La Crítica Situación de Honduras
Honduras: Un pueblo en situación de emergencia
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) presentó su segundo informe sobre violaciones a derechos humanos en el marco del golpe de Estado, “Rostros y Cifras de la Represión”, en el que se evidencia la brutalidad del régimen de facto en su intento por acallar las diferentes expresiones de resistencia contra el golpe del pasado 28 de junio.
Según los datos presentados por Bertha Oliva, coordinadora general del COFADEH, organización surgida al inicio de la “Década Perdida” de los años ochenta, cuando en plena aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional la sociedad hondureña estuvo militarizada y sus instituciones civiles subordinadas a las Fuerzas Armadas, del 28 de junio al 15 de octubre del 2009 han sido 4.234 los casos de violación al los derechos humanos reportados por esta organización.
Durante una muy concurrida y emotiva conferencia de prensa, Oliva explicó que se registraron 21 muertes violentas y asesinatos con visos políticos, diez de los cuales ocurrieron directamente durante acciones públicas de la Resistencia y once presentan patrones de ejecuciones selectivas, con un modus operandi típico de los cuerpos paramilitares.
A lo largo de 115 días se produjeron también tres atentados contra la vida o intentos de homicidio, 108 amenazas de muerte, 133 casos de tratos crueles, degradantes e inhumanos hacia personas en detención administrativa, 21 lesiones graves y 453 lesiones y golpes. Además, 211 personas fueron afectadas por armas no convencionales como bombas lacrimógenas, gases tóxicos y armas sónicas.
Hubo también 3.033 detenciones ilegales, en su mayoría jóvenes, dos intentos de secuestro, 114 acusados políticos –cinco de los cuales permanecen detenidos mientras el resto está con medidas sustitutivas a la prisión o han sido sobreseido en forma provisional–, diez allanamientos ilegales, 13 casos de persecución a líderes sociales y defensores de derechos humanos, y cuatro atentados contra organizaciones, entre ellas el mismo COFADEH y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS).
Con respecto a la libertad de expresión y movilización, el Informe del COFADEH registró 27 casos de violación a la libertad los medios de comunicación, entre ellos el cierre de Radio Globo y Canal 36, 26 agresiones a periodistas, el cierre de tres programas radiales de organizaciones de mujeres, 52 retenes militares y policiales en todo el país que violentaron el derecho de circulación a más de 20 mil hondureños, y una escalada represiva que limitó de forma indefinida la libertad de la población a asociarse y manifestar.
“Confieso que al escribir este informe me he sentido turbada –expresó Bertha Oliva–.
Quizás porque me había hecho a la idea de que en este largo proceso de las últimas décadas habíamos logrado al menos pocos y relativos avances en materia de derechos humanos; pero soy una ilusa.
A más de 100 días de aquella fecha fatídica del 28 de junio que sacudió las entrañas del COFADEH –continuó Oliva– sabemos que estamos ante un violento retroceso de 25 o 30 años, quizas más.
Conocedores de los efectos de la dictadura militar asumimos que no era un hecho aislado, sino que estábamos frente a toda una estrategia para tomar y controlar el poder a largo plazo, o sea que la dictadura ha llegado para quedarse en la región.
Ante esta situación –advirtió la coordinadora del COFADEH– es imprescindible prepararse, porque igual que en el pasado somos depositarias de lágrimas, de angustias, de dolor y de desesperanzas, pero más aún de desesperación”.
Oliva explicó también estar sumamente preocupada por el ataque directo de la dictadura contra el gremio magisterial, que se ha materializado con asesinatos, persecuciones, detenciones ilegales y arbitrarias, retención de cuotas de los colegios magisteriales, levantamiento de perfiles, requerimientos a través del Ministerio Público para abrirles juicio.
También los jóvenes han sido objeto de represión y ya son muchos los que han sido secuestrados, torturados y asesinados, mientras que varios han tenido que abandonar el país.
“Con pruebas documentales en nuestro poder estamos afirmando ante el mundo que en el país vivimos una situación de emergencia. Por tal razón, apelamos ante la comunidad internacional para que permanezca vigilante y observante, para acompañar el desafío de ver juzgados a los perpetradores de los crímines de lesa humanidad”, sentenció Bertha Oliva, no sin antes denunciar las amenazas y el hostigamiento al que está sometido el COFADEH por el régimen de facto, al quererle cancelar su personería jurídica.
“No necesitamos de personería jurídica para buscar la verdad, acompañar a los que sufren, denunciar ante el mundo las barbaries que estamos viviendo. Esta dictadura pretende acallarnos, pero no lo va a lograr. Podrán callarnos la voz, pero no los ideales, ni el pensamiento. Mientras más nos reprimen, más fuerza agarramos”, concluyó.
Honduras: ¿Son las elecciones la trampa final del imperio para consolidar el golpe? Calculemos un poco
Hace unos días se ha puesto de moda hablar de las elecciones en Honduras. Llama la atención que nadie le haya hecho mucho caso a la denuncia de fraude que hizo el presidente Zelaya la semana anterior. Sin embargo, algunas personas acuciosas buscanromper la barrera mediática que impone el tema en este momento en el país.
Indudablemente demostrar un fraude electoral es cosa compleja, casi imposible; incluso en casos en que era obvio, como en Estados Unidos en el año 2000. También son famosas las elecciones “estilo Honduras”. El caso que nos ocupa, se produce bajo un ambiente complejo, crítico y de profunda ilegalidad.
Sin embargo, siempre existen argumentos científicos que nos hacen preguntarnos cual es la realidad. Por esta razón he acudido a un amigo, matemático graduado en Europa, quien, sin lugar a dudas, es una autoridad en asuntos estadísticos y análisis poblacionales. Los resultados de su hallazgo nos ponen en claro que no podemos, no debemos aceptar el proceso electoral en marcha. A continuación dos argumentos matemáticos que llaman la atención:
Argumento 1:
Honduras según el libro de hechos de la CIA tiene una población de 7,792,854 habitantes (ver https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2119rank.html) y su distribución de población (ver http://www.ecopibes.com/paises/honduras.htm) nos permite inferir que la población debajo de la edad legal para votar es de un 50% de la población total del país.
Bajo el análisis planteado, y aceptando como valido el dato de la CIA para 2009 la población en capacidad de votar debería ser 3,896,427 habitantes.La prensa local afirma que unos 700,000 hondureños no pueden votar por estar fuera del país (ver http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=31503). Por lo que las personas aptas para votar este año serian unos 3,196,427 votantes.
Sin embargo, Emmanuel Sagastume, Subdirector administrativo del Registro Nacional de las personas reportó (ver http://www.elheraldo.hn/Ediciones/2009/09/13/Noticias/Listos-4.7-millones-de-hondurenos-para-votar) que existen 4.7 millones de hondureños listos para votar.
Créalo usted o no tenemos la “milagrosa” cantidad de 1,503,573 que no concuerdan con los datos mas actualizados sobre la población hondureña!!!
Dado que este es un tema grave, decidimos hacer en enfoque estadístico mas elaborado. Así, pasamos al
Argumento 2
Si aceptamos que la Población Apta para votar es igual a : P89 (1+T) a la n, donde : P89 es el padrón depurado de votantes en 1989 (el ultimo censo de población confiable en honduras se hizo en 1988), unos 1,954,000 votantes; “T” es la tasa anual de crecimiento que promediaremos en 2.5% para fines de este análisis; y “n” representa los años que han pasado, en este caso son 20 años, obtenemos como resultado que la población en edad de votar estimada para el año 2009 es de 3,201,856 votantes.
Notemos que los resultados de las poblaciones son bastante cercanos, y el margen de diferencia entre ambos métodos es despreciable frente al universo en estudio. En contraste, los números del Tribunal Supremo Electoral y el Registro Nacional de las Personas (RNP) son escandalosamente elevados y alejados de los datos que proporciona el imperio mismo.
Si hiciéramos un proceso inverso, nos daríamos cuenta de que para alcanzar los niveles de población que Honduras requiere para llegar a la cantidad de votantes que proclaman el TSE y el RNP, nuestro país debería tener unos 11 millones de habitantes!!!
No podemos hacer ninguna acusación basados en cálculos matemáticos sencillos, pero si debería llamarnos poderosamente la atención que el gobierno de facto insista en decir que estas serán “las elecciones más votadas de la historia”, o que “todos los hondureños están listos para la fiesta electoral”.
Mas grave aun es que lo que quieren que legitime el presidente es nada mas y nada menos que el fraude electoral mas grande que se haya consumado en toda América Latina. Las denuncias que ha hecho el señor Presidente son indudablemente fundadas.
Los argumentos de las candidaturas independientes muestran su realismo en este análisis. Aun no abordamos el tema del conteo rápido que ha sido otorgado a una o dos empresas celulares. Estas anunciaran a tempranas horas el resultado declarando un “ganador”, el día de esa “fiesta”.
Debemos convencernos que no podemos participar ni acuerpar las elecciones bajo las condiciones actuales. Ni siquiera necesitan la represión militar para hacer el fraude. El presidente ha condicionado su visto bueno a las elecciones a su restitución. Los compañeros progresistas lo han acuerpado en esta posición. La verdad es que a esta altura, nada garantizaría una elección justa y transparente.
Muchas personas insisten que debemos ir al proceso electoral, probablemente creyendo que las condiciones que indican las encuestas nos son favorables. Esta es una trampa, una colosal estafa que es parte del golpe, no su solución. No podemos dejarnos engañar por encuestas que solo nos quieren lanzar a reconocer al régimen de facto, y con ello decir que la constituyente es ilegal.
Si nos atenemos a todas las señales que recibimos, deberíamos denunciar intensivamente estas maniobras. No podemos caer en la trampa de esta derecha hartera y traidora.
No es raro entonces que muchos que se saben repudiados aun continúen en el juego de la farsa, y otros que temen quedar fuera de la “repartición” no se definan de una buena vez. Debemos denunciar con fuerza el apoyo descarado de los Estados Unidos, y otros países a este proceso espurio, al cual han puesto como salida y nunca han cuestionado o pensado siquiera en auditar.
Debemos seguir firmes con la lucha popular por la refundación de la patria. Las maniobras de la oligarquía y el imperio solo buscan alargar la larga noche del sometimiento, el engaño, la miseria y el desencanto de siglos. Vamos hacia delante de la mano de la verdad, así seremos libres.
Ricardo Arturo Salgado
26/Octubre/2009
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