Narcoimperio Mundial
Es difícil exagerar la gravedad de la situación mexicana. El interesante artículo del profesor Saxe-Kernández que reproducimos a continuación resume excelentemente buena parte de los problemas. Una versión castellana de la entrevista con el brigadier Castro Lima, de la fuerza aérea brasileña, citada por Saxe-Fernández puede encontrarse aquí: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=41041. También es muy recomendable la lectura del Editorial de La Jornada del pasado 21 de septiembre.
Quién le ha dado el derecho (a Estados Unidos) para incluir o excluir a los que cumplen o incumplen compromisos en la lucha internacional contra el narcotráfico? Nadie tiene ese derecho y si alguien lo tuviera sería la ONU. Ésta fue la respuesta de Hugo Chávez a la inclusión de Venezuela en un memorando de la Casa Blanca al Departamento de Estado que lista a los países que no cooperan en la lucha antinarco. El documento, además, promueve una mayor intervención y ocupación de Centroamérica con el pretexto de que la guerra sin cuartel de México y Colombia obligó al narco a replegarse hacia Honduras, Costa Rica y Nicaragua, por primera vez incluidos en la lista de grandes productores o plataformas del narcotráfico en el mundo.
Como se esperaba ya, el gobierno de Laura Chinchilla, de Costa Rica, que autorizó la presencia militar de Estados Unidos en su territorio, ofreciendo inmunidad a soldados y oficiales de ocupación que incurrieran en rupturas a la ley penal internacional, encabeza una iniciativa centroamericana para presionar a Estados Unidos en pos de más ayuda contra el narco.
El memorando también se usa en el caso de Venezuela, con fines político-electorales. Su sesgo oportunista, unilateral y parcial, junto a la cada vez más notoria participación de Estados Unidos en todos los niveles de la estructura y dinámica del narcotráfico, desautorizan la retórica de su guerra antinarco/crimen o sea, lo que en la guerra sicológica y política se conoce como historia de cobertura, la mampara que encubre campañas anti-populares y diseños de intervención y ocupación policial/militar/empresarial de zonas clave por su posición geográfica o por sus recursos.
No es casual que sean militares, Hugo Chávez o el coronel Sued Castro Lima, de la Fuerza Aérea de Brasil, quienes, entre otros, llamen la atención sobre el fenómeno: Estados Unidos se erige como juez de otros, mientras ejerce el dominio abrumador y es el principal beneficiario de los magnos negocios derivados del narcotráfico y el crimen organizado. Castro Lima (www.adital.com.br) muestra lo insostenible del argumento de fachada de combate al narcotráfico de la Casa Blanca: en Colombia la producción de cocaína aumentó porque también lo hizo el mercado concentrado en Estados Unidos y en años recientes el precio de la cocaína cayó 36 por ciento resultado del aumento de la oferta y no de una reducción de la demanda.
John Saxe-Fernández es profesor de ciencias sociales en la UNAM.
La Jornada, 23 septiembre 2010
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