Coca Cola Apoya A La Guerra Infinita Y Otros Titulares
La "imagen" de la OTAN en Afganistán será manejada por Coca Cola
Una mujer pide comida en Kabul. En la pared, un cartel de propaganda de Coca Cola. |
¿Cómo se emparentan la Coca Cola y la sociedad de consumo capitalista con la ocupación militar de Afganistán? La Alianza Atlántica lo acaba de explicitar: El publicista de Coca Cola será el encargado de "dotar a la Alianza de instrumentos de comunicación dignos del siglo XXI" y de explicar la opinión publica mundial cuales son la misión y las tareas que desarrollan las fuerzas de ocupación en Afganistán.
Según el portavoz de la Alianza, James Appathurai, la OTAN, con el objetivo de hacer entender a la opinión pública sobre las "tareas" (léase represión militar para mantener la ocupación) que desarrollan sus tropas en Afganistán contratará a un responsable de imagen de Coca-Cola para mejorar la estrategia de comunicación de la organización.
Para cumplir esa meta, el ejecutivo Michael Stopford será a partir de agosto el viceasistente para los servicios de estrategia de la organización del secretario general, Jaap de Hoop Scheffer.
Appathurai ha negado en conferencia de prensa que el trabajo del publicista vaya a consistir en "mejorar la imagen de la organización", sino en "dotar a la Alianza de instrumentos de comunicación dignos del siglo XXI".
Este fue también el motivo por el que la OTAN inauguró el pasado abril un canal de televisión por internet (www.natochannel.tv).
Con cinco equipos de televisión permanentes en Afganistán, la Alianza pretende así que la opinión pública pueda conocer con mayor precisión la tarea de las tropas de la ISAF en el país asiático, y contrarrestar las opiniones crecientes de que la misión está fracasando.
O sea que, acorralados por la resistencia talibán en el terreno militar EEUU y la OTAN buscan instalar un espacio mediático masivo para vender "mística triunfalista" en Afganistán así como la Coca Cola vende mística consumista de autorrealización personal para incrementar sus ventas.
Luego de su adscripción a la "guerra contraterrorista" de Washington, tras el 11-S, la "popularidad" del bloque imperialista viene en picada.
El porcentaje de ciudadanos europeos que opina que la OTAN es esencial para su seguridad no ha parado de decrecer entre 2002 y 2007 (19% menos en Alemania, 12% en Gran Bretaña, 13% en Italia y 8% en Polonia), aunque ha subido un 4% en EEUU.
En el caso de España, según el último barómetro del Real Instituto Elcano, entre las instituciones internacionales más valoradas aparece en primer lugar la Unión Europea, seguida de ONU, OTAN y FMI.
Sobre la OTAN, el 85% de los españoles piensa que debería centrarse en acciones de ayuda humanitaria y un 57% cree que está al servicio de los intereses estadounidenses.
El nuevo estratega de comunicación, es un británico, estadounidense de adopción, y antes de trabajar para Coca-Cola ha diseñado campañas para la ONU y el Ministerio de Exteriores de Reino Unido.
Soldados de la OTAN en Afganistán |
La OTAN: Desde el "anticomunismo" al "antiterrorismo"
La Organización del Tratado del Atlántico Norte, cuyo acrónimo en español, portugués y francés es OTAN (en inglés North Atlantic Treaty Organization, NATO) es una organización internacional política y militar creada en marzo de 1948 con el objetivo de organizar Europa ante la "amenaza" de la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial.
Así como durante la "Guerra Fría" sirvió para contener al "comunismo" hoy sirve como barrera de contención contra el "terrorismo".
Nacida con la finalidad de proteger a los países occidentales contra el bloque soviético, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debería haber desaparecido con el fin de la Guerra Fría, y sin embargo no fue así.
Desaparecida la URSS y la guerra por aéreas de influencia con el bloque soviético, la organización amplió su estructura y se inventó un nuevo enemigo para justificar su existencia: "el terrorismo internacional", caracterizado por EEUU tras el 11-S como el nuevo "enemigo estratégico" que venía a sustituir al "comunismo internacional".
El 1 de julio de 1991, con la disolución del Pacto de Varsovia (la fuerza oponente de la OTAN desde el bloque soviético) se ponía fin a la razón de ser oficial del Tratado del Atlántico Norte. No obstante, y reciclada dentro de la nueva hipótesis de conflicto con el "terrorismo", la OTAN continuó en pie y en plena fase de ampliación con nuevos miembros.
Con 12 miembros en el momento de su creación, el 4 de abril de 1949, la OTAN contaba con 16 cuando se produjo la disolución del Pacto de Varsovia y ahora cuenta con 26 países, y entre los nuevos miembros se cuentan ex republicas soviéticas integrantes del ex Pacto de Varsovia.
De esta manera la Alianza Atlántica puso los ejércitos de los países que la componen al servicio de la "guerra contraterrorista" piloteada desde Washington participando de la invasión y bombardeo a la ex Yugoslavia (hoy Serbia) primero, y luego del ataque y la conquista de Afganistán.
El 11-S no solamente instaló un nuevo sistema de control social por medio de la manipulación mediática con el "terrorismo", sino que además inauguró un "nuevo orden internacional" (sustitutivo de la "guerra fría") basado en la "guerra contraterrorista" que sirvió de justificación a las nuevas estrategias expansionistas del Imperio norteamericano y de las trasnacionales capitalistas sintetizado en la OTAN.
La sede de la OTAN se encuentra en Bruselas y la de su comando militar (SHAPE) en Mons, Bélgica. Mediante los medios logísticos de los países aliados, la OTAN cohesiona y organiza los países aliados en materia política, económica y militar. El Secretario General es Jaap de Hoop Scheffer.
Tras los atentados del 11-M, en el 2001, la administración Bush invadió Afganistán contando con el apoyo de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), lo que -a diferencia de Irak donde la organización no actúa- supuso a posteriori para la organización atlántica, una involucramiento directo en la "guerra contraterrorista" de Bush en el país ocupado.
Como está sucediendo con la resistencia iraquí, a lo largo de casi 6 años de ocupación las tropas conjuntas de la OTAN y EEUU no pueden controlar a la guerrilla talibán que en los últimos meses lanzó una feroz contraofensiva que ya causó enormes bajas y daños a las fuerzas ocupantes.
En ese país ocupado, la OTAN fue sustituyendo gradualmente en el mando a las fuerzas norteamericanas en las tareas represivas contra la guerrilla talibán, hasta que, el año pasado, cuando el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, anunció la expansión de la misión de la Alianza en Afganistán hacia el este del país, con lo que pasó a ser responsable de las operaciones militares en la mayoría del territorio afgano.
En su último informe, titulado "Afganistán cinco años después: El regreso de los talibanes", el Senlis Council, organización independiente integrada en la red de Fundaciones Europeas, señala que el hambre y la pobreza que vive la población del sur de Afganistán ha propiciado el retorno de los talibanes, que ahora dominan la zona.
Para una mayoría de observadores las tropas de la OTAN están en una "trampa" porque se han metido en "una espiral de violencia" sin control, en tanto que "los talibanes cada vez tienen más apoyo en la población, que ve el conflicto como una lucha entre Occidente y el Islam".
Al sustituir a las tropas norteamericanas en la represión, las tropas de la OTAN atraviesan por una situación parecida a la viven los soldados estadounidenses en Irak.
Y como ya sucede en EEUU, los muertos y mutilados provenientes de Afganistán ya empiezan a convulsionar a las naciones europeas que integran la coalición multinacional en ese país.
En ese escenario, llega el marketing de la Coca Cola para la OTAN.
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