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El Arte de Odiar En Red

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El arte de odiar en las redes sociales

 

El arte de odiar en las redes sociales
Pocos días después del atentado contra la congresista Gabrielle Gifford de Arizona, circuló un video del pastor de una iglesia, del mismo Estado, que daba gracias a Dios por haber enviado al asesino. No importa que el asesino sea ateo o simplemente se trata de otro misterio divino. Este pastor, con pocos seguidores pero cada vez más famoso, suele difundir en Internet su propia lista de las cosas que Dios odia (los homosexuales, los científicos, los liberales).
Jorge Majfud / Escritor uruguayo residente en EE.UU. (*)

El arte de odiar en las redes sociales
Gabrielle Gifford, la congresista
herida gravemente en Tucson,
Arizona.

Alguien anónimo, no sin sorna, ha preguntado si pegarle un tiro al mencionado pastor podría ser interpretado como la voluntad de Dios.

Casi al mismo tiempo, la ex gobernadora de Alaska, la cada vez más célebre Sarah Palin, se defendió en YouTube de las críticas sobre la influencia de su mensaje incendiario en los desequilibrados y asesinos como Jared Lee Loughn, diciendo que los actos criminales de un individuo begin and end with the criminals who commit them (comienzan y terminan con los criminales que los realizan).

Obviamente, esta ley moral no se aplica para los criminales de otras culturas (bárbaras, periféricas): si un fanático masacra a un grupo de inocentes, todo su pueblo y toda su cultura son responsables. Y se actúa en consecuencia.

Un viejo amigo profesor, pionero en la reflexión sobre hipertexto y democracia, entusiasta defensor de Internet desde los años 80, me decía que un aspecto positivo de la Red era que había “igualado la voz” de las personas alrededor del mundo (tendencia humanista que ambos venimos destacando desde hace años). Pero el aspecto negativo era que, de igual forma, también había dado voz a unos pocos fanáticos, y que cuanto menos cultura y educación tenía una persona, más fácil presa era de este fanatismo. Agregué que temía que uno de los aspectos negativos de esta cultura es que los fanáticos (anónimos y encumbrados) tienen más rating que los individuos más racionales. Basta ver el número de vistas en YouTube que tiene el video de un lunático que afirma que la Tierra es plana y el de un científico que demuestra lo contrario.

Pero el fanatismo no es sólo propiedad de la gente inculta. La Alemania de los años treinta era uno de los países más educados del mundo. Ni que hablar de los imperios de turno.

En una entrevista radial mencioné al pasar que, entre otras razones que parecían de mayor peso, tal vez la condición de judía de Gabrielle Gifford no fuese un detalle insignificante para explicar las motivaciones del acto. No es que la creyera una razón central. Simplemente, no la subestimaba.

Al día siguiente recibí un par de correos acusándome de “judío sionista”. Lo que contrasta con otras supuestas acusaciones parecidas de ser “musulmán” por el simple hecho de denunciar la muerte de decena de niños palestinos en un solo bombardeo israelí.

Debería ser un dato irrelevante: no soy ni judío ni musulmán. No lo digo como desagravio, claro. Lo digo simplemente porque es verdad y porque me demuestra, en carne propia, el tamaño de la estupidez humana. Apenas soy un hombre imperfecto y contradictorio, como cualquier hombre, como cualquier mujer, capaz de tolerar muchas cosas pero irremediablemente incapaz de soportar el dolor de un solo niño ni la barbarie medieval de andar masacrando hombres y mujeres en nombre de Dios; incapaz de soportar la barbarie moderna de masacrar individuos y hasta pueblos enteros en nombre de la Justicia, la Igualdad, la Libertad y todas las Buenas Razones que se nos puedan ocurrir con mayúsculas.



Sarah Palin, líder del movimiento ultra
conservador Tea Party y ex gobernadora de
Alaska, se defendió en YouTube de las
críticas sobre la influencia que su mensaje
pudo ocasionar en mentes desequilibradas
como la de Jared Lee Loughn, el asesino
de Arizona.



El arte de odiar II


En Internet circulan listas de premios Nobel discriminados por nacionalidades, la mayoría confeccionadas por autores fantasmas. De ahí se deduce la superioridad de unos pueblos sobre otros, como si la academia sueca fuese el dedo de Dios. Los peores, sin ningún rigor académico, está de más decir, vinculan estas estadísticas a diferencias biológicas (si Alfred Nobel hubiese nacido en tiempos de Tutankhamun, “las razas superiores” serían, sucesivamente, los egipcios, los persas, los chinos, los indios, los judíos, los griegos, los romanos, los árabes, los mayas, los ingleses, los americanos…).

Algunos atribuyen estas diferencias a la superioridad de una cultura o de una religión sobre las otras. Los más razonables, entiendo, las consideran culturales, vinculadas a circunstancias históricas.

Algunas listas reciben el apoyo de innumerables opinantes que las redireccionan masivamente a nuestros correos. Como las que comparan el número proporcional de premios Nobel ganados por judíos y el número de premios ganado por árabes y de ahí deducen la superioridad de “un pueblo” (cuando no de una raza) sobre el otro e, incluso la superioridad intelectual de unos individuos sobre los otros por el solo hecho de pertenecer a uno de los pueblos con más premios Nobel. (Por lo menos desde la Edad Media, al pueblo judío se le negó derechos de propiedad y nobleza, lo que acentuó su tendencia a refugiarse en el trabajo intelectual, el cual, por ser trabajo, fue despreciado por la nobleza, casi tanto como el trabajo manual).


Estas listas comparativas se parecen en algo a esas otras que enumeran las veces que el pueblo judío fue expulsado de diferentes países en los últimos tres mil años, por lo que se infiere que el mensaje explicaría una especie de karma nacional.
La gran cantidad de premios Nobel ganados por un pueblo o un país X no deja de ser un mérito. Pero tampoco deja de ser un merito relativo, del cual no hay que deducir superpoderes culturales, ideológicos o raciales. Menos derechos especiales. La Alemania de los años treinta era el país que tenía más premios Nobel y también fue el país que más fácil se dejó engañar por un fanático que llevó a medio pueblo a organizar o tolerar uno de los peores holocaustos, si no el peor, de la historia moderna (del holocausto indoamericano casi no se habla).


Ahora, si revemos estas listas, también veremos una predominancia abrumadora de hombres sobre mujeres. ¿Vamos a deducir, entonces, que las mujeres son tanto menos inteligentes o capaces? O por el contrario, ¿el dato no indica, acaso, alguna circunstancia histórica que las oprimió en la misma proporción?

Si despreciamos a aquellos inmigrantes que proceden de culturas que no han trabajado en el sentido en que sería necesario para acumular premios Nobel (leer “¡Qué error hemos cometido!”, de un inexistente Sebastián Vivar Rodríguez), ¿vamos a despreciar igualmente a las mujeres?


Me gustaría ver la misma consistencia en los argumentos y leer de esos mismos grupos racistas gritando: “No dejen entrar más mujeres a este país. Dejen entrar sólo hombres, porque gracias a ellos tendremos más premios Nobel, porque gracias a ellos el mundo es un lugar más próspero”.

Claro, alguno, dentro de estos grupos, se opondrá diciendo: “No, hay que dejar entrar también a las mujeres. De lo contrario aumentaría la homosexualidad. De lo contrario no habría madres que dieran hijos varones que produjeran premios Nobel, que no trajeran progreso y prosperidad”.


También seria consecuente. Porque no otra cosa practican algunos dejando entrar a inmigrantes procedentes de culturas marginales, sin premios Nobel, para que limpien los baños de los premios Nobel, para que planten y recojan las siembras que alimentan a los premios Nobel, para que se enlisten en los ejércitos que luego irán a poner orden en esos pueblos bárbaros que no tienen premios Nobel.


*Nacido en Tacuarembo, Uruguay,  en 1969.  Es arquitecto y actualmente trabaja como profesor de Literatura en la Universidad de Georgia (EE.UU) donde reside hace décadas. Este  texto fue tomado de las agencias Argenpress-Ecupres.
El arte de odiar en las redes sociales
La Iglesia Bautista Westboro ha tomado la tragedia del tiroteo de Tucson, Arizona, para predicar el castigo de Dios.

Ya Empiezan Las Revueltas Sociales en EE.UU.

uc_berkeley

 

La semana pasada, los campus universitarios de California se vieron conmocionados por varias protestas, provocadas por el gran aumento de la cuota estudiantil aprobado por el Directorio de Regentes de la Universidad de California. Luego de un año en el que hubo una serie de recortes presupuestarios, despidos y licencias obligatorias de docentes y funcionarios y la eliminación de departamentos académicos enteros, el 32 por ciento de aumento de la matrícula fue el disparador de acciones a nivel estatal a una escala sin precedentes. Ante el inminente anuncio de la nueva estrategia del Presidente Barack Obama en la guerra de Afganistán -que, según información filtrada, incluirá un aumento de 35 000 soldados- muchos se sienten indignados de que se estén realizando recortes en el presupuesto educativo mientras se aumenta el presupuetso militar, y eso está ayudando a construir un movimiento.

Mientras viajaba por California la semana pasada en una gira de presentación de un libro, me encontré, casualmente, en medio de la votación de los regentes y de las protestas en los campus. En las sedes de la Universidad de California en Berkeley, Santa Cruz, Santa Barabara, Los Ángeles, Cal State Fresno, Davis y Cal State Chico, los estudiantes me contaron cómo el aumento de la cuota va a privarlos de seguir estudiando. En el marco de la protesta, los estudiantes ocuparon las instalaciones de sus universidades y realizaron marchas y clases públicas. En la sede de Davis, varias jóvenes, que se encuentran entre las 52 personas que fueron arrestadas allí, me contaron cómo habían sido atacadas por la policía del campus, que les disparó con pistolas Taser. Los estudiantes de esa universidad también protestaron contra el cierre de las bibliotecas los días sábado. Se presentaron en la casa que la universidad le proporciona al rector, para estudiar allí porque la biblioteca estaba cerrada. En lugar de provocar un enfrentamiento que probablemente hubiera terminado con acción policial y arrestos, el rector les permitió entrar a su casa para que pudieran estudiar.

Blanca Misse, una estudiante egresada de UC Berkeley y miembro de la organización Fuerza de Acción de Trabajadores y Estudiantes (SWAT, por sus siglas en inglés), fue una de las organizadoras de las protestas. Blanca me dijo: “Estamos en huelga porque nos importa mucho la educación pública y nos importa que haya otro tipo de educación pública, quizá, una diferente de las que ellos ofrecen, una educación pública verdadera, que no siga el modelo empresarial”.

Laura Nader (la hermana de Ralph Nader) es profesora de antropología sociocultural en la Universidad de California, sede Berkeley, donde ha enseñado durante casi 50 años. Este año fue co-autora de una medida aprobada por el Consejo del Claustro Docente de la universidad, que solicita que el programa de atletismo de la institución sea autosustentable y deje de recibir subsidios de las cuotas estudiantiles. Laura es crítica del creciente poder que las empresas como BP y Novartis tienen en las universidades, y tiene una larga trayectoria personal de lucha por la educación pública. Da clases de educación general que atraen a cientos de estudiantes, a las que considera fundamentales porque, afirma, dado que hoy en día lo que se les enseñan a los estudiantes es a rendir exámenes, “son muy buenos eligiendo respuestas en pruebas de múltiple opción, pero no saben nada de Hiroshima y Nagasaki”. El enfoque en estas cuestiones básicas refleja su preocupación por el ataque a la educación pública en su país: “No es algo que acaba de suceder, y no es algo que no fue planificado”, me dijo. “Hay mucha gente que realmente adhiere al modelo de que esto no debería ser un bien público. Y si seguimos por este camino habrá un sistema de dos clases: quienes vayan a la universidad serán quienes puedan pagarla, y quienes no, será la clase media”.

El eje principal del movimiento es una fuerte coalición que incluye estudiantes, empleados y docentes. Bob Samuels es presidente de la Federación de Docentes Estadounidenses de la Universidad de California (UC-AFT, por sus siglas en inglés), el gremio que representa a los profesores y a los bibliotecarios de la Universidad de California que no integran el claustro docente de la universidad. A pesar de que California afronta una seria crisis presupuestaria, Samuels me dijo que la universidad estatal de California tiene fondos más que suficientes: “No es necesario que se aumente las cuotas a los estudiantes. No tiene que despedir docentes. No tiene que eliminar cursos. Están hablando de eliminar los asignaturas secundarias y las principales. Están hablando de pasar las clases a Internet. Están tomando estas medidas drásticas. Y lo que vemos es que básicamente son los estudiantes no graduados quienes subsidian la investigación, están subsidiando a los administradores, están subsidiando cosas que no tienen nada que ver con su formación de grado”.

Durante el gobierno de Bush, el reclutamiento militar fue el más bajo de la historia. Ahora, luego de la crisis económica de fines de 2008, los reclutadores no están teniendo problemas. El Presidente Obama parece estar comprometido a aumentar la magnitud, y por consiguiente necesariamente la duración, de la guerra y ocupación en Afganistán. Una de las profesoras universitarias más reconocidas de California, Anaya Roy de la Universidad de California-Berkeley, ofrece un análisis que Obama debería considerar: “En este contexto de desigualdad, no se necesitan instrumentos radicales de redistribución. Uno tan solo necesita algunas cosas, como educación pública decente o tener acceso a asistencia médica o algún otro tipo de propuesta razonable que le ponga un freno a este enorme gasto en la guerra”.

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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2009 Amy Goodman

Michael Moore Bromeando Rompe La Propaganda Antichavista y Anti Transformación Social

Es un bulo que hace Moore, como buen muchacho yanqui, necesario para romper toda la propaganda de odio y violencia sectaria de los neofascistas del mundo:

 

 

 

 

Más en:

 

 

-Las revoluciones también tienen que reirse de sí mismas
 Michael Moore, mentiroso asqueroso
Juan Carlos Monedero

Obama y el Nobel

 

Willie Kusman

 

Para muchos el Imperio ha sido el culpable de muchas tragedias y tristezas en el mundo. A travez de la historia en America Latina ha sido  responsable de la muerte de miles de ciudadanos, del sufrimiento de mucha gente, responsable de las dictaduras en los veinte, treinta, los cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta, del advenimiento de tantos dictadores y asesinos, del exterminio de tanta figura emblematica en el continente, del dolor y la tortura de miles de personas,y que hasta los dias de hoy dichas victimas no han sido reparadas ,negandoseles la tan cacariada Justicia y verdad por los daños ocasiomados  y en los ultimos años responsable de la instauracion del modelo explotador de Libre Mercado en varios paises, incluyendo a Chile, pero ahi los tenemos, dando ejemplo de democracia y libertad, incluso a este Chile actual, y lo mas significante, recibiendo premios nobeles de la paz.

 
A travez de la historia el comite del nobel varias veces ha entregado el galardon maximo de la paz al Imperio, el responsable directo de guerras, invasiones, bombardeos, de dolor y de masacres. Ha sido varias veces premiado con la distincion maxima de la paz, incluso a Kissinger, el responsable directo del golpe de estado al presidente Allende a comienzos de los setenta en Chile,y donde  dejo instaurado una Dictadura Militar,como tambien  responsable directo de los bombardeos clandestinos a las poblaciones civiles de Cambodia y Laos a comienzos de los setenta, responsable de la muerte de miles de ciudadanos en estos dos paises del sudeste asiatico durante la guerra de Viet Nam.

Para muchos ciudadanos en el mundo este Señor  no se merecia de ninguna manera el premio nobel de la paz.
Sabian ustedes que Henry Kissinger, el Secretario de Estado norteamericano en el gobierno de Nixon, no puede viajar fuera de los Estados Unidos?, en realidad  puede viajar, pero si lo hace, corre el riesgo que la justicia de cualquier pais del mundo lo detenga, lo lleve a juicio y lo condene por crimenes a la humanidad, esa es la realidad, el señor Kissinger hace muchos anos que no viaja fuera del pais.
 
Vivo en el pais del norte hace muchos años, conozco de cerca la realidad del pueblo norteamericano, sus falencias y sus virtudes, sus tragedias y sufrimientos, sus bondades y buena voluntad, tambien conozco muy de cerca las presiones politicas y militares del gobierno norteamericano a muchos de los paises del tercer mundo, sobretodo aquellos que tienen petroleo o una ubicacion priviligiada en el mapa geopolitico mundial, conozco las mentiras y manipulacion de sus medios de comunicacion, de la corrupcion de sus politicos en el aparato legislativo, del poder y las presiones de las transnacionales y el Wall Street en la politica nacional e internacional, de la corrupcion en las estructuras del estado, incluyendo muchas veces al ejecutivo, es la triste realidad.

Es paradojico, segun la opinion de una gran mayoria de los ciudadanos del mundo el pais causante de tanto dolor y tragedia, responsable de bombardeos incluso atomicos, responsable de tantos lamentos, de torturas, de sufrimientos, sea el mas premiado con el maximo galardon de la paz, pero bueno, es algo que nadie puede controlar ni muchas veces entender, y el unico camino para comprender estas desiciones es consultarlo con los dueños del premio en Noruega.
 



-RECIBIDO Y REENVIADO POR -
Agrupación Solidaria de Ex Presos Políticos y Torturados de Magallanes

 

Michael Moore Reclama A Obama Fin de Guerra en Afganistán

Carta de Michael Moore a Obama: Si no sale de Afganistán, devuelva el Premio

 

Tomado de www.michaelmoore.com
Traducido por Cubasí

Estimado presidente Obama,

Qué bueno que haya sido reconocido hoy como un hombre de paz. Sus rápidos, tempranos pronunciamientos -el cierre de Guantánamo, el traer las tropas de Iraq a casa, su deseo de un mundo libre de armas nucleares, el admitir a los iraníes que derrocaron a su presidente elegido democráticamente en 1953, el pronunciamiento de un gran discurso ante el mundo islámico en El Cairo, eliminó ese término inútil de “Guerra contra el Terror”, que haya puesto fin a la tortura- todo esto nos ha hecho sentir un poco más seguros, teniendo en cuenta el desastre de los últimos ocho años. En ocho meses usted ha hecho un giro y ha conducido a este país en una dirección mucho más sana.

Pero…

La ironía de que se le haya otorgado este premio en el segundo día del noveno año de lo que se está convirtiendo rápidamente en su guerra en Afganistán no pasó desapercibida para nadie. Usted está realmente en una encrucijada. Usted puede escuchar a los generales y expandir la guerra (sólo para dar lugar a una previsible derrota) o puede declarar por terminadas las guerras de Bush, y traer todas las tropas a casa, ahora. Eso es lo que un verdadero hombre de paz haría. No hay nada malo en que Usted haga lo que el último tipo no pudo hacer- la captura del hombre o los hombres responsables de los asesinatos en masa de 3.000 personas el 9/11-. PERO NO PUEDE HACERLO CON TANQUES Y TROPAS.

Usted está persiguiendo a un criminal, no a un ejército. Usted no utiliza un cartucho de dinamita para deshacerse de un ratón. Los talibanes son otra cosa. Eso es un problema que debe resolver el pueblo de Afganistán -como hicimos nosotros en 1776, los franceses en 1789, los cubanos en 1959, los nicaragüenses en 1979 y la población de Berlín Este en 1989- Una cosa es cierta, todas las revoluciones llevadas a cabo por personas que desean ser libres, en última instancia, tienen que lograr la libertad por sí mismos. Otros pueden ser solidarios, pero la libertad no puede entregarse desde el asiento delantero del Humvee de otra persona.

Ahora usted tiene que finalizar nuestro involucramiento en Afganistán. Si Usted no lo hace, no tendrá otra opción que devolver el premio a Oslo.

Saludos, Michael Moore

P.D. Su oposición ha pasado la mañana atacándolo por traer esa buena voluntad a nuestro país. ¿Por qué ellos odian tanto a los Estados Unidos?

Me da la impresión de que si ud descubriera la cura contra el cáncer esta tarde ellos lo hubieran estado denunciando por destruir la libre empresa, porque los centros de cáncer tendrían que cerrar. Hay otros que dicen que Ud. no ha hecho nada todavía para merecer este premio. En lo que a mí me concierne, el solo hecho de que Ud. se haya ofrecido para caminar en un campo minado de odio y tratar de deshacer el daño irreparable que el último presidente causó, no solo es apreciado por mí y por millones, sino también un acto de verdadero coraje. Por eso Ud. obtuvo el premio. El mundo entero depende de EE.UU y de Ud. para literalmente salvar este planeta. No los defraude.

Michael Moore Enseña El No Capitalismo A EE.UU.

 

El maestro de Norteamérica. Naomi Klein conversa con Michael Moore sobre su última película

 

 

El pasado 17 de septiembre, Michael Moore habló con Naomi Klein sobre su última película, mordazmente anticapitalista, sobre las raíces de la crisis económica presente, sobre la movilización social y mediática de la ulraderecha contra la administración Obama, sobre la recepción de su película por los sindicatos y la población trabajadora norteamericana y sobre los peligros y las promesas del actual momento político.

Lo que sigue es la versión castellana realizada por Roc F. Nyerro para SinPermiso de la transcripción de la entrevista telefónica publicada en la revista norteamericana The Nation.

Naomi Klein: Bueno, la película es estupenda. ¡Enhorabuena! Como mucha gente ya sabe, se trata de una resuelta llamada a la rebelión contra la locura capitalista. Pero durante la semana de su estreno, en los noticiarios se hablaba de una revuelta de signo totalmente diferente: las llamadas "reuniones del té", a lo que parece, una apasionada defensa del capitalismo de todo punto hostil a los programas sociales.

No se están viendo muchos signos de hordas tomando al asalto Wall Street. Yo espero que tu película sirva de despertador y catalizador para que todo esto cambie. Me pregunto cómo ves todo esta extraña evolución de las cosas, estas rebeliones procapitalistas dirigidas por [el periodista televisivo de la cadena Fox] Glenn Beck. (1)

Michael Moore: No sabría decir si todo eso son revueltas a favor del capitalismo, o si se trata más bien de un fenómeno espoleado por dos tipos distintos de agendas políticas. Una de ellas viene del hecho de que un número importante de norteamericanos no acaba de aceptar la presidencia de un afroamericano. No creo que les guste eso.

NK: ¿Ves eso como la fuerza directriz de las "tertulias de té"?

Creo que es una de las fuerzas, pero creo que hay otras agendas políticas en curso aquí. La otra agenda es de las grandes empresas. Las compañías dedicadas al negocio de la salud y otros intereses empresariales están contribuyendo a encauzar lo parece un estallido espontáneo de ira ciudadana.

Pero el tercer componente de esto es lo que siempre he admirado de la derecha: están organizados, trabajan con abnegación, están prontos a librar sus luchas. De nuestro lado, no veo realmente esa clase de compromiso.

Cuando se estaban manifestando en los mítines urbanos en agosto, esos mítines estaban abiertos a todo el mundo. ¿Dónde estaban los nuestros? Yo pensaba, ¡Huau! ¡En agosto! ¡Trata tú de organizar algo de izquierda en pleno agosto!

NK: ¿Y no podría deberse eso a que la izquierda, los progresistas, o comoquiera que nos llamemos, hemos estado en una suerte de estado de confusión con respecto a la administración Obama? ¿Qué la inmensa mayoría de la gente está a favor de una cobertura médica universal, pero no podía salir a proclamarlo porque el asunto no estaba encima de la mesa?

Sí. Y por eso necesitamos gente para articular el mensaje y ponernos a la cabeza de eso y dirigirlo. Ya sabes que hay cerce de 100 congresistas demócratas que han firmado ya a favor de la ley [de universalización de la cobertura médica pública] que propone [el congresista afroamericano] John Conyers.

Obama, creo yo, se percata ahora de que, fuera lo que fuere lo que intentaba hacer con el bipartidismo, manteniendo en alto la rama de olivo, el otro lado no tiene el menor interés en nada que no sea la total destrucción de cualquier cosa que él proponga o trate de hacer. Así, si [el congresista neoyorquino Anthony] Weiner, o cualquier otro miembro del Congreso, quiere dar un paso hacia adelante, ahora es el momento de hacerlo. Y yo desde luego estaría en la calle. Estoy en la calle. Quiero decir, que yo aprovecharía este momento, justo este, para juntar realmente a la gente, porque creo que la mayoría del país quiere esto.

NK: Volviendo a Wall Street, me gustaría hablar un poco más sobre el extraño momento en que nos encontramos. Toda la rabia contra Wall Street, contra los ejecutivos de la [aseguradora] AIG, cuando la gente se manifestaba, no sé qué pasó con todo eso…

Lo que yo siempre temí es que esa enorme rabia que puede verse en tu película, esa especie de insurrección ante el rescate, que forzó al Congreso a votar en contra en primera sesión, si no tenía continuidad en su expresión contra la gente con más poder en la sociedad, contra las elites, contra las gentes que crearon el desastre, si no se canalizaba en un proyecto real para cambiar el sistema, entonces podría fácilmente reorientarse y dirigirse en contra de la gente más vulnerable en nuestra sociedad, quiero decir, los inmigrantes, degenerando en rabia racista.

Lo que trato de averiguar es esto: ¿se trata de la misma rabia, o crees tú que son dos corrientes completamente distintas de la cultura norteamericana? Las gentes que estaban indignadas con AIG, ¿son las mismas que expresan ahora su indignación contra Obama y el ideal de la reforma del sistema de salud?

No creo que sea eso lo que ha pasado. No estoy nada seguro de que sea la misma gente.

Por lo que he podido ver en mis viajes por todo el país cuando filmaba mi película, e incluso estas últimas semanas, hay algo más que está rugiendo cerca de la superficie. No puedes evitar el estallido de indignación en algún momento cuando una de cada ocho hipotecas ha terminado ya o penalmente o con deshaucio, cuando hay un deshaucio cada 7,5 segundos y la tasa de desempleo sigue creciendo. Es tiene su propio punto de saturación.

Y lo triste de todo eso es que, históricamente, cuando todo esto ha ocurrido, la derecha ha sido capaz de manipular con éxito a quienes han sido duramente golpeados, sirviéndose de su rabia para apoyar a lo que solían llamar fascismo.

¿Qué ha pasado desde el crac? Hace un año ya. Yo creo que la gente sintió que, votando por Obama seis semanas después, saldrían del sistema, y que Obama sería capaz de encauzar bien las cosas. Y lo cierto es que Obama promete parsimoniosamente hacer bien muchas cosas, pero luego cumple muy poquitas.

Bueno, eso no quiere decir que yo no esté muy contento con ciertas cosas que le he visto hacer.

Oír a un Presidente de los EEUU admitir que derrocamos a un gobierno democráticamente elegido en Irán es una de esas cosas. Nunca pensé que lo oiría en toda mi vida. Ha habido momentos así.

Y tal vez sea yo un poco demasiado optimista aquí, pero Obama fue educado por una madre sola y los abuelos, y no creció con dinero. Y aunque fue lo suficientemente afortunado para ir a Harvard y licenciarse, no fue allí para estudiar algo que pudiera hacerles rico, y decidió trabajar en los barrios de la ciudad de Chicago.

¡Ah! Y decidió cambiar su nombre, para volver a lo que figuraba en su certificado de nacimiento: Barack. Lo que no es precisamente el paso que daría alguien que pensara en convertirse en político. Así que, creo yo, nos ha mostrado a lo largo de su vida muchas cosas reveladoras de dónde está su corazón, y durante la campaña electoral tuvo el desliz de decirle a Joe el Fontanero, que creía en distribución equitativa de la riqueza.

Y yo creo que las cosas en las que él cree todavía están aquí. Ahora depende de él. Si termina haciendo caso de los Rubin, los Geithner y los Summers, tú y yo perdemos. Y cantidad de gente que se ha comprometido, mucho por vez primera en su vida, no volverán a comprometerse. Obama tendrá que hacer más para destruir lo que ha de ocurrir en este país en términos de participación en su democracia. Así que espero que entienda la carga que lleva sobre sus espaldas y haga lo correcto.

NK: Bien, me gustaría pincharte un poco más al respecto, porque entiendo lo que dices sobre el modo en que Obama ha vivido su vida y, desde luego, sobre el carácter que parece tener. Pero es una persona que nombró a Summers y a Geither, con quienes tú eres muy oportunamente duro en tu película.

Y después de un año, todavía no ha puesto en vereda a Wall Strett. Nombró a Bernanke. No ha nombrado a Summers para un cargo, pero le ha dado un grado de poder sin precedentes como mero consejero económico.

Y se reúne con él cada mañana.

NK: Exactamente. Entonces, lo que me preocupa es esta obsesión por psicoanalizar siempre a Obama y lo que yo oigo decir a menudo es que estos tíos lo traen engañado. Pero estos tíos los ha elegido él, y por qué no juzgarle por su acciones y decir: "esto es cosa de él, no de ellos".

Estoy de acuerdo. No creo que lo traigan engañado; creo que es más listo que ellos.

Cuando acababa de nombrarlos, yo estaba acabando de entrevistar a un ladrón de bancos que no actuaba como tal en la película, pero que es un ladrón de bancos que contratan los grandes bancos como asesor para evitar robos bancarios.

Bueno, pues para no caer en una desesperación negra y profunda, esa noche me dije a mí mismo: ¡Eso es lo que está haciendo Obama! ¿Quién mejor que quien lo creó para sacarnos del atolladero? Los ha subido al carro para poner orden en el desastre que ellos mismos causaron. Sí, sí. Eso es. Eso es. Repite conmigo: "Hogar, dulce hogar".

NK: Y ahora resulta que se les subió al carro para que siguiera el latrocinio.

En efecto. Ahora, es Obama quien tiene que mover pieza.

NK: De acuerdo. Hablemos un poco más de la película. Te vi con [Jay] Leno, y me llamó la atención que una de las primeras preguntas que te hizo fue para plantearte esta objeción, que lo malo no es el capitalismo, sino la codicia. Y eso es algo que oigo muchas veces, esta idea de que la codicia o la corrupción es una especie de aberración de la lógica del capitalismo, y no el motor y la pieza central del capitalismo. Y creo que, probablemente, eso es lo que se oirás a propósito de la soberbia secuencia que se dedica en tu película a los jueces corruptos de Pensilvania que enviaban a chicos a prisiones privadas a cambio de sobornos. Creo que la gente dirá: eso no es capitalismo, eso es corrupción. ¿Por qué resulta tan difícil ver la conexión? ¿Qué les dices tú a la gente que te viene con esto?

Bueno, la gente quiere creer que no es el sistema económico lo que está en la base de esto. Ya sabes, la idea de las manzanas podridas. Pero el hecho pertinente que está en la base, como le dije a Jay [Leno], es que el capitalismo es la legalización de esta codicia.

La codicia ha estado entre los seres humanos desde siempre. Hay un buen número de cosas en nuestra especie que podrías llamar el lado obscuro, y la codicia es una de ellas. Si no pones por obra determinadas estructuras o restricciones en esas partes de nuestro modo de ser que vienen de ese lado obscuro, entonces se salen de madre. El capitalismo hace lo contrario. No sólo no le pone restricción alguna, sino que la estimula, la recompensa.

Me planteo esta cuestión a diario, porque la gente se queda muy sorprendida al final de mi película al oírme decir que hay que eliminarla completamente: "¿Qué hay de malo en ganar dinero? ¿Por qué no puedo abrir una zapatería?".

Y me doy cuenta de que, como no se nos enseña economía en el bachillerato, no pueden entender qué significa todo esto.

El asunto es que cuando tienes capitalismo, el capitalismo te incentiva para que pienses en formas de ganar dinero o de ganar más dinero. Y los jueces jamás habrían podido llegar a recibir sobornos, si el condado no hubiera antes privatizado la reclusión juvenil. Pero como en los últimos veinte años ha habido tal deriva en la privatización de los servicios públicos, que han sido sacados de nuestras manos y puestos en manos de gentes cuya única preocupación es la responsabilidad fiduciaria contraída con sus accionistas o con sus propios bolsillos, pues eso lo ha puesto todo patas arriba.

NK: Lo que a mí me resulta más conmovedor de la película es tu muy convincente montaje sobre los puestos de trabajo gobernados democráticamente como alternativa a este capitalismo de saquea y lárgate.

Me pregunto si cuando viajas por ahí constatas interés por esa idea.

A la gente le gusta esta parte de la película. En cierto modo me ha sorprendido, porque yo pensaba que la gente no lo acabaría de entender, o que le parecería demasiado sentimental o utópico, pero lo cierto es que ha tenido impacto entre los espectadores que yo he tenido ocasión de observar.

Pero, claro, yo lo he montado en la película como un asunto patriótico. Si crees en la democracia, la democracia no puede consistir en votar cada dos o cuatro años. Tiene que formar parte de cada día de tu vida.

Hemos logrado grandes cambios en muchas relaciones e instituciones, porque decidimos que la democracia es un modo mejor de organizar. Hace doscientos años, tenías que pedir permiso al padre de una mujer para poder casarte con ella, y luego, tras el matrimonio, era el marido el que llevaba la voz cantante. Y legalmente, las mujeres no podían tener propiedades ni cosas por el estilo.

Gracias al movimiento de las mujeres en los 60 y los 70, esa idea de la democracia se introdujo en esa relación: que los dos son iguales y los dos han de tener voz. Y en mi opinión, las cosas funcionan mejor ahora, como resultado de haber introducido la democracia en una institución como el matrimonio.

Pero dedicamos entre 8 y 12 horas diarias de nuestras vidas a trabajar, y en el puesto de trabajo no tenemos voz ni voto. Creo que cuando los antropólogos nos excaven dentro de 400 años –si llegamos a tanto—, se dirán: "Mira tú, estos tíos; pensaban que eran libres, decían vivir en democracia, pero se pasaban diez horas al día en una situación totalitaria, y permitían que el 1 por ciento más rico de la población tuviera más riqueza financiera que la suma de riquezas del 95 por ciento situado en los tramos inferiores".

Se van a reír de nosotros, lo mismo que nosotros nos reímos de las gentes que hace 150 años aplicaban sanguijuelas a los cuerpos para curarlos.

NK: Es una de esas ideas que siempre está ahí. En varios momentos de la historia ha sido una idea tremendamente popular. Es lo que realmente quería la gente en la antigua Unión Soviética, y no la variante de capitalismo mafioso del Salvaje Oeste que acabaron teniendo. Y lo que quería la gente en Polonia en 1989, cuando votaban por Solidarnosc, porque lo que se deseaban era que las empresas de propiedad estatal se convirtieran en centros de trabajo democráticamente regidos, no privatizados y saqueados.

Pero una de las mayores resistencias a las cooperativas de trabajadores que yo me he encontrado en mis investigaciones no viene de gobiernos o empresas renuentes, sino de los propios sindicatos. Obviamente, hay excepciones, como el sindicato que aparece en tu película, United Electrical Workers, que se mostraba realmente abierto a la idea de que la fábrica de Republic Windows & Doors se convirtiera en una cooperativa, si los trabajadores así lo querían. Pero en la mayoría de los casos, sobre todo en lo que hace a los sindicatos grandes, tienen su guión, y cuando se cierre una fábrica, su labor consiste en que el trabajador reciba una gran indemnización por la pérdida del puesto de trabajo, tan grande como se pueda. Y tienen una dinámica que opera con este postulado: los más poderosos, los que toman las decisiones, son los propietarios.

Tú tuviste una sesión de estreno de la película en el congreso de [la mayor federación sindical de los EEUU, la] AFL-CIO. ¿Viste a sus dirigentes receptivos a esta idea? ¿Están abiertos, o te dijeron: "eso es irrealizable"? Porque sé que has escrito también sobre la idea de que algunas fábricas de automóviles, a algunas plantas de fabricación de componentes de la industria automotriz que están en vías de ser cerradas se conviertan en fábricas productoras de ferrocarriles subterráneos meropolitanos, por ejemplo. Se necesitaría que los sindicatos hicieran suya esta idea para que resultara factible.

La otra noche, estaba sentado en un teatro con cerca de 1500 delegados del congreso de la AFL-CIO, y yo estaba un poco nervioso cuando iba acercándose el momento de esta parte de la película. Yo me temía que la gente se quedara un poco fría aquí.

Todo lo contrario. Lo festejaron. Un par gritaron: "¡Eso es, exactamente eso es lo que hay que hacer!". Yo creo que los sindicatos, llegados a este punto, se han visto tan derrotados, que están abiertos a nuevas formas de pensar y a ciertas ideas nuevas. La verdad es que me animó mucho ver eso.

Al día siguiente, en el congreso de la AFL-CIO se aprobó una resolución de apoyo a la cobertura médica pública y universal. ¡Uauh! ¿No ves? Las cosas están cambiando.

NK: Volviendo al asunto de hace un ratito, a la incapacidad de la gente para comprender teoría económica básica: en tu película hay una gran escena en la que no consigues que nadie, por instruido que sea, pueda explicar lo que es un derivado financiero.

Entonces la cosa no tiene que ver con instrucción básica. Lo que pasa es que se usa la complejidad como un arma contra el control democrático de la economía. Tal era el argumento de Greenspan: que los derivados financieros eran tan complicados, que los legisladores no podían regularlos.

Es casi como si se necesitara de un movimiento a favor de la simplicidad en los asuntos económicos y financieros, algo en lo que Elisabeth Warren, la congresista que encabeza la vigilancia crítica de los procesos de rescate, ha venido insistiendo: la necesidad de simplificar la relaciones de las gentes con los prestamistas.

¿Qué piensas de eso? Es verdad que no es tal vez realmente una cuestión capital, ¿pero no lleva Elisabeth Warren razón al insistir en eso? Ella es del tipo anti-Summers. Que gente como ella exista, ¿te da esperanzas?

Totalmente. ¿Puedo sugerir una candidatura presidencial para 2016, o para 2012, si Obama nos falla? Marcy Kaptur [la congresista por Ohio] y Elisabeth Warren.

NK: Me encanta. Son las heroínas de tu película. Votaría por esa candidatura.

Estaba pensando en cómo rotular esta entrevista, y lo que voy a sugerirle a mi editor es "El maestro norteamericano", porque la película es un increíble modelo de educación popular al viejo estilo. Una de las cosas que cuenta mi colega en The Natio Bil Greider es que no se estila más este tipo de educación popular. Los sindicatos destinaban antes una parte de su presupuesto a enseñar este tipo de cosas a sus miembros, para hacerles accesibles la teoría económica y lo que pasa en el mundo. Ya sé que tú te ves a ti mismo como alguien entretiene y divierte, pero me pregunto si te ves también como un maestro.

Me honra que uses este término. Me gustan los maestros.

NOTA del T.: (1) Glenn Beck es el conductor de un programa televisivo de gran audiencia en la cadena televisiva derechista Fox, propiedad del magnate australiano de los medios de comunicación Rubert Murdoch. Se ha dicho que la soez demagogia patriotera sin escrúpulos y el tono agresivo y abiertamente agitatorio de Beck recuerdan un poco al locutor radiofónico y periodista español Federico Jiménez Losantos (hasta hace poco, estrella de la radio de los obispos españoles), pero con la diferencia, a favor de la eficacia del mensaje de Beck, de que el norteamericano aparece ante su público con una premeditada apariencia de vulnerabilidad y desamparo (como ex-alcohólico, como hombre del común), muy alejada del grotesco dandismo castizante y de las ridículas poses de letrateniente provinciano del español.

Naomi Klein es la autora de No Logo: Taking Aim at the Brand Bullies (Picador) y, más recientemente, Fences and Windows: Dispatches From the Front Lines of the Globalization Debate (Picador). Su ultimo libro es La doctrina del shock.

Traducción para www.sinpermiso.info: Roc F. Nyerro

El Racismo Invade Los Discursos Políticos en EE.UU.

Carter: las críticas a Obama "son racistas"

 

Para el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, muchos de quienes se manifiestan en el país contra las políticas de Barack Obama tienen algo más en mente: su animadversión hacia el color de piel del actual mandatario.

Dijo que las agrias protestas contra la reforma de salud propuesta por el presidente y las encendidas reuniones en los cabildos del país se deben en gran medida al hecho de que "Obama es un hombre negro".

Carter se refirió en una entrevista televisada a algunas marchas multitudinarias en las que se calificó a Obama de "tirano" y se le pedía que "devolviera el país a los estadounidenses".

clic Lea también: EE.UU.: protesta contra reforma de salud

"Ese tipo de cosas no son sólo un resultado casual de un debate sincero sobre si deberíamos tener o no un programa de salud nacional", dijo. "Hay algo más profundo".

Para el ex presidente demócrata y premio Nobel de la Paz, esos ataques "están basados en racismo".

Lamentó que muchos estadounidenses aún piensen que un afroamericano no es capaz de liderar el país, algo que consideró "abominable".

Fuente: BBC

(más en el enlace del primer título)

¿Muestras de golpismo suave en EE.UU.?

El Ejército de EEUU no reconoce autoridad de Obama



 

 

Romeo Vázquez, el general que dirigió el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, estudio en la Escuela de las Américas, y hasta el propio Jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense, Douglas Fraser, admitió que la primera escala del derrocado Presidente fue la base de Soto Cano (Palmerola), que Estados Unidos administra en territorio hondureño desde que ese país se transformó en la principal plataforma contrarrevolucionaria centroamericana en la década del ’80 del siglo pasado.

El embajador de Estados Unidos en Honduras es heredado del gobierno de George W. Bush y un connotado cubano anticastrista, Hugo Llorens, quien tardó 48 horas en protestar ante los dichos del primer canciller golpista, Enrique Ortez, quien afirmó que Barack Obama era un “negrito que no conocía donde quedaba Tegucigalpa”.

Deducir que estos sectores estadounidenses apoyaron el golpe de Estado contra el aliado de Hugo Chávez en Honduras, es prácticamente un ejercicio matemático.

Pero la postura oficial de la administración de Obama en Washington es contraria a la descripta anteriormente. Tanto el mandatario estadounidense como el departamento de Estado liderado por Hillary Clinton condenaron el golpe, implementaron medidas contra los usurpadores y negaron reconocimiento al proceso electoral que organiza la dictadura.

Puede pensarse que estas son medidas insuficientes y que hay otras ayudas que no se recortaron, podemos analizar que las sanciones impuestas por Washington son una pantalla para distraer a la gran prensa y a la opinión pública, y que por debajo de la mesa sigue la colaboración.

Pero pese a que estas posibilidades son ciertas y es muy probable que se acerquen a la verdad, hay otra línea de análisis que también puede resultar cierta y cercana a la verdad.

La postura oficial y pública del gobierno de Obama es la no aceptación del gobierno de Romeo Vázquez y Micheletti.

Esto implica que en ningún plano oficial en las relaciones entre gobierno y gobierno puede aceptarse el reconocimiento de las autoridades golpistas.

Pues bien, eso no es lo que ocurre con el Ejército de los Estados Unidos. Ya vimos que la relación entre los militares de ambos países son muy estrechas, y todo parece indicar que los uniformados de las fuerzas armadas más poderosas del mundo no están dispuestos a suspender sus relaciones con sus amigos hondureños, pase lo que pase y cualesquiera sean los lineamientos provenientes del poder civil en Washington.

La información que Ud. leerá a continuación parece una confirmación de que algunos militares de EEUU no están dispuestos a obedecer a un negrito civil liberal y socialista (así piensan sobre Obama los neoconservadores de Washington) que de ninguna manera puede comprender las necesidades de la vida militar, entre las que por supuesto está –siempre que se pueda- desalojar por la fuerza y mediante un golpe de Estado a un presidente que lleva a su país hacia un destino ateo y comunista.

El miércoles pasado la agencia alemana DPA informó que en la lista de países participantes de los ejercicios Panamax que Estados Unidos organiza en el país propietario del Canal, Honduras era uno de los invitados.

El jueves, la mayoría de los diarios de circulación nacional en México dieron la noticia de que pese al golpe de Estado, el Comando Sur de EEUU había invitado a sus militares a los ejercicios. Horas más tarde, la agencia cubana Prensa Latina informaba (basada en medios hondureños) que el país centroamericano no participaría en los ejercicios Panamax.

Al día siguiente, en una declaración política, el Comando Sur informó que Honduras no participaría.

"Puede haber confusión según algunos comentarios, pero Honduras no va a participar en Panamax 2009", dijo el brigadier general estadounidense Gerald W. Ketchum.

"Hace unas semanas recibimos una carta de parte de Honduras donde notificaban que no iban a participar. Nosotros entendemos que se debe a la situación actual" tras el golpe de Estado del 28 de junio, agregó Ketchum en la ceremonia de presentación de los ejercicios militares.

Aunque el militar del Comando Sur descarta la participación de los golpistas, realiza una revelación: los uniformados hondureños no irán porque decidieron no hacerlo, no porque no hayan sido invitados por los estadounidenses.

O sea que la invitación se mantuvo, lo que indica la contravención directa a la línea política trazada desde Washington.

Pero hay otro elemento que pone las cosas más difíciles para todos.

El embajador de Honduras en Panamá, Juan Alfaro (fiel a Zelaya), denuncia el mismo viernes que "hay una delegación (militar hondureña). Ellos están participando en estos ejercicios. Lo que a mí me extraña es que la ayuda militar fue cortada desde el inicio del golpe y esto demuestra que el Pentágono actúa por un lado y por otro lado Obama".

Podemos decir que el embajador de Zelaya sostiene lo mismo que el título de esta nota.

Para agregar un poco más de leña al fuego, la Agencia Francesa de Prensa reproduce horas después una declaración de un oficial panameño, quien reveló que las fuerzas hondureñas estaban invitadas a las maniobras, pero no participaron por "razones mecánicas" de sus buques.

"Sí estaban invitados (pero) en el día de ayer (jueves) recibimos una llamada que por razones mecánicas de las mismas embarcaciones no iban a participar", dijo el subcomisionado Osvaldo Ureña, del Servicio Aeronaval de Panamá, uno de los portavoces de Panamax 2009.

En definitiva, los hechos que se evidencian luego de analizar estas informaciones representan un escenario complejo dentro de las estructuras de poder en Washington.

Interesante resulta preguntarse quién manda realmente en la capital del imperio. Sería pertinente una aclaración, no vaya a ser que debamos pensar que eso no es una democracia sino algo más parecido a una dictadura militar.

 

 

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El golpe de estado de 2012 [Voltaire]