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Erik Quiroga Reflota El Efecto Ártico Como Causa de La Muy Posible Glaciación En Europa Y El Crudo Invierno europeo 2010-2011


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Efecto Ártico, ¿histórico invierno 2010-2011?

 

Escrito por Erik Quiroga   

16/12/10
El próximo año se cumplirán treinta y cinco años del actual “Calentamiento Global Sostenido” -iniciado en 1976-. El periodo cálido más largo desde la Edad Media (900 a 1100 DC, el “Pequeño Óptimo Climático”), que terminó intempestivamente con ciclos de inviernos extremos en la Región del Atlántico Norte (Europa occidental y Noreste de Norteamérica). Ciclos conocidos como la “Pequeña Glaciación”.
Por ello, me parece oportuno destacar algunas conclusiones sobre la hipótesis del "Efecto Ártico" en el marco del actual invierno.
glaciar

Nace la hipótesis del “Efecto Ártico”.

En el artículo "Efecto Ártico’, ¿Pequeña Glaciación antes del 2020?" , publicado el 2 de diciembre de 2002, en EcoPortal.net (Argentina) y el 4 de diciembre en la Unidad de Comunicaciones e Información Pública del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en México, ya hablaba de esta posibilidad.
La referida hipótesis se dio a conocer en España en la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM) y en el Foro de Meteored, -uno de los foros mas visitados de meteorología en Europa-, con gran interés por parte del público hacia el tema. Posteriormente, es incluida en el libro "¿Estamos cambiando el clima?", del conocido meteorólogo español José Miguel Viñas (Editorial: Equipo Sirius, S. A., Editado en el Año: 2005).
El aumento de flujo de aguas dulces sobre el Atlántico Norte, causadas por el deshielo de los glaciales árticos y el aumento de las precipitaciones debido al deshielo del océano Ártico, pueden afectar la densidad, la velocidad y la deriva de la Corriente del Golfo, y con ello su efecto termorregulador sobre Europa.
Es importante destacar la originalidad de la hipótesis del "Efecto Ártico” por los siguientes aspectos:
  • En su concepto: el Deshielo del Ártico, como consecuencia del Calentamiento Global puede afectar la Corriente del Golfo, alterando el Clima de Europa Occidental y la Región Este de Norte América, lo que deriva en ciclos de veranos muy cálidos que tienden a extenderse hasta el otoño e intensos inviernos que pueden prolongarse hasta la primavera. Todo ello podría crear condiciones Climáticas Árticas en regiones del Norte de Europa y de Norte América.
  • En el citado año de 2002 se alerta del efecto multiplicador y devastador del Albedo en el Ártico. Es decir, la variación de la energía solar reflejada (del reflejo del 90% de los blancos glaciares a la absorción del 90% del oscuro suelo ártico, y el 80% de los hielos árticos diluidos en aguas oscuras árticas), como consecuencia del calentamiento global.
  • Asume el “calentamiento global” como un ciclo natural en el planeta, el cual ha sido acelerado por el actual modelo de desarrollo, lo que podría llevar a una “paradoja climática” en la región del Atlántico Norte (Noreste de Norteamérica y Europa Occidental).
  • Destaca de igual forma que el desequilibrio térmico producido por el deshielo ártico, afecta el desplazamiento de los Sistemas de Bajas Presiones (Depresiones) y de Altas Presiones (Anticiclones) y las Corrientes en Chorro, lo que acelera el Ciclo Hidrológico (periodo de lluvias y sequías y genera vientos de velocidades inusuales para la región), alterando el ciclo climático de las Estaciones en el Atlántico Norte, (Este de Norteamérica y Europa Occidental) y en la Región del Mediterráneo.
  • Sostiene la posibilidad de una “Pequeña Glaciación” -ciclos de inviernos extremos- en la Región del Atlántico Norte (Noreste de Norteamérica y Europa Occidental), como consecuencia de los efectos del calentamiento global sostenido sobre el Ártico y con ello, la afectación de la deriva de la Corriente del Golfo y la densidad de la Corriente de Labrador, con plazos definidos, después de 35 a 40 años de “calentamiento global sostenido”.
  • Expone, que al afectarse la temperatura del Ártico por el deshielo, se activa el ciclo del “Efecto Ártico” que lleva a las “Pequeñas Glaciaciones”, como un mecanismo natural para restablecer el equilibrio térmico del Ártico. El Ártico es como un termostato para el planeta ya que se encarga de distribuir el calor y activa la circulación de las corrientes oceánicas.
  • Sustenta que los “Mínimos Solares”, inciden en el ciclo de las “Pequeñas Glaciaciones” haciendo extremas, las bajas temperaturas invernales.

Efecto Ártico 2010- 2011.

El deshielo ártico es uno de los principales indicios que analiza la hipótesis del “Efecto Ártico”. El Ártico ha perdido alrededor de 2,5 millones de kilómetros cuadrados de hielo perenne, debido al derretimiento, -la mitad sólo (1.200.000 K2) entre febrero de 2007 y febrero de 2008-.
Imaginemos un gran espejo del tamaño del Mar Mediterráneo, que refleja el 90% del calor en el Ártico, posteriormente se diluye y luego absorbe calor en verano -las 24 horas al día, desde mediados de mayo hasta finales de julio-, acumulando una gran inercia térmica, la cual permanece hasta bien entrado el otoño.
Al llegar el invierno ártico, el vórtice polar, que controla el patrón de vientos, -y que se caracteriza por presentar vientos de grandes velocidades en su borde, donde está la mayor diferencia de presión entre las masas de aire fría y cálida-, es afectado y tiende a desestabilizar temporalmente el Anticiclón del Ártico y las Corrientes en Chorro, desplazando aire ártico sobre el Norte de Europa y Noreste de Norteamérica.
En el reciente Informe sobre el Ártico, elaborado por un equipo de 69 científicos internacionales, se destaca la reducción de hielo en el Océano Ártico, el mínimo de 2010 y el tercero más bajo registrado desde 1979. Una reducción que llega a su extensión mínima, el 10 de septiembre donde 4,76 millones de km2 de Océano Ártico estaban cubiertos de hielo, un deshielo mayor que en 2007 y 2008. También Groenlandia experimenta un récord de altas temperaturas, y un extremo derretimiento del hielo glaciar.
Aeropuerto heladoLo anteriormente expuesto es un grave indicio que apunta a la probable afectación de la deriva de la Corriente del Golfo y a la densidad de la fría Corriente de Labrador.
Europa Occidental se vería afectada por fuertes borrascas, ciclos de temperaturas árticas y eventuales vientos con velocidades inusuales.
El aumento de flujo de aguas dulces sobre el Atlántico Norte, causadas por el deshielo de los glaciales árticos y el aumento de las precipitaciones debido al deshielo del océano Ártico, pueden afectar la densidad, la velocidad y la deriva de la Corriente del Golfo, y con ello su efecto termorregulador sobre Europa.
En el este de Norteamérica, el deshielo ártico puede afectar la densidad de la Corriente de Labrador, expandiéndola hacia el noroeste y haciendo aún más fríos los inviernos en la citada región, facilitando el desplazamiento de los gélidos vientos árticos hacia el noroeste de Europa.
Los océanos tienen 4.2 veces más capacidad calórica que la atmósfera y su densidad es mil veces mayor, por lo que un cambio de contenido de calor en los océanos, tendría un equivalente treinta veces mayor en la atmósfera
El Ártico es parte vital de la circulación de los océanos, lo que asegura la estabilidad del clima global. Al ser afectada dicha estabilidad se alteran los “Patrones de Viento”.
En invierno la alteración de los “Patrones de Viento” se traduce en la afectación del Anticiclón Ártico, la “Oscilación Artica” y las Corriente en Chorro, lo cual tiende a desestabilizar el sistema de Anticiclones y el desplazamiento de los Sistemas de Bajas Presiones (Depresiones) y de Altas Presiones (Anticiclones).
La referida alteración de los “Patrones de Viento”, posibilita inviernos extremos sobre el Este de Norteamérica, Europa Occidental y la Región del Mediterráneo. Es probable que la referida alteración afecte el Anticiclón de Siberia, por lo cual podría llevar a inviernos extremos a Rusia y la Región Noroccidental de China y Europa Central.

Invierno 2010-2011

En un marco hipotético, considerando la probable intensificación del “Efecto Ártico”, tendríamos inviernos extremos en Rusia y en la Región Noroccidental de China.
En la Costa Este de Norteamérica los ciclos de temperaturas árticas y las nevadas extremas se desplazarían por la costa del Canadá, hasta Boston y Nueva York, ocasionando una intensificación del “Efecto de los Grandes lagos”, que llevaría a nevadas históricas en Detroit y Chicago.
En la medida en que avanzara este invierno, se desplazarían las bajas temperaturas hasta Florida y Cuba (especialmente en la región centro occidental de Pueblo helado por el temporalla isla).
En el reciente Informe sobre el Ártico, elaborado por un equipo de 69 científicos internacionales, se destaca la reducción de hielo en el Océano Ártico, el mínimo de 2010 y el tercero más bajo registrado desde 1979.

Europa Occidental se vería afectada por fuertes borrascas, ciclos de temperaturas árticas y eventuales vientos con velocidades inusuales, ocasionado por la afectación de la corriente en chorro y los anticiclones, (el de las Azores y probablemente el de Siberia). El frío se expandiría por Europa Central, Península Itálica, hasta la Región del Mediterráneo.
Es probable, que las bolsas de aire cálido, generadas por la afectación del Vórtice Polar Ártico que tienden a desestabilizar temporalmente el Anticiclón del Ártico y las Corrientes en Chorro, desplacen aire ártico sobre el Norte de Europa. En especial, sobre la Islas Británicas y el frente noroccidental de Europa, lo cual deja abierta la posibilidad (como un indicio del inicio de ciclos de inviernos extremos), de que el río Támesis pueda congelarse al intensificarse el invierno.
Pronostico realizado el 28 de noviembre de 2010, dentro del marco hipotético del “Efecto Ártico”.

 

Publicación histórica del "Efecto Ártico, Glaciación 2020" o 2015 según algunos pronósticos:

 

 

 

"Efecto Ártico "¿Pequeña Glaciación antes del 2020 ?

 

Efecto Ártico, ¿el umbral a una “Pequeña Glaciación”?

 


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