Blogia
altermediamundo

Posible Guerra Nuclear Global

Las Armas Nucleares Anti-Humanas

 

 

 

Las armas nucleares y la supervivencia del Homo Sapiens

 

http://www.cubadebate.cu/wp-content/themes/cubadebate/scripts/timthumb.php?src=/wp-content/gallery/reflexiones-fidel/reflexionesfidel10.jpg&w=300&h=250&zc=1&q=100

 

 

En el acto conmemorativo por el 50 aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución expresé el criterio de que: “La Revolución Cubana, en nuestra pequeña e ignorada isla, estaba recién nacida, pero el hecho de venir al mundo, a solo 90 millas del poderoso imperio, se convirtió en algo que ponía a prueba la soberbia de la superpotencia dominante en nuestro hemisferio y en gran parte del mundo”. Prometí hablar de las palabras que pronuncié dos días antes ante la ONU. Advertí que nuestra lucha sería “larga y dura”. Esa tarea, en lo inmediato, debo posponerla. Otro tema, sin embargo, es en este momento más importante.

Nuestro pueblo, que como muchos conocen en el mundo se caracteriza por los altos niveles de conocimientos alcanzados durante cinco décadas, a partir de un país semicolonizado y monoproductor con un considerable nivel de analfabetos, semi-analfabetos y bajos niveles de escolaridad general y conocimientos científicos, debía ser informado ampliamente de lo que puede significar para el destino de la especie humana la energía nuclear.

“A mí me parece -dije textualmente el 28 de septiembre- que sería bueno, tal vez, que se conocieran algunas de estas ideas sobre qué es el arma nuclear. Yo he visto algunas imágenes sobre lo que es la masa crítica, lo que significa su empleo como arma: bueno, tomar la energía que mueve al universo para la guerra”. A partir de “3 000 grados prácticamente todos los metales y materiales…” se funden. “¿Qué será a los 10 000 grados? [...] Pues bien, a través de la explosión atómica producto de la masa crítica se pueden alcanzar millones de grados de calor…”.

Deseo añadir en esta Reflexión, para tener una idea del poder destructivo de esa energía, lo que escribió Harry S. Truman en su diario, el 25 de julio de 1945, sobre una prueba realizada en el estado de Nuevo México: “Un experimento en el desierto de Nuevo México fue sorprendente, para decirlo de forma moderada. Trece libras del explosivo causaron la desintegración total de una torre de acero de 60 pies de altura, abrieron un cráter de 6 pies de profundidad y 1 200 pies de diámetro, derribaron una torre de acero a media milla de distancia y tiraron al suelo a hombres que se encontraban a 10 000 yardas de distancia. La explosión se vio a más de 200 millas y se escuchó a más de 40″.

En la etapa actual del mundo, cuando alrededor de doscientos países han sido reconocidos como Estados independientes con derecho a participar en la Organización de Naciones Unidas -ridícula ficción jurídica-, la única posibilidad de forjar una esperanza consiste en llevar a las masas, de forma serena y razonada, el hecho real de que todos los habitantes del planeta están corriendo el enorme riesgo.

Dentro del limitado espacio de nuestras relaciones, hemos tenido la posibilidad en menos de tres semanas de recibir dos eminentes personalidades.  El primero, Alan Robock es investigador y profesor emérito de la Universidad de Rutgers, New Jersey. El científico norteamericano, trabajando junto a un grupo de valerosos colegas, demostró y llevó a su actual nivel la teoría del “Invierno Nuclear”. Bastarían 100 de las 25 000 armas nucleares estratégicas que hoy existen -nos explicó- para que se ocasione la tragedia.

La teoría del “Invierno Nuclear” ha demostrado que: “Si tales armas no existieran, no podrían ser utilizadas.  Y en estos momentos no existe un argumento racional para usarlas en lo absoluto.  Si no pueden usarse, es necesario destruirlas y así nos protegeríamos de los accidentes, los errores de cálculo o cualquier actitud demencial.”

“…cualquier país que en estos momentos esté considerando la vía nuclear necesita reconocer que estaría poniendo en peligro no sólo a sus propias poblaciones  sino también al resto del mundo.”

“…el uso de las armas nucleares en caso de un ataque total contra un enemigo sería una acción suicida debido al frío y la oscuridad anómalos provocados por el humo proveniente de los fuegos generados por la bomba.”

Robock citó las palabras de Einstein: “El poder desencadenado del átomo lo ha cambiado todo excepto nuestras formas de pensar, y es por ello que avanzamos sin rumbo hacia una catástrofe sin precedentes”.

Mi respuesta al noble científico fue: “No hacemos nada con conocerlo nosotros, lo que hace falta es que lo conozca el mundo”.

El 2 de octubre, otra eminente personalidad de gran autoridad y prestigio arribó a nuestro país, el economista Michel Chossudovsky, Director del Centro de Investigación sobre Globalización, y editor principal del conocido y cada vez más influyente sitio Web Global Research, profesor emérito de la Universidad de Ottawa, y consultor de numerosas instituciones internacionales, como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y otras relaciones y méritos que sería extenso enumerar.

Una de las primeras actividades del economista y escritor canadiense fue su conferencia en el Teatro “Manuel Sanguily” de la Universidad de la Habana a estudiantes, profesores e investigadores de las ciencias económicas. La dictó y respondió todas las preguntas en perfecto español. Constituyó un meritorio esfuerzo de cuyo contenido recogí las ideas esenciales, en especial las que se relacionan con los riesgos de guerra con empleo de armas atómicas.

“…la economía neoliberal representa en las  universidades de América del Norte realidades que son totalmente ficticias; es muy difícil para los economistas [...] analizar la realidad económica [...] no hay la noción del actor económico.”

“…la manipulación financiera, de las operaciones encubiertas de los grupos de poder, del engaño que tiene ese sistema económico [...] es algo que está fuera del control de los individuos…”

“Hoy día quisiera enfocar mucho más la cuestión de la aventura militar que se está llevando a cabo.  Es una alianza de Estados Unidos, de la OTAN y de Israel, es un proyecto militar; pero, a su vez, es también un proyecto económico, porque es un proyecto de conquista económica.”

“…estas operaciones militares corresponden [...] a objetivos de tipo económico [...] el objetivo económico más fundamental son los recursos de petróleo y de gas natural [...] el este del Mediterráneo hasta las fronteras chinas, y del mar Caspio al sur de Arabia Saudita [...] Medio Oriente-Asia Central, y esta región -según los datos- encierra, más o menos, un 60% de las reservas mundiales de petróleo y de gas natural.”

“Si comparamos esto con las reservas de Estados Unidos, son más de treinta veces.  Estados Unidos tiene menos de 2% de las reservas mundiales [...] y está llevando una guerra [...] para tener el control de esos recursos en nombre de sus petroleras [...] la configuración de poder económico detrás de esta guerra, son las petroleras como la British Petroleum, la Chevron, la Exxon [...] las grandes petroleras angloamericanas que están ahí, y que tienen intereses en esas regiones.”

“La British Petroleum [...] antiguamente era la Anglo Persian Oil Company, y la Anglo Persian Oil Company era un proyecto de conquista tanto de Irán como de Iraq después de la Segunda Guerra Mundial…”

“Si toman en conjunto los países musulmanes, sumando Nigeria, Libia, Argelia, Malasia, Indonesia, Brunei, llegan casi al 70% de las reservas globales de crudo [...] Estados Unidos está llevando una guerra de religión en contra de los habitantes de esos países donde hay petróleo. [...] es una cruzada santa en contra del mundo musulmán; pero el objetivo religioso es el pretexto, el justificativo para llevar esa guerra. [...] los discursos de Obama, de Hillary Clinton [...] nos hacen creer que Estados Unidos, con todo su poder militar y un gasto militar de casi un billón de dólares por año está llevando la guerra a Bin Laden y Al Qaeda.”

“…la contradicción del discurso viene siempre de fuentes oficiales [...] recientemente la CIA publicó un texto diciendo que no hay más de 50 miembros de Al Qaeda que están en Afganistán todavía. [...] esa guerra no es en contra de los terroristas musulmanes; pero el pretexto de la guerra es combatir en favor de la democracia y extirpar el mal.”

“Es interesante que en documentos militares se dice: ‘Si sabes lo que quieres, vamos a buscarlos que son malos’.  Hay toda una retórica [...]  es un discurso que nadie va a contestar, porque viene la autoridad, el presidente Obama y dice: ‘Tenemos que buscar a Bin Laden, no sabemos dónde está; si es necesario [...] lo vamos a buscar con el arma nuclear nuestra’.”

“Se formuló después del 11 de septiembre la doctrina de guerra preventiva y de guerra nuclear preventiva [...] era justo, en base a los objetivos de lucha contra el terrorismo, utilizar nuestra arma nuclear en contra de ellos, y en las distorsiones mediáticas se presentó, incluso, a Bin Laden como una potencia nuclear [...] son los poderes nucleares no estatales [...]los poderes nucleares no estatales están en alianza con Irán que -según ellos- es una potencia nuclear, aunque no hay ninguna evidencia de que Irán tiene el arma nuclear.”

“…Estados Unidos y sus aliados están amenazando a Irán con el arma nuclear, y el justificativo son las armas nucleares no existentes de Irán, y el pretexto es que Irán es una amenaza a la seguridad mundial.”

“Ese es el discurso y desgraciadamente ese discurso ya está apoyado por unos cuantos gobiernos, [...] todos los gobiernos de la OTAN e Israel están apoyando la opción de una guerra nuclear preventiva en contra de Irán [...] que Irán apoya a Bin Laden y que es necesario imponer ‘la democracia’ a Irán por la utilización del arma nuclear.”

“…estamos realmente en una coyuntura donde el futuro de la humanidad está afectado, porque si hay un ataque nuclear a Irán -como ya se está anunciando, y hay preparativos de guerra desde el 2004-, eso significa que, primero, en esa guerra del Medio Oriente, Asia Central, que ahora está limitada a tres teatros, Afganistán, Iraq y Palestina,  vamos a ver una escalada del proceso militar con la posibilidad de un escenario de guerra, la tercera guerra mundial.”

“La Segunda Guerra Mundial era un conjunto de guerras regionales. [...] guerra en Europa [...] guerra en el Pacífico [...] guerra en África [...] varios teatros [...] hoy es la integración por sistemas de comunicación y la  centralización del mando militar en un lugar, que es US Strategic Command, en Nebraska. [...] con la militarización del espacio con el sistema de satélites, con los sistemas de misiles que se llaman inteligentes, hay regionalización de operaciones militares [...] planificación militar de Estados Unidos, pero coordinados. [...] US Central Command [...] Asia Central y Medio Oriente. [...]  SOUTHCOM basado en Miami. [...] Africa Command [...]  tiene su base en Europa, no en África [...] hay una serie de comandos regionales, pero la dinámica de la guerra global es muy distinta a la de las guerras anteriores [...] una coordinación en tiempo real, apacible, un mando único; el sistema de defensa aéreo de todos estos países de la OTAN, de Estados Unidos y ahora de Israel, es integrado. [...] estamos en un mundo tremendamente distinto, con armas tremendamente sofisticadas, además del arma nuclear tenemos el arma electromagnética y la coordinación de todas estas operaciones. [...] la OTAN ahora tiene un mando militar también integrado, de tal forma que es una alianza tremendamente coherente, que puede lanzar operaciones en cualquier parte del mundo.  [...] sí tienen la capacidad, a nivel de armas de destrucción masiva, que es tremendamente sofisticado.”

“Todo esto es un contrato para unas pocas empresas que producen las armas -en Estados Unidos lo llaman Defense Contract-, las empresas que tienen convenios con el Departamento de Defensa. [...] el gasto militar en Estados Unidos es el 75% de los ingresos provenientes de los impuestos sobre los hogares, no todo el ingreso del Estado Federal, pero los ingresos de lo que los individuos y las familias pagan cada año [...] más o menos 1,1 billón de dólares, y los gastos militares son del orden de 750 000 millones de dólares [...] más o menos, el 75%. [...] son cifras oficiales, en la realidad el gasto militar es mucho mayor que eso.”

“…Estados Unidos ahora tiene un gasto militar que es un poco más del 50% del gasto militar de todos los demás países. [...] su economía también es tremendamente sesgada a favor de una economía de guerra, con todas las consecuencias del derrumbe de servicios sociales, de atención médica.

“La situación de empobrecimiento que existe en Estados Unidos, tanto por la crisis como por la economía militar, es tremendamente grave, y no es producto de una escasez de recursos, es producto de una transferencia de riquezas hacia pocas manos, del estancamiento que se está dando por la compresión del nivel de vida y también por la asignación, por parte del Estado, de casi todos sus ingresos a sostener la economía de guerra, por un lado, y también el llamado rescate bancario.”

“…en el conflicto entre la Unión Soviética y Estados Unidos había una especie de entendimiento [...]   -no sé cómo decirlo en español- … Es decir que no se va a utilizar porque ya se reconoce que es un arma que va a eliminar la sociedad en su conjunto.

“Primero se presentó esa doctrina de guerra nuclear preventiva, que se basó en la reclasificación del arma nuclear como un arma convencional [...] en la Guerra Fría había el teléfono rojo, había que decir quién estaba en Moscú…  Ya había el reconocimiento de que era peligroso, ¿no?”

“…en el año 2002 fue lo siguiente:  Hubo una campaña de propaganda dentro de las fuerzas armadas diciendo que el arma nuclear táctica era segura para la población civil [...] safe for the surround civilian population, sin daño a la población civil alrededor del sitio donde hay la explosión.  Eso fue para la bomba nuclear que ellos llamaron mini-niuk -mini-niuk quiere decir pequeña bomba nuclear. [...] en la ideología, en la falsificación científica se presentó esa nueva generación de bombas nucleares, como siendo muy distintas de la bomba estratégica. [...] Yo tengo un paquete de cigarrillos, yo no sé quién fuma aquí; ‘Fumar puede dañar su salud.’ [...] Lo que el Pentágono hizo: ha cambiado la etiqueta, con el aval de científicos vendidos, cooptados han cambiado la etiqueta de la bomba nuclear. [...] ‘Esa bomba nuclear es segura para la población civil, es una bomba humanitaria’.  No estoy exagerando, pueden consultar los documentos al respecto. [...] es propaganda interna, es propaganda en las mismas fuerzas armadas, son esas palabras -safe for the surround civilian population- [...] como ustedes saben, es como si uno estuviera utilizando una cámara de video, hay un manual para esta bomba.”

“Otro elemento:  Primero, no es el comandante en jefe, es decir, el Presidente de Estados Unidos quien decide la utilización de la bomba nuclear.  La bomba nuclear, reclasificada por el Senado en el 2002 con esa categoría:  pequeña bomba, que es hasta seis veces una bomba de Hiroshima, ahora forma parte del conjunto de armas convencionales [...] es también de terminología militar la caja de herramientas, the tool box. [...] es la caja de herramientas que yo soy el comandante general, tres estrellas [...] el tipo dice: [...] ‘aquí está la mini-niuk, está leyendo el manual [...] Aquí está escrito que se puede utilizar esa bomba nuclear’.”

“No estoy exagerando, una vez que la propaganda ya está en los manuales militares, viene a ser una línea de conducta, y el problema es el siguiente:  es que ese discurso inquisitorio es tan sofisticado, avanzado, que podría llevar a decisiones que son tremendamente contundentes para el futuro de la humanidad, y, por lo tanto, es necesario que estemos todos juntos en contra de ese proyecto militar, de ese proyecto de guerra.”

“Había mencionado 750 000 millones de dólares en gasto militar, y 1,5 billones de dólares en rescate a los bancos -esas son las operaciones que se implementaron en el año 2008-2009- [...] si se suma el gasto militar a los pagos que se han hecho a los bancos, llegamos a una cifra que es mayor que todos los ingresos del Estado.  En un año los ingresos del Estado norteamericano son del orden de 2,3 billones de dólares, y una gran parte de este monto está tomado en financiar la guerra y financiar el fraude, que es producto de la crisis económica [...] si vemos el programa que se implementó bajo [el gobierno de] Bush [...] era de 750 000 millones de dólares, y después se implementó otro plan parecido al comienzo del mandato de Obama [...] un millón de millones más o menos [...] el total de estas operaciones de rescate por distintos medios está estimado entre 6 y 8 millones de millones de dólares, que serían entre tres o cuatro veces el ingreso anual del Estado federal de Estados Unidos.”

“…el Estado se va a endeudar y los que están supervisando el Estado son los bancos, lo cierto. [...] los que son receptores de la operación de rescate son a su vez también los acreedores del Estado, y ese proceso circular se llama financiar su endeudamiento [...]  los bancos dicen:  ‘Bueno, nos deben pagar plata, porque tenemos que financiar la deuda que resulta del déficit fiscal, debido tanto al gasto en la defensa como el gasto en favor de las operaciones de rescate’.

“Estamos en una situación tremendamente grave en cuanto a la estructura fiscal de Estados Unidos, lo que lleva a una coyuntura de privatización de facto del Estado, porque no hay dinero para financiar salud, educación, obras públicas, lo que sea.  Entonces, paulatinamente, se ve una privatización del Estado y se ve también la privatización de la guerra.  Esto ya está encaminado, es decir que una parte importante de esta guerra está llevada por empresas privadas, mercenarios, también ligados al complejo militar o industrial.”

Prosigue mañana.

Fidel Castro Ruz

Octubre 7 de 2010

8 y 47 p.m.

 

 

Las armas nucleares y la supervivencia del Homo Sapiens (Segunda y última parte)

 

Ayer jueves el profesor emérito de la Universidad de Ottawa, Michel Chossudovsky, fue invitado a comparecer en el programa “Mesa Redonda” de la televisión nacional de Cuba, en el que participó junto a Osvaldo Martínez, director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Como es obvio, escuché con especial interés sus intervenciones. Habló en español y demostró dominio total sobre los temas que aborda. Es escrupuloso con el significado de las palabras, e incluso frases acuñadas en inglés para expresar con exactitud determinada idea, que en el español no cuentan con términos equivalentes.

Expresó que, en Estados Unidos, se ha creado una crisis sistémica de la que no puede escapar. Pretenden resolver la crisis con medidas que han sido las causas de la misma. Explicó que en ese país se ha producido un empobrecimiento de todas las categorías sociales, lo cual afecta mucho más a los trabajadores y capas medias que a la clase rica. El gobierno de Estados Unidos exige medidas de austeridad a nivel planetario, y aplica “medicinas” y “recetas” que fueron la causa de la crisis, ante la necesidad de financiar los gastos militares y rescatar a los bancos.

Ratificó que desde 2003 se viene preparando la guerra contra Irán y ésta amenaza también a Rusia, China, Corea del Norte, Siria, Líbano y otros países de esa amplia región.

Fue enérgico en la crítica a justificar la introducción de las llamadas mini-niuk entre las armas nucleares tácticas, y la doctrina, intensamente divulgada, que precedió a su introducción, tratando de hacer creer que no hacían daño a los civiles (safe for the surround civilian population, en inglés, como explicó él). Con ironía señaló que entre las mini-niuk había bombas que fluctuaban entre un tercio y seis veces el poder de la que destruyó a Hiroshima.

Prosigo de inmediato con la síntesis de la intervención del académico Chossudovsky ante estudiantes y profesores de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana:

“…quiero mencionar una cosa que es muy importante [...] esa guerra no es una guerra que crea empleos [...]. Es cierto que la Segunda Guerra Mundial sí creó empleos; en Alemania, bajo el régimen nazi [...]. Es simplemente una observación factual. [...] lo mismo en Estados Unidos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, que para ellos empezó en el año 1941, hubo creación de empleo y eso fue la salida de la gran depresión bajo la presidencia de Roosevelt. Pero esa guerra (se refiere a una Tercera Guerra) no es del mismo tipo, es una guerra de alta tecnología, no es una guerra de ensamblaje de material militar. La guerra de Vietnam creó empleo y la guerra de Corea también. Esa guerra es una guerra caracterizada por un sistema de armamentos que es muy sofisticado y que va más utilizando una mano de obra sumamente científica, ingenieros y similares…”

“…cualquier estudiante en primer año sabe que si se imponen medidas de austeridad a nivel nacional y mundial, que es el caso de lo que se ha propuesto en las reuniones del G-20 y también bajo el patrocinio del banco Internacional Settlements, que representa a los bancos centrales, que existe una especie de consenso ahí de que para solucionar la crisis hay que implementar medidas de austeridad, pero se sabe perfectamente que las medidas de austeridad no son una solución, sino una causa de la crisis que, a medida que va cortando presupuesto, cortando gasto, cortando crédito al sector de pequeña y mediana empresa, se va, al mismo tiempo, aumentando los niveles de desempleo, aplastando el salario, que es el caso en la mayor parte de los países europeos.”

“En España y Portugal tienen tasas de desempleo del orden de más del 20% oficialmente y la cuestión fundamental ahí es que la solución que se propone, no solamente a nivel nacional, sino en todos los países del mundo, dictada por ese consenso neoliberal, es que hay que implementar medidas de austeridad…”

“…pero el estancamiento de la economía civil debido, primero, a la transferencia de riquezas, no solamente en los últimos años, podemos decir desde el comienzo de los años ochenta, cuando empezó la llamada época de políticas neoliberales llevando también al estancamiento de la economía civil [...] si hablamos de Estados Unidos, son medidas que se implementaron al final del gobierno de Bill Clinton [...] Ley de modernización de los servicios financieros, pero que han creado un sistema financiero que no se reglamenta, que está metido en actos, digamos, semi-ilegales. En cierta forma es una criminalización del aparato financiero, y la palabra no la estoy diciendo yo, hay muchos analistas, incluso, del Wall Street Journal que están hablando de la criminalización, porque hubo fraude financiero en los últimos años, y a los que han cometido este fraude ahora no los tocan.”

“…una crisis económica que, a mi juicio, es la más grave de la historia, no hay precedentes, ni siquiera los años 30, que era una crisis muy localizada, no era una crisis global como tal, había dinámica en distintos países y regiones del mundo.”
“…la guerra financiera está muy ligada a la guerra en el campo militar, incluso hay vínculos entre el Banco Mundial y el Pentágono. [...] antiguos ministros de Defensa de Estados Unidos que vienen a ser presidentes del Banco Mundial [...] el nuevo orden mundial funciona por mecanismos de manipulación financiera [...] cambios de régimen, desestabilización de gobiernos y operaciones militares de distinto tipo [...] el capitalismo tiene instituciones, tanto en el campo civil como en el campo militar, que operan conjuntamente, eso es muy importante, y por detrás de esto hay los intelectuales, hay los thinks tanks de Washington, hay los clubes secretos de las elites [...] es importante a todos los niveles de la sociedad ese proceso de guerra que amenaza a la humanidad.”

“…la guerra ya es clasificada como un acto criminal, es el convenio de Nuremberg quien lo dice [...] Es el acto criminal supremo. La guerra es un crimen en contra de la paz. [...] tenemos indicaciones de que esta crisis económica llevó a una concentración de la riqueza en pocos años y a una centralización del poder económico sin precedente en la historia [...] esta crisis no es algo espontáneo, como se le presenta en la economía neoliberal, es el resultado de manipulación, de planificación y, finalmente, al mismo tiempo hay ese componente militar.”

Con esas palabras concluyó Chossudovsky su intervención y expresó su disposición de responder las preguntas: “…voy a dejar la cuestión de la resistencia y cómo revertir ese proceso al debate con ustedes”, dijo.

Las preguntas de los estudiantes fueron inteligentes y serias. De ellas se recogen sólo ideas esenciales.

“Moderador.- Creo interpretar el sentir de todos los presentes, al agradecer al doctor Michel Chossudovsky por la excelente conferencia que nos ha brindado, lo cual nos ha permitido tomar aún más conciencia sobre las causas y consecuencias de los reales peligros que hoy amenazan a la humanidad…”

“…vamos a proceder a realizar las preguntas que el auditorio entienda pertinente a nuestro invitado.”

“Un estudiante.- …quisiéramos conocer [...] su visión acerca del optimismo con que se ha presentado en los medios la situación de la crisis actual en América Latina, cuál es su opinión acerca de las posibilidades de enfrentar esta crisis en la región…”

“Muchas gracias”

“Michel Chossudovsky.- La región del Caribe está identificada como una región tremendamente rica también en petróleo y gas, y no es simplemente Venezuela y Colombia, lo cierto es que hay reservas que ellos conocen porque las empresas petroleras tienen información que no es pública; pero lo que es público es que esa región es tremendamente rica.

“La situación en Haití también está ligada a un proyecto de conquista de recursos [...] la situación humanitaria que existe [...] permite al capital tener acceso a recursos minerales y a posibles recursos petroleros en esa región. [...] no digo que esa es la única razón para la militarización de esa región. La otra es el narcotráfico.”

“…hay objetivos geográficos, geopolíticos, de recursos [...] pero el narcotráfico también, porque es una fuente muy importante de ganancias para el capital.”

“…los dos ejes del comercio mundial del narcotráfico, uno es Afganistán y Paquistán por un lado, que es el comercio de heroína; y el otro es Colombia, Perú, Bolivia. El traslado pasa por Haití y por otros países del Caribe hacia el mercado norteamericano. [...] Afganistán es un país tremendamente rico, genera anualmente alrededor de 200 000 millones de dólares en ingreso producto de la exportación de heroína, por lo menos yo hice esa estimación; desde que entraron las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán la producción de heroína aumentó 30 veces. Bueno, ese es un paréntesis sobre la cuestión.

“La militarización de esa región, y las acciones realizadas en Ecuador, potencia petrolera; Venezuela, potencia petrolera; México también potencia petrolera. Todos son países que tienen una función estratégica dentro del marco geopolítico económico de Estados Unidos.”

“Un estudiante.- Soy estudiante de la Facultad de Economía…”

“Mi pregunta es la siguiente: ¿La globalización como ha sido vendida, como ha sido presentada por los llamados países desarrollados, es actualmente viable o existen otras alternativas, como es el caso de los esquemas de integración?
“Muchas gracias.”

“Michel Chossudovsky.- Es cierto que no es viable. La globalización, como es definida por los centros de poder, no es viable. Posiblemente es viable para un sector, una minoría social que se enriquece, pero lleva al empobrecimiento, y ya lo tenemos muy bien documentado. Es parte de un proceso que ha afectado a los países en desarrollo en los últimos 30 años, y usted puede ver las consecuencias en los países vecinos, el empobrecimiento que existe en Brasil, en México, en Perú producto de ese modelo destructor. [...] hay muchos países que han presentado un modelo de desarrollo distinto, es el caso de Yugoslavia.”

“…Yugoslavia tenía un sistema socialista, economía de mercado, economía mixta con un alto nivel de vida, servicios sociales, de educación, ¿y qué se hizo? Desde el comienzo de los años ochenta se destruyó por completo y se fragmentó en cuántos países, una media docena de países. ¿Por qué? Porque Yugoslavia tenía un modelo, una alternativa que no convenía.”

“…podemos ver las experiencias de América Latina: Chile fue la formulación de una alternativa, pero que fue motivo de un golpe militar y de un proceso de desestabilización que fue llevado a cabo por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, por sabotajes, por embargos y tal; porque yo viví ese golpe.

“Hay muchos ejemplos: Tanzania, en África; Argelia, hay muchos países que han ensayado; Indonesia, en los años sesenta hubo un proceso también muy importante [...] En el año 1965 un golpe militar, apoyado por la CIA de nuevo, murieron más de 500 000 personas en asesinatos programados y se impuso un régimen militar, que cedía a los intereses de Estados Unidos.”
“…hay que confeccionar un modelo de sociedad alternativa económica al capitalismo mundial, lo podemos hacer; pero todas las alternativas, incluso el modelo cubano, son objeto de sabotaje, de embargo, de medidas de desestabilización, de asesinatos. Esa es la verdad.”

“…Iraq no es un país socialista, pero es un país que tiene una cierta autonomía, tiene un Estado que no quiere ser manipulado; pero ellos ni siquiera aceptan el capitalismo que no es el suyo. Ese es el mundo ahora, hay países que son capitalistas pero que son enemigos de Estados Unidos; China es capitalista en cierta forma, Rusia también, pero no les conviene su forma de capitalismo, y ellos quieren por la vía militar desestabilizar o destruir cualquier intento contra la hegemonía económica, geopolítica de Estados Unidos y sus aliados.”

“Un profesor.- Excelente su presentación, su conferencia. Antes yo le tenía miedo a la guerra, ahora le tengo terror, realmente, después de escucharlo a usted; pero le pregunto lo siguiente.

“Hoy todavía existen norteamericanos que no conocieron de la guerra de Vietnam. La pregunta entonces va en la siguiente dirección: ¿Qué cree usted que se pueda hacer para crear conciencia en el pueblo norteamericano para evitar que se dé un evento que va a tener, si se llegara a desencadenar, magnitudes realmente impredecibles, económicas, políticas y sociales?”

“Michel Chossudovsky.- Esa es nuestra preocupación central. En nuestro sitio Global Research más de la mitad de nuestros lectores son de Estados Unidos, y yo diría que la mayoría de los autores también. La cuestión es que hay que romper la mentira de los medios de comunicación, hay que llevar una guerra a las fuentes de mentiras; porque si el pueblo de Estados Unidos sabe la verdad, el poder, la legitimidad de sus dirigentes se cae de un día para otro; y lo que existe en Estados Unidos son medios de comunicación, tanto la televisión como la prensa escrita y también Internet, que trasmiten una visión tremendamente sesgada.”

“…pero con esos discursos inquisitorios ellos aceptan la falsedad, aceptan la mentira, y una vez que la mentira ya viene a ser verdad, uno no puede, realmente, reflexionar, el debate termina. Es parte de una propaganda de guerra para todos los niveles de la sociedad, que la cara de esa guerra no debe ser conocida. El número de muertos civiles en Iraq es de 2 millones, según nuestras estimaciones, de fuentes muy reconocidas, como la Johns Hopkins School of Public Health, son 2 millones de muertos civiles desde que entraron en el 2003; son 4 millones de muertos en el Congo; la cuarta parte de la población de Corea murió por bombardeos durante la guerra de Corea. Esas realidades son conocidas, pero no son de conocimiento público. [...] hay una censura, más que una censura una manipulación de la información. [...] tenemos que llevar la guerra hacia los medios de comunicación, eso es fundamental; tenemos que establecer redes antiguerra en todos los municipios en Estados Unidos, en Canadá, en el mundo entero; tenemos que tener debates, conocimiento, porque tenemos una población inteligente, pero bajo la presión persistente del conformismo a una autoridad que les lleva la verdad, pero esa verdad es mentira.”

“…voy a hacer el esfuerzo para contestar más brevemente, pero las preguntas son muy contundentes y algunas veces no se puede.”

“Una estudiante.- Quisiera saber si es viable o no, si es posible o no lograr un cambio tecnológico a favor de tecnologías limpias, capaces de frenar la crisis ecológica de estos momentos.”

“Michel Chossudovsky.- Sí, es cierto que es una cuestión fundamental en nuestras sociedades también, pero hay una distorsión de las realidades ambientales cediendo a los intereses económicos, que son los principales actores de la destrucción del medio ambiente.”

“…el desastre de la British Petroleum en el Golfo de México. Hay una complicidad por parte del Estado norteamericano, es decir, Washington, en esconder la realidad de lo que pasó. Hay una amenaza a la fauna, a toda la vida marina en toda la región costera de Estados Unidos y más allá. Esa realidad ha sido escondida.

“Y es significativo también, para conectar ese acontecimiento, esa crisis ambiental con la guerra, que British Petroleum está metida en el Medio Oriente y en el proyecto militar, en contrariedad, por un lado, y es el responsable de la peor crisis ambiental en la historia del continente.”

“Una profesora.- Usted estuvo haciendo un análisis muy breve sobre la economía de Estados Unidos. [...] esta economía sigue siendo la economía que define la dinámica de la economía mundial. [...] mi pregunta viene dada por saber sus consideraciones de si esta seguirá siendo quien defina la dinámica de la economía internacional [...] o países como China, o los llamados emergentes, pueden pasar a tomar el papel que tiene hoy en día Estados Unidos.”

“Michel Chossudovsky.- Mira, la llamada dinámica de la economía, el liderazgo que tiene Estados Unidos desde el punto de vista económico no es en base a su capacidad productiva [...] en los últimos 30 años se está cerrando casi toda la economía industrial, no hay más ensamblaje, hay poca producción, hay una economía de servicios, hay toda la cuestión de control de la propiedad intelectual; es una economía rentista, es una economía donde la mayor parte del consumo está producido en China.”

“…Estados Unidos tiene una economía mayor que la de China; pero es una economía mayor que la de China, pero no produce, y el PIB es, como sabemos perfectamente, una medición de valor agregado, el hecho es que en Estados Unidos una gran parte del PIB es debido a la importación de procedencia china.

“El mecanismo es muy simple: vas a importar una camisa producida -estoy mencionando precios que corresponden más o menos, a lo real-, una docena de camisas de buena calidad son 36 dólares. Esos son datos de los años noventa, ahora es menor. [...] una buena camisa cuesta tres dólares en la fábrica; llega a Estados Unidos y cuesta 30, 40, 50, ¿y cuál es el aumento del PIB de Estados Unidos? Es treinta menos tres, son 27 dólares que se agregan al PIB sin que haya ninguna producción [...] El crecimiento puede ocurrir sin que haya producción, porque es la característica de un Estado de una economía imperial que la producción se hace en sus colonias o en sus semicolonias.”

“…la ficción de esa primera economía mundial está basada en el hecho del poder militar [...] eso es lo principal. [...] Las fuerzas productivas de Estados Unidos son tremendamente débiles y lo podemos ver con las bancarrotas de empresas, el desempleo, etcétera.”

“Un estudiante.- …quisiera hacer un reconocimiento a su postura, que no es usual para nosotros ver a alguien de su procedencia criticar con tanta fuerza al sistema capitalista como usted lo ha hecho, pienso que eso es algo que lleva un reconocimiento implícito.”

“Desde la postura marxista se cree que es una crisis sistémica y no coyuntural.”

“¿Cuál considera usted sería la capacidad real de la opinión pública mundial y de esta conciencia que pudiera crearse en el pueblo norteamericano para impedir un conflicto de carácter nuclear teniendo en cuenta la fuerte presión que ejercen los pequeños círculos de poder de los cuales se ha hablado en los últimos tiempos?”

“Michel Chossudovsky.- …es una crisis sistémica, pero no se puede categorizar con las pautas establecidas en El Capital, la metodología marxista sí sirve para entenderlo, porque eso es basado en conflictos de clases; pero tenemos una arquitectura tremendamente distinta de la que existía a mitad del siglo XIX [...] como economistas no podemos formalizarlo estrictamente con un modelo, tenemos que ver el carácter institucional, los vínculos entre actividades financieras por un lado, operaciones encubiertas.”

“…La CIA es una entidad en Wall Street, una de las principales; [...] tiene Joint Venture con un número importante de entidades financieras. [...] como la CIA tiene la capacidad de prever los acontecimientos, puede operar en el mercado especulativo…”

“…la caracterización de esa crisis sistémica es tremendamente importante, pero tenemos que formalizar el funcionamiento del capitalismo, su marco institucional, sus entidades secretas, las operaciones encubiertas, tanto en los mercados financieros como en el campo geopolítico, la función de los militares, las decisiones en los thinks tanks de Washington, las entidades del Estado y a identificar cuáles son los actores también.”

“La segunda pregunta, yo creo que está un poco en la misma línea que las preguntas anteriores, la necesidad de cambiar la opinión pública; pero mi respuesta es que hay que desmontar el consenso que sostiene ese sistema que es una mentira. [...] hay distintas líneas de conducta en los países capitalistas, gente militante que suele decir: ‘vamos a hacer una petición, por favor, presidente Obama, si pudiera dejar de hacer la guerra a Afganistán’, lo mandan a Internet, ‘por favor, firma, vamos a redactar una carta al señor Obama, etcétera’; eso no sirve, porque es una aceptación del consenso, es una aceptación del Presidente que es uno de los factores, y hay que romper esa inquisición.”

“…se habla de la Inquisición española, históricamente era una cosa completamente loca; pero esto es todavía más loco, lo de decir: estamos combatiendo a Bin Laden y tiene que apoyarnos y si no nos apoya usted es terrorista.”
“Hace un par de semanas el FBI allanó y arrestó a militantes antiguerreristas y los acusó de estar trabajando con Bin Laden. Está en los diarios de Estados Unidos, y en fin, es un poco la dinámica de cambiar la opinión pública, es una dialéctica, hay que revertir y desmontar el discurso que sostiene y que da legitimidad a la guerra y al proyecto económico. Y la mentira, por ejemplo, diciendo: La crisis ya se acabó.”

“Tú lees el Wald Street Journal, lees el diario y dice: ‘La crisis ya se acaba en enero del 2011′, nadie le contesta, y los economistas tampoco. Ese ritual de aceptar, porque uno no acepta por falta de conocimiento, lo acepta porque es algo que todos aceptan y hay que romper ese ritual de aceptación del consenso que viene del poder político y también de los mercados financieros.”

“Una estudiante.- Un desarrollo sostenible, que para mí es totalmente incompatible con la guerra, porque no hay nada más destructor de toda la humanidad que todas las últimas, no la que puede desencadenarse, sino todas las últimas que ha llevado a cabo Estados Unidos.”

“…se nos insiste en que tiene que haber un desarrollo humano, que tenemos que elevar el protagonismo de las localidades, de los territorios. Quisiera su valoración sobre este discurso, ¿cuán objetivo es para nuestros países?”

“Michel Chossudovsky.- Yo comparto el objetivo real del desarrollo sostenible, pero hay que ver un poco el juego de palabras detrás de ese objetivo. Ese objetivo ha sido formulado por unas cuantas organizaciones del medio ambiente, como Greenpeace, WWF, [...] no estoy criticando estas organizaciones, pero si ustedes ven las varias cumbres que se han tenido en el campo del medio ambiente, el Foro Social Mundial, las cumbres populares del G-7, por ejemplo, del G-20, casi nunca se habla del impacto de la guerra sobre el medio ambiente; ellos van a presentar sus trabajos, la polución en la ciudad, el calentamiento planetario, pero en cuanto a estas cumbres, las ONG del Occidente no hablan de la guerra y no hablan del impacto de la guerra sobre el medio ambiente, que es fundamental.”

“Yo estuve en las cumbres sociales hasta el año 1999, y desde el momento que hablé de la guerra de Yugoslavia no me invitaron más. Es posible que se vaya a hablar de la guerra en un taller, en algún lado, pero la guerra no es parte del debate sobre ‘Otro mundo es posible’; no, este mundialismo que ha caracterizado los movimientos sociales, no estoy criticándolos, creo que hay gente muy buena en estos grupos, pero hay una dinámica y hay también en la cúspide de estas organizaciones algo que no corresponde. [...] no podemos tener un movimiento antiglobalización enfocando solamente ciertos aspectos, sin tomar en cuenta el marco geopolítico [...] Estados Unidos y sus aliados… en guerra durante una gran parte de una época, que llamamos el período postguerra, es decir, el último medio siglo está caracterizado por operaciones militares, guerras, intervenciones por parte de Estados Unidos y sus aliados, y esto, en mi experiencia, no ha sido el motivo de debate e intercambio en los distintos foros mundiales donde se está presentando el desarrollo sostenible como una línea de conducta.”

Con estas palabras concluyó su intervención en la Universidad de La Habana, que fue calurosamente aplaudida por los estudiantes de la escuela de Economía, sus profesores y otras personas que llenaban el teatro “Manuel Sanguily” ese día.

Aún antes de algún encuentro mío con el profesor Chossudovsky se había producido espontáneamente una gran coincidencia, relacionada no sólo con los riesgos de un conflicto que, de forma inevitable, se tornaría en una contienda nuclear global, sino también en la necesidad de movilizar a la opinión mundial frente a ese dramático peligro.

Además de las armas nucleares, están las armas cibernéticas. Otro fruto de la tecnología que, transferida a la esfera militar, amenaza convertirse en otro grave problema para el mundo.

Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos poseen alrededor de 15 mil redes de comunicación y siete millones de computadoras, como informó la periodista Rosa Miriam Elizalde en el sitio web CubaDebate.

Expresó además que “Keith Alexander -general de cuatro estrellas-, quien ha comparado los ataques cibernéticos con las armas de destrucción masiva, aseguró que Estados Unidos tienen previsto la aplicación ofensiva de este nuevo concepto de guerra sin tener en cuenta la opinión de sus aliados en el mundo. Incluso, podrían atacar redes aliadas sin alerta previa, si consideran que de alguna de ellas se podría generar o se ha generado un ataque.”

Ruego a los lectores me excusen la extensión de las dos partes de esta Reflexión. No había otra forma de hacerla más breve sin sacrificar el contenido.

Permítaseme expresar, no lo olvidé, que hoy se cumple el 43 aniversario de la muerte del Che, y hace dos días el 34 del brutal asesinato yanki de los compatriotas cubanos y otros viajeros de nuestro avión civil en Barbados.
¡Gloria eterna para ellos!

Fidel Castro Ruz
Octubre 8 de 2010
8 y 35 p.m.

La Guerra Nuclear Que Viene

La guerra contra Irán: primavera 2011

 

https://altermediamundo.blogia.com/upload/externo-7df54195c1de8be7d02928f0e0f1fc3b.jpg

 

 

05/09/10
 

El 7 de junio de 1981 aviones de Israel bombardearon y destruyeron el reactor nuclear iraquí de Osirak. Se dice que ese hecho detuvo para siempre el desarrollo de un programa de construcción de armas nucleares por parte de Bagdad. En 2007 bombardeó un reactor norcoreano en Siria. Y ahora esa es la opción que vuelve a ser considerada por Israel para detener el pretendido proyecto de Teherán para dotarse del arma nuclear. ¿La fecha? Casi para el treinta aniversario del ataque al reactor de Osirak. Para más seguridad, en la primavera de 2011.

Parece una fecha lejana, sobre todo a la luz de los urgentes problemas actuales: una crisis que resiste convertirse en recuperación, sequías, incendios e inundaciones que parecen gritar cambio climático en cada torbellino. Sin embargo, el tiempo se escurre rápido. Para los halcones en Israel, la carga del reactor de Bushehr hace una semana y el ritmo de producción en las centrifugadoras de Natanz son las señales que cuentan.

La influyente revista The Atlantic publica este septiembre un artículo de Jeffrey Goldberg sobre las perspectivas de un ataque israelí en contra de Irán (www.theatlantic.com). Goldberg es un bien conocido vocal de grupos vinculados con posiciones intervencionistas en el Medio Oriente. Esta vez entrevistó a más de cuarenta altos funcionarios israelíes y concluye que existe una alta probabilidad de un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán.

El artículo es parte de una campaña para llevar a cabo dicho ataque. La conclusión central es que antes de junio 2011 Benjamín Netanyahu podría lanzar sus aviones contra las instalaciones nucleares de Irán. La ofensiva puede llevarse a cabo con un variado arsenal, incluyendo cargas nucleares para destruir estructuras enterradas a gran profundidad. La política de amimut o de opacidad que mantiene el gobierno de Israel en relación con su arsenal nuclear (estimado en 200 cargas nucleares) no permite asegurar nada sobre esta eventualidad. El ataque incluiría varias docenas de blancos nucleares. Se me ocurre que otro escenario es el de un ataque selectivo con misiles desde Israel o con su arsenal de misiles crucero de alta precisión, disparados desde sus submarinos en el Golfo Pérsico.

Obama se comprometió en su campaña a buscar un diálogo directo con Teherán para detener su programa nuclear militar. Pero el enfoque diplomático fue inconsistente. En lugar de enviar a Teherán un mensaje claro de que Estados Unidos ya no está obsesionado con la vieja idea de un cambio de régimen, Hillary Clinton transmitió las señales equivocadas. Su bravuconería mostró a Teherán que poco había cambiado con Obama. Sobre la mesa de negociación permanecía no sólo la obsesión del cambio de régimen, sino la amenaza del empleo de la fuerza para lograrlo. Para Teherán, el único camino es hacer prohibitivo el precio de un ataque, ya sea de Israel o de Estados Unidos. Su plan nuclear es un instrumento para lograrlo.

Entablar un diálogo con Teherán implicaba una transformación profunda en la relación de Estados Unidos e Israel. La realidad es que el poder del lobby judío en Washington hace pensar desde hace años en el síndrome de que la cola mueve al perro y no al revés. En lugar de que Israel obedezca órdenes de Washington, ésta última es la que acaba por seguir y apoyar las iniciativas de Tel Aviv. De tal modo que si Washington deseaba interrumpir el apoyo de Irán a Hezbollah, por ejemplo, tenía que comenzar con replantear sus relaciones con Israel y detener su política de expansión y genocidio en Gaza y la margen occidental del río Jordán. Obama ni siquiera quiso explorar este camino.

Todo indica que el tiempo se agota. Washington ahora presiona colocando sanciones más severas sobre Teherán. Servirán de muy poco, pero su cálculo es que de doblegar a Ahmadinejad, el mundo se estará ahorrando una nueva guerra. Por su parte, Teherán acelera el ritmo de producción de uranio enriquecido y abraza el apoyo ruso para hacer más difícil un ataque a sus instalaciones nucleares. Ya tiene emplazados centenares de misiles tierra-aire proporcionados por Rusia, de gran alcance y velocidad, así que no es seguro que un ataque alcance todos sus objetivos.

 

 

https://altermediamundo.blogia.com/upload/externo-8fd14c2b520ee5045cf65d9c1c9c51f2.jpg

 

 

 


Lo que es seguro es que dicha aventura tendrá efectos desastrosos a escala global. Las guerras en Afganistán e Irak, por no mencionar a Pakistán (y si es que sobrevive a las inundaciones de estas semanas), se intensificarán y fusionarán en una gran zona de actividad bélica. Todo Medio Oriente será envuelto en llamas. Irán podría responder con ataques de misiles balísticos a Israel, lo que provocaría una andanada de misiles israelíes. Teherán probablemente tendría éxito en bloquear el estrecho de Hormuz, interrumpiendo el flujo de petróleo, sacudiendo el mercado mundial y agravando la crisis económica mundial. Sin duda el precio a pagar por un ataque a Irán es muy elevado. Pero para el complejo industrial y militar en Israel (y Washington), ese costo ya ha sido descontado por el mercado de la guerra.

Alejandro Nadal es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO.


La Jornada, 18 agosto 2010

Hiroshima


 


Avanza El Plan Para La Guerra Nuclear Total

Sanciones contra Irán y la próxima guerra
Alejandro Nadal

 

En su Historia sobre las guerras del Peloponeso, Tucídides relata cómo Pericles en el siglo V antes de nuestra era impuso sanciones económicas contra la ciudad de Megara, que se había alineado con Esparta. Atenas prohibió el comercio con esta ciudad Estado y envió un mensaje: si Megara no desistía de su alianza con Esparta sería castigada. Megara se enardeció y exigió a Esparta desatar la guerra. Las hostilidades duraron 30 años.

La historia de las sanciones económicas y políticas para obligar a un país a cambiar su conducta es larga, pero enseña que frecuentemente conducen al fracaso. No sólo no cambian la conducta de los estados sancionados, sino que invariablemente llevan a la guerra.

El Consejo de Seguridad votó la semana pasada un paquete de sanciones en contra de Teherán. Es un paso más hacia la confrontación en el marco de la miope política exterior de Estados Unidos frente a Teherán.

Para Washington las sanciones forman parte de la necesidad de contener a Teherán. En esa lógica son un eslabón en una secuencia que va de la presión diplomática hasta la guerra. Es decir, Obama mantiene las mismas prioridades anquilosadas que rigen en Washington desde el triunfo de la revolución islámica hace 30 años. El objetivo sigue siendo el cambio de régimen y la amenaza es la guerra preventiva.

Para Teherán esa amenaza es real. Sus dos vecinos al oriente y poniente están sometidos a una invasión por tropas estadunidenses. También se encuentra rodeado de potencias con armas nucleares. Esto incluye a Israel, país que nunca firmó el Tratado de no proliferación de armas nucleares (TNP) y hoy cuenta con 200 cabezas nucleares listas para ser usadas.

Washington afirma que son sanciones fuertes, pero la realidad es que se trata de medidas sumamente débiles. Para empezar, no se limitan la producción y exportaciones de hidrocarburos, como quería Hillary. Pero China no hubiera votado a favor de las sanciones y por eso no se incluyeron. Tampoco hay sanciones generalizadas sobre servicios financieros y de seguros. Las únicas sanciones reales prohíben las inversiones de Irán en otros países en la minería de uranio o en la producción de materiales nucleares y tecnología. Se imponen algunas restricciones de viaje y se congelan los activos financieros de algunas corporaciones e individuos señalados en los anexos de la resolución. Lo demás es estándar: no se puede proveer a Irán de equipo militar ofensivo (pero Rusia podría seguir proporcionando misiles tierra-aire, por ejemplo), etc.

¿Son legales esas sanciones? La respuesta es negativa porque el Consejo de Seguridad está obligado a determinar la existencia de la amenaza a la paz que este caso representa, y ese requisito permanece incumplido. Las declaraciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no suplen ese requisito y, por otro lado, están llenas de mensajes ambiguos sobre el programa nuclear de Teherán.

Irán no ha violado el TNP. Ha insistido en el derecho que le confiere ese tratado para enriquecer uranio y desarrollar su industria nuclear sin interferencias. Los países que hoy apoyan las sanciones no han podido demostrar lo contrario. Los mismos servicios de inteligencia de Estados Unidos no han podido demostrar que Teherán tiene un programa para producir armas nucleares.

¿Serán efectivas las sanciones? Si lo que se busca es frenar el proyecto de conseguir dominar todo el ciclo de combustible nuclear que Irán desea, las sanciones van a fracasar. El único camino para la torpe política de Hillary-Obama será un ataque preventivo (que podría desatarse por medio de Israel). Las consecuencias serán desastrosas.

En 1941 Estados Unidos impuso un embargo petrolero sobre Japón para frenar su expansionismo en China. Esa medida colocó un cerco que Tokio consideró intolerable y le llevó a la guerra contra Estados Unidos. Se dice que de todos modos el expansionismo japonés era incontenible. Puede ser, pero también es cierto que Washington sabía muy bien lo que estaba haciendo y las sanciones eran un preludio para una guerra deseada por Estados Unidos. Esa es precisamente la lógica que acompaña este último desplante de las sanciones contra Irán. Lo que se busca es preparar la confrontación y la guerra.

El último paquete de sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad (con el voto de México, que una vez más hizo un triste papel) proporciona a Obama una victoria pasajera y sin importancia en este tortuoso camino hacia la confrontación con Irán.

La crisis económica y financiera global es más profunda y será más larga de lo que muchos quieren aceptar. Y va a terminar redefiniendo la estructura de la economía mundial. La historia nos enseña que este tipo de crisis y procesos de reorganización económica internacional acaban por transformarse en conflictos armados. Los imperios económicos en su fase crepuscular (como lo es Estados Unidos hoy) no están dispuestos a abandonar el centro del poder sin oponer resistencia.

Aljandro Nadal es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso.


La Jornada, 16 junio 2010

¿Qué Pasa Dentro Del Imperio?

Publicado también en Indymedia Argentina

 

Recordando la grave advertencia de  Frederic F. Clairmont vemos como se da una guerra intestina dentro de las más altas esferas del poder imperial estadounidense. Clairmont, motivado por una justificada preocupación, se apura en advertir de una inminente guerra nuclear de alcance global (ver¿Estamos Cerca De Una Guerra Nuclear Global?) un análisis apresurado, pero no injustificado. Mientras, en las cúpulas del poder, los trilateralistas con  la doctrina Brzezinski apuran un renovado imperialismo blando, con el director de la CIA como aliado (ver Irán "no tiene uranio para una bomba")  pero dónde las operaciones de espionaje y sabotaje se intensificarán. Del otro lado, los halcones caníbales de la era Bush se esfuerzan en continuar con la agenda genocida de guerras y amenazas de guerras  contra Irán y en la lista se incluiría Venezuela, Ecuador y cualquier nación que ose desafiar el monopolio militar y económico del complejo militar industrial financiero norteamericano.

 

https://altermediamundo.blogia.com/upload/externo-63a6dc45e2c5b36efd943075a39f1889.jpghttps://altermediamundo.blogia.com/upload/externo-b0850ad313ddccb2b6d6c8bbbf2163cf.jpg

A contracara: Dennis Blair -Jefe de la CIA- y Mike Mullen, jefe del estado mayor conjunto de las FF.AA. imperialistas, quien hace lobby por el "Día del Juicio Final". Este choque de posiciones solo refleja que Obama está siendo cada vez más presionado para admitir una escalada prebelicista contra Irán y el mundo, para que luego autorice a los locos de Israel a incinerar nuclearmente a 60 millones de iraníes y a matar por radioactividad y hambre a decenas de millones en la India, Bangladesh y Myanmar.

 

Los halcones genocidas no confían en la doctrina Brzezinski, es muy suave para ellos, sobre todo para los sionistas, desesperados por ganar una batalla militar luego de sus estruendosas derrotas contra minúsculos enemigos como Hezbollah y Hamás, sin dejar de mencionar al peor de todos sus enemigos "débiles": El Pacifismo Solidario Internacional, emparentado íntimamente con los movimientos anarquistas, socialistas, ecologistas y del humanismo radical antioligárquico.

 

La presión contra Obama, para que permita a Israel  ejecutar un ataque demente contra Irán está aumentando exponencialmente (las armas tácticas israelíes están bajo control de EE.UU., ver Embarque de  armas de excepcional tamaño de EE.UU. a Israel) La razón no es otra que la pérdida del monopolio del control del mercado del uranio enriquecido (ver El precio del uranio, un 700% más caro que en el 2000 ) y el descalabro económico norteamericano obviamente.

 

Más que nunca el pacifismo internacional y los movimientos del progresismo radical deben estar alertas, listos para denunciar y contrarrestar cualquier intento o acometida encubierta de los genocidas contra Irán y contra el resto de la humanidad.

 

Nuestra supervivencia como especie está en juego en esta alerta.

 

Alejandro Sánchez

Pacifista Solidario Internacional

 

 

El Lobby sionista da sus primeros pasos para imponer la guerra nuclear global

 

Un candidato de Obama renuncia por presiones del lobby de Israel

 

Al Jazeera y agencias

 

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

 

El candidato para un destacado puesto en los servicios de inteligencia de EE.UU. ha retirado su postulación después de acusar al lobby de Israel de llegar al límite “de la profundidad del deshonor y la indecencia” para difamar a su persona.

Charles "Chas" Freeman, ex embajador de EE.UU., quien es ahora presidente del think-tank Middle East Policy Council [Consejo de Política para Oriente Próximo] basado en Washington, que produce evaluaciones de temas de seguridad.

Pero el martes retiró su postulación después de lo que calificó de “andanada de distorsiones difamatorias” de sus antecedentes por el lobby de Israel en EE.UU.

    “Las calumnias en mi contra y los rastros fáciles de encontrar de sus correos electrónicos muestran concluyentemente que existe un poderoso lobby determinado a impedir que se exprese cualquier punto de vista diferente del suyo,” dijo Freeman.

    “Las tácticas del lobby de Israel llegan al límite de la profundidad del deshonor y la indecencia e incluyen difamación, citas erróneas selectivas, la deformación intencional de los antecedentes, la fabricación de falsedades, y un extremo desprecio por la verdad.

    “El objetivo del lobby es el control del proceso político mediante el ejercicio de un veto sobre el nombramiento de personas que cuestionan la sabiduría de sus puntos de vista, la sustitución de la corrección política en lugar del análisis, y la exclusión de cualesquiera opciones para la toma de decisiones por los estadounidenses y nuestro gobierno que sean diferentes de las que propugna.”

Revés para Obama

Los opositores no tardaron en señalar que el retiro de Freeman fue simplemente el último en una cadena de reveses para Barack Obama mientras el presidente se esfuerza por dotar de personal a su gobierno.

Max Blumenthal, blogger y periodista del sitio en Internet Daily Beast, quien ha estado siguiendo el proceso de designación de Freeman, dijo a Al Jazeera que su retiro era “una derrota catastrófica para el gobierno de Obama.”

“Lo que sucedió es que el que ganó fue el lobby de Israel,” dijo.

“Lo que considero más notable en su declaración, fue cuando [Freeman] dijo que aparentemente el gobierno de Obama no podrá dictar su propia política para Oriente Próximo y culpa directamente por ello al lobby de Israel.”

Blumenthal dijo que el lobby de Israel había “estado enviando furiosamente correos a periodistas favorables, calumniándolo [a Freeman] en público” y que “influyeron decisiones políticas respecto a los puntos de vista [de Freeman] sobre Israel y esencialmente torpedearon su nombramiento.”

Este fue “el primer fusilamiento total” del lobby de Israel “y tuvieron éxito porque sabían que Freeman sería descartable para elementos políticos en la Casa Blanca que tenían que cortejar al lobby de Israel, necesitaban su dinero para las contiendas por el Senado,” dijo.

Vínculos chinos-saudíes

Freeman es ex embajador en Arabia Saudí, y ha servido también como secretario adjunto de defensa y alto diplomático de EE.UU. en China.

El almirante Dennis Blair, el director nacional de inteligencia quien eligió a Freeman para la posición en el consejo, lo defendió en el congreso el martes como hombre de “puntos de vista fuertes, de una mente inventiva y de un punto de vista analítico.”

Blair dijo que prefería eso a “criterios de alimentos pre-cocidos.”

Pero la percepción de las críticas de Freeman hacia Israel junto con sus vínculos con China y Arabia Saudí, provocaron controversia.

Consejo de CNOOC

Freeman sirvió en el consejo asesor internacional de la estatal China National Offshore Oil Corporation cuando hizo su oferta en 2005 por la firma petrolera de EE.UU. Unocal que fue frustrada por protestas en el Congreso de EE.UU.

Su think-tank en Washington recibió financiamiento de Arabia Saudí.

Freeman dijo que había renunciado a todas sus posiciones privadas cuando decidió aceptar el puesto en el consejo de inteligencia.

Después del retiro de Freeman, la oficina de Blair dijo que aceptaba “con pesar” su decisión.

Citas de Freeman:

2007 - “la brutal opresión de los palestinos por la ocupación israelí no da señales de terminar.”

2007 - "Israel es aún más desdeñado y aislado que nosotros, y junto con los israelíes estamos multiplicando rápidamente las filas de terroristas con alcance regional y global.”

http://english.aljazeera.net/news/americas/2009/03/200931113340555177.html

¿Estamos Cerca De Una Guerra Nuclear Global?

CON ESTA PUBLICACIÓN LLAMO A TODOS A APOYAR LAS CAMPAÑAS DE CONSUMO SOLIDARIO CONTRA LAS GUERRAS: CONTRA LA GUERRA DE IRAK, AFGANISTÁN, EL RESTO DEL MUNDO Y CONTRA EL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO (Israel Sigue Asediando a Gaza, Palestina) NO TE QUEDES SOLO,  ÚNETE AL BOICOT Y LAS PROTESTAS CONTRA LOS GENOCIDAS Y SUS GUERRAS. RECUERDA: LOS GENOCIDAS  QUIEREN UNA GUERRA  PARA SUPERAR LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL, ES DECIR, IRRACIONALMENTE BUSCAN UNA GUERRA NUCLEAR DE DESTRUCCIÓN TOTAL, PENSANDO QUE PUEDEN SOBREVIVIR A UN HOLOCAUSTO GLOBAL... YA ESTARÍAN DANDO LOS PRIMEROS PASOS  Embajador israelí En  Australia ya habla de la planificación de una Guerra Nuclear En La Brevedad DETENGÁMOSLOS AHORA ANTES DE QUE SEA TARDE. Avanza El Boicot...Apóyalo!!!

 

 

Campaña Mundial Multilingüe Contra Los Crímenes de Guerra de Israel debe ser juzgado por la Corte Penal Internacional - Petición universal (clikea aquí)


https://altermediamundo.blogia.com/upload/externo-f2a6bd178e11d4c60d29fc5a68649e32.gif


 

 

Archivo:Nuclear fireball.jpg
Clasica imagen de una detonacion nuclear: El infierno no esta lejos. Fuente: Wikisource.

 

 

(En el 2009 o en los próximos años)

¿Puede ocurrir un conflicto internacional en 2009? Antecedentes históricos

 

 

Global Research

 

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

 

Entre estas conferencias me aventuraré a responder a responder a algunas de las dudas expresadas sobre la perspectiva de una guerra mayor. Las notas para estas conferencias fueron hechas con el pasar del tiempo en un rincón de la sala de estar.

Hay dos grandes lámparas de pie que iluminan el cuaderno que uso para escribir estas líneas. La delgada pluma negra se desliza fácilmente sobre el papel. Es uno de mis compañeros inseparables. Está ‘Hecha en China’, así como el cuaderno cuadriculado.

Uno de mis colegas introdujo el tema la otra noche: ¿existe algún producto manufacturado que el capitalismo estadounidense pueda producir que China no puede producir mejor, en mayores cantidades y mucho más barato?

No es una especulación antojadiza. De ahí resulta si el capitalismo estadounidense en su actual estado de endeudamiento, empobrecimiento masivo y desintegración financiera podrá competir internacionalmente. O, para decirlo de otra manera: ¿cómo y con qué medios pagará por sus importaciones, por lo que consume? ¿Podrá – según la evidencia actual no lo podrá – recortar y finalmente eliminar su déficit comercial exportando más de lo que importa? Además, ¿puede el dólar ser un medio de pago y cambio aceptable en vista de la paliza a la que ha sido sometido incesantemente durante muchos años? La observación de Mahmud Ahmadineyad de Irán de que el dólar vale menos que papel higiénico usado es poco elegante, pero es compartida por muchos espíritus de primer rango en el mundo del capitalismo financiero.

En conferencias subsiguientes exploraremos las ramificaciones de esos temas. Baste decir que es cosa de vida o muerte que nos conduce a las contradicciones conflictivas dentro del capitalismo mundial y del imperialismo letal que presentaré para dar más que una idea de lo que se quiere decir cuando decimos que China se ha convertido en el centro industrial de nuestro planeta; así como una idea de lo que queremos decir cuando hablamos de desequilibrios financieros. Más de eso adelante.

Las ramificaciones

Algunos de vosotros habéis evocado la posibilidad de un conflicto mundial durante 2009. No diré que esa predicción sea ilógica o remota. Sin duda, muchos de entre vosotros no queréis decir un conflicto regional en Osetia o en Gaza. Tampoco excluyo la posibilidad de EE.UU./Israel contra Irán. En la gestación de una guerra, la demencia nunca se puede excluir la demencia. Recordemos que la oligarquía de casta de EE.UU. (USCO) y su apéndice militarista de billones de dólares está en guerra en varios frentes en áreas que comprenden decenas de miles de kilómetros. Mantiene una guerra en Gaza a través de su sustituto; continúa una guerra en Iraq; y, por cierto, está escalando su esfuerzo militar en Afganistán; ha extendido sus campos de la muerte a Pakistán. Hay que recordar que Pakistán tiene una frontera de 2.500 kilómetros con Afganistán.

No se puede ignorar una posibilidad semejante. ¿Cómo enfocamos el tema? ¿Cuál es el método más apropiado? Soy consciente de que particularizar los puntos álgidos potenciales nos proporciona los puntos individuales, pero los puntos no están conectados. Siguen separados y no pueden suministrar una perspectiva del detonador. Comprendo vuestra especulación. El historiador debe seleccionar sus hechos. Se trata de un asunto de elección personal. Pero cómo y con qué propósito cada cual selecciona sus hechos proviene de su principio de selectividad, que forma parte de un proceso de abstracción.

Su selección y su interpretación de los eventos están por lo tanto condicionadas por sus predilecciones ideológicas y filosóficas. Sus afiliaciones de clase. Su experiencia personal. Se puede particularizar una lista, pero particularizar eventos aislados no nos da un instrumento para comprender esos fenómenos complejos. El asesinato del príncipe heredero Francisco Fernando por un joven nacionalista serbio fue ciertamente el detonador, pero nos dice muy poco sin desenmarañar el complejo de convulsiones nacionalistas y rivalidades económicas y dinásticas que desgarraron los órganos vitales de la economía mundial. Tampoco podemos ignorar el incremento militar naval del imperio alemán que desafió la supremacía centenaria de la

Royal Navy británica. Como señalara David Lloyd George – el más sagaz de los artesanos del Imperio y supremo encargado del trabajo sucio en la Gran Guerra: “si 1914 no tenido lugar cuando pasó, habría ocurrido inevitablemente más tarde.” Las palabras cruciales son ‘ocurrido más tarde’. Lo que tenía en mente Lloyd George era que la política de poder del capitalismo financiero y del imperialismo, y la carnicería que incubaba de modo irreprimible, eran inherentes a la evolución del capitalismo mundial en vista de su arremetida incesante en busca de campos engrandecimiento territorial y financiero. Y sus guerras lo confirmaron.

La carrera armamentista

Muchos de vosotros habéis subrayado que es probable que la USCO eleve los gastos para compensar la caída en demanda en el sector privado, aumentando así el nivel de empleo. No es una receta nueva, pero la tesis tiene un defecto en el contexto actual de las relaciones internacionales. La USCO ya gasta en armas más del doble o el triple que el resto del mundo. El SIPRI [Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz] en Estocolmo, que encontraréis en Internet, suministra las cifras exactas. Pero por el momento no me ocuparé de esas cifras.

La USCO y sus lacayos militares han estado en guerra sin parar desde 1945. Y eso incluye su papel en la Guerra Civil China que terminó en 1949, en Indochina desde 1945, en Corea, en Iraq – dos veces – etc. Sus guerras coloniales, libradas exclusivamente contra pueblos de color han llevado a la economía de EE.UU. a un estado de bancarrota.

Según la última cuenta, EE.UU. tiene 250 bases militares fuera de su territorio. Gasta más de lo que gana. Es el mayor mendigo del mundo. Gasta el dinero prestado de otros. Sólo en Iraq, según las cifras de Stiglitz, la cifra es de 3,5 billones de dólares y las guerras todavía no terminan. En esas guerras ha masacrado a millones. Está librando guerras en Iraq, Afganistán, Pakistán y el ataque de Israel contra Gaza, como en el Líbano, fue inconcebible sin apoyo de EE.UU. Es una banalidad. Hay que decir que las bombas de fósforo usadas en Gaza fueron hechas en Virginia. Los proyectiles de artillería de uranio empobrecido fueron fabricados en Tennessee. Los bombarderos eran F-18 de fabricación estadounidense. Gaza fue un campo de prueba más para sus armas de matanza masiva. Con eso son cuatro guerras. Hay quien tiene razón cuando subraya que las guerras, los preparativos para guerras, impulsan la producción y el empleo. Lo que importa aquí es la naturaleza de la producción y el impacto relacionado en el empleo. Es improductivo y no agrega a la capacidad productiva.

Fue ciertamente el caso en el Tercer Reich de Hitler en el que los gastos en armas suministraron un impulsor que eliminó las filas de los desocupados. Y, por cierto, los desocupados siempre pudieron encontrar puestos posteriormente en la Wehrmacht [ejército alemán], convertidos en carne de cañón. Así fue en el Reino Unido desde 1937. Los cambios logrados por el Nuevo Trato de Roosevelt, admirables pero ilusorios de muchas maneras, no redujeron la Gran Depresión. Lo lograron los gastos masivos del sector público en la guerra financiados por la deuda.

Quiero repetir que lo que terminó la diabólica caída en recesión detonada en 1929 fue la llegada de la Segunda Guerra Mundial. ¿Puede sugerirse por lo tanto que la guerra y los preparativos para la guerra ofrezcan una ‘solución final’ para lograr el pleno empleo? En el caso del capitalismo de EE.UU., la respuesta es inequívocamente no. Los gastos de guerra – financiados con préstamos extranjeros y agujeros de deuda en continuo aumento – preparan la escena para la corrupción endémica, el endeudamiento y la bancarrota nacional y todos sus innumerables corolarios tóxicos. Las deudas del capitalismo estadounidense – federal, corporativo y doméstico – nunca serán pagadas. No pueden ser pagadas. Con la implosión diaria de la economía la USCO no tiene los recursos para pagar sus deudas. Los Frankenstein de los incumplimientos de pagos están a la vuelta de la esquina.

Se puede afirmar que la guerra aumenta los ingresos de los productores de armas. ¿En qué sectores corresponde a la realidad? ¿En qué empresas individuales es así? Si uno se esfuerza por examinar los precios de las acciones de todos los grandes fabricantes de armas, por ejemplo Lockheed en Standard & Poor's y en el Dow Jones Industrial Average (DJIA) se verá que sus ingresos y beneficios se han derrumbado, así como los precios de sus acciones.

Ante la intensidad del uso de capital en la producción moderna de armas, se reduce fuertemente la participación laboral requerida, lo que quiere decir que se reduce fuertemente el empleo. La productividad [la ratio entre los recursos invertidos y la producción obtenida], ha aumentado considerablemente, lo que ha llevado a una reducción en los requerimientos laborales con caídas colaterales en los salarios. Creo que encontraréis que en su mayor parte sus balances han sido maltratados, aunque tal vez no tanto como los del sector financiero. La conclusión parece obvia: planes de estímulo, o bombear la tasa preferencial como decían antes, obviamente no logrará lo que hace falta. Vuelvo de nuevo a los cálculos de Stiglitz.

Sólo en Iraq, se gastan 3.5 billones de dólares. ¿De dónde sale el dinero? De préstamos. Como he dicho repetidamente en estas conferencias, la economía capitalista mundial ha entrado en una fase deflacionaria de estancamiento, of ‘defastag’ como la he llamado. La USCO vive de tiempo prestado y del dinero prestado de otra gente, una parranda parasítica que es sustentada por un 70% de los ahorros del mundo, palpablemente insostenible incluso a corto plazo.

Israel y Oriente Próximo

Sospecho que algunos tienen razón cuando presuponen que Gaza es un área demasiado pequeña para ser considerada como el detonador probable de un conflicto mundial mayor. El tamaño, sin embargo, no es el único parámetro. Serbia en 1914 también era un área geo-demográfica muy exigua. Pero suministró el detonador y por ello no es el único factor en juego; son las fuerzas mayores que son puestas en movimiento. Gaza e Israel son segmentos de un imperio mayor que se retuerce en su apoplejía final. El objetivo del ataque de EE.UU e Israel es obliterar a Hamás, como su ataque en el Líbano fue eliminar a Hezbolá. Fracasaron miserablemente. Los ciudadanos del Estado siofascista aplaudieron la violación de los gazanos. Y aquí llegamos no a fuerzas abstractas sino al papel de los individuos en la historia. Netanyahu es un exponente directo del implacable exterminismo de árabes que ha logrado subir por el poste engrasado de un Estado rajado por divisiones étnicas y de clase.

Su discurso en Davos, como el de Olmert, es más que el aullido de un político empecinado a destruir a los árabes, y a lo que sus compinches fascistas llaman Hamastán. Sus dichos, como los de Lieberman, podrían ser convertidos en realidad. Netanyahu/ Lieberman podrían demoler todo Oriente Próximo y eso incluye al Estado hebreo. Y con eso quiero decir que podría llevar al desmantelamiento del señor Obama y, me atrevo a decir, a su destrucción política en vista del alcance indiscutible de los grupos de presión sionistas. El señor Obama es un político frágil y las indómitas convulsiones capitalistas, nacional e internacionalmente, lo empujarán hacia furiosas contracorrientes.

Sabemos lo que es el dúo Netanyahu/Lieberman. No hay nada nebuloso en sus planes. “Mi mayor prioridad” vocifera Netanyahu “es Irán”. ¿Hay que decir algo más? ¿Ha sondado Obama el significado de esa declaración? No hay nada críptico en ella. La posición sin rival del dúo en los grupos de presión sionista y en las esferas dominantes de la USCO es impresionante. Por ello no podemos ignorar la posibilidad de que en su desesperación podrían provocar una guerra más amplia. Un rumbo semejante no podría ser limitado a la región.

El objetivo del imperialismo de EE.UU., combinado con el de Israel, es la destrucción de Irán, aliado de Hamás y Hezbolá. No es especulación. Es política declarada. El primer ministro iraní ha movido sus peones. El juego ha comenzado. El lanzamiento de su satélite al espacio inyecta a nuestros cálculos variables nuevas y terribles.

¿Puede reconciliarse Israel con la coexistencia con Hamás y con un mundo anti-estadounidense y antisionista cada vez más militante? El cambio de tono en el mundo árabe visto en el artículo inequívoco de un miembro de la familia real saudí – y un poderoso intelecto – en The Financial Times – sugiere un cambio de la marea. La calle árabe es una realidad. Está más y más furiosa con cada día que pasa. Está sin trabajo. Está empobrecida, pero le llega Al Jazeera con 140 millones de televidentes. Un pelele como Mahmud Abbas es un fantasma y su poder está anulado. También estuvo en Davos y su discurso, como el de Karzai, fue escrito por sus revendedores estadounidenses. La dirigencia israelí sondeó a Bush (cuyo gobierno los rechazó) para volar sobre Iraq para bombardear las instalaciones nucleares de Irán.

Apareció en The New York Times. Fueron rechazados por la cábala de Bush no por razones humanitarias sino porque comprendió excepcionalmente el gran alcance de las consecuencias. También recordaréis que la actual dueña del Departamento de Estado, H. Clinton tuvo, durante sus justas electorales, la osadía de proclamar que aniquilaría a Irán. No es el momento de discutir las implicaciones de ese proyecto genocida. La posición de Bush y Obama sobre el ataque contra Irán es idéntica.

Irán ha dejado en claro que se propone seguir adelante con el enriquecimiento nuclear con fines civiles y Rusia completará este año la construcción de la instalación nuclear en Bushehr. En ajedrez, no basta con decidir lo que se va a hacer, sino hay que prever lo que va a hacer tu oponente. Pasemos a un punto álgido no menos importante. La relación entre China y EE.UU. ha escalado a nuevas alturas de tensiones comerciales a pesar del melifluo palabreo sobre lo contrario. El proteccionismo, o llamadlo nacionalismo económico si preferís, está omnipresente en una multiplicidad de guisas. Y de eso hablaré ahora mismo.

China y EE.UU.

Antes de continuar, sin embargo, para ver si las crecientes tensiones comerciales y de pagos podrían llevar a una mortífera confrontación militar, deberíamos recordar la naturaleza de las rivalidades comerciales y las armas desplegadas en esas guerras económicas en los años treinta. El discurso del presidente chino al arremeter contra EE.UU. en Davos, como lo hizo Putin, es indicativo de la tendencia de la guerra económica. Davos es el centro de la globalización. Es la cabina de pilotaje del poder corporativo, de los dirigentes del mundo y de los aspirantes a dirigentes. Davos subrayó la mísera fragilidad de las instituciones financieras que solían ser vistas como el fundamento del sistema.

Palabras como estabilidad y confianza han sido borradas de su pizarra. La debacle de UBS y de la City de Londres y los continuos temblores en Wall Street, van acompañados por estafadores espectaculares como

Madoff y Stanford. La cólera ya no puede ser disimulada, y tampoco puede ser ocultada en las masivas manifestaciones de trabajadores en París y en todas las ciudades francesas y en la neocolonia de Guadalupe. Las tensiones aumentan. Van más allá de las políticas de ‘despojar a tu vecino’ creadas primero por Joan Robinson de la Universidad Cambridge en los años treinta.

Nadie bosquejó con más claridad la naturaleza de esos conflictos que Sir Percy Bates, presidente de Cunard Steamship Company (abril de 1935) en un momento en el que dominaba la Gran Depresión. Su relevancia en nuestros días es extraordinariamente obvia:

    “Estamos pasando por una guerra… Las armas que son empleadas no son acorazados, ejércitos, aviones, sino aranceles, cuotas y monedas. No se reconoce ningún estándar monetario internacional, y cada vez que varía un arancel, una cuota o una moneda, uno se ve enfrentado a una maniobra, una maniobra hostil, una maniobra bélica. Lo peor de todo es la renuencia a admitir oficialmente la existencia de un estado de guerra.”

Mientras la crisis actual se sigue arrastrando el capitalismo ya no es capaz de encaramarse para salir de su pozo de deflación y estancamiento. Un predicamento que empeora con cada hora que pasa. La guerra por los mercados mundiales y por cuotas de mercado continúa a un ritmo no disminuido. Esto se refleja en el rendimiento económico relativo de EE.UU. y China que se ha convertido en el centro de la manufactura del mundo. La USCO al contrario está atrapada en medio de la des-acumulación de capital y de una base industrial que languidece rápidamente. En cuanto al Reino Unido, su base industrial otrora poderosa ha sido vaciada. Echemos una mirada a esas cifras para comprender sus divergencias que destacan las tensiones que podrían llevar a la guerra.

Lo que dicen las cifras: Estas cifras comparativas son indicativas. Hay que recordar que China ha desplazado a Alemania en las tablas de evaluación del PIB del mundo para convertirse en el tercer país del mundo por su tamaño. Precedido por Japón y EE.UU. Con el derrumbe del capitalismo endeudado de Japón que se mueve a tasas de crecimiento cero China está decidida a desplazar a Japón hacia los remansos de la historia. Primero veamos algunos de los principales indicadores (2008) de EE.UU. y comparémoslos con los de China:

EE.UU.: PIB (0,9%);

    Balanza comercial (– 833.000 millones de dólares);

    Balanza en Cuenta Corriente (– 697.000 millones de dólares);

Producción industrial: (– 7,8%)

CHINA: PIB (9,1%

Balanza Comercial (+ 295.000 millones de dólares);

Balanza en Cuenta Corriente (+ 37.000 millones de dólares);

Producción industrial: (+ 5,7%)

Estas cifras destacan sus crecientes disparidades económicas. Tengo que confesar en este punto que no estoy seguro de que en el futuro cercano el abismo pueda ser superado algún día. Concentrémonos simplemente en el sector del comercio exterior. Las importaciones de EE.UU. crecen más rápido que sus exportaciones. El capitalismo de EE.UU. va en una espiral deflacionaria descendiente que tiene similitudes con la así llamada “década perdida” de Japón en los años ochenta. Es verdad que el crecimiento de China es afectado negativamente por la recesión mundial, pero crece varias veces más rápido que EE.UU. Las tasas de crecimiento compuesto son al mismo tiempo fuerzas constructivas y destructivas. En este punto recordaréis lo que señalara en mi discusión de la balanza de pagos de EE.UU. en mi libro sobre Cuba y sugeriría que volvierais a consultar esa sección. La ratio importaciones:exportaciones es de cerca 1:5.

Esa brecha es insuperable. Por eso la USCO debe pedir prestado para financiar sus importaciones. Pedir prestado significa deuda. Y la deuda debe ser pagada con tipos de interés compuesto o no ser pagada. China recicla su superávit comercial comprando valores estadounidenses y bonos del Tesoro. Es una historia familiar. Sigue siendo problemático si la elite política china continúa reciclando sus ingresos en divisas extranjeras para apuntalar déficits estadounidenses.

El capitalismo estadounidense ha sido el mayor deudor del mundo durante más de dos décadas. Su mayor acreedor es China. La dimensión de las cifras es importante. Los casi 2.000.000 millones de dólares en reservas en divisas extranjeras de China son las mayores del mundo. Gran parte de esas reservas están siendo dirigidas a la compra de bonos del Tesoro de EE.UU. Según estimaciones de Brad Selser la cifra real es más cercana a los 2.300.000 millones de dólares o el equivalente de 1.600 dólares por cada ciudadano chino.

De esa suma, unos 1.700.000 millones están invertidos en activos en dólares, convirtiendo a China en el mayor acreedor del capitalismo estadounidense y el mayor comprador de bonos del Tesoro de EE.UU. EE.UU. es un adicto total y dependiente del dinero chino. Nunca en su historia la USCO ha dependido en tal medida de algún acreedor extranjero. La oposición dentro de los niveles dirigentes de la elite del poder de China es consciente de que semejantes flujos masivos de capital hacia una economía enferma, que está en el umbral de una crisis en continua profundización y con activos en dólar de bajo rendimiento, son peligrosos. China ya ha perdido miles de millones de dólares. Y esto tiene lugar ante el dólar en depreciación por su creciente nivel de endeudamiento, bajos ahorros, tipos de interés cero, y un PIB que se mueve alrededor de cero. Sin esa avalancha de dinero chino, la USCO no podría mantener su expansión militarista en el extranjero.

Pero podemos decir es que es obvio que el estatus del dólar como moneda de reserva del mundo que ha conferido un poder extravagante (fue la designación de de Gaulle) al imperialismo de EE.UU. no puede durar. Los recelos chinos están presentes pero han hecho un pacto con el diablo y pueden hacer poco por cambiar este estado de cosas. “¿Qué se puede tener si no son bonos del Tesoro de EE.UU.?” pregunta Luo Ping, director general de la Comisión Regulatoria Bancaria de China. “No se poseen bonos del gobierno japonés, o bonos del Reino Unido. Los bonos del Tesoro de EE.UU. constituyen el refugio. Para todos, incluida China, es la única opción.” A mi juicio esa es la tragedia de la elite del poder de China, que preside sobre una economía capitalista que ha abandonado toda pretensión de ser socialista.

Es una elección política deliberada que revela su alineamiento de clase e ideológico. Ya ha pagado un precio terrible por su decisión política de ser el salvador y el supremo benefactor del capitalismo estadounidense. Mientras la crisis del capitalismo gime en su agonía y el dólar cae continuamente, los costes para los trabajadores y campesinos chinos, a los que la elite china dejó de representar hace mucho tiempo, aumentan a niveles aún mayores. Para decirlo en jerga no-técnica, los dueños de la alcancía china tienen tanto dinero que no saben dónde invertirlo salvo en bonos del Tesoro de EE.UU. de un rendimiento miserablemente bajo.

La batalla por los tipos de cambio es librada en los campos de la muerte de los mercados de cambio de divisas extranjeras.

El índice del Big Mac

Para comprender, a mi juicio, por qué no puede haber una solución amigable de la guerra comercial y la rivalidad chino-estadounidense, conviene decir unas pocas palabras sobre la naturaleza de los mercados de cambio de divisas extranjeras. Es donde se compra y vende dinero y es objeto de una feroz especulación en los mercados internacionales. No debemos olvidar que el dinero es la mercancía de las mercancías. Es el Rey de los productos básicos. El mercado en el que se realizan esas transacciones monetarias es el mercado Forex.

En un lenguaje muy esclarecedor, pero no técnico, percibimos que el índice de The Economist se basa en la idea de la paridad de poder de compra (PPP por sus siglas en inglés). Dice que las divisas deberían ser comercializadas a una tasa que hace que el precio de los bienes sea el mismo en todos los países. El Big Mac [hamburguesa] que cuesta 3,54 dólares en EE.UU. se convierte en el parámetro para medir si otra moneda está infra- o sobre-valorada.

En China, el precio del Big Mac es de 1,83 dólares. Es un 40% más barato. En Suiza (usamos tipos de cambio prevalecientes en una fecha determinada) cuesta 5,75 dólares, es decir es un 60% más. Es la prueba elemental de sobrevaloración o infravaloración. De ahí la conclusión que sacamos – (y repito que no sólo es la base de comparación para medir disparidades de cambio de divisas extranjeras, sino que es ciertamente la más simple y la más ingeniosa) es que el renminbi o yuan de China es un 40% más elevado que el dólar, lo que le otorga supuestamente una ventaja en el comercio de exportación según el cálculo del Tesoro de EE.UU. El gobierno de EE.UU. ya ha impuesto aranceles a China, y la acusa de manipulación cambiaria. Una acusación que escuchamos con cautela ya que el gobierno de EE.UU. y todas sus actividades nunca han sido custodios de la moralidad.

El problema de la ventaja competitiva de China va, claro está, mucho más allá de los tipos de cambio. Las tasas de salario de los obreros no son menos importantes. La tasa de salario en China para la manufactura es un 10% de la de EE.UU. Pero no nos encontramos sólo ante una disparidad en los costes laborales. Hay que agregar que la productividad industrial de China ha sido notable.

China, como sabéis, está presente en todos los mercados mundiales y su comercio exterior e inversión directa se han disparado en la última década de un modo impresionante en Latinoamérica y África, en Australia y en todos los mercados asiáticos, para no hablar de Rusia. Un solo ejemplo confirma lo que estoy diciendo. El fondo de desarrollo económico chino/venezolano se duplicará de 6.000 millones de dólares a 12.000 millones en sólo poco más de un año. El papel de la USCO, la UE y Japón, son de importancia periférica en Venezuela. La conquista de mercados mundiales y de cuota de mercado continúa a velocidades incontenibles. Los diez países capitalistas dominantes ya están en recesión. Que no exista ambigüedad al respecto. El objetivo de los planificadores políticos de China y sus capitalistas es el engrandecimiento del mercado.

Dinámica de la sobreproducción

Una de las características de la actual deflación/estancamiento, y no exagero cuando lo digo, significa que hay demasiados bienes a la busca de demasiados pocos compradores; demasiado dinero a la busca de pocas inversiones lucrativas; demasiados obreros a la busca de pocos puestos de trabajo; demasiados bancos a la busca de pocos ahorristas y depositantes empobrecidos, etc. Es no vale sólo para la actual caída cíclica del capitalismo sino se aplica a todas las facetas de la crisis. La esencia de la crisis del capitalismo es la sobreproducción. O la sobre-acumulación.

¿Qué es la sobreproducción? ¿Cuáles son sus propiedades? ¿En qué etapa del ciclo de acumulación del capital emerge? ¿Cuál es su duración cíclica? ¿Cuál es su papel en el ciclo económico del capitalismo?

Milton Friedman, uno de los principales propagandistas del fundamentalismo de libre mercado y un vulgar apólogo del capitalismo, lo dijo de modo sucinto cuando echó a un lado la panacea de la responsabilidad social por parte del capitalista: “la única responsabilidad de una compañía es aumentar los beneficios para los accionistas.” El capitalismo define la relación entre la clase poseedora/explotadora cuyos ingresos son ganancias, dividendos y rentas, y una clase explotada sin propiedad cuyos ingresos son los salarios.

Define la relación entre el opresor y el oprimido. De ahí que el objetivo supremo del capitalismo, su alfa y su omega, y el de los dueños del capital, no sea el suministro de bienes y servicios a los trabajadores que explota. Es un fenómeno superficial. Es un fetichismo. El objetivo de la acumulación de capital es expandir y asegurar una masa de beneficios en continuo aumento para una clase de propietarios adinerados. El objetivo supremo es el beneficio y la maximización de los beneficios. La sobreproducción no es por lo tanto una aberración del sistema sino es inherente a su operación. Y esto data de comienzos de la primera Gran Depresión del capitalismo de 1873, como lo señalan los Comisionados Reales en su informe final en palabras que son inmejorablemente relevantes al crac de 1929 y a nuestro desplome actual:

    “Pensamos que… la sobreproducción ha sido una de las características más destacadas del desarrollo del comercio durante los últimos años; y que la depresión bajo la cual sufrimos actualmente puede ser explicada parcialmente por este hecho… La característica notable de la situación actual, y la que a nuestro juicio la distingue de todos los anteriores períodos de depresión, es la cantidad de tiempo que ha durado esta sobreproducción… Estamos convencidos de que en los últimos años, y más particularmente en los años durante los cuales ha prevalecido la depresión del comercio, la producción de bienes en general, y la acumulación de capital en este país, han estado ocurriendo a un ritmo más rápida que el aumento de población.”

La lucidez de estas conclusiones subraya no sólo la naturaleza, génesis y base lógica del ciclo económico que exploraremos en conferencias subsiguientes, sino su relevancia y afinidad con otras grandes depresiones que han devastado el capitalismo mundial como ser la Gran Depresión de 1929 y la actual depresión económica. Es importante que se recuerden las consecuencias de esa gran depresión que duró, con sus altas y bajas, hasta el comienzo de los años noventa del Siglo XIX.

La emergencia del monopolio y sus implicaciones

El capitalismo y su gobierno de clase son un sistema impulsado por la competencia. Vale para todas las fases de su crecimiento. El período de 1873 a 1914 que trajo consigo la gran carnicería presenció los cambios estructurales del capitalismo desde su fase competitiva a la monopolista. La competencia mata a la competencia. O, como lo habría dicho Marx, un capitalista mata a otro capitalista. La Gran Depresión impulsó la concentración y centralización del capital que Marx había analizado con tanta penetración. Vio el ascenso de los trust y de los cárteles. Los nombres de Rockefeller, Buchanan – el rey del tabaco, Krupp, Vanderbilt, Morgan, Carnegie encarnaron la cara del capital.

No eran simplemente los que el presidente Theodore Roosevelt calificó de “malhechores de la Gran Riqueza.” Se trataba de la nueva fase del capitalismo monopolista originado en la competencia acelerada dentro y entre naciones-Estado, y la caída de la tasa de beneficio. Más y más competencia condujo al exceso de capacidad y su corolario de precios destructivos, una caída en los precios al por mayor y menor, descriptiva de la etapa deflacionaria. Esto abrió la busca beligerante de esferas privilegiadas de inversión y comercio exterior. El capitalismo monopolista alimentó el ímpetu hacia el imperialismo.

Ese período abrió las esclusas hacia lo que George Bernard Shaw llamó, en los días de la Guerra Bóer, la era de “Los mercaderes de la muerte.” Recordaréis lo que el presidente Eisenhower calificó en su discurso de despedida de Complejo Militar/Industrial y que generó una cantidad enorme de literatura. Las fórmulas eran novedosas pero no su sustancia. La realidad de ese fenómeno estuvo vigorosamente presente en su forma concentrada en las décadas anteriores a la Gran Guerra. Fabricantes de armas como Krupp y Siemens y Mercedes Benz en Alemania, Vickers-Armstrong y Rolls Royce en el Reino Unido, Creusot-Schneider en Francia y Mitsubishi en Japón simbolizaron los vínculos de los Mercaderes de la Muerte y del Poder Estatal. Casi un 70% de todas las piezas de artillería y proyectiles utilizados por el ejército del Káiser, para no hablar del acero que se usó en el masivo fortalecimiento de la Armada alemana desde 1890, fueron producidos por Krupp. La Casa de Krupp se enmarañó con los Hohenzollern a través de lazos de matrimonio. Tal era el músculo de la interconectividad matrimonial imperialista.

Impulso a la expansión colonial

He explorado este proceso en mucho más detalle en mi obra sobre “The Rise and Fall of Economic Liberalism.” Durante los años setenta y ochenta del Siglo XIX, y después de la apropiación y sometimiento a la dominación imperial europea de 13 millones de kilómetros cuadrados de territorio africano, con poblaciones de más de 60 millones. En Asia, durante la misma década, el Reino Unido anexó Birmania y colocó bajo su control la península malaya y Baluchistán. Francia comenzó a despedazar China anexando Annam y Tonkín. El magnate industrial y parlamentario, Joseph Chamberlain, demandó proteccionismo en el interior así como a “la creación de nuevos mercados” en el exterior. Levantó su copa para brindar simultáneamente por: “Comercio e Imperio, porque, señores, el Imperio, para parodiar una expresión celebrada, es Comercio.” Es el entrelazamiento entre el Gran Capital y la política de la Gran Burguesía. Las batallas del imperialismo llevaban hacia el conflicto y la guerra. De nuevo, Chamberlain, en un discurso ante la Cámara de Comercio de Birmingham en 1896, señaló:

    “Si hubiéramos permanecido pasivos… la mayor parte del continente africano habría seguido ocupada por nuestros rivales comerciales… Mediante nuestra política colonial, en cuanto adquirimos y desarrollamos un territorio, lo desarrollamos como agentes de la civilización, para el crecimiento del comercio mundial.”

Nótese la terminología. La violación y el saqueo de África y las conquistas coloniales son racionalizados en nombre de la civilización o de la “misión civilizadora” como la llamaban los franceses. Para los colonizadores y los colonizados las palabras tienen diferentes significados o como declaró Ho Chi Minh (1890-1969): “siempre se puede escupir a la cara de los colonialistas y ellos lo llamarán lluvia.” El imperialismo continuó sus políticas utilizando las mismas etiquetas en las décadas siguientes. En nuestros días, la conquista de Afganistán es llamada “Libertad Duradera.”

Lo que vimos a fines del Siglo XIX fue la expansión y el choque de capitalismos nacionales. Fue cómo lo planteó Cecil Rhodes, uno de los principales arquitectos del imperialismo británico en África:

    “Ayer fui al East End de Londres y asistí a una reunión de los desocupados. Escuché los fieros discursos, que eran sólo un grito por ‘pan,’ ‘pan,’ y camino a casa reflexioné sobre la escena y me convencí cada vez más de la importancia del imperialismo… Mi idea valorada es una solución para el problema social, es decir que, a fin de salvar a los 40 millones de habitantes del Reino Unido de una sangrienta guerra civil nosotros, los estadistas coloniales, debemos adquirir nuevas tierras para asentar al excedente de población, suministrar un nuevo mercado para los bienes producidos en la fábricas y las minas. El Imperio, como siempre lo he dicho, es un asunto de pan y mantequilla. Si queremos evitar la guerra civil, tenemos que convertirnos en imperialistas.”

Al hablar de ‘solución’ de la guerra civil quería decir la guerra de clases entre capitalistas y trabajadores, los explotadores y los explotados que engendra revoluciones socialistas. Cecil Rhodes (1853-1902) encarnó las arremetidas racistas y expansionistas de la conquista imperial así como la interdependencia del Estado y del capitalismo británico. Por su propia esencia el imperialismo, era la quintaesencia del racismo.

    “Debemos encontrar nuevas tierras de las cuales podamos obtener fácilmente materias primas, y al mismo tiempo explotar el trabajo esclavo (sic) que es disponible de los nativos de las colonias. Afirmo que somos la primera raza del mundo, y que mientras más del mundo habitemos, mejor será para la raza humana… Si hay un Dios, pienso que él querría que yo pintara lo más posible de África de Rojo Británico.”

Quisiera agregar como nota al pié que la declaración fue hecha en 1896, el mismo año en el que fue trazada por la administración colonial británica la Línea Durand que determinó la frontera de 2.300 kilómetros entre India británica [ahora Pakistán] y Afganistán. El poder político y la conquista colonial se movían en un concierto fácil. Rhodes era primer ministro de la colonia del Cabo, y director gerente de la Compañía Británica de Sudáfrica. Un reportaje de The Times señaló que apenas había un solo miembro del parlamento que no fuera accionista de su compañía. Tampoco es sorprendente en vista de la relación congenial entre la elite política y la elite de los negocios y la suculenta cosecha a su disposición. Era la interconectividad en la que una mano rasca la otra. Se había convertido en uno de los mayores magnates de todos los tiempos, y Chamberlain en uno de sus patrocinadores políticos más poderosos. Fue fundador de De Beers (respaldado por los fondos de Lord Rothschild) que, en su cénit, mercadeó cerca de un 90% de los diamantes en bruto del mundo.

El éxito dependía de ‘la ley y el orden’ y del ‘trabajo esclavo,’ como lo llamaba, que marchaban mano en mano con la expropiación masiva de tierra africana. Un proceso que tenía el respaldo legal de la Ley Glen Grey, la cual naturalmente redactó junto a otros. Por cierto, en el orden imperial de las cosas la frontera entre el trabajo esclavo y el trabajo libre era confusa, un punto que Rhodes comprendió fácilmente. Los impulsos expansionistas de Rhodes y sus compinches en la Oficina Colonial fueron el principal catalizador de la Guerra Bóer (1899-1902).

Los procesos históricos no pueden ser abstraídos del papel del individuo en la historia y sus principales protagonistas. Por este motivo he escogido sólo el Imperio Británico y tres de sus principales estadistas:

Cecil Rhodes, Joseph Chamberlain (1836-1914) y Lloyd George (1862-1945) en la configuración del imperialismo británico, uno de los constructos más aborrecibles y criminales de todos los tiempos, que incubó, con sus otros cómplices imperiales, el Holocausto que fue la Gran Guerra.

Baste decir que el imperialismo, y todos sus proyectos, propósitos y planes expansionistas fueron inseparables de la opresión racial. Y por cierto, muchos de ustedes recordarán la identificación de los chinos por Lord Curzon (1912), al estilo nazi, como “raza moribunda y decadente.” Eso, proveniente del país que impuso el tráfico del opio a un imperio chino casi colonial. No habréis olvidado la gran admiración de Hitler por el gobierno británico en India, articulada una vez más la víspera de su guerra contra la Unión Soviética. “La Unión Soviética,” declaró, “se convertirá en nuestra India.”

El trío puso a la vista en todo el sentido de la palabra el engranaje de los negocios, la política y el impulso imperial para las conquistas. La familia de Chamberlain fue fundadora de una de las mayores fábricas de máquinas herramienta en el Reino Unido, que producía cerca de un 75% de los tornillos metálicos del país. Como jefe de la Oficina Colonial que le abrió el El Dorado más poderoso de personal, utilizó su cartera para impulsar los intereses de negocios británicos en todos los rincones del planeta y eso, claro está, incluía los productos de su firma. Fue el ejemplo perfecto del poder del Estado ensamblado con los intereses de capitalistas individuales.

Chamberlain fue íntimo amigo y asociado empresarial de Rhodes y por ello su racismo sin inhibiciones seguía líneas paralelas lo que confirió una coherencia ideológica a la clase gobernante británica. Eso me recuerda un retrato que vi hace mucho tiempo en la National Gallery que mostraba a la Reina Victoria regalando una biblia a un jefe africano arrodillado y semidesnudo. Los latigazos de la dominación imperial eran supuestamente mitigados por los bálsamos del cristianismo. Como dijo una vez George Bernard Shaw, los colonialistas robaron a los negros, les dieron unos pocos trapos para que cubrieran su desnudez, y luego enviaron a misioneros, para reducirlos al cristianismo.

    “Creo que la raza británica” alardeó Chamberlin, “es la más grandiosa de las razas gobernantes que el mundo haya jamás visto… No basta con ocupar grandes espacios a menos que se pueda sacar el mayor provecho de ellos. Es el deber del dueño desarrollar su propiedad.”

La inferencia es demasiado evidente, ya que como el Imperio Británico era el mayor terrateniente del mundo, requería la mano de obra barata indistinta de sus súbditos coloniales para que trabajaran por la prosperidad y los beneficios de la raza superior de sus amos blancos.

Su fanático esfuerzo por intensificar la explotación de África (y también de Asia), le valió el epodo de

Joseph Africanus. La promesa de la raza imperial superior de que la violación sin trabas de los pueblos coloniales se filtraría lentamente – el mecanismo de cómo se lograría nunca fue revelado – a las gentes trabajadoras de Gran Bretaña resultó ser uno de los supremos engaños en la historia del capitalismo británico.

Sin duda, los mega-beneficios extorsionados del poder del trabajo con salarios de subsistencia eran “suculentos” como se jactaron muchos de los burócratas de la Oficina Colonial, pero pocas fueron las migajas que llegaron a los estómagos de los trabajadores británicos. En sus “War Memoirs” (Vol.1 1933), en el apogeo de otro gran colapso económico, Lloyd George no consideró necesario que se vislumbrara el ridículo en su descripción de la falsa “paz social” de la época eduardiana.

    “Se hacía evidente a los ojos críticos que el Partido y el sistema parlamentario no estaban a la altura de la tarea de encarar los graves problemas que se agravaban rápidamente… La sombra del desempleo crecía ominosamente sobre el horizonte. Nuestros rivales internacionales seguían avanzando a gran velocidad y ponían en peligro nuestro control de los mercados del mundo. Hubo un paro de esa expansión de nuestro comercio de una época anterior… nuestra población trabajadora, aplastada en calles sórdidas y miserables, sin seguridad de que no sería privada de su pan diario por mala salud o por fluctuaciones comerciales, se resentía por el descontento.”

¿Qué es esta última frase sino la jerga no reconocida de la guerra de clases? Lloyd George nunca fue un radical. A pesar de sus anodinas reformas del Estado de bienestar (basadas en el modelo de Bismarck) que incluso le merecieron los aplausos del Káiser, estaba unido como los depravados represores anti-sindicales de la clase gobernante alemana, a la perpetuación del orden social de posesión imperante, la carrera armamentista y la expansión imperialista en el extranjero. Se convirtió en uno de los proponentes más virulentos del imperio lo que concuerda con su apoyo no menos vociferante a la Gran Guerra.

Lloyd George, belicista incansable, no sólo avivó las llamas de la guerra, sino fue uno de los propugnadores inconmovibles (como su cercano cómplice Winston Churchill) de la intervención militar (1918-1921) contra la Revolución Rusa, a la que, como era de esperar, caricaturizó como ‘el mayor flagelo que haya afligido a la humanidad.’ No nos interesa examinar la simple estupidez de esa declaración, sino simplemente señalar que provino de un político importantísimo que fue uno de los más destacados instigadores criminales que organizaron la más inexorable matanza masiva que la humanidad haya visto. Una observación proveniente de un criminal que, según el diario de su esposa, “insistía en reservarse el derecho, como dijo David, de bombardear negros.” [1]

En gran medida fue una guerra contra un Estado emergente que, como único entre los miembros de la Segunda Internacional (1889-1916), se opuso a la guerra, cuyo grito movilizador fue: “Pan y Paz.” Una guerra implacable de intervención (un término acuñado por el Foreign Office británico) que costó millones de vidas (aparte de las de la Gran Guerra) con hambrunas y sus horrendas secuelas políticas. El gobierno británico, y hay que recordar que él era Primer Ministro, financió un 70% de esa intervención.

Su grito que hacía hervir la sangre: “Matadlos, matadlos ahora” era sintomático no sólo del hombre y su clase sino de la dirección del imperialismo. “Siempre seguiré siendo un enemigo implacable de los bolcheviques hasta el fin de mi vida,” Una promesa mantenida, pero que, lo que no sorprende, no es mencionada en sus “War Memoirs” [Memorias de Guerra].

Las guerras de conquista de mercados mundiales y sus repercusiones fueron declaradas con terrible claridad por The Saturday Review (1897), algo premonitorio de las cosas por venir… equivalente a una declaración de guerra. Hizo dar un paso gigantesco adelante al análisis económico y político en contraste con los constructos vacuos de la economía marshaliana y el chachareo del pensamiento fabiano:

    “Si hay una mina que explotar, un ferrocarril que construir, un nativo que convertir del fruto del árbol del pan a la carne en conserva, los alemanes y los ingleses luchan por ser los primeros. Un millón de disputas baladíes forman la mayor causa de guerra que el mundo haya visto. Si Alemania se extinguiera mañana, el día después no habría un inglés en el mundo que no fuera más rico. Las naciones han combatido durante años por una ciudad o por un derecho de sucesión; ¿no deben combatir por doscientos cincuenta millones de libras esterlinas de comercio anual?”

Fue profético, y por cierto sólo 17 años, y 40 millones masacrados, fueron necesarios para probar la validez de esa declaración beligerante bañada en sangre. Su resultado catastrófico fue inconcebible: 6 de 10 millones fueron reclutados; unos 750.000 muertos; 1,7 millones heridos; 160.000 mujeres perdieron a sus esposos; 300.000 niños perdieron a sus padres, dentro del país de The Saturday Review. En el frente ideológico la Gran Guerra había eliminado los vestigios del laissez-faire y del liberalismo económico.

La red invasiva

En el caso de EE.UU. y Japón el ímpetu precipitado que impulsó a conquistas imperialistas no fue menos fuerte que el de las potencias europeas. El imperialismo es por lo tanto la máxima globalización de la acumulación de capital a escala mundial en su momento de crisis y convulsión. Desde la Restauración Meiji (1868), por cierto en sólo tres décadas, el capitalismo japonés había crecido con un ritmo deslumbrador hasta convertirse en una vigorosa nación industrial y de comercio mundial, buscando incansablemente la expansión en el extranjero y conquistas coloniales. En Japón, las grandes corporaciones comerciales como Mitsubishi, Mitsui, Itoh, Marubeni, Sumitomo y otras, conocidas colectivamente como Zaibatsus, con sus brazos comerciales, las Soga Shoshas, se metamorfosearon en los escalones dirigentes del imperialismo japonés.

Junto con los militares (los gumbatsu) se convirtieron en la punta de lanza de la expansión colonial con la ocupación de Formosa que lanzó a Japón a la órbita del imperialismo. En 1895, fue seguida por la conquista de Corea y la invasión del sur de Manchuria. Estaba preparada la escena para otra guerra imperialista entre la Rusia zarista y Japón, que culminó en la aplastante derrota de Rusia en 1905 en la batalla de la Bahía Tsushima y la cesión de la mitad de Sakhalin a Japón. Podríamos agregar entre paréntesis que esa derrota engendró la Revolución Rusa de 1905, que configuró eventos posteriores. De importancia histórica, como observáis, fue el agrupamiento de los eventos. La re-división de colonias, casi-colonias, y esferas de influencia era ahora solucionada mediante guerras de creciente intensidad.

Una fuerza imperial más poderosa, pero aún embrionaria, había presentado sus reivindicaciones a la cornucopia del imperio. “Este es nuestro Destino Manifiesto,” alardeó Theodore Roosevelt. “Ahora somos una potencia mundial y la gloria de nuestra raza y nación no ha llegado al final de nuestro camino, y debemos seguir avanzando.” El agotado y deshonroso Imperio Español, que había durado 500 años, fue destruido en 1898 – una empresa completada en un par de semanas – con la apropiación de sus colonias, en especial Cuba y las Filipinas. Esto marcó una nueva fase en la re-división del mercado mundial que acercó un paso el próximo Armagedón.

El Tratado de Versalles

El fin de la Gran Guerra no fue “la guerra para terminar todas las guerras” según la fatua declaración de

Woodrow Wilson. Fueron aplastadas las ansias de un retorno a una normalidad imaginaria por nostalgia del laissez faire. Señaló no el fin del imperialismo sino su escalada a fases superiores y más destructivas y el fascismo fue su formato más racista y político-económico. Después de Versalles (1919) el mapa del mundo fue picado en trocitos. Los Habsburgos, los Romanovs, los Hohenzollerns y los Otomanos fueron arrollados hacia el foso de la historia. Alemania era una nación vencida despojada de Alsacia Lorena y sus colonias. De crucial importancia estratégica militar/industrial, sin embargo, fue que la burocracia no reconstruida, su establishment financiero y militar y la poderosa burguesía nacional – el componente central del régimen clasista – seguían intactos.

Rusia revolucionaria, cuya dirigencia se había opuesto resueltamente a la guerra, la convirtió en un ariete para el ataque contra la autocracia zarista. Al hacerlo, rompió sus vínculos con el imperialismo y el chovinismo nacional de la socialdemocracia y orientó su empuje hacia la construcción de un orden socialista, y la obliteración de los residuos coloniales/capitalistas/imperialistas. Clemenceau encapsuló el trágico momento de la verdad cuando confesó lúgubremente: “Hemos ganado la guerra pero estamos en bancarrota.” Los antiguos imperios coloniales supervivientes, Francia y el Reino Unido estaban desangrados al borde de la bancarrota financiera. Sus reservas de divisas extranjeras y oro fueron utilizadas para pagar por la guerra. Además estaban ahora enfrentados a una creciente agitación laboral en el frente interno, y continuas rebeliones masivas en India e Indochina, sus dos mayores joyas en la corona colonial.

Thorstein Veblen y John Maynard Keynes

Puede que Lloyd George no haya dicho que “exprimiremos el limón alemán hasta que las pepitas chillen” pero lo que dijo fue similar a lo que pensaba el “Tigre” Clemenceau: “Tenemos que conseguir hasta el último cuarto de penique, y registraremos sus bolsillos para encontrarlo.” La cuestión de reparaciones que debían ser extorsionadas a la Alemania de Weimar fue uno de los temas ardientes de las relaciones internacionales y de disputas imperialistas. Fue donde John Maynard Keynes (1883-1946) adquirió celebridad internacional con su oposición a las provisiones del Tratado de Versalles en “The Economic Consequences of the Peace” (1919) que se concentró en las implicaciones de las reparaciones.

En este momento me ocuparé de uno de los contraataque más efectivos al panfleto de Keynes que provino de un académico estadounidense cuya brevísima reseña del libro apareció en una poco conocida publicación estadounidense en 1920. En sólo tres páginas Thorstein Veblen (1857-1929) dejó claro el punto de que Keynes (quien participó en la Conferencia de París como miembro de la delegación británica) había diligentemente abandonado el tema central del Tratado.

Antes de continuar, sin embargo, quisiera agregar que Veblen fue un teórico y observador agudo del capitalismo estadounidense durante la Era Dorada de los Robber Barons [Barones del latrocinio]

(1890-1914). En ningún momento, sin embargo, fue un adversario activo del sistema. Nunca creyó que fuera factible un proyecto alternativo en las relaciones de clase y propiedad. En ese sentido, nunca fue radical. Tampoco condenó la rapacidad del imperio estadounidense, notablemente cuando fue la obra de políticos coloniales-depredadores como Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson en las Américas. Tampoco apoyó la lucha por la emancipación del negro estadounidense como lo estaba haciendo el joven erudito Du Bois.

Tampoco, igualmente, manifestó en público alguna simpatía por el movimiento socialista estadounidense bajo el liderazgo de Eugene Debs. Sin duda fue un rebelde. Lo que he dicho no degrada su talla como pensador y su contribución a las letras y a la economía estadounidenses. La Gran Guerra, como en el caso de muchos otros, lo empujó hacia una forma de pensar más incisiva y más cuestionadora, y lo mismo valía en el caso de Keynes. Fue un catalizador que ocurrió en el otoño de su vida. En esa reseña publicada en The Political Science Quarterly (1920), un año después de la publicación del panfleto de J M Keynes, vio lúcidamente cuál era la realidad que el Tratado había ocultado, ignorada por Keynes. Fue una inspirada pieza crítica escrita en un momento en el cual la corrupta USCO enriquecida por la guerra se había lanzado a la apoplejía de la histeria antiprogresista y anti-bolchevique.

Su impresionista visión general El Tratado (que siempre escribió en mayúsculas) fue la antítesis de la democracia y nada más que una pantalla de ‘verborrea diplomática’. Recuerda la descripción de Jacques Attali del Foro Económico Mundial de Davos como ‘le bavardage’ [la cháchara]. Tras la ‘verborrea’ estaba, sin embargo, el cuchillo de carnicero oculto de los vencedores imperialistas. Fue, correctamente, la pantalla de lo que Veblen llamó sarcásticamente ‘los Estadistas Ilustres de las Grandes Potencias’ quienes, a su juicio, continuaron su “busca de trapacería política y engrandecimiento imperialista”. Al hacerlo, Veblen colocó la realidad del imperialismo en el epicentro de las relaciones internacionales.

El peso de la prueba de la crítica de Keynes fue el impacto contraccionista adverso de El Tratado sobre la producción, el empleo y la demanda efectiva de los consumidores de Alemania. Esto, desde el punto de vista de Veblen, fue la proyección y no la sustancia. Ignoraba las consecuencias geoestratégicas, políticas e ideológicas más amplias que estaban en juego. Al llegar la primavera de 1919, cuando las negociaciones de El Tratado habían llegado a su gran climaterio, la Guerra de Intervención para destruir la Revolución Rusa también estaba en su punto más alto. Los bolcheviques combatían contra los ejércitos de 21 naciones aparte de las fuerzas blancas dirigidas por los generales Kolchak (1874-1920), Wrangel (1878-1928). Kornilov (1870-1918), Denikin (1872-1947).

Veblen remarcó el punto incisivo que revela la primera línea de su razonamiento: “Pero a pesar de todo su secreto vulpino, la disposición y el propósito de ese cónclave oculto de esos buhoneros políticos ya estaba quedando en evidencia ante los extraños hace un año… El Tratado está elaborado por ello para indicar que la provisión más vinculante de El Tratado (y de La Liga) es una cláusula no registrada por los gobiernos de las grandes potencias que están confabuladas para eliminar a Rusia Soviética…” Nótese su mutación estilística. Ya no se refiere a ellos de modo deferencial como Los Estadistas Ilustres, sino como un puñado de buhoneros.

Un análisis tan rotundo requería mucha fortaleza mortal en una época en la que más de nueve décimos de los académicos estadounidenses se estremecían en sus claustros, buscando refugio bajo los latigazos de un brutal Estado policial en todo menos su nombre. Veblen fue una de las poquísimas voces, otra fue la de

Lincoln Steffens, que vieron los ataques contra el país socialista emergente como uno de los grandes errores e injusticias de todos los tiempos. Un punto central en su crítica fue la estrechez de miras de Keynes al no percibir que el objetivo del Cónclave era la destrucción del bolchevismo que conformaba el objetivo de El Tratado. El antibolchevismo y la preservación del status quo ante era la fuerza que unía a Wilson, Clemenceau y Lloyd George. Orlando, el italiano, había sido puesto al margen y Lloyd George lo describió burlonamente “como un bocado de spaghetti podrido.”

Al demoler las elucubraciones de Keynes, antisoviético y anticomunista de toda la vida, Veblen no dejó de sacar la conclusión de que la confrontación bolchevique/imperialista se había convertido en una guerra a muerte. Era por lo tanto lógico: “que el bolchevismo es una amenaza para la propiedad absentista. Al mismo tiempo, el actual orden económico y social se basa en la propiedad absentista.” La propiedad absentista no era nada más que un eufemismo para describir el modo de producción, distribución e intercambio capitalista. También vio que Keynes había omitido deliberadamente el papel central asignado a una Alemania resurgente como el ariete de la contrarrevolución.

Veblen se equivocaba, por cierto, al decir que ‘los buhoneros’ libraban una guerra subrepticia contra una Rusia resurgente. A fines de 1917, era una guerra clandestina que desplegaba vastos ejércitos. Los Blancos incluso fueron desdeñosamente calificados por Lloyd George, Churchill, el Foreign office, como ‘nuestros mercenarios.’ El bolchevismo y los movimientos laborales revolucionarios que aparecieron durante la Segunda Internacional (1889-1916) no fueron aberraciones históricas. Fueron las consecuencias de las convulsiones y crisis del capitalismo.

Seguramente Veblen no ignoraba que Rosa Luxemburgo (1871-1919) y Karl Liebknecht (1871-1919), los dos legendarios socialdemócratas alemanes se oponían a la guerra, por lo que pagaron el precio supremo. Fueron arrestados y asesinados por militaristas derechistas de la Reichswehr. Lo mismo ocurrió con el líder socialdemócrata alemán Leo Jogiches (1867-1919). El año 1919 es un año cardinal en la historia de la socialdemocracia, El Tratado y el imperialismo.

Fue el fin de un capítulo innoble en la historia de la socialdemocracia destrozada en un mar de social-chovinismo y oportunismo. Y el capítulo inicial del fascismo como salvador del Gran Capital y del orden establecido. Rusia Soviética, rebautizada pronto como Unión Soviética, y Alemania se habían convertido en los protagonistas cruciales del drama histórico que se desarrollaba: la primera proyectando su alcance revolucionario por todo el planeta; la segunda como el bastión preferido de la contrarrevolución.

Adolf Hitler y el partido nazi, habían aparecido como una bendición para lo que buscaban los ‘buhoneros’ de Veblen en Versalles. En 1932, el Führer se dirigió a su guardia pretoriana, la SS, vociferando que “las calles de nuestro país están agitadas. Las universidades están repletas de estudiantes y disturbios. Los comunistas tratan de destruir nuestro país. La Unión Soviética nos amenaza con su poderío y la república está en peligro. Sí, peligro desde adentro y desde afuera. Necesitamos ley y orden.” [2] Era la visión de Veblen, pero no vivió para ver su infernal cristalización.

------------

Frederic F. Clairmont es un destacado académico e investigador canadiense quien durante muchos años fue un alto funcionario económico permanente en la Comisión Económica para África de Naciones Unidas y de la Conferencia de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas (UNCTAD).

Enseñó en la Universidad de Kings College y en la Universidad Dalhousie en Nova Scotia. Su obra clásica es “The Rise and Fall of Economic Liberalism” y su más reciente libro es “Cuba and Venezuela: The Nemeses of Imperialism” publicado por Citizens International in Penang, Malasia. Es colaborador frecuente de Le Monde Diplomatique y de Economic and Political Weekly.

Frederic F. Clairmont es colaborador frecuente de Global Research.

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=12471

Nueva Sección del Blog

     Imagen:Nuclear fireball.jpg

La pesadilla nunca está lejos de la realidad

 

Se ha decidido abrir una nueva sección para el blog: Posible Guerra Nuclear Global. La gran recesión de 1929, provocó 10 años después la segunda guerra mundial, primero creó una serie de graves desórdenes políticos en la Europa de los 1930's, dónde se debatía la lucha entre comunistas y nazifascistas. Los capitalistas apoyaron a los nazifascistas, para evitar el comunismo. Lo mismo hicieron las potencias ganadoras de la primera guerra mundial. El resultado fue el inicio de la era nuclear con dos bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagazaki.

 

Hoy, el escenario es bastante distinto, pero la crisis es de dimensiones muy superiores a la de 1929. Hoy ya no está el comunismo, pero está el nazifascismo, como se puede observar en

(Eidon)

Europa: Resurgen Nuevamente Los Grupos de Choque Nazifascistas

 

Quizás, desde una visión canibal, lo único comparable al comunismo sea el ecologismo, pero el ecologismo no busca imponer una ideología, busca salvar la vida en el planeta, busca que el ser humano siga teniendo un futuro de paz y felicidad en un planeta saludable que le brinde más salud. No se trata de imponer un estado y sociedad, sino de aprender a vivir de otra manera, de una manera que nos dé  más paz y seguridad. No se puede culpar de comunismo a la naturaleza, cuando la naturaleza a las claras demuestra que ya no puede soportar más el sistema económico y civilización actuales que claramente están fuera de control por la irracionalidad del ser humano. Ello se puede ver en:

 

Vaca muerta en el noreste argentino por la sequía del 2008, producto del calentamiento global. En esa año las pérdidas totalizaron  más de 650 millones de pesos d.  ¿Acaso intentar evitar todo esto es ser un loco comunista o fanático ecologista?

 

El Horror Del Antropoceno



De todas maneras, esa irracionalidad es latente y fácilmente exaltante por los medios de comunicación y políticos brutos que tienen mucho dinero y que son justamente los que rechazan como ignorantes fanáticos las propuestas ecológicas. Ojalá que las masas no se dejen arrastrar por el fanatismo y la irracionalidad... o de lo contrario los días de la vida en la Tierra estarán contados.

 

Y en esta sección del blog analizaremos y expondremos las informaciones que indiquen los pasos que se darían hacia la peor pesadilla imaginable: La Guerra Nuclear Global.