El Fracaso de La Jerarquía Eclesial Argentina y El Matrimonio Gay
No es ningún secreto que la jerarquía eclesial argentina, en especial la católica, desde hace décadas está en una grave crisis sistémica, no solo teológica, no solo organizativa, sino de vínculo con la sociedad en Argentina.
El respaldo encubierto que algunos miembros de la jerarquía católica dieron a la dictadura argentina[i], su conservadurismo y su rechazo implícito y silencioso a elementales principios teológicos adoptados incluso en el Documento de Aparecida del año 2007, demostrable en los hechos por su dinámica social, dan cuenta de sus abundantes debilidades. ¿Quién es más débil, la jerarquía católica argentina o el propio Vaticano? Una pregunta para reflexionar.
La aprobación en Argentina del matrimonio homosexual, conocido como “Matrimonio Gay” es un terremoto psicosocial superior al que ha sufrido y seguirá sufriendo Chile y la ciudad de Concepción en específico. Pero no hay que echar culpas, no se debe caer en el facilismo fundamentalista y dualista de “El Fuego de Sodoma y Gomorra” que en este caso fue más hielo, por la ola polar que alentó el ambiente de aprobación de dicha ley en Buenos Aires el 14 de Julio de 2010.
El frío polar ha llegado al corazón de la Argentina y se instaló definitivamente por el momento. Nada es casualidad en un universo holográfico, signado por el caos creativo y, sobre todo, por la sinergia creadora para la vida. Temas científicos, de la ecosociología trascendental.
En realidad, el fenómeno legalizado en Argentina se inició hace 6 mil años atrás, cuando perdimos el Yvy Marane’y guaraní (ver “Hace 6.000 años se disparó el ego y empezaron las guerras”, ver también “La Caída podría tener una interpretación antropológica”) Cuando en vez de elevarnos con lo natural en nuestra conciencia trascendental, caímos en el dualismo y el patriarcalismo. Las conductas sexuales discontinuas en la unidad Espíritu-Mente-Cuerpo son posteriores a esta caída (ver La Diversidad Sexual No Es La Tendencia Innata del Ser Humano) Las teologías cristianas tradicionales, al ser dualistas, no ayudaron a dar claridad en el tema; mucho más para la iglesia argentina, dirigida por líderes que de alguna forma dieron su respaldo a los horrores de la Operación Cóndor.
El dualismo separativo, tanto teológico como racionalista, ha sido la fuente del ambiente para la generación del matrimonio homosexual.
Las iglesias de Argentina fracasaron, el cardenal Bergoglio fracasó, no acompañó a su grey en momentos claves durante la brutal represión militar y tampoco fue al frente con los laicos que intentaron frenar una ley que no responde a la que fue la conducta natural del ser humano actual por más de 196 mil años.
El movimiento evangelista argentino también demostró que la estrategia de la dispersión de cultos resulta fatal a la hora de generar un movimiento social que haga frente a corrientes culturales promovidas por los grandes capitales. Pero también quedó en evidencia que una teología que no sea crítica con el capitalismo, no solo termina siendo funcional al capitalismo, sino que sucumbe aplastada por el mismo, al ya no ser útil a la burguesía[ii].
Pero no perdamos la calma, el planeta y el cosmos están por reaccionar contra esta civilización (ver Proyecto Nueva Tierra). Le van a poner fin. El racionalismo y las teologías dualistas, patriarcalistas y sectariamente dogmáticas caeran. La discontinuidad Espíritu-Mente-Cuerpo, producto del dualismo y acrecentada con el racionalismo y el capitalismo globalizador, está llegando a sus límites. Esta vez no será el fuego de Sodoma y Gomorra, sino todo lo contrario.
En cuanto a los homosexuales, son seres humanos con derechos, pero desde el humanismo (trascendental) está claro que una cosa son los derechos individuales y otra cosa muy distinta son los derechos sociales: Las niñas y niños tienen derechos sociales, el derecho a la maternidad es un derecho garantizado por Tratados internacionales, sobre todo el Derecho a la Lactancia Materna[iii] y el Derecho a la Paternidad Responsable[iv], derechos que ven su plenitud en la relación y familia heterosexual, la única bioevolutivamente hablando y, sobre todo, la más ecológica desde la Ecología Social. Las sociedades aborígenes son el paradigma de ello, sobre todo las sociedades que viven en perfecta integración y armonía con la naturaleza, en especial las que decidieron seguir aisladas de la actual “civilización” disruptora de lo natural. No se trata de discriminación, sino de distinción, como claramente lo sentenció la Corte Europea de Derechos Humanos (ver Corte Europea Rechaza Derecho al Matrimonio Homosexual).
La Teología de la Vida también tiene su fuerza en esta visión ecosocial trascendental de las sociedades en perfecta armonía con la naturaleza.
Pero la Teología de la Vida exige testimonio humilde y compasivo hacia toda la sociedad, para que la misma sea parte de la cultura social. Esto es lo que se ha logrado en Paraguay.
En Paraguay la Constitución Nacional solo permite el matrimonio entre un hombre y una mujer, por tanto las parejas homosexuales de Argentina no existen en dicho país y apeligran ser denunciadas penalmente si intentan ejercer su situación legal en Paraguay, en especial en relación a las niñas y niños.
Pero lo más poderoso que evitará la entrada del matrimonio homosexual en Paraguay es una Iglesia al lado de su pueblo, con su pueblo y para su pueblo. Históricamente la Iglesia Católica paraguaya tendió siempre a apoyar al pueblo y a denunciar los abusos de la dictadura y de otros gobiernos.
Esta situación será inmodificable y, por los drásticos cambios planetarios en puertas, se mantendrá fortalecida, a pesar de la poderosa propaganda de los medios capitalistas hegemónicos que intentan confundir y disgregar a lo poco que queda de la familia bioevolutiva, la más natural de todas las familias según la ciencia holista. La familia bioevolutiva trascendental es la única que puede sostener y proyectar a una sociedad y cultura, por tener capacidad de reproducción natural armoniosa. El ejemplo histórico más dramático es el del Pueblo Palestino, cuya cultura e identidad subsisten gracias a las familias palestinas, cuyo paradigma es exclusivamente la unión de la mujer y el hombre. Cualquier alteración a esos conceptos medulares de la sociedad palestina, significaría su segura extinción como pueblo, cultura e identidad.
Es justo esta extinción la que buscan los grandes capitalistas racionalistas, saben que una sociedad con familias débiles y conceptos familiares disgregados es más manipulable que una sociedad con conceptos familiares fuertes y unívocos. Por eso es que los grandes medios comerciales y las grandes empresas transnacionales apoyan y difunden masivamente la idea de “normalidad” ante el matrimonio homosexual (ver La inquisición rosa: más hechos en nombre de la homofobia ). El matrimonio homosexual no es antisistema, al contrario, sirve de sostén al sistema racionalista-capitalista.
No se trata de estar en contra de los homosexuales en cuanto seres humanos, sino de desnudar el plan encubierto tras la masiva y poderosa propaganda capitalista a favor de una figura que no se ajusta a la naturaleza ecosocial del ser humano.
Pero hay que estar en calma. Las circunstancias cambiarán para luego del gran golpe que recibirá la humanidad por enfrascarse en un tonto y mediocre racionalismo dualista egocéntrico (capitalista)
Alejandro Sánchez
3 comentarios
Alejandro Sánchez -
Alejandro Sánchez -
Y usted infórmese de Anatomía y biología humana. Lo que sucede es que desde hace 6 mil años la humanidad se ha separado de la naturaleza, primero por la vía de la Teología Patriarcalista y Dualista y luego profundizó dicha separación por la vía del racionalismo.
La familia Hominidae no es bisexual, de hecho los mamíferos superiores no lo son, mucho menos el ser humano. Solo en algunas especies de peces se da la bisexualidad por el hermafroditismo al tener los individuos ambos gametos, tanto masculino como femenino.
Separar sexualidad de biología y sexualidad de afectividad es el síndrome destructivo de la cultura actual. De hecho, para los ecologistas, ecólogos humanos y ecosocialistas en general, el que el ser humano separe su conducta de su biología y esta de su entorno natural es la raíz del actual apocalipsis ecosistémico.
Eso es ciencia pura, biología pura. El ser humano es un animal que se ha fragmentado de su entorno natural y de su propia naturaleza.
Y hay de hecho hombres y mujeres que viven juntos y desnudos... las últimas tribus aisladas del Amazonas y de la Polinesia. Para ellos no existe la diversidad sexual... cualquier visión ajena a lo que saben que es natural les repulsa... Y en Paraguay somos mestizos, descendientes de guaraníes... y le aseguro que el pueblo paraguayo no abandonará sus raices, así como los bolivianos en general. Ya en ese sentido varias veces se expresó Evo Morales, gran líder mundial del ecosocialismo.
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carlosara -