GAZA, NIÑOS QUE RESISTEN  
 Los chicos de la Franja de Gaza alcanzaron dos records mundiales: una sonrisa en el medio de una tragedia Por Vittorio Arrigoni – 30 de julio de 2010 - Peace Reporter  
 Creedme, los niños de Gaza son  unos chiquillos dignos de los records. Han sobrevivido al Plomo Fundido y  cada día sobreviven a la guerra en tiempo de tregua.  Se han  arrastrado bañados en sangre bajo las ruinas de edificios bombardeados y  se han encargado por días de sus hermanos más pequeños, de los cuerpos  agonizantes de sus padres sepultados bajo las ruinas de sus cunas. Como  héroes de Disneylandia se escabullen del vientre de la muerte aún  enlodados con el líquido amniótico para descubrir el peso de heredar la  condición de desterrado palestino.  Más de la mitad de la población  de esta mísera Franja de tierra está formada por niños y si bien ninguno  de estos menores haya votado nunca por Hamas son ellos las víctimas  designadas por las operaciones militares israelitas y más en general del  asedio impue!  sto en Gaza.  Niños que resisten. Contra las enfermedades: según un  reciente informe de la Palestinian Medical Relief Society el 52% de los  niños de Gaza son anémicos y padecen de graves carencias nutricionales  por la escasez en su alimentación de elementos tales como el fósforo, el  calcio y el zinc. También es preocupante el dato acerca de las  enfermedades respiratorias. Niños que resisten a la psicosis, a esas  laceraciones de la memoria que los lleva nuevamente de frente a cuerpos  desmembrados y edificios en llamas, a esos traumas indelebles que los  ponen nerviosos y depresivos insomnes e incontinentes. Viven en  espacios sobrepoblados privados de áreas recreativas y en las calles en  las que juegan han visto arder la carne viva y descomponerse. Misiles,  devastación y muerte son evocados en los dibujos cuando se les pone  enfrente una hoja en blanco.  Si aquí el derecho al juego es un!   lujo, el del estudio es algo que está prevenido: este !  añ ;o Israel además de los juguetes ha impedido la entrada a la Franja de Gaza de libros de texto para las escuelas primarias.  A  diferencia de sus coetáneos israelíes, que son libres de practicar  deporte al aire libre o de divertirse con la playstation, los niños de  Gaza son esclavizados por un patrón que se llama hambre y los veo cada  día empujando arados en los campos, hurgar en los basureros en busca de  materiales para recuperar. En el calor insoportable de este canicular  verano están arriba de carros arrastrados por mulas sobrecargados de  ladrillos y piedras recuperadas de los edificios bombardeados, o los  encuentras en las esquinas de las calles vendiendo baratijas, con  miradas de viejos cansados de soñar con patios verdes, campos de fútbol y  helados. No están jugando a las escondidas cuando desaparecen bajo  tierra en los túneles de Rafah: con el riesgo de quedar sepultados vivos  son la mano!   de obra económica y físicamente más apta para traficar con mercadería  que de otra manera no llegarían jamás a las estanterías de los negocios  de Gaza.  Así se expresó hace algún tiempo Jasmine Whitbread,  Directora General de Save the Children: "Los niños de Gaza tienen hambre  a causa de los graves impedimentos al ingreso de alimentos a la zona y  están muriendo porque no pueden dejar Gaza para tener esos cuidados  médicos de los cuales tienen urgente necesidad. Cientos de miles de  niños están creciendo sin tener una instrucción decente porque los  edificios educativos están gravemente dañados y a causa de las  restricciones en el pasaje y en el abastecimiento de materiales  edilicios, no pueden ser reestructurados. Son los niños quienes están  pagando el precio más caro del asedio”.  Además de estos records no r!  ecordados, los niños de la Franja de Gaza en siete d&ia!  cute;as  han batido dos primacías celebradas en el Guinness.  Jueves 22 de  julio, en el área del aeropuerto fantasma de Rafah, destruido por la  aviación militar israelí en el 2001, en el ámbito de los campamentos de  veraneo organizados por la UNRWA (agencia de la ONU para los prófugos  palestinos) más de 7200 niños hicieron rebotar simultáneamente por 5  minutos esa misma cantidad de pelotas de basket, mientras que ayer se  estableció el record de más cometas remontadas en el aire al mismo  momento.  En la playa de Beit Laya, enfrente de la frontera norte con  Israel, el cielo se tapizó de miles de hexágonos de colores, en una  especie de celebración animada por esa libertad anhelada también por los  más pequeños. Más de 7000 niños remontaron sus cometas duplicando el  record que se había registrado en Gaza el año pasado.  Así!  ; se expresó al final del evento John Ging, director de la UNRWA: “Es  un éxito increíble lograr superar dos records mundiales en una sola  semana. Una demostración de lo que pueden hacer los niños de Gaza si se  les da una oportunidad. Los niños de la Franja son como todos los demás  niños del mundo, desean vivir una vida normal lejos de las adversidades  que están obligados a afrontar día tras día”, concluyó Ging, "Esta  jornada de fiesta es la expresión del reclamo de libertad para estos  niños.”  A diferencia de las pelotas de basket utilizadas en Rafah,  las cometas que flamearon ayer sobre Beit Laya no son de producción  industrial, sino confeccionados con las propias manos de esos niños  que  las izaron cielo.  Algunos presentaban fantasías chillonas, otros muy numerosos orgullosamente los colores de la bandera palestina.  Un grito visible de resistencia frente a las torres de vigila!  ncia isr aelíes distantes a pocos cientos de metros. Poco después de la  filmación de los Premios Guinness, apareció en el horizonte, un barco de  guerra de Tsahal (ejército israelí), y se acercó hasta la costa de Beit  Laya, como para recordar que la hora del recreo había terminado.  Permanezcamos siendo Humanos.  
 http://it.peacereporter.net/articolo/23344/Gaza,+bambini+che+resistono  | 
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