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El Cambio Climático Ayuda a Matar de Hambre a Niger

Hemos puesto el titular de "El Cambio Climático Ayuda..." ya que la situación catastrófica que padece Niger es por cuestiones políticas y económicas, a las que se suma el Cambio Climático con sequías en una sinergia de la muerte y la destrucción.
El segundo jinete del apocalipsis cristiano recorre Niger, mas no es por los pecados de su pueblo, sino por la geopolítica egocentrista que predomina en el planeta.
¿Hasta cuando?
Basira Gada sostiene a su hija. Foto: Mike Goldwater - InspirAction.
Basira Gada sostiene a su hija. Foto: Mike Goldwater - InspirAction.

Níger se ha convertido en el país más pobre del mundo con siete millones de personas, casi la mitad de la población, sin alimentos. Las escasas lluvias de 2009 y las tardías precipitaciones registradas en 2010 han provocado que varias regiones vuelvan a registrar alarmantes niveles de inseguridad alimentaria.

La ONG InspirAction (1) ha denunciado que aunque "empezara de nuevo a llover, la cosecha no alcanzaría siquiera el 50% de lo que normalmente se produce en un año con precipitaciones normales". Como consecuencia, desde septiembre de 2009, los precios de los alimentos han aumentado un 25 %.

Ni la celebración en 2010 de los 50 años de su independencia han mejorado la situación de un país que ya se ve maltratado por otros factores como la erosión del suelo, el rápido crecimiento de la población, y las altas temperaturas.

Por esta razón, algunas organizaciones y agencias humanitarias trabajan contra reloj intentado paliar los estragos de la miseria. Una de ellas, la ONG InspirAction, apoya varios centros nutricionales en Níger, con el objetivo de ayudar a los niños desnutridos. A uno de estos centros ubicado en la aldea de Guidan, cerca de Konni, llegó Basira Gada con su hija Bourja, de tres meses y con tan sólo dos kilos y medio de peso.

Cuenta la organización que Basira tuvo que caminar cinco kilómetros para buscar asistencia para su niña. "Mi marido se fue a Mauritania a trabajar para ganar dinero que enviarnos. Le echo mucho de menos. Quisiera que estuviera conmigo, porque estoy muy asustada por mi bebé", declaró Basira.

Algo de esperanza

Mariam Aboubabcar también acudió con su hijo Rabiatou Aboubabcar, de 14 meses, a uno de los centros nutricionales. El niño tenía el cabello claro, un síntoma evidente de malnutrición junto a su bajo peso. "Recuerdo la hambruna de 2005", lamentó Mariam. "La de este año es igual de mala, o incluso peor. Pero por lo menos tenemos este centro que nos asiste. Tengo algo de esperanza".

A los testimonios de hambruna se suman los relacionados con la muerte del ganado por hambre y sed. Las circunstancias han obligado a la población a recoger hierbas con las que alimentar tanto a sus familias como a los animales.

 

 

  

Olvidado o invisible, Níger se enfrenta además a la reciente suspensión de la ayuda alimentaria de la ONU a familias cuyos hijos superen los dos años de edad. La falta de fondos de las Naciones Unidas condena a millones de personas y obliga al país africano a mantener el triste récord de ser el más pobre del planeta.

Notas

1. Si desea colaborar con la organización InspirAction puede hacerlo en el teléfono 902 027 077 o a través de su web: Pinche aquí.
Hilary Anderson
BBC, Maradi, Níger

Campamento de Médicos sin Fronteras
Médicos sin Fronteras establecieron un campamento en la ciudad de Tahoua, Níger.

Cientos de niños famélicos se están muriendo de hambre en los centros de alimentación en Níger, advierten las agencias de ayuda humanitaria.

La hambruna que sufre Níger está afectando a más de tres millones y medio de personas.

La situación más grave ocurre en el sur del país, donde la crisis fue provocada por una fuerte sequía y una plaga de langostas que afectó la cosecha del año pasado.

La agencia humanitaria World Vision advierte que el 10% de los niños en las áreas más afectadas, podrían morir.

Plantea además que la comunidad internacional ha reaccionado demasiado tarde a la crisis.

Buscando comida

Níger es un vasto país desértico y uno de los más pobres del planeta. Millones de personas, una tercera parte de la población, enfrentan escasez de alimentos.

Estoy dando vueltas como un loco buscando comida, me temo que todos vamos a morir
Testimonio de un padre de familia

Familias enteras recorren el desierto erosionado buscando ayuda y algo de comer. Una de las familias que encontramos no sabían ni siquiera hacia donde iban.

"Estoy dando vueltas como un loco buscando comida", dijo el padre. "Me temo que todos vamos a morir".

La familia se encontraba a cientos de kilómetros de distancia del centro de suministro de alimentos más cercano.

Los organismos de ayuda calculan que miles de niños están en estado avanzado de inanición.

En los pocos centros de alimentación que existen, los niños se mueren diariamente. El lugar que ocupan en las largas filas para obtener alimentos, puede determinar si viven o si mueren.

Demasiado tarde

Un niño comiendo en una clínica ambulante en la localidad de Maradounfa
Los organismos de ayuda humanitaria están avasallados con la crisis de hambruna.

Amina está en tal estado de inanición que aún cuando quisiera, no puede comer.

"Tan pronto como le doy agua o comida, ella vomita", dice su madre.

"En lo que a mi respecta, Dios no nos hizo a todos iguales-agregó la señora. Mire lo que pasa con nosotros aquí. Ninguno tiene suficiente comida".

En las llanuras de Sahel se pueden ver cadáveres de ganado por todas partes.

El problema ahora son las lluvias. Llegaron tan tarde que más que una bendición son una maldición, porque han traído consigo enfermedades como la malaria.

La situación empeora

Muy poca ayuda foránea ha llegado al país para enfrentar esta crisis.

Las agencias de ayuda humanitaria que funcionan en el país predicen que la situación va a empeorar en los próximos meses, y dicen que el mundo ha respondido muy tardíamente a esta crisis.

Estamos completamente avasallados por la crisis, necesitamos que vengan más personas a ayudarnos, la respuesta ha sido desesperadamente lenta
Milton Tetonidis, Médicos sin Fronteras

El doctor Milton Tetonidis, de Médicos sin Fronteras, le dijo a la BBC que en los centros de atención de ese organismo todos los días mueren niños.

"Estamos completamente avasallados por la crisis, necesitamos que vengan más personas a ayudarnos, la respuesta ha sido desesperadamente lenta", dijo el médico.

Varias agencias de Naciones Unidas y otros organismos no gubernamentales están haciendo un llamado a través de sus páginas de Internet para que hagan donaciones.

Hace varios meses atrás se predijo la hambruna en Níger, pero nada se hizo para evitar la crisis.

Nada se hizo para salvar la vida de Rabilou, un pequeño niño que murió de inanición poco después de haber llegado a uno de los centros de atención.

Esto tiene relación con el siguiente artículo:

 

 

El cambio climático agudiza las emergencias por hambre

 

 

El cambio climático, unido a la "crónica vulnerabilidad" del sida, la pobreza y los conflictos bélicos, está provocando una aceleración del hambre en África. Lluvias escasas precedidas de lluvias fuertes fuera de temporada, que pudren las semillas, agudizan la precaria supervivencia de 15 millones de personas. Desde mediados de 1980, las emergencias por hambrunas en el continente negro, lejos de menguar, se han triplicado, de acuerdo con un informe publicado por la Organización no Gubernamental Oxfam que se basa en datos de Naciones Unidas.

La ONG se pregunta si los enfoques de la comunidad internacional para afrontar las crisis humanitarias son las adecuadas y reclama una aproximación que lidie con las causas de las hambrunas en una estrategia a largo plazo, más allá de concentrar los recursos humanitarios en ayudas puntuales en momentos de crisis. Este informe se publica cuando un millón de personas están amenazadas por el hambre en Níger, 11 millones en el Cuerno de África y 13 millones en los países del sur del continente.

El punto de vista de Oxfam es equiparable al de otras instituciones y ONG que trabajan en la zona que abogan por apoyar proyectos agrícolas, la mejora de infraestructuras y las redes de cooperación social para luchar contra lo que se ha llamado "hambre crónica". De acuerdo con Oxfam, existe un aumento de los fondos para ayuda humanitaria, pero la ayuda para la producción agrícola ha descendido en un 43% desde la década de los noventa hasta ahora. En muchos casos, la ayuda a las hambrunas es en forma únicamente de comida, que con frecuencia se compra en los países donantes, "por lo que puede tardar hasta cinco meses en llegar al país afectado y ser hasta un 50% más caro que de haberse comprado en mercados locales". Esta tendencia está cambiando y los donantes optan cada vez más por la compra en los países en vías de desarrollo, pero el cambio es lento.

Las causas de las hambrunas cíclicas en África son, de acuerdo con la directora de Oxfam, Barbara Stocking, la existencia de conflictos armados (en Darfur, en la actualidad 3,4 millones de personas dependen de ayuda alimenticia para sobrevivir), el sida, que está haciendo mella en uno de los recursos básicos para la producción agrícola, la gente (en 2020 una quinta parte de los trabajadores agrícolas habrá fallecido) y el cambio climático, que afecta especialmente al pequeño productor y a los ganaderos nómadas.

Inversión y ayuda

"Costaría menos hacer una gran inversión para luchar contra las causas del hambre, que continuar con el demasiado poco, demasiado tarde que ha marcado las políticas de ayuda a África en el último medio siglo", dice Stocking. La ONG defiende un cambio en la ayuda que pasaría por la transferencia de capital o el apoyo a programas de trabajo por dinero, mientras que demanda de los países africanos el cumplimiento de su compromiso de invertir el 10% de sus presupuestos en la mejora de los sistemas agrícolas.

La necesidad es perentoria en casi todo África. Pese a una mejoría en las cosechas, tres millones de personas en los países del sur de África están amenazadas con padecer hambre, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, debido a su "crónica vulnerabilidad", ocasionada por la pobreza y por el sida.

El Programa Mundial de Alimentos necesita 85,5 millones de dólares (67,5 millones de euros) para alimentar a tres millones de personas hasta diciembre, cuando la situación puede empeorar porque las reservas de los agricultores se habrán consumido y estarán a la espera de la cosecha de abril y mayo. El Programa Mundial de Alimentos define el sur de África como afectado por una triple amenaza: sida; inseguridad alimenticia crónica e incapacidad de los Gobiernos para suplir las carencias sociales ocasionadas por enfermedades; número de huérfanos, o pobreza (es la única zona del mundo en la que la pobreza abyecta ha aumentado en los últimos 20 años). El dinero se gasta en comprar medicinas o en funerales.

La existencia de una crisis alimenticia en el este de África complica la situación, puesto que el excedente que se podría vender a un precio razonable en la zona va a ser vendido a un precio superior a países del este de África, con urgencia de compra. En los últimos cinco años, el Programa Mundial ha asistido a un total de 13 millones de personas, en una zona en la que la agricultura está totalmente supeditada a las lluvias. Cuando éstas no llegan, los agricultores venden sus animales y sus pertenencias para comprar comida, con lo que el ciclo de la pobreza se cierra servido, "necesitan años para recuperarse", según el informe.

De acuerdo con la ONG Plan, que trabaja en Malawi, Zambia y Zimbabue, la situación es crítica para los pequeños agricultores, "lluvias escasas han venido precedidas por lluvias fuertes fuera de temporada, que pudren las semillas; a eso se le suma una falta de abono, con lo que la producción disminuye", explica Gerard Snowball, director de recursos de Plan en Suráfrica.

(Noticia aparecida en el diario "El País")

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