglesia como Jesús la quiere. Y si ellos toman la iniciativa yo creo que el clero sabrá aceptarlo. Así que yo siento en lo que ha dicho mi tocayo don José Comblin … siento un llamado laicado. Y creo que Carolina (* Mayer) y todo el equipo está bien preparado para comprender este llamado y para seguir adelante!! . Carolina ya ha tomado la iniciativa de seguir adelante en este movimiento y lo que está naciendo en Bolivia, y todo para realizar más plenamente de una vez por toda lo que el Concilio quiso realizar.

                                                                                                                                            

Reflexión de p. José Aldunate para p. Comblin:

 

¿Cómo explicar la fe implícita y la entrega tan incondicional al sacrificio

de agnósticos, comunistas y miristas en tiempos de la dictadura militar de Pinochet?

 

Conocí en los años difíciles que estuvo Chile (*dictadura de Pinochet), en que tuve muchos amigos que eran agnósticos, amigos del partido comunista o antiguos miristas, etc., que se sacrificaron enormemente por la causa. La causa de la libertad, de la democracia y los derechos humanos. Y se sacrificaron algunos mucho más que los  católicos mismos. Entonces yo me planteo el problema de la fe en ellos. Cómo entender esa entrega tan total, tan incondicional al sacrificio y hasta la muerte por lograr la liberación de otros. Ellos podrían haberse ido de Chile, podrían haberse salvado, y sin embargo, se quedaron y se sacrificaron. Entonces yo digo: donde está esa fe!  Ahí habría una fe en algo trascendente, una fe que les habló a la conciencia y les dijo que valía la pena dar hasta la vida para servir, para salvar la vida de otros o la causa de la libertad y la verdad. Y mi pregunta sería  entonces; cómo explicar esa fe implícita que tal vez tendrían ellos.

 

P. Comblin: Hay una palabra de Jesús: un hombre tenía dos hijos, y a los dos les dijo ¡vayan a trabajar a una viña! y uno dijo; ¡¡sí padre!!... voy, voy, voy y después no fue. El otro, no, no, no voy, no voy y después fue. ¿Quién es el verdadero que hace la voluntad del padre?…El dirá; a Dios lo quiero, lo venero y hará muchas misas y muchas oraciones y mucha devoción. Yo siento a Dios en mi corazón tanto… y se queda en eso… Pero cuando se trata de amar verdaderamente a los humillados, a los desplazados, a las víctimas ¡nada! Y hay otro que dice; yo no creo en Dios, en la religión y en todo eso… pero está sirviendo a sus hermanos, está practicando  el amor que es el único precepto, la única manera, ¿quién es el que tiene la fe? ¿Quién es el que hace la voluntad del padre? El que dice yo te alabo padre, te quiero, te amo,  y el otro que dice; yo no creo en el Dios de esa religión y todas esas cosas… pero hace.

 

Gandhi que era un santo hinduista de la religión hindú, pero un santo liberador de la India, me acuerdo que decía: “es curioso… porque es qué los cristianos son los únicos que no entienden el evangelio? Porque él lo había entendido muy bien y toda su vida  había sido un sacrificio constante, un servicio allí en la mayor  pobreza, en el mayor desprendimiento y todo eso. Y veía a los cristianos así, dejando todo como está, entonces satisfechos con la situación, ahí decía bueno… cómo es que los cristianos no entienden el Evangelio? Bueno, es lo que pasa, pues Jesús lo había anunciado, ¿quién entiende? ¿Quién entiende? ¿Quien sigue? No es un problema de palabras o de sentimientos. Unos dicen  creer en Dios y el otro  dice no creo en Dios ¿pero detrás de esas palabras qué hay? ¿Qué es creer en Dios? ¡En la palabra dios! ¡O en esa fuerza que a nosotros nos lleva a amar! Dice;  no creo en Dios, no creo en esa palabra en toda esa doctrina, pero está siguiendo esa voz interior que lo lleva a amar. ¡¡Ahí está Dios!!. No sabe su nombre… pero qué  importa el nombre. No es un nombre. Entonces es el del que nadie sabe nada, pero sabe al escuchar a Jesús, ahí el que practica lo que practica Jesús, él conoce a Dios,  esa es la manera de conocer a Dios. No se conoce por la inteligencia, no se conoce por  palabras, por discursos. Se conoce… por el amor..., en  la convivencia, porque allí Dios es el que ama en nosotros, allí uno lo conoce porque es lo mismo… como una persona que actúa como dos, que actúan juntos, que están juntos,  en tanto que Dios está en nosotros y quien ama, bueno, lo conoce porque hace lo que Dios hace!. No lo conoce con ideas, pues la religión ha dado demasiada importancia a las ideas, a las palabras, a la inteligencia, pero no es eso lo que Jesús hizo,  quería hacer, ver cómo está actuando… y dicen los doctores y hablan bonito, hay muchos discursos y muchos preceptos pero no hacen nada!!. Ahora, los verdaderos discípulos son los que hacen, no dicen: “voy a hacer eso” o lo otro….palabras… qué está haciendo en la práctica, en la realidad y entonces en esto  hay muchos, por ejemplo comunistas, que viven una vida de mártires, que viven una vida de sacrificio constante, permanente al servicio que  nunca se ponen ricos porque siempre van luchando y defendiendo las causas de todos los que son maltratados y así… y que muchos católicos no hacen nada, van a misa, rezan, entonces abren la Biblia sin entender nada y  así, y creen que con eso se salvan, se salvan porque rezan mucho. Y a mi me enseñaron que uno recita tres veces Ave María todas las noches… y ya se salvó,…esa es la garantía… que con eso uno se va a salvar, ahí se descansa con eso, pero eso es claro que es fantasía. El otro dice: yo no creo en eso. Claro yo también. Pero yo creo en lo que estoy haciendo por  la liberación de los obreros, eso creo. Por eso, ésta experiencia que usted  ha hecho, hay mucha gente. 

 

Hay en Brasil un sacerdote que durante años visitó las cárceles donde estaban los presos políticos de los militares, prácticamente los conoció a todos, siempre se arregló para poder entrar a la cárcel -aunque nadie lograba hacerlo él lograba entrar en la cárcel -,  los conoció a todos, todos socialistas, comunistas, casi ningún cristiano, poquísimos cristianos y encontró en ellos la paz, la tranquilidad, la firmeza, la fidelidad a sus ideales. O sea, todo el conjunto de las virtudes cristianas que se piensa que se encuentran en los religiosos, todo eso lo encontró, a pesar de las torturas, que han sido torturados, maltratados  y cómo reaccionan  así tan tranquilamente, sin odio, sin rencor, y así… a veces se asustó y él trataba de decir; pero ustedes dicen que son ateos, mas ustedes son los que verdaderamente creen en Dios, claro que ellos encontraban ridículo eso, pero era la realidad. Toda esa experiencia que usted ha hecho la he visto en mucha gente, bueno y uno lo ve en casos particulares, así  frecuentemente,… eso Jesús lo había anunciado.

 

P. Comblin. La globalización

 

La globalización es de qué!! ¡¡De quién!! En el mundo actual el poder está concentrado en unas 300 empresas gigantes, en 20 años habrán 30 empresas gigantes que van a dominar el mundo entero. ¿Y cuál será el gobierno? Y cuál será el ejército que va imponerse a tales potencias? Entonces una obligación es poner un límite!! A ese movimiento que hay ahora de unir, de unir empresas, siempre más fuertes, siempre más fuertes.

El comercio de Chile he visto en periódicos está en manos de dos empresas, que prácticamente monopolizan todo el comercio, en unos 10 años más habrá solamente una empresa  ¡que va a dominar todo el comercio de Chile!. Todos los supermercados, con nombres diferentes pero siempre la misma empresa. Entonces ¿quién va luchar contra esa empresa? De ahí que es una obligación nuestra limitar el poder. Todo poder ilimitado es injusto. Todo poder tiene que ser limitado en todas partes. No basta hacer democracia en el poder político. Porque no existe democracia en las grandes empresas. Por ejemplo. ¿Quién elige a los dirigentes del Banco Santander aquí? ¿Quién? ¿Quién elige a los dirigentes del Banco Central de Chile? ¿Ustedes han elegido?¿Han sido consultados? Entonces hay que limitar el poder de todo.

Y globalización limitada, controlada por los representantes de los ciudadanos, De lo contrario vamos a llegar a una dictadura mundial y es insoportable y esa es la orientación. ¡Y los gobiernos actuales felices con eso! Y lo ayudan en la concentración y están felices cuando tienen empresas gigantes. No ven que van al suicidio. Es decir, llevan a los ciudadanos a un suicidio. Entonces a reconquistar. Tenemos el ejemplo de Europa se han unido las 27 naciones que en la práctica ahora son controladas por las grandes empresas y los ciudadanos han perdido su capacidad de intervención. El 80 por ciento de las decisiones son impuestas al gobierno. De tal modo que, eso fue muy malo para la democracia, crear una superpotencia siempre cada día más fuerte. Ahí los ciudadanos no controlan nada.

 

 P. Comblin: Advierte sobre la declaraciòn del futuro de la Iglesia hecha por el    

                     Papa Benedicto XVI

 

Hay un escrito del Papa actual. Salió en una revista española en que habla del futuro de la Iglesia, y ahí dice que el futuro de la Iglesia es que será mucho menos  numerosa que ahora. Va a ser algunas comunidades muy ocultas, escondidas. Todas las catedrales, monumentos todo eso lugares van a ser vacíos y que van a ser vendidos y entregado a entidades culturales. Y la Iglesia será un grupo de núcleos muy fuertes de una fe que no se deja mover por nada en medio de un mundo completamente diverso y opuesto. El piensa eso. En esa condición cada comunidad tendrá ministros. Para celebrar la eucaristía no se necesitará ser sacerdote  y entonces habrá algunos ministros permanentes, los ministros normales serán hombres que trabajan en su profesión, tienen su familia y habrán algunos que van a circular  y ser animadores de grupos de comunidades. Ese es el futuro descrito por el Papa. No lo dice en público así tan frecuentemente… porque  bueno claro no corresponde. Pero esa doctrina la encuentro peligrosa. Pues movimientos como el Opus Dei y Legionarios de Cristo ¡también tienen esa idea! Que la gran mayoría del pueblo se va a salir de la Iglesia Católica ¡Y no les importa! ¡Felices! ¡Felices con eso!  Pues ellos van a contar con los mejores. Los más fuertes. Y van a conquistar el poder .Será un pequeño grupo, pequeñas comunidades pero con inmenso poder. Ahí está el peligro. Entonces estas pequeñas comunidades en realidad sean comunidades capitalistas extraordinariamente poderosas. Están caminando en ese sentido, los Legionarios de Cristo, el fundador el padre Maciel, juntó una fortuna de 50 mil millones de dólares  reunido en 40 años y logró crear una máquina de poder extraordinaria Creó solo en México 9 universidades y 470 colegios. ¡Solo en México! Y otro tanto en los demás países. Y el poder que tiene el Opus Dei es una concentración muy fuerte.

Y entonces si se proyecta como futuro de la Iglesia una elite, una súper elite, pequeños grupos de súper elite que van a contar con un poder inmenso y con eso van a poder dominar la sociedad por que serán el grupo de poder más fuerte. Eso está en la cabeza de los movimientos que dirigen la iglesia actualmente.  No hay que tener muchas ilusiones. Por eso las fuerzas populares tienen que unirse mucho más y  más rápidamente. Y hay que iluminar a los jóvenes y ver lo que les espera.

Acabo de leer un artículo en que se dice que en Colombia exista ahora una nueva reacción de la ideología de Seguridad Nacional. Ahora es Ideología de la Seguridad Democrática”! Y es Uribe, el antiguo presidente de Colombia, se juntó con el presidente chileno actual y con senadores del partido Renovación Nacional. Para discutir justamente esa ideología de la seguridad ideológica.

 

¿Ahí los enemigos cuáles son? Son todos los que hacen reivindicaciones sociales, las ONG, los mapuches, los movimientos indígenas, los movimientos de minoría, ¡todos esos son terroristas! Ese es el sistema que se está pensando. ¡Eso supone una reacción! Menos mal que los universitarios empiezan a abrir los ojos porque el sistema es muy peligroso por la  representación que se hace del mundo y de la iglesia ¡es algo muy peligroso! Y que nos amenaza bastante. Hay que pensar y divulgar, pues todo eso se mantiene en el secreto más posible y nunca se va hablar de eso en una reunión del clero, nunca en una asamblea diocesana, secreto. Todo eso se hace en las sombras. Bueno todo eso hay que hacerlo saber, difundir y divulgar, y que ¡¡“el pueblo cristiano aprenda a reaccionar”!! Y lo vean con evangélicos que los amenazan a ellos también y buscar frentes comunes para constituir una fuerza conciente. Porque esa condensación del poder que se encuentra actualmente ¡¡es algo muy peligroso!! Y ahí tenemos…el ¡no puedo nada! Pero podemos concientizar a mucha gente que está por ahí y podemos invocar la autoridad de Concilio y que es lo que justamente ellos quieren destruir. Lo que ellos quieren destruir.

Cuando el Papa fue a España – Barcelona ¿Por qué rezó la misa en latín? ¿Por qué? ¿Que significa eso? Es una señal muy clara que quiere suprimir lo del Concilio Vaticano II. Volver al pasado. Y bueno qué... todo el mundo escuchó el latín…  pero reacciones, pocas reacciones. Porque es un acto muy significativo, menosprecio a los idiomas populares, una lengua que la gente no entiende.., muy significativo, entonces… ¡y no hay reacción! Si el Papa viene un día a Chile… ¿y hace la misa en latín? Entonces, ¿que se va a decir? ¿Qué se va a pensar? Entonces hay que prepararse para cosas significativas semejantes porque muestran cuales son la leyes de evolución, es decir, hay que ver a los adversarios cuando ya se muestran, ya empiezan a mostrarse claramente… y hay que defender la herencia, lo que se había conquistado en las comunidades de eclesiales de base, lo que se había conquistado con otro tipo de sacerdotes, con otro tipo de religiosos y que no se vaya a destruir sistemáticamente sino hay que reaccionar con mucha fuerza.

 

Extracto transcrito de grabación del Encuentro con  P. José Comblin y la presencia de P.  José Aldunate, organizado por Hna. Carolina Mayer   la Comunidad Cristo Vive, en capilla Cristo Vive, el 4 de Diciembre de 2010, en Santiago – Chile. El tema tratado fue: ”La Fe Hoy Día”.

 

* Transcriptor y Editor (N.T.): Enrique A. Orellana F.

    Colaboraron: Equipo del Movimiento TeologìaS de la Liberaciòn-Chile

 

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Carta del Teólogo José Comblin Sobre La Polémica del Aborto Durante Las Elecciones de 2010 en Brasil

CARTA A UN AMIGO TEOLOGO  SOBRE EL ABORTO EN LAS ELECCIONES DE 2010.


Querido Arnold,

       Usted  recuerda  el golpe electoral que estalló en la víspera de la primera vuelta de las elecciones de 2010 cuando se produjo todo un alboroto con la cuestión del aborto. Ese alboroto se prolongó durante todo el mes de octubre hasta la segunda vuelta. En las iglesias y fuera de las iglesias se distribuyeron millones de panfletos firmados por los obispos del consejo del  regional Sur 1 para intimar  a los católicos a votar por el candidato José Serra. El motivo era que los candidatos del PT, principalmente la candidata a la presidencia de la república, querían legalizar el aborto en Brasil, y, por consiguiente  querían implantar una cultura de la muerte.


      Este incidente me hizo reflexionar un poco sobre ese hecho bastante extraño y su significado eclesial. Quiero comunicarle  aquí algo de estas reflexiones.


       Los obispos denunciadores se decían  los defensores de la vida, es decir, personas que luchan contra el aborto y  luchan contra todos los políticos que apoyan el aborto despenalizado en Brasil. Su discurso fue el que utilizan los movimientos que dicen ser defensores de la vida, porque condenan el aborto. Era un lenguaje violento, condenatorio. Solamente por distracción los autores se olvidaron de informar  que la despenalización del aborto estaba en el programa del PV (partido verde), y que el candidato Serra ya había autorizado el aborto en ciertos casos, cuando era ministro de la salud, que le valió las protestas de la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos Brasileños). Seguramente esto fue un olvido por distracción. Por discreción  los obispos omitieron lo que sucedió un día en la vida de la pareja de  Serra, lo que fue bueno porque la vida privada no debe interferir con la vida pública.


      Sucede que la Iglesia siempre ha condenado el aborto, y estableció una pena de excomunión para todos los que tienen participación activa.  Logró que en Brasil exista una ley que castigue el aborto. Pero Brasil es uno de los países donde hay más abortos. Algunos dicen que 70.000 al año, otros estudios incluso dicen que uno de cada cinco mujeres en Brasil que ya practicó un aborto. Siempre es un aborto clandestino y naturalmente es hecho  en las peores condiciones para los pobres. Pues para quien tiene condiciones hay clínicas privadas bien equipadas, conocidas, pero nunca denunciadas por la Iglesia. Sobre esas clínicas para los ricos el poder judicial cierra los ojos púdicamente. Después de todo, se trata de personas  importantes. Las condenaciones de la Iglesia no tienen ningún efecto. La ley de la república no tiene ningún efecto. Los defensores de la vida no consiguen defender nada. Hablan, hablan, pero sin resultado. Condenan, condenan, pero el crimen se comete con la mayor indiferencia a las condenas verbales o legales. Hablan, condenan. y no pasa nada. Ellos se dan buena conciencia creyendo que defienden la vida, pero no defienden nada. Hay un lugar en el Evangelio donde Jesús habla de las personas que hablan y no hacen nada. Impiden  la despenalización, pero defienden la situación actual, o sea  son los defensores del aborto clandestino, que es la situación actual.


     Su argumento podría ser que la despenalización aumentaría el número de abortos. Sin embargo, la experiencia de otros países muestra que, por el contrario, disminuye el número de abortos. Esto se explica fácilmente. Puesto que una vez que una mujer puede hablar abiertamente sobre el aborto, las autoridades pueden con la ayuda de psicólogas, trabajadores sociales, asistentes religiosos  dialogar con ella y buscar con ella otra solución, lo que de hecho acontece. Muchas mujeres no habrían hecho aborto si hubieran recibido ayuda  moral o material, cuando estaban desamparadas.


     Dado que el documento fue firmado por  obispos, yo pensé que los obispos iban a  explicar lo que están haciendo en la pastoral de su diócesis para combatir el aborto clandestino,  e iban a hacer propuestas a los candidatos en las elecciones sobre la base de sus experiencias pastorales. Pero no había nada en el panfleto. Hubiera sido interesante saber qué hacía la pastoral diocesana para evitar que hubiese  abortos. Pero no había nada. Los obispos gritaban, asustaban, condenaban, pero no decían lo que hacían. Algunos lectores pensaron: ya que no hablan de su pastoral para evitar el aborto, debe ser porque no existe esa pastoral. Hablan en contra del aborto, pero no hacen nada para evitarlo. Condenan, y nada más.


     Ahora bien, podrían hacer mucho. Muchas mujeres que quieren hacerse un aborto, son mujeres angustiadas, perdidas, desesperadas, que se sienten en una situación sin salida. Muchas quieren el aborto porque sus padres no aceptan que tengan un niño. Otras se ven obligados a tener un aborto por el hombre que las forzó, y que puede ser su propio padre, un hermano, un tío, un padrastro. Otras están desesperadas porque la empresa para la que trabajan, no permite que tengan un hijo. Otros son empleadas domésticas y la patrona no acepta que tengan que cuidar un niño. Así que estas chicas o niñas se angustian y no saben qué hacer. No reciben atención, no reciben asesoramiento, no reciben apoyo ni moral ni material, porque todo es clandestino  y ni siquiera se atreven a hablar con otras personas, salvo algunas amigas muy íntimas. Al no encontrar alternativas, de mala gana y con mucho sufrimiento recurren al aborto. La Iglesia no las ayudó cuando necesitaban ayuda.


     La Iglesia podría tener una pastoral para ver lo que sucede en la calle, en el barrio, ¿cuáles son las niñas o mujeres jóvenes que pueden estar en peligro porque están en esta categoría de riesgo?  Podría acoger o dar ayuda moral y material, dialogar,  buscar otras soluciones. La experiencia demuestra que a veces un simple abrazo hace desistir de hacer el aborto. El aborto es el resultado de la indiferencia de la comunidad cristiana. Todos somos culpables, todos  cómplices por omisión, y, en primer lugar, deberíamos pedir perdón por nuestro descuido en lugar de acusar a estas mujeres. Era lo que se esperaba de un documento firmado por los obispos, que después de todo representan el evangelio y la manera como Jesús trataba a los pecadores.

 


     Jesús no condenó a los pecadores, y es lo que se espera de la Iglesia es que tenga mucha misericordia, mucha comprensión y que ayude efectivamente a esas personas que se encuentren en una situación tan difícil. Podríamos hacer propuestas al poder legislativo  para crear las instituciones para responder en tantos casos en que la vida humana está en peligro, y éste es uno de ellos.


     No tiene sentido decir que estoy en contra del aborto y  estoy defendiendo la vida, si no hago nada. Yo no estoy defendiendo ninguna vida y el aborto está ahí  y no hago nada. El gobierno tiene una ley que penaliza el aborto y esa          ley no se aplica. Sólo sirve para que el aborto sea clandestino, esto es, que se hace en las peores condiciones morales y físicas, salvo para las personas de buena condición. Esta ley es inaplicable y la Iglesia no se atreve a pedir que ella se aplique. Habría que construir miles de centros penitenciarios y poner en las cárceles tal vez un millón de mujeres. La Iglesia no pide eso y se conforma con el aborto clandestino. En la práctica no hace nada en contra del aborto clandestino.


     Existe la alternativa de la despenalización, que es para nuestros defensores de la vida la propuesta de Satanás. El chantaje  de los llamados defensores  de la vida hizo que todos condenen la despenalización, como lo hace la Iglesia. ¿Quién soy yo para juzgar? Los obispos del  Regional Sur 1 creen mejor el aborto clandestino. ¿Quién soy yo para discutir? Sin embargo, tendría el derecho de pedir más discreción y más humildad, porque después de todo, todos somos cómplices por omisión si no hacemos nada para prevenir los abortos tan numerosos en Brasil. La condenación es inoperante. Pero una pastoral de la familia o una pastoral específica para este problema podría evitar que  muchas mujeres angustiadas y desesperadas tengan que recurrir al aborto que ninguna mujer pide sin llorar. ¿Por qué esperar antes de desarrollar esta pastoral?


     Entonces, ¿cuál fue el testimonio de amor que la Iglesia dio con este panfleto electoral?


     José Comblin,  gran pecador y cómplice por omisión

 

Texto original en portuguès enviado por su autor P. Josè Comblin

15 Noviembre de 2010. Traducciòn de J. Subercaseaux

 Editor: Enrique A. Orellana F.

 

CUADERNOS OPCIÓN por los POBRES – CHILE

MOVIMIENTO TEOLOGÍAS de la LIBERACIÓN

Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com

Rosas Nº 2090 – D.   Santiago - Chile

 

 

 

                      DEMOCRATIZANDO OTRA  IGLESIA ES POSIBLE

 

 

En portugués original:

 

 

 

CARTA A UM AMIGO TEÓLOGO SOBRE O ABORTO NAS ELEIÇOES DE 2010

Caríssimo Arnaldo,

Você se lembra do golpe eleitoral que estourou na véspera do primeiro turno das eleições de 2010 quando apareceu todo um alvoroço sobre a questão do aborto. Esse alvoroço permaneceu durante todo o mês de outubro até o segundo turno. Nas igrejas e fora das igrejas foram distribuídos milhões de panfletos assinados pelos bispos da diretoria do regional Sul 1 para intimar os católicos a votar no candidato José Serra. O motivo era que os candidatos do PT, principalmente a candidata à presidência da república, queriam legalizar o aborto no Brasil e, por conseguinte, queriam implantar  uma cultura de morte.

Esse incidente me levou a refletir um pouco sobre esse fato bastante estranho e o seu significado eclesial. Quero comunicar-lhe aqui alguma coisa dessas reflexões.

 Os bispos denunciadores se diziam os defensores da vida, isto é, pessoas que lutam contra o aborto e lutam contra todos os políticos que defendem o aborto descriminalizado no Brasil. O seu linguajar foi o que usam os movimentos que se dizem defensores da vida porque condenam o aborto. Era um linguajar violento, condenatório. Somente por distração os autores esqueceram-se de comunicar que a descriminalização do aborto  estava no programa do PV, e que o candidato Serra já tinha autorizado o aborto em certos casos quando era ministro da saúde, o que lhe valeu os protestos da CNBB. Com certeza foi um esquecimento por distração. Por discrição os bispos omitiram o que aconteceu um dia na vida do casal de Serra, o que foi bom porque a vida privada não deve interferir com a vida pública

Sucede que a Igreja condena desde sempre o aborto, e estabeleceu uma pena de excomunhão para todos os que têm participação ativa. Conseguiu que houvesse no Brasil uma lei que criminaliza o aborto. Mas o Brasil é um dos países onde há mais abortos. Alguns dizem 70.000 por ano, outros estudos chegam a dizer que uma de cada 5 mulheres no Brasil já  praticou um aborto. Sempre é um aborto clandestino e naturalmente é feito nas piores condições para os pobres. Pois para quem tem condições há clínicas particulares bem equipadas, conhecidas, porém jamais denunciadas pela Igreja.Sobre essas clinicas para os ricos o poder judicial fecha pudicamente os olhos. Afinal, trata-se de pessoas importantes  As condenações da Igreja não têm nenhum efeito. A lei da república não tem nenhum efeito, Os defensores da vida não conseguem defender nada. Falam, falam, mas sem resultado. Condenam, condenam, mas o crime se  comete com a maior indiferença pelas condenações verbais ou legais. Falam, condenam. e nada acontece. Eles se dão boa consciência achando que defendem a vida, mas não defendem nada. Há um lugar no evangelho em que Jesus fala das pessoas que falam e não fazem nada. Impedem a descriminalização  mas defendem a situação  atual, ou seja são  defensores do aborto clandestino, que é a situação  atual.

O seu argumento poderia ser que a descriminalização aumentaria o número de abortos. No entanto, a experiência de outros países mostra que, pelo contrário, diminui o número de abortos. Isto se explica facilmente. Pois uma vez que uma mulher pode falar abertamente em aborto, as autoridades podem com a ajuda de psicólogas, de assistentes sociais, de assistentes religiosos dialogar com ela e buscar com ela outra solução, o que de fato acontece. Muitas mulheres não  teriam feito o aborto se tivessem recebido ajuda moral ou material, quando estavam desamparadas

Já que o documento era assinado por bispos, eu pensava que os bispos fossem explicar o que estão fazendo na pastoral da sua diocese para lutar contra o aborto clandestino, e fizessem propostas aos candidatos nas eleições na base das suas experiências pastorais. Mas não  havia nada disso no panfleto. Teria sido interessante saber como fazia a pastoral diocesana para evitar que houvesse abortos. Mas não havia nada. Os bispos gritavam, assustavam, condenavam, mas não diziam o que faziam. Alguns leitores pensaram: já que não falam da sua pastoral para evitar o aborto, deve ser porque não existe essa pastoral. Falam contra o aborto, mas não fazem nada para evitá-lo. Condenam, e mais nada.

Pois, poderiam fazer muita coisa. Muitas mulheres que querem fazer o aborto, são mulheres angustiadas, perdidas, desesperadas que se sentem numa situação sem saída. Muitas querem o aborto porque os seus pais não aceitam que tenham uma criança. Outras são obrigadas a fazer o aborto pelo homem que as estuprou, e que pode ser o próprio pai, um irmão, um tio, um padrasto. Outras estão desesperadas porque a empresa em que trabalham, não permite que tenham criança. Outras são empregadas domésticas e a patroa não aceita que tenham que cuidar de uma criança. Então essas meninas ou moças ficam angustiadas e não sabem o que fazer. Não recebem atendimento, não recebem conselho, não recebem apoio nem moral nem material, porque tudo é clandestino e nem sequer se atrevem a falar com outras pessoas a não ser algumas amigas muito próximas. Não achando alternativa, a contra-gosto e com muito sofrimento recorrem ao aborto. A Igreja não as ajudou quando precisavam de ajuda.

A Igreja poderia ter uma pastoral para olhar o que acontece na rua, no bairro, quais são as meninas ou moças que podem estar em estado de perigo porque estão numa dessas categorias de risco. Poderia acolher ou dar assistência moral e material, dialogar, buscar outras soluções. A experiência mostra que às vezes um simples abraço faz com que desistam de fazer o aborto. O aborto é o resultado da indiferença da comunidade cristã. Somos todos culpados, todos cúmplices por omissão e, em primeiro lugar, teríamos que pedir perdão pelo nosso descuido em lugar de acusar essas mulheres. Era o que se esperava de um documento assinado por bispos, que, afinal, representam o evangelho e a maneira como Jesus tratava os pecadores.

Jesus não condenou os pecadores e o que se espera da Igreja é que tenha muita misericórdia, muita compreensão e que ajude efetivamente essas  pessoas que estão numa situação tão  difícil. Poderíamos fazer sugestões ao poder legislativo no sentido de criar instituições para responder e tantos casos em que a vida humana está em perigo, e este é um deles.

Não faz sentido dizer que sou contra o aborto e estou defendendo a vida se não faço nada. Não estou defendendo vida nenhuma e o aborto está aí e não faço nada.  O governo tem uma lei que criminaliza o aborto e essa lei não se aplica. Só serve para que o aborto seja clandestino, isto é, feito nas piores condições morais e físicas, salvo para as pessoas de boa condição. Essa lei é inaplicável e a Igreja nem se atreve a pedir que ela se aplique. Seria preciso construir milhares de penitenciarias e colocar nas prisões talvez um milhão de mulheres. A Igreja não pede isso e se conforma com o aborto clandestino. Na prática nada faz contra o aborto clandestino.

Existe a alternativa da descriminalização, que é para os nossos defensores da vida a proposta de Satanás. A chantagem dos chamados defensores da vida fez com que todos condenem a descriminalização, como faz a Igreja. Quem sou eu para julgar? Os bispos do Regional Sul 1 acham melhor o aborto clandestino. Quem sou eu para discutir? Porém, teria o direito de pedir mais discrição e mais humildade, porque afinal somos todos  cúmplices por omissão se não fazemos nada para prevenir os abortos tão  numerosos no Brasil. A condenação é inoperante. Mas uma pastoral da família ou uma pastoral específica para esse problema poderia evitar que muitas mulheres angustiadas e desesperadas  tenham que recorrer ao aborto que nenhuma mulher pede sem chorar. Porque esperar antes de desenvolver essa pastoral ?

Então, qual foi o testemunho de amor que a Igreja deu com esse panfleto eleitoral ?

José Comblin, grande pecador e cúmplice por omissão.