Una Nación Llena de Psicópatas Asesinos
Una Nación Llena de Psicópatas Asesinos
El destino de EE.UU. sería ese, el convertirse en una nación llena de psicópatas asesinos. No es azar que en dicha nación se den las mayores masacres entre jóvenes y niños. Desde la Masacre de Columbine hasta la matanza de Virginia Tech.
Este gran país tiene la dignidad de ser la primera y más antigua democracia de la era moderna, pero también es el primero en aplicar la fórmula de “Democracia formal e imperialismo económico en relaciones exteriores” mediante la Doctrina Monroe. Los estadounidenses aprendieron bien la lección de sus padres culturales, los británicos. Pero a diferencia de aquéllos, ellos se quedaron con parte de la cultura conquistadora del Cow Boy, del “disparo primero y hablo luego” (Shot first and Talk After). Así, se hicieron del norte de México, que hoy se conoce como Texas y California de EE.UU., promovieron un canal fluvial en centroamérica y por cuestión de negocios, pagaron para que se inventase el Estado de Panamá, así se ahorraban las molestias de dialogar con las élites colombianas.
Su mayor prócer oscuro, William Walker, olvidado por las masas pero con toda seguridad reverenciado ocultamente por las élites, fue el que a puros pistolazos y al más puro estilo "Far West", mediante el bandidaje, la piratería y el sicariato, se hizo dueño de parte de centroamérica, gobernando con balas y masacres a Nicaragua, es el paradigma clásico del estadounidense dueño de su destino. Es una gran hipocrecía que no pocos estadounidenses no quieran u olviden reflejarse en semejante personero de la historia.
La propia Constitución de EE.UU. en su redacción original equiparó el poseer armas con el ser libre y tenía su razón en aquéllos tiempos convulsionados de una democracia rodeada de imperios. Pero es que los tiempos cambian, al parecer para algunos no.
Ante la masacre más grande sucedida en el "Far West" de la universidad Virginia Tech, más de un estadounidense expresó que "eso no hubiese sucedido si los estudiantes poseían sus propias armas" (ver más aquí) Para un estadounidense, inundado mediáticamente desde niño por la cultura de las armas y la guerra, desde videojuegos como Counter-Strike hasta los noticiarios; pasando por la política del Rey George W. Bush recientemente, pensar en poseer armas es como pensar en andar vestido. El problema con tal idea no está en las armas en sí, porque muchos países tienen una mayor cultura de las armas que EE.UU, el problema reside en que la mitad de la población de EE.UU. sufre de transtornos mentales, es decir, uno de los países más poderosos del mundo es medio manicomio al aire libre.
Pero este problema no es esencialmente cultural, como muchos piensan, ni es algo innato o propio de la "sangre estadounidense", ningún ser humano es piscópata o propenso a las masacres despiadadas por naturaleza, esas acciones dependen del medio en que vive y, sobre todo, de la dinámica social. En ese sentido, George W. Bush y, sobre todo, las élites que gobiernan EE.UU., son las responsables de las constantes masacres y matanzas. Fueron los grandes medios de propaganda y difusión de "informaciones" los que generaron una programada tendencia hacia las armas y la violencia en EE.UU., en especial el cine de Hollywood (esa maquinaria perfecta de propaganda) La inicial aceptación masiva que tuvo la invasión ilegal a Irak, por parte del gobierno de Bush, es el resultado de ello.
La guerra contra el terrorismo, las constantes alertas de amenazas terroristas y la propaganda del miedo y la inseguridad terminaron por crear una psicosis colectiva. A ello se suma la La fractura social norteamericana (que recupera los niveles de los años treinta del siglo XX) ruptura que se está generando gracias al rey George. La decadencia de una nación en pocas palabras, motivada por la caída del imperio militar industrial que se aprovechó por décadas de la misma.
Es una lástima que la nación que dio origen a Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, Henry David Thoreau, Martin Luther King, y Michael Moore, tenga que caer en tal estado de horror y caos. Por supuesto, una nación con insanía mental es más manipulable que un pueblo crítico y dueño de su destino, la falta de respuesta del gobierno de Bush ante informes tan crudos como el de la salud mental del pueblo estadounidense no es una simple omisión negligente.
Lo malo de que EE.UU. se pueda convertir en una nación llena de psicópatas asesinos es que dicho estado posee el mayor arsenal nuclear del mundo. Por ello es que la suerte de EE.UU. es la suerte del planeta entero y matanzas como las mencionadas son presagios aterradores de lo que puede llegar a suceder si es que dicho armamento llega a caer en manos de algún transtornado mental, uno de los muchos que hay en EE.UU.
Que lo de Columbine y Virginia Tech no se proyecte a las armas nucleares y al planeta entero.
El "Far West" Moderno en EE.UU.
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